Los encuentros de mi madre con Sandro, el mecánico, continuaron y se afianzó la relación entre ellos gracias a mi aprobación ya que no abrí la boca y el que calla otorga.
Al poco tiempo de nuestro regreso de las vacaciones en Reta, papá volvió a casa luego de varios meses de estar embarcado, lo cual complicó bastante los encuentros entre mami y su novio. Todavía me quedaban varios días de vacaciones por lo tanto no podían usar la excusa para verse de alguna reunión de padres del colegio o que me tenía que llevar a la biblioteca. Por las noches Sandro iba seguido al departamento de Adriana con la esperanza que mamá pudiera hacerse un tiempito para subir “a verse con su amiga”.
Estas vicisitudes tenían a mi mamá al borde de un ataque de nervios, en los breves momentos en que papá no estaba cerca, ella volvió a fumar a escondidas, para tratar de calmarse, de apaciguar de alguna manera su ansiedad. A mi padre parecía que le habían dado arresto domiciliario, porque no salía del departamento por más que se estuviera incendiando el edificio, salvo que sea para acompañar a su esposa cuando ella debía ir a hacer las compras o algo parecido, por desgracia para mami. Por suerte una tarde le pidió a mamá que le arreglara el cierre de una campera, ella con mucha astucia le contestó que la máquina de coser estaba rota y que subía para usar la de Adriana. Como mami estaba vistiendo una bata de toalla de entrecasa, mi padre la frenó diciéndole que se cambie, pero ella le respondió que no hacia falta si solamente iba a subir un piso y sin esperar respuesta salió de casa. Me llevó con ella como siempre para cubrir cualquier duda que algún vecino pudiera tener si por casualidad la viera con Sandro.
Ni bien entramos al departamento de la vecina, mamá fue corriendo al teléfono para llamar a su novio, avisándole que estaba con Adriana y en menos de cinco minutos él llegó, se abrazaron fuertemente y unieron sus bocas en un beso interminable, debido a la diferencia de alturas, él la levantó y ella se sujetó de su amante cruzando las piernas alrededor de su cintura, Sandro la apoyó contra la pared y rápidamente le abrió la bata, le bajó una taza del corpiño y le chupó una teta. Adriana se acercó a ellos para sepáralos, recordándoles mi presencia.
Sandro: -Tetona no sabes cuanto te extrañé…
Mamá: -Yo también mi amor, pero tenemos que cuidarnos.
Ese “mi amor” fue como un puñal en mi pecho, no me acostumbraba a que mantuvieran una relación sentimental, una marea de celos me ahogó.
Sandro: -Tenemos que idear algo para vernos.
Adriana: -Chicos, hay poco tiempo, primero vayan a mi habitación para ponerse al día y después piensen en como verse más seguido.
Él la tomó entre sus brazos levantándola como una pluma y la tiró sobre la cama, con la excitación se olvidó de cerrar la puerta dejándola con una leve abertura, que me permitió ver como ese animal alzado se bajaba el cierre del grasiento mameluco y sacaba esa gigante verga erecta, curvada hacia arriba disponiéndose a montar a su hembra en celo, sin desnudarla se arrojó sobre ella y corriéndole la tanga la penetró, con movimientos veloces de pelvis la bombeaba alocadamente mientras le chupaba y amasaba las enormes tetas. Los gemidos rebotaban por las paredes.
Adriana: -Gusti no seas pícaro y no mires, dales privacidad, sentate en frente de la tele que te la prendo.
Adivinando en mi cara los celos, continuó diciéndome:
-¿Cuándo ibas al jardín de infantes tus maestras no te enseñaron que uno debe compartir todo? Tenés que aprender a compartir a mamita para que ella sea feliz.
En la habitación la orquesta de gemidos estaban en su climax, mirando de reojo vislumbré que mamá estaba acostada boca arriba con la bata totalmente abierta, tapada por el enorme cuerpo de Sandro, el coito era posición de misionero y las embestidas eran salvajes, era como si él quisiera levantar el cuerpo de su amada a base de pijazos, la cama parecía que se desarmaba. Adriana me hablaba pero no prestaba atención a lo que me decía, sé que en la pantalla del televisor estaba la Pantera Rosa, mi dibujo preferido, pero no me importaba, la tensión sexual era muy alta y para mi incontrolable, por tal motivo me levanté y me paré frente a la abertura de la puerta para ser un espectador VIP de lo que ahí dentro acontecía, esta vez la amiga de mamá no me dijo nada. Él seguía encima de ella y la besaba, la lamía y jugaba con esos senos majestuosos y que él tanto adoraba, mami estaba loca de gusto.
Mamá: - Sandro, para un momento.
Sandro: - ¿Más parada querés mi verga? Imposible, estoy que no me puedo contener.
Mamá: - Para te digo... mi hijo nos está viendo.
El Mecánico obedeció, detuvo sus embates pero sin desenterrar la verga de ella, levantó un poco su torso, permitiéndome observar los puntiagudos pezones de mami y giró su cabeza hacía mí.
Sandro: - No te preocupes... no estamos haciendo nada que no haya visto antes.
Retomó sus movimientos coitales como si nada, arrancándole gemidos en cada bombeo, pero ahora mucho más potentes.
Mamá: - Gus no mires... ohhhhh... andá con Adriana... ahh -apenas era capaz de articular palabra-.
Sandro: - Dejalo que se haga machito, que aprenda como se satisface a las mujeres así no sale cornudo como el padre... es mejor que lo aprenda de nosotros antes que de algún amiguito putito y te lo lleve por el mal camino... ¿No dicen que es rol de la madre enseñar a sus hijos?.. ya es hora que aprenda a hacerse una buena pajita...
Sin esperar respuesta por parte de mami, prosiguió la cogida a un ritmo mucho más acelerado. Adriana me retiró de ahí tomándome de mis hombros y cerró la puerta, ya no podía ver pero continuaba escuchando la sinfonía sexual, esta vez mamá gemía y él bufaba. Al rato escuché que se decían:
Mamá: - Seguí papi, seguí, no pares... sí, sí, sííí... me corro amor... aghhh...
Sandro: - ¿Así te gusta, putita?.. dale seguí moviéndote así que te lleno de leche... tengo los huevos como pelotas de tenis, hace semanas que me tenés acumulando semen... mmm... ahhh...
Mamá: - Si amor, dámela toda que es mía, tu leche es sólo para mí... la tenés durísima y eso me vuelve loca... mi conchita te extrañaba más que yo... ahhh
De repente las palabras enmudecieron y en su lugar se escuchaban sonidos húmedos de besos y lamidas. Me desesperaba de rabia y celos cada vez que mamá lo llamaba “amor”. Ellos estaban a punto de acabar y yo necesitaba verla, una fuerza interior me obligaba a observar como mi madre era poseída. Abrí la puerta con cuidado, la pareja estaba a los pies de la cama, Sandro parado y mamá de rodillas con la verga de él dentro de su boca, mamándolo, cada tanto la sacaba y le daba largas lamidas y nuevamente se lo tragaba hasta los huevos, mirándolo a los ojos, parecía magia como hacía desaparecer esos veinte y pico centímetros de carne. La cara de puta cuando clavaba sus ojos en los de él, mientras le chupaba la pija, era lujuriosa. El mecánico con una mano la agarraba del pelo como si fuese una correa, para marcarle el ritmo de la felación, en un momento miró en mi dirección y me encontró espiando, no le importó, es más, me hizo un gesto con la cara indicándome que siguiese con lo mío, que a él no le importaba y luego hizo otro en dirección a ella, esta vez era un gesto típico de gozo, como diciendo “que tremenda puta”, y esa puta no era otra que mi mamá.
Ella seguía con eso que tanto le gustaba, le daba besos dulces y suaves en glande, poco a poco su cabeza fue descendiendo recorriendo cada centímetro del tronco venoso hasta que sus labios chocaron con el pubis de él, lo miró de nuevo y aguantó inmóvil unos segundos en esa posición, unas pequeñas lágrimas se asomaron de sus ojos, eran causadas por la sofocación propia de tener aquel monstruo en la garganta. Luego de unos segundo eternos, subió la cabeza con cierta celeridad, dejando a la verga cubierta de saliva y justo en ese momento mi mamá me sorprendió observando, me clavó los ojos con una expresión sería y yo la miraba, como mira a la noche un venado encandilado por las luces de los faros de un coche que está a un segundo de arrollarlo.
Mamá: - ¿Te molesta lo que estoy haciéndole?
Me quede de piedra mientras un frío de pánico recorría mi cuerpo. Sandro soltó una carcajada.
Mamá: - ¿Te molesta ver a tu madre disfrutar de un hombre de verdad, de un semental?
Mientras me preguntaba, se giró hacia él poniendo una cara de viciosa terrible, para continuar prodigando tiernos besos en la gorda cabeza de la verga, que ya estaba violeta de tanta sangre acumulada, al rato volvió a hacer un alto y mirarme.
Mamá: - Debería molestarte que tu padre prefiera a su barco antes que a mí, que me deje sola tanto tiempo y que nunca me diera un orgasmo, que me haya tenido que pasar la vida masturbándome como una colegiala porque él no da la talla de hombre que yo necesito.
