Toda historia tiene un origen y la mía comenzó cuando tenía unos 16 años, en aquella época me consideraba un chico normal, con los gustos que cualquier joven de mi edad podría tener: fiestas, conocer chicas, ir a la cancha a alentar a Independiente, etcétera, pero había un gusto oculto en mí que pronto descubriría y pasaría a formar parte de mi vida…
Internet es una fuente de placer constante, barato y anónimo en donde cotidianamente descargaba mis tensiones emociones con la pornografía probando diversos escenarios, recuerdo que inicié con las típicas chicas desnudas, pasando por películas porno con trama como las del director italiano Mario Salieri y una que otra visita a los temas de sexo duro. Con todo mi placer preferido era las llamadas Milf, esas señoras de entre 30 y 50 años que en pleno desarrollo de madurez eran todas unas bellezas con sus cuerpos bien cuidados pero con la experiencia sexual desarrollada a tal grado de impartir placer a cualquiera.
Quizá, ciertamente, parte de ese gusto tendría que tener alguna relación con mi madre, pues ella sin lugar a dudas podría estar dentro de esta categoría de mujeres, con sus 33 años era todo un monumento de mujer, con estatura media (1.70 cm), su piel blanca, amplias caderas (95 cm), pechos grandes (95 cm), cola sugerente, cintura estrecha (58 cm), piernas marcadas por el gimnasio, y un toque aniñado en la cara: labios carnosos, ojos color miel y su cabellera es lacia hasta la mitad de su espalda y morocha pero por lo general se tiñe de castaño claro.
De urgencia mis padres se tuvieron que casar y me tuvieron a los 17 años, por lo que no existía mucha diferencia de edades con ellos, a tal grado que constantemente no faltaba quien me confundiera con el hermano pequeño de alguno de ellos. Pero la experiencia que marcaría mi vida surgió con la aparición de Ricardo, un muchacho 1 año y medio mayor que yo, la vida que le tocó lo había convertido en un chico problemático, su familia era bastante disfuncional, con un padre en la cárcel y el abandono de su madre, sus abuelos paternos se hicieron cargo de su sustento. Yo lo conocí jugando fútbol y a pesar de su edad, era un joven de espalda ancha y brazos fuertes, con estatura alta (1.85 cm) y de cara normal, aunque resaltaba su estilo de corte de pelo militar, tenía una personalidad agrandada, de típico ganador con las mujeres, en donde se expresaba de ellas como si fueran objetos o, peor aún, como trozos de carne, a lo mejor tenía que ver por el resentimiento que tenía hacia ellas, como resultado del abandono de su madre; En cualquier caso, sus charlas cotidianas versaban sobre a quién se había garchado, dónde y cómo la había cogido:
Ricardo: -¿Te acordás de Violeta?, La perrita ya cayó, la puse en cuatro patas para que aúlle mientras la clavaba jajajaja…
Yo: -¿En serio? Es muy linda, se comenta en el barrio que es virgen.
Ricardo: -No me hagás reír, las mujeres son todas putas, lo único que quieren es un buen pijazo, al principio se hacen las difíciles, pero una vez que la tienen dentro se mueren de gusto… ¡Más si se trata una verga como la mía!
Al principio lo escuchaba solo por chusma, para saber que mujeres habían caído en sus garras, pero después de lo que sucedió un día, mi interés en sus comentarios pasó de curiosidad a ser una fuente de excitación. Me explico mejor, sucedió que una tarde después de jugar un partido de fútbol en el club, cuando caminaba con él en dirección al estacionamiento pues tenía una comida familiar y mi madre acordó pasarme a buscar, llegamos y ahí me estaba esperando mi madre parada y apoyada sobre nuestra camioneta.
Realmente se veía espectacular, con una remera blanca a rayas negras ceñida a su busto, un jeans azul, un cinturón ancho de color marrón y unos zapatos de nobuk, con taco chino muy altos. Yo venía con Ricardo caminando, hasta que la vi y le comenté a él que habían venido por mí, me despedí rápidamente y me encamine hacia ella para subirnos a la camioneta e irnos. Hasta acá todo normal, pero al siguiente fin de semana que teníamos partido, me encontré de nuevo con él y cuando me saludó, me dijo:
Ricardo: -¡Hola cuñadito! Que bien te lo tenías guardado, tu hermana es una bestia.
