Los encuentros de mi madre con Sandro, el mecánico, continuaron y se afianzó la relación entre ellos gracias a mi aprobación ya que no abrí la boca y el que calla otorga. Al poco tiempo de nuestro regreso de las vacaciones en Reta, papá volvió a casa luego de varios meses de estar embarcado, lo cual complicó bastante los encuentros entre mami y su novio. Todavía me queda ban varios días de vacaciones por lo tanto no podían usar la excusa para verse de alguna reunión de padres del colegio o que me tenía que llevar a la biblioteca. Por las noches Sandro iba seguido al departamento de Adriana con la esperanza que mamá pudiera hacerse un tiempito para subir “a verse con su amiga”. Estas vicisitudes tenían a mi mamá al borde de un ataque de nervios, en los breves momentos en que papá no estaba cerca, ella volvió a fumar a escondidas, para tratar de calmarse, de apaciguar de alguna manera su ansiedad. A mi padre parecía que le había...
El Templo del Morbo: Un mundo de fantasías para adultos...