No sabía qué hacer, me embargaba la vergüenza y la excitación.
Sandro: - Alicia, ya no te preocupes, ahora me tenés a mí.
Él colocó una mano sobre la cabeza de ella y la empujó en dirección al tronco erecto que miraba al cielo. Mi madre se lanzó con voracidad sobre esa pija, su cara ya no era dulce y seductora, era una auténtica puta, lo pajeaba con fuerza, lamía la enorme verga, la escupía, se la tragaba entera y la volvía a sacar, era como el número frenético de una faquir que se tragaba un enorme sable y lo volvía a extraer de su garganta, él suspiraba y yo estaba más caliente que el Hombre Flama. El sube baja aumentaba en intensidad y los suspiros de Sandro pasaron a ser jadeos, estaba a punto de acabar.
Mamá: - Espera amor.
La cara de él era de sorpresa. Mami me señalo y me dijo:
Mamá: - Hijo acercate... vení...
Mientras me hacía un ademán con la mano, obedecí situándome a menos de medio metro.
Mamá: - Mira estos huevos -dijo sopesando los testículos con la otra mano- están llenos de semen... ya vas a ver, es como un manguerazo de leche lo que va a largar mi macho, me va a bañar con su esperma caliente.
Mi madre estaba desatada, se había transformado en la perra más hija de puta que había visto en mi corta vida.
Yo estaba mudo, pero si hubiese hablado, la abría animado, pues también estaba fuera de mí. Mamá mirándome empezó a masturbarlo con fuerza, Sandro la agarró del pelo y eyaculó. Fue una explosión, todo lo dicho era cierto, una ducha de leche la empapó, el semen escurría por su frente, sus ojos, sus mejillas y de la nariz colgó un grumo espeso de esperma, ese toro reproductor se aseguro de soltar una buena carga especialmente sobre sus tetas. Era una escena en la que nunca ubicaría a mi madre y por consiguiente, era increíble. Ella me sonreía lascivamente y con las manos fue dirigiendo los chorros de corrida de su cara a su boca, también lamió sus pechos.
Mamá: - ¿Viste?, esto es un Macho.
Me dijo, mientras le sujetaba la pija y se la limpiaba con lamidas. Yo estaba verdaderamente descolocado, no sabía si había presenciado ese show o soñado, esa mujer no era mi madre, había cambiado por completo, estaba poseída por el demonio. Avergonzado, salí de la habitación y como no quería que me viera Adriana ni hablara conmigo, crucé el pequeño pasillo y pasé al baño sin cerrar la puerta, entré como un animal acorralado se mete a la primera madriguera que encuentra a modo de refugio. Al rato Adriana parándose detrás de mí me dijo:
- ¿Qué haces?
Me preguntó un tanto absurda, pero ataviada, con una tiernísima sonrisa.
Yo: - ¡¿Qué?! -brinqué del susto- quiero hacer pis.
Adriana: - Así no vas a poder...
Dijo señalando mi erección, debajo del pantalón, me puse colorado al tiempo que mi mente buscaba una respuesta a modo de excusa que no llegué a encontrar porque en ese momento entraron desnudos al baño mamá y su novio para ducharse. Con Adriana esperamos silenciosamente sentados en la sala, habrán pasado unos cinco minutos cuando salieron y regresaron a la habitación, pensé que se echarían otro polvo, pero no, volvieron al instante pero esta vez vestidos y se sentaron a la mesa, mami lo hizo a mi lado, sus manos sujetaron las mías, la veía nerviosa, como si estuviese eligiendo las palabras que iba a utilizar y luego de acariciarme una mejilla, comenzó a hablar:
-Hijo desgraciadamente estás creciendo muy rápido y yo hace mucho tiempo que me siento sola, tu papá al año pasa más meses embarcado que los que está en casa, soy joven y necesito tener una presencia masculina a mi lado... cuando somos mayores hay cosas que hacemos que están mal, como lo que acabas de presenciar hace en rato en el cuarto... yo estoy casada y no está bien, se supone que debo “jugar” únicamente con tu padre, porque los “juegos” por fuera del matrimonio están mal vistos por la sociedad, pero los mayores a veces jugamos con alguien que no es nuestra pareja y eso se llama infidelidad... lo que hicimos con Sandro no está bien... uff, es complejo de explicar esto y más a un hijo... como te explicó hace tiempo Adriana, ese “juego” que tanto nos gusta a él y a mí se llama coger, nosotros los adultos le decimos así, es hora que dejemos de lado los eufemismos y hablemos como corresponde... así como a vos te gusta comer caramelos, a mí me gusta mucho coger con Sandro, con tu papá me aburro, pero Sandro tiene un pito tan grande que me vuelve loca, cuando me penetra me transforma, saca la hembra que hay dentro de mí, me olvido que estoy casada, que soy madre y que el mundo da vueltas, solo me importa el placer que me da y darle placer a él, nada más... las normas de la sociedad establecen que el marido debe cuidar de su esposa y tu padre no lo hace, lo amo porque él me dio lo más hermoso de mi vida que sos vos, yo no busco otro amor, lo que necesito es un macho que me coja y Sandro despierta en mí sensaciones nunca vividas, no lo puedo evitar, gracias a él me siento deseada y eso es muy lindo para una mujer... espero que me entiendas y no me juzgues, o por lo menos no cambies tu forma de verme, a nadie amo más que a vos, sos todo en mi vida, te necesito y no soportaría perderte...
Yo: – Siempre voy a estar a tu lado mami, a nadie quiero más que a vos, me gusta verte con Sandro porque te hace feliz, sos muy distinta cuando estás con él, sos otra, te volvés más luminosa, más hermosa, más...
Sandro: – Más puta... tu mamá cuando está con tu papá es como una flor marchita, en cambio cuando está conmigo revive, está más radiente... toda flor cuando recibe agua se pone más linda y a tu mamita le riego seguido con mi verga la concha, por eso te gusta más, porque mi lechita la pone más linda a esa flor de puta jajajaja...
Mamá: – ¡¡¡Sandro!!!
Sandro: – Hice un chiste para descomprimir... pero es verdad, Gusti vos a ella la notas más linda, porque cuando estamos juntos no ves a tu mamita, tus ojos ven a una puta... pero no te tenés que sentir mal por eso, es normal, estás creciendo muy rápido, te estás volviendo un hombrecito y a todos los hombres nos gustan las putas...
Adriana: – No seas maleducado Sandro.
Sandro: – Digo la verdad... ustedes tienen que sentirse contentas que a él le gusten las putas, ¿O preferirían que le gusten los hombres?, no va a encontrar nunca una hembra más linda y puta que su mami... por eso le gusta espiar cuando cogemos, decí la verdad Gusti ¿Se te para el pitito cuando me ves cojerla a mamita?
Yo: – Sssi...
Sandro: – ¿Ven? Para él es como ver una peli porno protagonizada por su mami... hay que dejarlo que siga mirando para que aprenda, gracias a que lo calienta la puta de su madre Gusti va a ser todo un machito como yo... la naturaleza es sabía, en la selva no hay animales putos porque desde que nacen ven a las hembras siendo montadas por los machos, eso es normal...
Adriana: – Alicia en eso tiene razón Sandro, además tu hijo ya los vio garchar varias veces, para él no es novedad, me parece que es la mejor solución... mientras no se lo cuente a nadie...
Yo: – Noooooooo, yo no voy a abrir la boca.
Adriana: – Gusti puede solucionar el problema de no verse porque está el cornudo en casa, es la coartada perfecta, ustedes pueden mandarse mensajes a través del nene, el cuerno jamás va a sospechar que su hijo entrega a la mami para que el mecánico la garche como merece... ¡Uy que tarde se hizo!, Ali tomá la campera que ya le arreglé el cierra y bajá rápido que tu marido puede subir en cualquier momento a buscarte.
Mamá se despidió de su novio con un beso apasionado y regresamos corriendo a casa.
Transcurrieron un par de días sin novedad en el frente, hasta que una tarde sonó el teléfono, atendí y me encontré con la sorpresa que era el novio de mi madre.
-Pendejo hacé de cuenta que estás hablando con un amiguito, no quiero que tu viejo se de cuenta que soy yo, decile a mamita que quiero verla, que venga a mi taller a la hora de cerrar y se vista muy putita, te voy a pedir que por favor entretengas al cornudo para que no rompa las bolas cuando ella no esté, en agradecimiento después te mando un regalito.
Ni bien cortó, fui a buscar a mi mamá, ella estaba en el lavadero del departamento, una pequeña habitación que da al pulmón del edificio y cuenta con fregadero, lavarropa y soga para colgar, para llegar a el hay que ingresar a la cocina y abrir una puerta, por fortuna estaba ahí lo que me permitió darle el mensaje sin temor a que papá escuche. Cuando terminé de hablar ella sonrió, me guiñó un ojo pícaramente y con un dedo en sus labios hizo señal de guardar silencio y que no cuente nada.