Yo: -¿De qué estás hablando si yo no tengo hermana?
Ricardo: -¿No? ¿Entonces la preciosura que te vino a buscar el sábado pasado era tu prima?.. Entonces en lugar de cuñados vamos a ser primos jajaja
Yo: -Ah, ya caigo… ella tampoco es mi prima, sino mi mamá.
Ni bien mis palabras salieron de mi boca pude notar que su cara cambió, al principio tuvo rasgos de sorpresa pero al ver que su confusión no me molestó, sacó pecho y con gestos de soberbia agregó:
Ricardo: -Entonces podés llamarme papá, porque papito me va a llamar ella jajaja
Esa respuesta rebotó en mi cráneo haciendo retumbar mi cerebro, sentí una sensación de humillación muy honda pero de excitación también al saber que un tipo tan lascivo como él, expresara abiertamente su atracción sexual por mi madre. No respondí nada, simplemente me quedé callado, no sabía cómo reaccionar, pues me sentía incapaz de abrir mi boca y emitir algún sonido, quizás por miedo, por vergüenza o el shock que me había producido la situación.
En el partido no me pude concentrar, una y otra vez recordaba la situación y no podía dejar de ver a Ricardo jugando con su short corto, sus piernas grandes y sus provocaciones cotidianas a los contrarios del otro equipo: definitivamente era un macho Alfa. Cuando llegué a mi casa, tampoco puede evitar dejar de ver a mi mamá, con su escultural cuerpo paseando por la casa e imaginar las cosas que estaría imaginando mi amigo: como la vería, la desearía, con qué pasión la cogería y luego me lo contaría. Subí a mi cuarto, cerré la puerta y me masturbé con rabia.
Al día siguiente cuando desperté sentí la misma necesidad imperante de pajearme imaginando los comentarios lascivos de Ricardo sobre mami. Esa semana fue un suplicio, me mortificaba no haber hecho nada para ponerle a ese tipo un alto, sentía culpa por la elevada excitación que me provocaba saber que mamá era en un objeto de deseo para ese galán, una y otra vez imaginaba situaciones entre mi madre y Ricardo y me calentaba, ese mix de sensaciones mezcladas me volvía loco y a la vez no podía dejar de masturbarme, terminaba una paja y mi pito seguía parado, no bajaba, obligándome a tocarme otra vez para calmar mi lujuria. Tenía que hacer algo al respecto.
El siguiente sábado acudí al partido, cuando lo vi, no puede dejar de volver a pensar en él y mi madre cometiendo actos pecaminosos, se veía tan macho, tan cerdo, tan agresivo, que me imaginaba como sería que poseyera a mi mamá, que era una mujer sumisa, correcta y amable. Yo estaba ansioso de terminar el partido de mierda y quedarme con él a solas, pues sabía que tarde o temprano comenzaría con sus historias de las mujeres que habían tenido el privilegio y el honor de haber disfrutado de su verga esa semana.
Ricardo: -Uff… creo que hoy no jugué muy bien, me faltaron piernas y no es para menos, vengo todo deslechado de ayer... le pegué una cogida a Vero la hermana del Colo, ese boludo que siempre hace banco… si vieras el culo que tiene… le di tan fuerte que la hice aplaudir con las nalgas jajaja
Yo: -Ya me imagino, la habrás hecho aullar como una perrita.
Realmente quería sacar su parte más impúdica, por eso empecé a seguirle la corriente y a darle letra.
Ricardo: -Ni que lo digas, le cacheteé tanto el culo que la mano me duele… la muy putita decía que le gustaba, me puso como loco cuando se empezó a correr a los gritos y me bañaba con su flujo calentito… esas que se hacen las mojigatas son las mejores…
Yo: -¿Y en esa posición solamente la garchaste?
Pregunté eso a propósito para que se extendiera al máximo con sus descripciones e imaginar que en lugar de Verónica él me estaba hablando de mi madre.
Ricardo: -Veo que estas interesado… ¿No querrás saber mi secreto de cómo satisfacer a una mujer, verdad? jajaja… Si querés te doy unos consejos de cómo hay que tratar a las putas.