Transcurrió la tarde con mi corazón galopeando en mi pecho como caballo desbocado, me encontraba muy nervioso e impaciente. El mecánico por lo general cerraba el taller alrededor de las 19hs., antes de la hora señalada fui al encuentro de mi madre que se hallaba sola en su habitación, al verla vistiendo una remera gris, unos jeans gastados holgados y unas havaianas de cuero, quedé confundido.
Ella enseguida se dio cuenta de la razón de mi asombro, se levantó la remera para mostrarme un finísimo sujetador de encaje negro sin copa, que sostenía a sus pechos por la base pero al mismo tiempo los dejaba al descubierto. Al instante giró su cuerpo para darme la espalda y se bajó por un segundo el pantalón para enseñar una tanga hilo dental, volvió a acomodar sus prendas y me susurró juguetonamente:
-No me olvidé que me dijo que fuera muy putita...
Me tomó de la mano y caminamos hasta el living, papá como siempre, estaba sentado en su sillón favorito viendo en la TV un documental sobre la vida de los marsupiales en Australia.
Mamá: – Lito voy a la librería para comprarle un cuaderno de caligrafía a Gusti, tiene que llevarlo mañana al colegio y se acordó recién ahora...
Y antes que mi padre dijera que la acompañaba, le pedí que me ayude a resolver unos problemas de lógica que me habían dado de deber, siempre él fue peor que yo para resolverlos, eso le daría tiempo suficiente a la parejita para que consumieran su fogosidad sexual.
Yo: –A ver papi, el primer problema dice así: Tomás mide 1,80 de altura, es ayudante en una carnicería y lleva zapatos de la talla 45. ¿Qué pesa?
Papá: –¡¿Eh?!, ¿La maestra no quiere el número de documento también?, Que voy a saber cuanto pesa ese cristiano... yo mido 1.75 y peso 80ks porque estoy un poquito gordo, supongamos que ese Tomás fuera delgado... y pesará como yo... ¿Y si es más gordo?.. Uff... además hay que tener en cuenta la raza, porque no es el mismo el físico de un africano, al de un japonés... otro factor importante es la altitud, porque no es lo mismo estar a nivel del mar que en la cima del Aconcagua... ¿Y si los zapatos le quedan chicos?.. se puede dar el caso que lleve botines porque viene de jugar un "fulbito" con los amigos, si tiene tapones de metal va a pesar más... ¿No dice la hora? Porque los pies por la noche están hinchados, es una variante muy importante esa...
No les miento si les cuento que pasó más de 1 hora haciendo todo tipo de conjeturas sin llegar a ningún resultado, cuando se cansó telefoneó a un par de amigos para que lo ayuden, pero eso causó más confusión. Mientras tanto a mi alma se la llevaba el demonio, por mis venas y arterias circulaba una sobredosis de celos, morbo, excitación y culpa, estaba muy angustiado imaginando las cosas que el mecánico le estaría haciendo a mi madre.
Papá: –Tranquilo hijo que ya lo vamos a resolver...
Me daban ganas de gritarle “¿Pero cómo voy a estar tranquilo si a mamá la estará clavando ahora una verga del tamaño de una longaniza?”.
Antes de las 2 hs. ella regresó, alegó su cara de cansancio a que tuvo que caminar muchas cuadras para conseguir ese dichoso cuaderno que tenía en una mano, mi padre apenas la saludó, continuaba ensimismado en sus conjeturas y cuando al fin cayó en cuenta que su esposa estaba de nuevo en casa le leyó el problema para sumar otra mente creativa.
Mamá: –¿Qué pesa? Es fácil, pesa “carne”... si es carnicero... es un problema de lógica Lito, no de matemáticas, ni de física.
Mi padre se la quedó mirando de la misma manera de cuando vio el partido de fútbol de su equipo que perdió 6 a 0 con su clásico rival, hasta estuvo varios segundos sin pestañar. Aproveché ese silencio para decir:
–Ahora papi ayudame con el último problema.
Papá: –Están dando el noticiero hijo, decile a mami...
Mamá: –Vení hijito, mejor vamos a tu dormitorio a hacer los deberes así no molestamos a tu padre.
Ya en mi habitación ella cerró la puerta con cerrojo, se sentó en mi cama y revoleó el cuaderno que al caer abierto advertí que estaba todo escrito con números.
Yo: –¿Y eso?
Mamá: –Sandro me lo dio, es el cuaderno que usa Bujía para levantar quiniela, mañana a la mañana cuando te llevo al colegio se lo devuelvo. Ahora sentate acá al lado mío, mi novio te manda este regalito en agradecimiento por tu ayuda, es un calendario de bolsillo que en el frente tiene una mujer desnuda, él dice que se parece a mí, pero creo que yo soy más linda jejeje
Era cierto la modelo del calendario se le parecía pero tenía unas tetas más pequeñas, inmediatamente me causó una erección.
Yo: –¿Te fue bien?
Mamá: –Fantástico, cuando llegué la persiana metálica del taller estaba cerrada, golpeé y me hizo pasar, él estaba muy caliente, enseguida se me abalanzó y me desnudó, cuando vio la lencería arrancó el corpiño y me dio con todo... estoy molida... voy a tener que hacerle un service más seguido para que bajé el ímpetu porque sino ese hombre va a acabar conmigo... bueno, ya me acabó dentro y copioso, pero me refiero a que va a matarme...
Mi oídos no daban crédito a lo que estaban escuchando ¿Esa era mi madre o me la cambiaron?, tenía miedo a que como pasa en las películas todo haya sido un sueño y me despierte en cualquier momento. Sin tapujos me contó con detalles lo sucedido y para rematar la noche, se quitó la remera.
Mamá: –Mirá amorcito como tengo las tetas de tanto ser chupadas, se ensañó con mis pezones me los dejó agrietados, los pobres están super sensibles, camino a casa el roce de la remera me producía escozor. Me recuerda a cuando fuiste bebé y te amantaba, vos eras igual de glotón, varias veces al día tenía que pasarme crema de ordeñe para aliviarlos... que paradoja, hoy me mandé tres ordeñadas y por eso los tengo así jijiji... menos mal que hoy no es sábado y no me toca acostarme con tu padre, no sabría como explicarle... Bueno, mejor voy a hacer la cena porque es tarde y vos mañana tenés clases, no quiero que duermas tarde.
Como si esa noche hubiera podido pegar un ojo con todo lo que pasó, al otro día estuve como zombie por mi desvelo.
A la semana, luego de desayunar, mamá estaba por llevarme al colegio cuando papá dijo que lo hacía él y de paso a la vuelta iba a llevar su preciado Ford Taunus GXL al mecánico porque andaba fallando. A mami le brillaron los ojitos, de seguro ese arreglo traería consecuencias.
Al otro día, mis padres me pasaron a buscar por el colegio, era raro que vinieran los dos, solamente pasaba en mi cumpleaños siempre y cuando papi no estuviera embarcado. Después de saludarme me aclararon que íbamos a pasar por el taller para ver si había novedades del arreglo. Al llegar al lugar encontramos al coche con el capot levantado y Bujía trabajando en él, nos acercamos y luego de saludar, papá conversó con el viejo, enseguida vino Sandro y dijo que ya lo estaban terminando que si deseaba esperar regresaríamos en cuatro ruedas. Papá no se despegaba de Bujía, le gustaba presenciar todos los pormenores y el viejo más pillo que el diablo, la hacía larga. Sandro invitó a mamá a pasar a la informal sala de espera (que estaba en un lugar reservado del taller y fuera de la vista de la parte principal) por si quería esperar sentada y obviamente ella aceptó gustosa. Bujía se movió a propósito para acomodar a mi padre de espaldas a la puerta de la especie de oficina, que estaba entornada.
Sandro: –Esto es de locos, el cornudo me trajo a su esposa para que la monte... Ali que macanudo resultó ser tu marido jajaja... Gusti ponete cerca de la puerta y si viene tu papá avisanos, con vos acá dentro no va a sospechar nada malo.
Mami ese día estaba vestida “matadora” con un vestido rosa floreado, de falda corta y sandalias de tacos altos.
El novio de mamá estaba parado frente a ella y dado la gran diferencia de altura, él se sentó en el sofá, la rodeó con sus fuertes brazos y la besó fogosamente. El sonido del besuqueo me desquiciaba, los celos me retorcían las tripas, pero algo obscuro dentro mío hacía que de alguna manera lo disfrutara, eran emociones ambiguas, a pesar de tener ganas de ir hasta donde estaban ellos y separarlos, al observar como la lengua del mecánico le recorría la boca y se entrelazaba con la lengua de ella, un morbo me frenaba y me obligaba a seguir viéndolos. Sandro la acomodó contra uno de los autos con mucha experiencia la desnudó en un santiamén y en la misma posición que estaban, él le amasaba las tetas con fuerza y las besaba saltando de una a la otra, enseguida los besos descendieron por el vientre de ella dejando un hilo de saliva a su paso y por fin llegaron a la vagina en donde los besos en una metamorfosis sexual se transformaron en una chupada infernal de concha. Con un pulgar él estimulaba el clítoris y con dos dedos de la otra mano la penetraba al tiempo que lamía los labios vaginales. Mami se tapó la cara con una mano para ahogar sus gritos. Cuando él estimó que ella ya estaba llegando al clímax, la acostó sobre un auto que estaba ahí y la empezó a penetrar por la concha, mamá apoyaba su espalda en el motor y abría más sus pernas para que las penetraciones incrementasen la profundidad, él con un brazo le levantaba una pierna y la apoyó sobre su hombro.
Sandro: –Mirá Gusti que hermosa se ve mamita con mi verga enterrada, ¿Te gusta?
Yo: –Siii.
Sandro: –Es mucho más sexy, es otra mujer, decime ahora que cara tiene...
Yo: –De puta.
Sandro: –¿Te gusta más la mami que está en casa con el cornudo o esta?
Yo: –La de ahora.
Sandro: –¿Por qué?
Yo: –Porque me gusta que mi mamá sea trola, eso me calienta mucho, cuanto más puta, más linda es, no sé como explicarlo, me excita cuando los hombres la piropean y se la quieren comer, me vuelve loco cuando ella los provoca o la veo arreglarse para venir a verte... me causa muchos celos porque la quiero sólo para mí, pero me fascina que la deseen y siento orgullo por los pitos que para...
De manera autómata e inconsciente confesé todo, cuando terminé de hablar pensé que mi madre me fajaría hasta que yo cumpliera 40 años, pero contrariamente mami solo dijo:
Mamá: –¡¡¡Ahhhhg!!! mmm...
Sandro: –No hay hombre que no te la quiera meter, hasta a tu hijo lo calentás, ¿Te agrada eso, no?
Mamá: –Siiiiiiiiii...
Aumentando las embestidas el mecánico volvió a preguntarme.
Sandro: –¿Gus estás contento que yo sea el novio de mamá?
Yo: –Me encanta, porque gracias a vos ella cambió, dejó de estar triste para convertirse en una puta preciosa, me da mucho morbo ayudarlos a estar juntos y que no me dejen afuera, siento que yo también soy parte de la relación... ojalá cuando papá se embarque vengas a vivir con nosotros...
Sandro: –No es mala idea... ¿Alicia te gustaría?
Mientras dijo esto le pegó un par de bombeos profundos y duros.
Mamá: –Me enloquece la idea...
Yo: –Quiero que el macho de mi madre esté en casa para que se la coja delante mio y para que en casa mami ande provocativa.
Mamá: –Oghhh... gracias hijo por pensar en el gozo de tu madre, te prometo que a diario vas a verme muy seductora, te van a doler los huevos de tan putita que me voy a vestir solo para vos... ¿Eso querés?
Yo: –Siiiiiii... Y que me cuenten todo, que no hagan nada a mi espalda.
Sandro: –Dalo por hecho socio... ¿O debo llamarte hijo? Hijo de puta jajaja
Mamá cayó en un abismo de orgasmos encadenados, se retorcía como pez fuera del agua, sus espasmos causaron que él no pudiera contenerse más y acabara dentro de ella. Para apagar los gemidos que escapaban de las bocas de ambos tuvieron que volver a sellar sus labios en un fogoso beso. La misma nube de confusión sexual que envolvía a ellos me atrapó a mí, sentí que el planeta se detenía y que era yo el que giraba alrededor de el, no sé cuando ni donde, solo que mis ojos se cerraron y caí al suelo, cuando me desperté, ellos estaban vestidos y yo acostado en el sofá. En ese preciso momento entró mi papá y asustado preguntó que había pasado.
Mamá: –Nuestro hijo se mareó, hacé mucho calor y además está desde la mañana sin probar bocado, ya pasó el mediodía y en lugar de almorzar vos nos trajiste acá... Lito no te entiendo, le das toda tu atención a ese auto de mierda en lugar de preocuparte por Gustavo.
Con culpa mi padre pagó el arreglo y subió al coche, antes que nosotros subiéramos, Sandro le entregó el dinero que le dio papá y le dijo:
-Petiza comprate ropita linda y lencería que tenemos que festejar lo que vivimos en la oficina, no escatimes en gastos que paga el cornudo, después arreglo con Adriana y te avisamos.
Una tarde, a los pocos días, Adriana bajó a nuestro departamento para avisarnos que el viernes a la noche era el cumpleaños de su novio Sandro y por tal evento nos invitaban a un asado ese mismo día por la noche en la casa de él. Recuerden que Adriana fingía que con el mecánico eran pareja, para disipar sospechas, dado que el portero lo veía frecuentemente por el edificio y se corría el rumor que se estaba tirando a una vecina.
Sandro vivía en el barrio El Martillo una zona bastante alejada del centro de la ciudad y peligrosa, no aconsejable para visitar y menos por la noche, a mi padre no le hacía gracia la idea, no quería ir aludiendo que apenas lo conocía al mecánico.
Mamá: –Por eso mismo, es un buen momento para conocerlo, él siempre arregla tu amado auto cuando lo necesitas y te hace precio de amigo, además Sandro es el novio de mi amiga y vecina nuestra, cuando vos no estás Adri me ayuda a cuidar a Gusti. Así que Lito tengas ganas o no, vamos a ir al cumple y más vale que le compres un regalo lindo.
Llegó el día y mamá para la ocasión lució un vestido ligero negro a lunares grises, la falda terminaba por arriba de sus rodillas y delante tenía un amplio escote en forma de “V” que dejaba a la vista 1/3 de sus voluminosos pechos, unas medias bucaneras negras de lycra con liguero de muslo y zapatos de charol negro de tacos altísimos.
Mi padre puso mil reparos para ir con el coche pues tenía miedo que se lo roben, mami puso en alerta a su novio y Bujía se ofreció a llevarnos a todos en su Ford Falcón Sprint. En el interior del vehículo nos acomodamos de la siguiente manera, claramente en el puesto del conductor el viejo quien con su astucia ubicó a papá en la butaca del acompañante, en la parte trasera del lado de la ventanilla izquierda Adriana, mi madre en el medio conmigo a upa y en la ventanilla derecha Sandro.
Teníamos como 1 hora de viaje y durante todo el trayecto Bujía le sacaba tema de conversación a mi padre y hablaban entre ellos sin darnos participación a los demás. El novio de mi mami estaba sentado justo detrás del marido de ella y esto le daba amparo para jugar, ya que mi padre no lo podía ver ni girando su cuerpo. A los pocos minutos él me hizo un gesto para que me siente entre las dos mujeres, acomodándome de esta manera mi cuerpo empujaba a mamá sobre Sandro, este le apoyó una mano en la pierna y la fue subiendo hasta alcanzar las bragas y se las bajó lentamente, cuando quedó a la altura de los tobillos, yo fingí agacharme para agarrar un caramelo que se me había caído, pero en realidad le quité la bombacha y me la guardé en un bolsillo. Allanado el camino, volvió a colar la mano bajo la falda y empezó a masturbarla, ella se mordía el labio inferior para no gemir, pero se escuchaba su respiración notablemente agitada. Pasado un rato, la penetró con un dedo, luego con dos y más tarde con tres, el placer ya estaba haciendo efecto en mamá, quien para tapar sus quejidos me rodeó con sus brazos y me mordió un hombro, mi cuello percibió el aire caliente que exhalaba su nariz, provocándome un cosquilleo y erección.
Cuando Adriana se percató de lo que estaba sucediendo, corrió su cuerpo a la derecha, causando que todos nos tuviéramos que mover y que mami termine casi a horcajadas de su amante, quien vilmente se puso algo de costado para que su pelvis quedará justo debajo de las nalgas de ella, a los pocos segundos mi mamá me mordió mucho más fuerte el hombro y cuando giré mi cabeza para reprocharle vi que sus ojos estaban abiertos como platos, sutilmente acercó su boca a mi oído y me susurró:
-Me está cogiendo... –mientras hablaba comenzó a darme tiernos besos en el cuello- y la tiene más gorda que nunca... Ayy... no me entra toda... mmm... le excita clavarme delante del cornudo... ahhh...
Mencionó esto último apretándome el lóbulo de mi oreja con sus labios pintados. Él aumentó la potencia de las penetraciones, empujando el cuerpo de mi mamá contra el mío en cada embestida, y ella me punteaba la espalda con los duros y parados pezones. Me uní al juego y rítmicamente después de que ella me pecheaba, yo me tiraba atrás y a mi derecha empujándola contra Sandro, esto causó que su verga ingresara cada vez más profundo en su interior.
Mamá: –Mi hijo me está enterrando la pija de mi macho... mmm... Siii... empujame más fuerte que me estás dando mucho placer... hay que rrrricooh...
Cuando uno está entretenido el tiempo pasa volando y esto nos sucedió a nosotros. Bujía sabiendo que algo estaba aconteciendo en su asiento trasero, le dijo a mi padre que estábamos por llegar con clara intención de avisar a la apasionada parejita.
Mami me sorprendió metiendo una mano en el bolsillo de mi pantalón, sacó con disimulo su bombacha, se la frotó varias veces en la vagina y volvió a guardarla en donde estaba.
Mamá: –Por ser tan buen hijito te dejo un regalito, para que sepas como huele una hembra en celo... sequé mi conchita con la tanga y la dejé muy mojadita...