Yo: -Genial, sos todo un experto y no me vendría mal tomar clases de seducción con vos jajaja
Ricardo: -Cuando quieras te doy clases particulares jajaja
Yo: -Un día que no tengas nada que hacer, quedamos y venís a mi casa, así de paso la conoces ya que nunca viniste,
Cuando pronuncié estas últimas palabras, sentí una corriente eléctrica recorriéndome el cuerpo, pues ansiaba ver a ese garañón frente a mi madre, los dos bajo el mismo techo, necesitaba como un adicto en abstinencia una dosis más elevada de morbo.
El esbozo una sonrisa de oreja a oreja, quizás sabiendo que estaría mi madre y dijo:
Ricardo: -Ok… pero tendría que ser ahora, porque otro día no puedo.
No esperaba que fuese tan pronto, pero creo que en su avidez de ver a mi hermosa mamá accedió a ir inmediatamente y en mi deseo de que la viera, accedí a que así fuera. Abordamos un taxi y mientras estábamos en camino, me produjo una erección la idea de que iba a llevar a mi casa a un macho, pervertido, fanfarrón y además todo transpirado (porque en el vestuario no funcionaban las duchas y después del partido no nos pudimos bañar), para que viera el cuerpo seductor de mi madre y se ratoneara con ella.
Llegamos a casa y cuando estábamos a punto de entrar me pregunto si había alguien dentro, le comenté que no, a lo que él puso una cara de frustración imaginando que su plan se habría frustrado, pero cuando le dije que teníamos poco tiempo porque mi madre no tardaría en llegar, su cara nuevamente se le iluminó. Subimos a mi cuarto y acomodándose en mi cama me sermoneó que las mujeres lo que realmente quieren es un buen macho que sepa trabajarles la concha y para hacer más didáctica la clase el buscó en mi computadora videos pornos para darme ejemplos de cómo hay que atenderlas sexualmente. Al ver las imagines él comenzó a calentarse y no dejaba de hacer comentarios asquerosos sobre ellas, incluso comenzó a tocarse por encima del short la verga, pero de repente se escuchó que abrían la puerta de calle, rápidamente quité los videos, al instante escuchamos la voz de mi madre que decía que había llegado, mi nerviosismo iba in creyendo, se me aflojaron las piernas al saber que mi amigo que hasta unos segundos atrás se estuvo manoseando la pija, ahora vería a mi madre estando al palo.
Yo: -Llegó mi mamá, será mejor que bajemos para que te la presente.
Ricardo: -Ok… mirá que gorda tengo la verga de ver los videos esos, apenas me la cubre el pantaloncito…
Al bajar quedamos sorprendidos al verla, ella venía del gimnasio, estaba con el pelo recogido dándonos la espalda y vestía zapatillas, unas licras grises entalladas que se le pegaban al cuerpo como una segunda piel y para rematar un diminuto top negro deportivo que le apretaban los pechos volviéndolos más turgentes y dejaba al descubierto su duro vientre con los abdominales marcados. A Ricardo casi se le cae la mandíbula ante semejante visión.
Yo: -Hola mami, te presento a Ricardo.
Ella volteó su cuerpo y al darse cuenta que no estábamos nosotros dos solos, se ruborizó por la vestimenta que traía.
Mamá: -Hola Ricardo, encantada, soy Luciana… perdona la apariencia que tengo pero recién regreso del gym… y vos Cielito por favor la próxima vez avísame antes que hay visitas...
Yo: -¡¡¡Mamá!!! Llamame Gustavo no Cielito.
Ricardo: -Luciana, que hermoso nombre, pero queda opacado por su belleza… y no te preocupes Gustavo, que el Cielito solo se queda en casa jajaja
Madre: -Hay pero que amigo tan galante tenés, Cielito jajajajaja
Me sentí tan humillado no solo porque ella me llamara “Cielito”, sino también que él lo hiciera y más que a mamá le hiciera gracia la burla de Ricardo. Mi amigo se quedó más de 2 horas en casa y durante ese lapso me di cuenta que disimuladamente no perdía detalle de mi madre, cuando caminaba no le despegaba ojo de su culo y cuando hablaba le daba rápidas miraditas a las tetas. La simpatía de él hizo que entablaran una charla fluida y se olvidaran de mí, Ricky le preguntaba en qué trabajaba, de dónde era, cuáles eran sus gustos, a que gimnasio iba, etc. Afortunadamente él recibió un llamado en su celular y tuvo que irse, mientras lo acompañaba hasta la puerta en voz baja me dijo.