Sin más, en un brusco movimiento se desclavó y acomodó su vestido antes que su amante le acabara dentro. A Sandro le costó mucho trabajo guardar en el pantalón su verga totalmente al palo, cosa que le causó mucha gracia a Adriana.
La casa del mecánico estaba algo abandonada, pero tenía un parque grande con parrilla y un improvisado quincho, para protegerse de la inseguridad del barrio contaba con un muro perimetral y un portón de acero muy altos. Dado que estaba terminando la primavera y como era una noche calurosa, se decidió cenar al aire libre. Al rato de llegar, las mujeres prepararon las ensaladas y sirvieron la mesa, Sandro se encargó de la parrilla y Bujía armó una terrible picada de todo tipo de embutidos y quesos con abundante vino y cerveza. Como el asado se hacía a fuego lento, los hombres hablaban de fútbol mientras comían la picada y los mecánicos se cercioraban que el vaso de mi padre siempre estuviera lleno.
Pasadas algo más de 2 hs., empezamos a cenar y debo decir que a esa altura de la noche mi papá estaba muy animado, se reía de cualquier cosa y se le trababa la lengua al hablar, de la ebriedad que tenía. A la hora de la torta, se brindó con sidra y en la sobremesa se bebió whisky. Siempre la persona que pasaba cerca de papá, cuando él no la veía, le servía la bebida que él estaba consumiendo, por lo tanto era el vaso sin fin, mi padre nunca pudo llevar la cuenta de la cantidad astronómica de alcohol que ingirió, para que tengan una idea aproximada, por cada vaso que bebían los demás mi papá tomaba cuatro. Está más que clara la ecuación que él estaba a punto del knockout y los demás perfectos.
Para animar la fiesta, bajaron las luces y pusieron cumbia para bailar, al principio papá lo hacia en pareja con mamá y Sandro con Adriana, pero como sobraba Bujía, las mujeres empezaron a turnarse para bailar con él. A la cuarta canción, del pedo que mi padre tenía ya no se daba cuenta que él era el único que bailaba solo, pues Adriana estaba con Bujía y mi mamá con su novio.
Ya la cosa se estaba descontrolando, sonaba El Cuarteto Imperial con el tema 488 kilómetros, un tremendo cumbión y los tortolitos estaban abrazados como si Armando Manzanero estuviera cantando alguno de sus boleros. Mami estaba con la pollera levantada y las manos de Sandro le amasaban las nalgas, bailando se fueron apartando lentamente del grupo y cuando se situaron en la otra punta del parque, se besaron apasionadamente un rato largo, un momento más tarde, él se bajó la cremallera y desenfundó su arma de gran calibre y ella se arrodilló a mamársela de una manera salvaje.
Papá: –¿Alicia dónde estás? Mi amor, vení que están sonando Los Wawancó, vamos a bailar... ¿Dónde está mi esposa? Aliiiiii...
Adriana: – Fue a la cocina a preparar la ensalada de frutas.
Mi madre soltó la pija y fue al encuentro de su marido, sin darse cuenta que tenía la falda levantada, mostrándonos a todos su vagina. La sinvergüenza cuando estuvo al lado de papá le dio un beso en la boca, con esos mismos labios que segundos atrás estaban rodeando la verga de su novio. Intentaron bailar juntos pero mi papá no podía mantenerse en pie, con ayuda de Bujía lo llevaron a la mesa para que se siente y a los dos minutos ya estaba roncando.
Sandro: –Ahora si empezó la fiesta.
Sin esperar más desnudó a mamá y se sentaron en una banca de madera que estaba en el parque, a poca distancia de mi padre. Él se quitó los pantalones y se arrojó a besarla, pero esta vez lentamente, para disfrutar de ella, al verme cerca, ambos sacaron sus lenguas y espadiaron con ellas, luego mami acariciándole el rostro, abrió la boca de él y le mordió el labio superior, acto seguido las lenguas dejaron de luchar y se entrelazaron. Ella dirigía los besos mientras él le amasaba el culo, un par de dedos juguetones se colaron en la gruta vaginal, entonces mami sin dejar de comerle la boca, cruzó una de sus piernas sobre las de él para que quedé más liberada su entrepiernas. Ella lo besaba de una manera lujuriosa, lamía, mordía y chupaba la boca de él, los ruidos del besuqueo me estimulaban.
La pija estaba tan parada y gorda que parecía que iba a reventar en cualquier momento, mami se apiadó de él, bajó de la banca, se puso en cuatro y comenzó a chupársela mirándolo a los ojos. Todo sucedía sin prisas, como una película ralentizada. La mamada era a toda orquesta, ella le besaba el glande, lamia el tronco y con gran prestancia hacía desaparecer casi toda la verga dentro de su boca. Dicen que la practica hace al maestro y ella ya tenía un posgrado en tirar la goma.
Sandro: –Quiero que estemos cómodos, vamos para la pieza.
Mamá: –¿Pero que hacemos con mi marido?, ¿Lo dejamos acá? Mirá si se despierta...
Sandro chifló a Bujía y entre los dos llevaron a mi padre al baño de la casa y lo tiraron en la bañera, al salir cerraron la puerta con llave.
Sandro: –Si se despierta el cornudo va a golpear y nos vamos a dar cuenta.
Luego de esto, Adriana y el viejo se quedaron a garchar en el sofá de la sala y Sandro tomando a su mujer de la mano fueron al dormitorio, él se tiró de espaldas en la cama y ella trepó a continuar la mamada, Pasado un rato, el mecánico me llamó.
-Sacale los zapatos a mami.
Ella se sentó en la cama y me estiró una pierna y luego la otra para que la descalce.
Sandro: –Ahora tetona mostrale a tu hijo como se monta a un semental.
Mami sonriendo, acomodó sus rodillas a ambos lados del cuerpo de él y dándole la espalda fue descendiendo de a poco enterrándose la pija, viéndome con cara de viciosa. Cuando ya la tenía toda adentro, empezó a cabalgarlo, despacio al principio pero fue acelerando sus movimientos, haciendo rebotar sus tetas de manera pesadas.
Levantaba su cuerpo para luego dejarse caer, el empalamiento era profundo, hasta que las pelotas hicieran tope, jamás podría llegar a hacer eso con mi padre. Sandro desde atrás le estrujaba las tetas haciendo que se pusieran en punta como misiles.
Mamá: –Ayyy... Así me gusta, bien dura y gordaaaaaaahh... abrime... así cogeme hasta el fondo adelante de mi hijo... ¿Esto te gusta ver Gusti?.. este animal me está abriendo la argolla más que vos cuando te parí...
Sandro: –Mamita tiene una conchita deliciosa, caliente y apretadita... de lo que se está perdiendo tu papá...
Mamá: –Soy la puta de mi macho... se nota que tenías ganas de cogerme, en el auto cuando mi hijo me enterraba tu pija se te puso palpitante... casi me largabas tu lechita... el pendejo me salió entregador... Ahhhhhh...
Yo: –Sandro cogeme a mi mamá, dale duró, hacela gritar, me gusta verla bien trola.
Como poseído el mecánico la volteó y poniéndose arriba de ella en posición de misionero la bombeó a lo bestia como si no existiera un mañana, la destrozó a pijazos, los gemidos retumbaban en toda la casa y estoy seguro que hasta los vecinos los escuchaban.
Tras quince minutos de un bombeo extremo vació sus huevos dentro de ella, duchándole el útero de semen. Quedaron exhaustos tendidos en la cama, aproveché ese momento para ir a ver a mi padre que seguía durmiendo la mona en el baño y no se enteró que a su esposa la acababan de inseminar. A mi vuelta, pasé por la sala y vi a Bujía haciendo el 69 con Adriana.
Salí al parque a tomar aire fresco y aclarar un poco mi cabeza, me estaba ahogando en un maremoto de remordimientos y celos, me preguntaba como sería de ahora en más la relación con mi madre, los lazos maternales se habían vuelto sexuales, pero a pesar de la enorme culpa que me envolvía, la lujuria me regresó a la habitación.
Encontré a mamá y su novio jugando a “La Bella Durmiente”, pero Sandro en lugar de despertarla a besos, prefirió a pijazos en el culo, pues le estaba lubricando el ano con el semen que emanaba de la concha y apuntando su enardecida verga en la puerta del esfínter anal. Cuando la penetró, ella ella pegó un brinco y gritó como si la estuvieran asesinando, pero pasados varios minutos ya no expresaba tanto dolor como anteriormente, gozaba más, le costaba pero lo disfrutaba. Mami apoyaba sus tetas en el colchón y elevaba sus nalgas arqueando la cintura.
Él la bombeaba despacio pero profundo, arrancándole orgasmos en cada estocada, me costaba entender como ella era capaz de albergar en su interior esa pija enorme completamente. Las tetas se movían como campanas, rozando los pezones contra la sábana y esto los ponía duros y largos, tentándome a chuparlos como cuando era un bebé. Prueba de que el mecánico la culeaba seguido era que ella en cada embestida empujaba sus nalgas en dirección hacia él para que el empalamiento fuera total y no quedara nada sin enterrar. Ese tipo la volvía una puta desquiciada.
Sandro se balanceaba con energía adelante y atrás, resoplando y embistiéndola cada vez de manera más violenta, ruda y algo torpe, parecía que su único objetivo era que la siguiente embestida fuera más fuerte y salvaje que la anterior. El cuerpo de mi madre se agitaba de placer, estaba indefensa y expuesta a ese animal que seguía bombeando con todas sus fuerzas.
La cara de él era de lujuria pura, lo estaba disfrutando como nunca, y más al ver que ella no ofrecía ninguna resistencia, sus manos aferraron la cintura de mamá haciendo que su culo quedase más en pompa y por lo tanto más expuesto, permitiéndole maniobrar de manera más fácil y penetrarla más profundamente, así que una vez que consiguió tenerla como él quería comenzó nuevamente a incrementar sus penetraciones a un ritmo cada vez mayor, la dureza con la que la estaba culeando era de locos. Presenciar como esos pechos se bamboleaban y se golpeaban entre sí, con cada pijazo era simplemente delicioso e hipnótico. En un momento ella giró su cabeza y me vio presenciando el show sexual.
Mamá: –Adentro, bien adentro... que bien que me rompes el orto siii... aghh... ¡Que hijo de puta!.. mmm... ay ay ayahh... Gusti este macho le está partiendo el culo a tu mamita con su verga monstruosa, me duele pero me gustaaaaah... no sabés que bien que garcha... es un semental... ahhh...
Ella sin importarle que podía despertar a mi viejo, gemía y gritaba como una perra en celo, mientras Sandro le estaba dando durísimo por el ano y le cacheteaba una nalga, mami se metía dos dedos en su vagina. Esto continuó hasta que el mecánico gruñendo como un oso enojado eyaculó toda su carga láctea en sus entrañas, para poco después quedarse inmóvil sobre mi madre, jadeando y resoplando intentando recuperar un poco el aire y disfrutar del momento. Quedaron los dos cuerpos tendidos en la cama desmayados, exhaustos, por varios minutos, hasta que mi mamá recobró el conocimiento, cuando quiso levantarse percibió que una gran cantidad de esperma caliente brotaba de sus agujeros y corría por sus muslos, se sentó, miró hacia mi dirección y dijo:
-Hijo por favor traeme una toalla mojada del baño para limpiarme toda la leche que me dejó.
Fui a buscar lo que me encargó y cuando regresé me quedé un instante admirando el bello cuerpo mancillado de mi mami, estaba por pedirle que me deje acicalarla cuando ella tomó la toalla de mi mano.
Mamá: –Es un toro reproductor, mirá como me dejó, tengo semen por todos lados, ni en tres años tu padre larga tanta leche... esa pija super desarrollada no solo rompe agujeros, también embaraza, voy a tener que tener más cuidado porque en cualquier momento me deja de encargue... ¿Te gustaría tener un hermanito?
Yo: –Siiii, má...
Mamá: –¿Te daría celos?
Yo: –Nooo, todos mis amigos tienen hermanos.
Mamá: –¿Te gustaría que el bebé sea de tu papá o de mi novio?
Yo: –De Sandro.
Mamá: –¿Por qué?
Yo: –Porque papá no se lo merece, el no te valora ni te hace feliz, en cambio con Sandro sos otra, me gusta más como sos cuando estás con él...
Mamá: –Que lindo sos, me vas a hacer llorar, no podría tener un hijo más lindo que vos, sos único, sos mi cómplice, mi cielo, sos mi todo, quiero que recuerdes siempre que a nadie en el mundo quiero tanto como a vos, a nadie, ni a tu papá, ni a Sandro, vivo para vos, nunca tengas celos de nadie porque soy tuya y vos sos mi rey...
Dicho esto, ella me abrazó tiernamente, al tiempo que me besaba en la frente y las mejillas, sentí sus puntiagudos pezones clavarse en mi pecho y mi nariz percibía el olor a sexo y transpiración que brotaba de todo su ser, causándome más excitación de la que tenía. Para que no se rompa ese momento, mis brazos también la rodearon fuertemente, de sus ojos caían lágrimas que me mojaban la cara, los mismos labios que hasta hace un rato lo besaron y le mamaron la verga ahora me prodigaban cariño.
Ese íntimo momento fue quebrado por la voz del mecánico que levantándose dijo:
-¿Qué está pasando? Me quedo dormido un rato y la putita de mi novia ya está abrazando a otro hombre.
Mamá: –Gusti acaba de decirme que le gustaría tener un hermanito, pero no quiere que sea del padre sino de tuyo.
Sandro: –Bueno, si él lo quiere vamos a tener que dárselo.
Él la sujetó de las tetas y la volvió a arrojar a la cama.
Mamá: –Pará un minuto por favor, no nos dejemos llevar por la calentura.
Sandro: –Petiza, nada me gustaría más en esta vida que verte barrigona esperando un hijo mío, te amo, varias veces te pedí que dejes al cornudo y te vengas con tu hijo a vivir conmigo.
Mamá: –Yo también te quiero, pero no es tan fácil, hay una familia de por medio...
Escucharlos decir que se amaban me heló la sangre, en el estómago me revoloteaban mariposas, una mezcla de emociones ingobernables se apoderaron de mí, eso me provocaba celos, angustia y miedo, pero también morbo y excitación. Quedé petrificado hasta que lo escuché decir:
Sandro: –Gusti ¿Te imaginas que linda se vería mami panzona y con unos pechos gigantes llenos de leche? Nos pasaríamos el día tomando la teta, lo que el bebé deje sería para nosotros jajaja
Mamá: –¿Vos solo pensás en sexo?
Sandro: –¿Ali, me vas a decir que no te gustaría estar acostada con tus dos hombres prendidos de tus ubres? Estoy seguro que a tu hijo le encantaría prenderse de una de estas.
Al tiempo que él hablaba, con una mano agarró una teta y la estrujó, mirándome de manera picaresca.
Yo: –Me encantaría...
Sandro: –Mientras Ali vos prendete de esta pija que ya está parada y tiene tanta o más leche de la que van a tener tus gomas.
No terminó de decir eso que obligó a mi madre a tragarse su verga que estaba terriblemente inflamada, la conversación lo calentó más que el infierno en verano.
Sandro: –La bebita de mamita parece que tiene hambre, mirá pendejo con que desesperación está mamando, este es el tercer biberón que le doy y no se sacia, es golosa...
El mecánico tomó por los pelos la cabeza de ella y empezó a mover su cadera adelante y atrás, mi madre estaba aprisionada, literalmente la garchaba como si la boca fuera una vagina. Ver cómo mi madre abría la boca y las babas escurrían por las comisuras mientras agitaba su respiración provocando que sus pechos se subieran y bajaran, era una imagen deliciosa.
Al rato, la tomó desprevenida y con un rápido movimiento la empujó y se tiró sobre ella, con un golpe seco y duro de cadera le introdujo media pija en la concha, ella lanzó un quejido ahogado, mitad dolor mitad sorpresa. Él la besaba con desesperación sin dejar de penetrar violentamente esa húmeda cavidad, en cuestión de segundos ese enorme pedazo de verga gruesa, larga y nervuda desapareció completamente en el interior de mi madre, que al sentirse completa enrolló sus piernas sobre la cintura de su macho. No tardé mucho en escucharla gemir y como crujía la cama con cada embestida, sus cuerpos sudorosos estaban fundidos en uno solo, mi madre estaba ida, disfrutando del placer infinito que él le daba y teniendo múltiples orgasmos.
Mamá: –Llename la concha de carne... ahhh... si dame más que me encanta... dame muchos pijazos... siii... por Dios como me coges, no pares, dame fuerte, durooh... ohh... mmm... que rica vergaaa... que dura se sienteeeee... dame tu leche... tu leche es solo para mí, es toda mía, yo soy tu puta, cogeme bien cogida... dame más pijaaaah... nunca me cogieron tan rico como vos... ¿Te gusta así, bien mojada? Empapada por vos... mmm como entrahh... hijo me está dejando la concha bien abierta, me la destroza... tenes una mami muy trola adicta a la verga... ¿Está disfrutando mi bebé como la están montando a mamita?.. la puta de tu mamá es la yegua de este semental... no te enojes si te llaman hijo de puta porque dicen la verdad... ah ah ahhhh... Gusti acercate y mirá como me coge, así aprendés y de grande sos como Sandro y no un pito flojo como tu padre... sos muy cornudo Lito, muy cornudo, nunca me garchaste como él, me encanta cornearte... estás durmiendo mientras me están llenando de carne y leche sin forro, hasta tu hijo le gusta ver como mi macho me entierra la verga, seguro que a él viéndome se le para la pijita más que a vos... ¿Verdad hijo que te calienta esto? ¿Siii?..
Yo: –Muchooo mami
Mi madre giró su cuerpo rodando sobre la cama y quedando de está manera el mecánico de espaldas y ella arriba de él.