Ricardo: -Disculpame que me tenga que ir hijito, pero me llamó una minita para que la garche y ya me están doliendo los huevos, necesitó vaciarme pronto o me van a explotar las pelotas…
Cuando regresé a casa, mi madre estaba en la sala y me comentó que de donde conocía a ese pibe y yo le dije que era el goleador de mi equipo, ella se quedó pensativa por un momento y me dijo: Me gusta ese chico para que sea tu amigo, parece buena persona, es muy correcto y educado. La verdad es ella no se podía equivocar tanto, todo eso era lo que él justamente no era. Me daba morbo que a mamá le cayera bien pues eso facilitaría el acercamiento entre ellos.
Pasaron las semanas y se había hecho rutina que luego de los partidos de fútbol Ricardo inventara cualquier pretexto para venir conmigo a casa, la verdad es que a mí no me importaba, todo lo contrario, me calentaba a más no poder con los encuentros de mi tentadora mami con ese agrandado. La situación se volvió algo tensa, pues al principio veía tímidamente y con disimulo a mi madre pero después sus miradas se volvieron libidinosas y dado que mi papá al ser ingeniero agrónomo todos los fines de semana viajaba al interior de la provincia a visitar campos porque era época de siembra, en casa únicamente estábamos él, yo y mi madre.
Eran tan evidente la forma lujuriosa de verla que mamá decidió comportarse distante con él, cuando llegaba lo saludaba, pero se mantenía la mayor parte del tiempo en silencio, no dando pie a conversaciones, o realizando tareas para estar ocupada. Ricardo me preguntaba si ella era así de seria o no le caía bien él, yo le decía por supuesto que era seria, pero la verdad es que no era cierto. Me excitaba estar en el salón, viendo la tele o jugando Xbox con Ricardo, mientras mami paseaba por la casa y él la devoraba con sus ojos, fueron tan comunes esas escenas que me masturbaba una y otras vez por las noches rememorándolas, pero con el correr de los días necesitaba cosas nuevas que aumentara mi morbo.
Un sábado llegamos a casa y estábamos solos dado que mami fue a visitar a mi abuela y volvería más tarde, comenzamos a jugar y en un momento me excusé diciendo que iba a mear, así que entré en la recamara de mi madre y tomé un conjunto de ropa interior, la más sexy que encontré y la puse en el baño con la intención de que cuando fuera Ricardo la viera. Y así fue, después de una hora, fue al baño, pero lo que me extrañó, o quizás no, es que tardó más tiempo de lo normal, cuando regresó se sentó a mi lado para continuar con la partida y yo estaba excitado imaginando se habría masturbado con la lencería de ella. Como a los 5 minutos, me dijo que se tenía que ir, pensé que ya estaría satisfecho por ese día, por lo tanto no lo entretuve más, lo acompañe a la puerta y luego subí corriendo al baño, para mi asombro no estaba el conjunto completo, únicamente el brasier, por lo que intuí que el muy pajero se había llevado la tanga, cuando tomé el corpiño para guardarlo percibí que estaba un poco mojado, presté mayor atención y me di cuenta que tenía semen de ese macho.
Pero yo necesitaba algo más fuerte para aumentar mi perversión, lo de la ropa interior ya no era buena idea pues ella iba a notar que le faltaban prendas y causaría un escándalo, tenía que idear otro plan. Una tarde le pregunté a él que páginas porno visitaba, contestándome que le daba igual, que casi no veía porque siempre tenía una conchita húmeda y caliente para coger. Como al pasar le mencioné que me gustaban los videos de Milfs como Lisa Ann, Ava Addams, Bridgette B y Alexis Fawx, él me pidió que le muestre alguno y al hacerlo se empezó a excitar a tal grado que empezó a decir guarradas de ellas, la puerta de mi habitación estaba entreabierta y cada tanto veía a mami pasar.
Yo busqué a una actriz porno semejante a mi madre para calentar más las cosas, así que reproduje varias filmaciones de la colombiana Esperanza Gómez, al verlas se calentó tanto que pasó, por supuesto, lo que tenía que pasar, me dijo:
Ricardo: -Gus perdóname, pero esa mujer se parece mucho a tu madre.
Sabiendo que había dado en el blanco con mi estrategia, le seguí el juego pero sin hacerlo muy evidente.
Yo: -¿Vos crees?
Ricardo: -Siiii… ¡Mirá qué tetas!, Iguales a las de tu mamá… las piernas bien torneadas… ese tremendo culo duro y bien formado es idéntico… y esa carita hermosa de chupapijas… uff…
Decía mientras inconscientemente llevó una mano bajo su pantalón y comenzó a masturbarse.
Ricardo: - Es una locura esa mujer… como se nota que le gusta las vergas… a esa putona la cogería por todos sus agujeros…
Yo: -¿A mi madre?
Respondí actuando indignación, aunque en realidad estaba más caliente que él.
Ricardo: -Aaa… a la del video… pero bueno, a tu mamita también…
Esa contestación fue un balde de morbo, de la excitación no podía articular palabra, si bien yo lo había provocado, no tenía una respuesta a lo que dijo. Él a esa altura perdió noción de donde estaba y extrajo de su pantalón la desmesurada verga que tiene y empezó a pajearse en mi presencia, el video seguía corriendo y aumentaba la intensidad de las escenas sexuales, enardeciéndolo más.
Ricardo: -Cielito, mirá como me la puso la clon de tu mami...
Su verga era mucho más grande que la mía, a mi pesar ni comparación tenían y también mayor que la del actor que se estaba cogiendo en la pantalla a Esperanza Gómez, calculo que mediría unos 23 centímetros de largo y con un grosor preponderante. En un momento se corrió el prepucio hacia atrás y vi que la cabeza era muy gorda, pero lo que más me impactó fue que todo el tronco estaba lleno de venas saltonas, estaban tan congestionadas de sangre que era como si quisieran explotar. Se la siguió jalando en mi presencia lentamente, él estaba tan desbordado de lujuria que sacó a flote una personalidad que aunque sabía que tenía nunca pensé que fuera tan perversa.
Ricardo: -Me vuela la cabeza imaginar que es tu madre… ¿Luciana será igual o más puta?... que ganas tengo de enterrársela… ¿Cielito te gustaría verme cogiendo al clon de tu mami?
Mi calentura me impedía moderar mis respuestas.
Yo: -Supongo…
Ricardo: -¿Supones? A puesto a que te gustaría ver como la hago gritar de placer… pero Esperanza Gómez está tan lejos que sería algo imposible… por suerte tenemos a su clon acá en casa… ¿No es así?
Yo: -Si vos lo decís…
No quería parecer interesado, pero por dentro ansiaba que él se soltara más, aunque me provocaba algo de miedo.
Ricardo: -Sí Cielito… la putita que tenemos en casa es igual… y te aseguro que si quiero me la garcho mejor que en el video…
Esas palabras fueron un golpe mortal a mi persona, supe que había abierto una puerta difícil de cerrar, pero no pude decir nada, por lo que al ver mi pasividad, el macho excitado había aflorado sin temor alguno.
Ricardo: -Hace mucho que le traigo ganas a tu mamá… desde que la primera vez que la vi en el estacionamiento con esa remera blanca que le marcaba las tetas no he dejado de pensar en ella… y cuando la conocí acá con la ropa del gimnasio supe que era una calienta pijas buscando macho… Mira así de dura y parada me la pone tu mami… necesito desahogarme Cielito... corta el video, mejor vamos a ver a tu madre en vivo y directo… así termino la paja pensando en su cuerpo.
No lo podía creer, el hijo de puta sin pudor me decía que bajáramos a verla para que él pudiera apreciar su trabajado físico y jalársela. No pude decir que no, pero tampoco sí, simplemente apagué la computadora, él entendió mi aceptación y así mi vida tomaría un nuevo giro: permitir que ese macho se expresara abiertamente de mi madre de forma asquerosa.