Mamá: –A mamita le duele mucho la concha, pero por nada del mundo va a dejar de cabalgar esta verga... está muy dura y gorda, no sabés como me hace sentir... me la estoy clavando hasta el útero... ahhh... Me encanta que me dé mucha pija... pedile a mi novio que me destroce la concha...
Yo: –Rompela toda, cogela más... hasta el fondo... hacé bien cornudo a mi papá que se lo merece por descuidarla... dale fuerte a tu puta que me gusta...
Mis palabras encolerizaron a Sandro, manteniendo el ritmo de ella, elevaba sus caderas de manera salvaje, incrustándosela por completo.
Mamá: –Mi macho me está haciendo acabar como una loca... tu papá es un cornudo... ¿Estás viendo bien?.. si te calienta que sea trola más adelante puedo hacerte cornudito a vos también bebé cogiéndome a tus amigos... ¿Te gustaría?, ¿Querés que mami se garche a tus amigos?.. mmm... ¿Ahora si querés me puedo coger a los padres de ellos, o a tus profesores? Para que sepan que tu madre es muy puta.. ¿Le vas a conseguir machos a mamita? Pero tienen que ser igual o más pijudos que Sandro... hagamos juntos a tu padre más cornudo... Ay como se le está hinchando la verga ahhhhh... cogeme Sandro, cogemeeh...
En medio de la cabalgata desenfrenada la barra de hierro del mecánico se salió, quedando aprisionada en medio de las nalgas, ella la quiso acomodar con una de sus manos pero como él le estaba devorando las tetas y no las soltaba, no llegaba, entonces sucedió lo impensado, mi madre giró su cabeza y mirándome, con una voz algo aniñada y super sensual me preguntó:
Mamá: –Gusti... ¡Me la metes?
Mi corazón palpitó tan fuerte que todos los latidos se hicieron uno, creí morir de un infarto, quedé desconcertado, lo único a que atiné fue a clavar mis ojos en los de ella, y mami abriendo más lo suyos y con una sonrisa en su cara, afirmó con su cabeza. Me acerqué lentamente a la cama mientras mi madre movía en círculos sus caderas de manera erótica, con una mano sujeté la temible verga, mojada y caliente, haciendo fuerza la lleve hacia adelante apuntando a la abertura vaginal, a la descomunal cabeza le costó entrar, traz varios intentos por fin pudo penetarla.
Mamá: –¡Ohh! Siii... ahhhhhhh... ahh... ¿Viste que dura y gorda que la tiene?.. ¿Si?.. es un buen macho, el mejor que he conocido en mi vida... me hace sentir taan bien... la estoy gozando... nunca sentí otra tan adentro... ohhhh... por más abierta que está mi concha es tan grandota que me despedaza...
Mi madre rotó su cuerpo sin descabalgar en ningún momento la anaconda de un solo ojo, dándole la espalda a él y poniéndose frente a mí. Acto seguido prosiguió montándolo pero a un ritmo más frenético.
Mamá: –Aghh... mirá como me como esta pija... acercate...
Me arrimé a la cama, entonces ella llevó su torso hacia atrás y elevando la pelvis soltó un fuerte chorro de flujo vaginal que empapó mi cara, bastante cantidad de ese líquido entró a mi boca, sabía a salado, al principio me disgustó pero luego lo disfruté, con mi lengua recogí algo más de ese elixir afrodisiaco de feromonas y lo bebí.
Mamá: –Esa es la lechita de mami, va a volverte todo un hombre... te voy a dar toda la que necesites para que seas un toro... a futuro vos también vas a llenar de carne a Adriana, como lo está haciendo mi macho ahora conmigo... mmm... Oghhh... mi amiga también es putita, no tanto como yo, pero bastante... ella te va a hacer debutar... ¿Ves bien ahí, cornudito como se cogen tu concha?, La conchita de tu mami... ¿Siii?.. me entra toooda... tengo hecha mierda la argolla pero este pijudo me mata de placer, siempre tiene ganas de cogerme... en todos lados... y se le pone más grande y dura cuando vos estás presente, al morboso le gusta que sepas que soy su hembra...
Yo: –¿Tanto te gusta la verga de tu macho?
Mamá: –Me encantaaaaa... me hace muy putaaaaaaah... es única...
Entre tanto, aparecieron en la habitación Adriana y Bujía, los dos desnudos y tomados de las manos, recién me di cuenta cuando la escuché a ella decir:
-Es verdad, muy pocos hombres hay tan dotados como él, tu madre se sacó la lotería... y vos también porque gracias a él, ella se liberó y vas a poder crecer en un ambiente liberal, sin tapujos morales, donde el sexo es algo normal en la vida y que es mejor aprenderlo del ejemplo de los mayores y no en revistas o videos porno.
Al viejo se le empezó a erectar el pito observando a mi vieja ensartada, no se pudo contener y se acercó a la cama para chuparle una teta.
Bujía: –También tenés que aprender a compartir, donde come uno, pueden comer dos, porque la comida es sagrada y no se le niega a nadie... es un infierno tu mamá, mirá querido como me la para, parece una vedette... Alicia mostrale a Gusti como besan las trolas cuando se están apareando.
Ella abrió la boca y sacó su lengua bien en punta y la entrelazó con la del viejo, esto provocó que alcanzara un nuevo orgasmo largando varios chorros de flujo mojándonos.
Adriana: –Yegua, que caliente que estás... cuando le escondías a tu hijo esta relación paralela te llenabas de culpas y remordimientos por sentir placer... ahora que ya no necesitas engañarlo estas más suelta.
Mamá: –Mi curnudito bebé me apoya en todooh, es un rey... ahh ya le prometí que más adelante vos lo ibas a convertir en hombre.
Adriana: –¿Me regalás su virgo?, ¡Que honor!
Mamá: –Pero llevalo despacio que vos en tacos altos sos más rápida que Fangio en su Flecha de Plata... aghh..
La amiga de mi madre salió un momento del cuarto y regresó con una silla, se sentó a los pies de la cama y me dijo:
-Como primera lección te voy a enseñar a besar como la besan a mamá, abrí la boca y relajate, disfrutalo que te va a gustar.
Acto seguido, muy lentamente me fue introduciendo su húmeda lengua jugueteando con la mía, luego empezó a hurgarme la boca y finalmente nuestros labios se unieron mientras adentro de nuestras fauces nuestras lenguas espadeaban. Fue algo sublime, muy lindo, lástima que duró solo un momento y gracias al flujo tuvo el sabor de la vagina de mi madre.
Mamá presenciando mi primer beso, acrecentó su excitación y comenzó a gemir agitadamente.
Adriana: –Es un dulce, me dan ganas de comerlo todo...
A todo esto, el viejo estaba parado al lado de la pareja que se estaba amando y mi mami lo estaba masturbando con una mano.
Bujía: –Uhh... está muy abierta esa concha... pendejo mirá como la coge a tu mamita linda... que lomo que tiene, parece una vedette... pensar que cuando pasaban ustedes por el taller y la piropeábamos vos te enojabas y ahora estas viendo como Sandro la taladra y a mí me hace una paja... no cualquiera se come el tronco de mi amigo, muchas al verlo corrieron asustadas, en cambio Ali se arrodilló asombrada jajajaja... ¿Sabés la guita que pagan algunos tipos para echarse un polvo con minas voluptuosas cómo está? Si la pusiéramos a putear nos hacemos millonarios...
Mamá: –La tiene más dura que nunca... ahh... me encantaaa... Sandro mostrales como me coges... haceme un hijo... embarazame como pidió Gusti... quiero que me preñes y que todos sepan que ese bebé fue concebido con tu leche... siiii, mmm...
Yo: –Siiii, dame un hermanitoo...
Mamá: –Escuchalo y dame con todo...
Yo: –¿Mami que se siente tener todo ese pedazo dentro?
Mamá: –Sabrosoooooooh... ughh... siento que le verga se está llenando de leche... ya viene, ya viene... mi hijo desea que me dejes todo tu semen adentro... Ahhhhhhh... ¿Hijo querés venir y chuparme las tetas?.. umm... si quedo de encargue quiero compartir este momento con los hombres de mi vida, los que más amo, mi macho y mi hijo...
Ella me llamó estirando sus manos y fui sin dudarlo, chupé y mordí esos gomones con desesperación, me provocaba que mientras lo hacia ella saltaba con fuerza sobre la enhiesta verga de su novio y cada vez de manera más acelerada, haciendo que los pechos subieran y bajaran, golpeándome la cara.
Mamá: –Siii... cómanme mis amores, soy de ustedes... son todo para mí... Arhhh... si me embarazo quiero recordar este momento por siempre... al lado de ustedes dos dándome placer... las personas que más quiero y me comprenden están en esta habitación...
Sandro: –Con el cornudo en tu casa como extraño tu conchita...