Lo que siguió, ya se podrán imaginar, todo una serie de situaciones morbosas en las cuales ya abiertamente la veía en mi presencia y hacia cosas realmente que me ponían nervioso. Se había obsesionado tanto con ella, que los sábados luego del partido se me prendía como una garrapata para contarme durante todo el camino las ganas que tenia de llegar a casa y verle el precioso culo a mi mamá, me decía que se la imaginaba desnuda con las tetas al aire y clavando su pija en sus nalgas. Yo al principio reía nervioso, pero al poco tiempo le seguía el juego y le contaba cómo estaba vestida ese día. Cuando llegábamos a casa, hacia lo posible por mantener a mi madre a la vista de él, cuando se volteaba ella, sin disimulo alguno me hacía señas sobre su culo o ademanes de como la ensartaría, cuando ella estaba en la cocina y nosotros en la sala, con frecuencia se levantaba diciéndome que necesitaba verle el orto más de cerca y se iba a su al encuentro de ella para mantener una conversación, generalmente mami olímpicamente lo cortaba en seco portándose distante y fría, por lo que no tardaba en regresar masticando bronca y diciendo que mi madre se estaba pasando de apretada con él.
Recuerdo incluso una ocasión en que ella llevaba un vestido de tirantes muy ceñido a su cuerpo y zapatos de charol negros de taco aguja, estaba dándonos la espalda y lavando los platos, en esa posición inclinada algo hacia adelante, se le marcaba mucho el culo empinado, nosotros estábamos sentados a la mesa de la cocina y él sin miramientos se sacó la verga delante de mío, por lo que me puse muy tenso dado que si mamá se daba vuelta lo descubriría, pero a él no le importó y se pajeó lentamente mientras admiraba las nalgas y me hacía gestos obscenos sobre ella.
Yo me paré y fui a ayudarle a lavar el resto de la vajilla para distraerla mientras él se seguía pelando la banana debajo de la mesa. Cuando terminamos de lavar mi amigo se guardó la pija y ella pasó a su lado sin siquiera mirarlo, por lo que él se levantó con la verga hinchada bajo el pantalón y me dijo:
Ricardo: -Esa perra necesita ya mismo una lección por ignorarme.
Abrió la heladera y me ordenó preparar unas fresas con crema para todos, yo no sabía que se proponía, pero pronto lo averiguaría. Me dijo que las sirviera en tres potes y que los dejara en la mesa, luego extrajo su verga erecta y se masturbó enérgicamente, yo espantado fui a la puerta de la cocina por si regresaba ella entretenerla, Ricardo mientras se pajeaba decía que esa putita se tragaría su leche, cuando estaba por acabar tomó uno de los recipiente y eyaculó copiosamente en él, por la cantidad de semen estaba realmente muy cargado. Mezcló su abundante esperma con la crema y me dijo que fuera por la tetona y la convenza a bajar. Yo no estaba muy convencido, pero me miró desafiante y enojado y por primera vez vi que no solo era capaz de ser un macho dominante, sino también agresivo. Mami bajó sorprendida de muy buena gana, porque le mencioné que mi amigo había preparado el postre con cariño, esforzándose mucho y sacando de su interior lo mejor; Me puse al palo al observarla como ella llevaba a su boquita un semen que no era el de mi padre, mami estaba degustando la leche del macho alfa de Ricardo, mientras él se sentía satisfecho al ver consolidada su venganza.
Él cada vez se comportaba más dominante, cuando venía a casa y no estaba mi madre, me humillaba diciéndome cosas puercas de ella, de lo lindo que la cogería en la cama, de lo puta que era, de las sensacionales tetas que tiene y de lo cornudo que sería mi papá. Me obligaba a sacar del cesto de la ropa sucia y entregarle a él las tangas que ella había usado el día anterior y se pajeaba con ellas delante mío sin ningún pudor. Me ordenaba que me arrodillara y que viera como eyaculaba en las tangas de mami, yo casi nunca me tocaba en presencia de él, pues me acomplejaba la diferencia del tamaño de nuestros miembros viriles, pero a él no le importaba y devolviéndome la tanga empapada de leche me mandaba a que yo también acabara en ella. Estaba obsesionado hasta la locura con mi madre y yo colaboraba con él en todo lo que me pedía.