Mamá: –Y yo tu verga...dame mi lecheee
Sandro: –Te voy ahogar los ovarios en semen
Mamá: –Reventame la vagina... cielito más fuerte chupame las tetas mientras le doy la concha a mi novio, mis agujeros son de él, pero las tetas tuyas, vos te alimentaste con ellas... ¿Te gusta compartirme?.. ¿Eh?.. me está destrozando la conchita, más adentro no la puedo tener, vos morderme los pezones qué mi semental me va a bañar de semen... Ahhhhh... la tiene tan grande, gorda y dura... me garcha tan ricoooh... no pares dámela fuerteeee... mmm... no me la saques hasta que me hagas un bebé... es muuuy gruesa mi amor... Gusti, tu nuevo papá me está rompiendo el culo con sus dedos, no me quiere dejar nada sano... ¿Te gusta lo que me está haciendo?..
Yo: –Siii, muucho, Sandro dale más fuerte, cogela siempre así y delante mío... cuando papá esté embarcado quiero verla desnuda en casa, disponible para vos, hacela cada día más puta y si el cornudo está en casa, contá conmigo para ayudarte a entretenerlo y que se la puedas meter a mi mami... me encantaría también preparártela, elegirle la lencería para cuando te vaya a ver...
Sandro: –Contá con eso...
Mamá: –Me encanta que mi amorcito sea tan entregador, que le guste igual que a mí, que mi macho me entierre su terrible verga... Gusti vos vas a ser por siempre el pajerito de mamá...
Yo: –Bujía acercale tu pija a mi mami, que la necesita, pero para que te la chupe nada más, no se la metas, porque deseo que quedé embarazada de Sandro.
De un momento a otro, mamita estaba rodeada de tres hombres, su novio rompiéndole la vagina y dedeándole el ano, yo chupándole las tetas y el viejo tapándole la boca a vergazos. Mamá era ninfómana, no había pija que la calme, demasiada hembra para un cornudo idiota que la abandonaba por varios meses.
Bujía: –Ali, mirá que dura me pones la verga con la mamada que me estás haciendo, te gusta la pija, tomá pija entonces...
Mamá: –Buji quiero tomar tu lechita, mucha lechita...
De repente Sandro atenazó sus manos en la cintura de ella y la estaqueó contra su verga y con un gruñido empezó a largar todo su esperma dentro de su hembra, era tanta que escurría por el tronco venoso, bajaba por sus bolas y se acumulaba en el colchón formando un charquito de gusca. Al sentir los potentes chorros chocar contra el cuello uterino, mami me abrazó fuerte aplastándome contra sus tetas. Los gemidos de los dos se unieron en uno solo que retumbó en toda la casa. El viejo se separó de nosotros, dejándonos a los tres unidos por varios minutos.
Pasados los espasmos, mamita se levanto y mirando su vagina me dijo:
-La concha por donde naciste está llena de leche... calentita muy ricahh...
Habrán pasado como quince minutos hasta que nos acordamos de papá, Bujía fue hasta el baño a ver como seguía y nos contó que continuaba con la curda, totalmente inconsciente, al viejo se le iluminó una sonrisa maléfica y sujetándola a mi progenitora de una muñeca la obligó a que lo acompañara, así desnuda como estaba y escurriendo semen. Todos fuimos atrás de ellos para ver que se tenía entre manos., él la condujo hasta donde estaba el cornudo, la reclinó y situándose por detrás de ella la comenzó a culear, en cierto momento por los bombeos intensos del viejo, mami casi se cae y tuvo que sostenerse de los hombros de su marido, provocando esto la risa de todos. Sandro decidió sumarse al espectáculo, caminó hasta su mujer y la besó obscenamente al tiempo que su amigo le rellenaba el ano de leche.
Cuando al viejo se le achicó el pito después de haber eyaculado, se apartó de mami y entonces Adriana se arrodilló, le abrió las nalgas a mamá y con su boca lamió toda la guasca que pudo de Bujía y también la que salía de la vagina, una vez que tenía la boca llena, besó a mi papá que estaba desmayado y le pasó todo el semen.
Adriana: –Ahí tenés tu castigo por idiota, para que sepas el gusto de las vergas de los machitos de tu esposa...
Sin más, lo dejaron ahí tirado y encerrado, para luego ir a bañarse. Mami tuvo que ducharse con su novio porque después de los 4 polvazos que recibió a duras penas podía caminar. Una vez que se recobró la compostura, entre Sandro y Bujía subieron al auto a mi papá y posteriormente mamá y Sandro se despidieron de la manera más apasionada posible, en donde no faltaron los besos, caricias y chupones. Recuerden que estábamos en la casa del macho de mami, por eso no regresó él con nosotros.
Durante el camino, mi viejo se despertó y se quejó del gusto agrio que tenía en la boca.
Mamá: –Y como no vas a tener ese gusto si de tanto chupar alcohol te vomitaste encima, toda la noche con Adriana te tuvimos que limpiar mientras vos dormías la mona...
Cuando arribamos a casa, Bujía se ocupó de papá mientras que con Adriana ayudamos a mami a poder llegar a su cama, ya que la pobre no podía a estas altura ni caminar. A mi viejo lo dejaron tirado en el sofá y yo le hice compañía a mi madre en su cama, ni bien mi cabeza tocó la almohada caí desplomado.
Abrazo fuerte a todos y ¡Felices Fiestas! Todo el éxito y prosperidad para el 2025.
Autor: Gus Becker
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Buena continuación. Que morbo que el hijo ayuda a su mamá a serle infiel al papá. Por momentos parecía que Ali iba a hacer más partícipe a su hijo, interesante que sea Adriana y no su mamá quien lo vaya a desvirgar… ojalá tengamos una continuación pronto
ResponderBorrarincreíble relato, no es de mi agrado el incesto pero buen morbo. muchas gracias felices fiestas que se la pasen muy bien.
ResponderBorrarIncreíble giro de la historia muy buen rumbo la historia se esta poniendo cada vez mejor excelente laburo Gus te felicito
ResponderBorraresta es la serie de relatos que marco un antes y un despues, realmente de aqui aprendi mucho de lo que hoy pongo en lo que he escrito, sobre todo en la serie que estoy escribiendo.
ResponderBorrarmuchas gracias por compartir con nosotros tus relatos.
gran relato, realmente increible, cada relato es mejor que el anterior, algo que cada vez parece mas dificil de lo buenos que son
ResponderBorraruff que gran relato, muy bueno como van desarrolando cada uno su rol, y como esta plasmada esa complicidad entre todos los personajes, me gusta como el va aceptando todo, tiene una cantidad de morbo y historia de fondo que ya te dejan con unas ganas de saber mas jaajaja, excelente relato. saludos
ResponderBorrarExcelente relato tan morboso de como el hijo presta a su madre para que le den riquísimo y cómo coopera en todo momento y como tomó el miembro del amante y se lo metió a su mamá, ese momento esta lleno de morbo y sensible, que rico fueee
ResponderBorrarGran relato y magnífica historia. Destacar a parte de lo morbosa que es la historia lo bien escrita que está.
ResponderBorrarFelicitaciones muy buena continuacion, me encantan el tipo de relatos de infidelidades donde el hijo participa y es complice de las infidelidades de la madre, me quedo con esta parte: "Sandro: –Mirá Gusti que hermosa se ve mamita con mi verga enterrada, ¿Te gusta?
ResponderBorrarYo: –Siii.
Sandro: –Es mucho más sexy, es otra mujer, decime ahora que cara tiene...
Yo: –De puta.
Sandro: –¿Te gusta más la mami que está en casa con el cornudo o esta?
Yo: –La de ahora....." sin duda una muy buena continuación, la pregunta ahora seria, que pasara???, hacia donde se dirige la historia???. Cambiando de tema, no se que ha sucedido pero ya no tengo acceso a la seccion de relatos privados, a pesar de que me enviaron un email para acceder, se muestra una ventana de error. te envie un email gus, de igual manera te dejo mi email: edueduardov@gmail.com
Cómo siempre Gus es un placer leerte nuevamente, con la picardía y el morbo de siempre!!
ResponderBorrarAtrapa que el hijo forme parte de la ecuación y acompañe en las travesuras de la madre con el mecánico.. 🔥🔥
Esperando ansiosa la continuación😈
Excelente relato cada vez se pone mejor que morbo sería que las 2 desvirgaran al hijo por ayudarla siempre en su complicidad
ResponderBorrarMaestroooooooooooo, excelente relatos, cada publicación supera el morbo del anterior, me encantó la parte en que clava a la madre con la garcha de Lito.
ResponderBorrarAbrazo y felices fiestas!!!
Interesante relato. Leeré anteriores. De momento daba a entender a Ali haría participe a su hijo pero está lo usaba para dar un plus de morbo y tiraba un poco de recompensa. Tu virgo está asegurado para adri y está lo acepto gustosa. Q rica historia
ResponderBorrarQue rico relato, se nota cuando al escritor le gusta la historia, y está no es la excepción, involucrar al pibe en las guarrerias de mamá subió la calentura del relato mucho, el hijo en su rol se cornudo-complice crece mucho su personaje me gustaría que ya se llevará una o dos deslechadas porque se las a ganado, y la mamá ya se desató por completo, al saber que a su hijo le gusta lo puta que se a vuelto se deshinibe totalmente para dar paso a un masoquismo enfermo hacia su pareja, que el pobre cumple su rol de cornudo a la perfección, gran historia espero que sigas escribiendo ya que tus relatos son los mejores, un saludo
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