Como era de esperarse, después ese “juego” de las tangas ya no era suficiente y quería subir él otro escalón en el morbo. Ricardo se moría por verla desnuda, pero la verdad es que no sabía cómo se podría realizar esta situación, no se me ocurría nada, pero ese enfermó mental pensó en algo y vaya si lo pensó, su idea era tan simple como instalar una cámara en su dormitorio y para ello necesitaba mi ayuda. Escondimos la pequeña cámara entre unos portarretratos que estaban arriba de una cómoda a un costado de la cama matrimonial y esperamos a que la función comience y abriría una puerta más de mi perversión. Nos encerramos en mi cuarto y le dijimos a mi madre que estaríamos estudiando para un duro examen que teníamos que rendir al otro día. Prendimos la computadora y allí estaba mi madre arreglando unas cosas en su cuarto, vistiendo ropa de entrecasa, un hot-pant blanco y una vieja camisa anudada a su cintura.
Ricardo: -Que trola hermosa que es tu mamita, hijito… por fin voy a ver esas tetazas y ese tremendo culo, desnudos...
Él se puso en bolas y se acomodó frente a la pantalla, expectante, con su verga en la mano, yo me acomodé a un lado de éste, pero me gruño que no, que esa hembra solo era para él, así que me senté en el suelo a cierta distancia de ese desgraciado. En cierto momento ella empezó a sacar su ropa interior del cajón, y se empezó a desnudar, lo primero que se quitó fue la camisa y el corpiño, me impresionó ver el gran tamaño de sus tetas, lo duras y paradas que eran, pues nunca la había visto desnuda. La pija de Ricardo comenzó a crecer de tamaño velozmente.
Ricardo: -Hijo, esos pezones puntiagudos parecen misiles… que tetas tiene mami, son espectaculares… me encantaría chupárselas y morderlas como lo hiciste cuando eras bebé… mirá como la tetona me paró la verga…
Mientras tanto ella de espalda a la cámara se quitó el resto de las prendas quedando totalmente desnuda.
Ricardo: -¡Que culo!.. ¿Cielito, Luciana te parió o te cagó?.. No me jodas, vos saliste de ese orto… las pijas que habrá comido por ahí…
A esa altura él ya se pajeaba la gorda y venosa verga como un poseído.
Ricardo: -¿Hijo vos que pensas, mamá tendrá la concha peluda o lampiña?.. las que son putas la tienen depiladas pero las que son muuuuuuuy putitas con pelitos prolijamente recortados…
Ella giró y nos dejó presenciar una mata de vellos púbicos muy cortos y finos decorando su monte de venus.
Ricardo: -Es como te dije, ella es muy puta… ¿Te das cuenta?... la vagina la tiene gordita, te debe exprimir la verga con esos labios…
Él continuaba extasiado viendo el espectáculo y cuando ella iba a entrar al baño en suite a ducharse justo sonó el teléfono, atendió y se sentó en la cama con las tetas al aire y en concha.
Ricardo: -¿Quién carajo será?.. la zorrita se está riendo… Cielito, obedece a papi y subí el volumen para escuchar con quien está hablando.
Así lo hice y era la voz de mi padre, que estaba bromeando, papá en un momento le preguntó por mí y ella le respondió que estaba en el cuarto estudiando con su amigo baboso y se empezaron a reír. Ricardo cambió la cara asustándome, ahí él tomó conocimiento que no era del agrado de mis padres, ya que mi madre estaba más que consiente sobre cuales eran las evidentes intenciones hacia ella, pero lo dejaba entrar en la casa porque era mi amigo. Al rato ella siguió diciendo:
Mamá: -Menos mal que hoy no tengo que verlo ni soportarlo, ese pajero se la pasa tirándome onda, es un idiota… Gusty está encerrado en su habitación con él estudiando para un examen… mejor para mí, siempre viene oliendo mal el mugriento ese, seguro que se baña una vez al mes, huele demasiado fuerte, me da asco jajajajaja
Él hecho una furia dejó de masturbarse, se paró con la verga totalmente erecta y caminó hacia la puerta, por un momento pensé que iba a ir por ella, por lo que me asusté como nunca, pero antes de llegar se detuvo en seco, se volteó a verme y me dijo:
Ricardo: -Me engañaste… la hija de puta de tu madre no es seria, es que no me quiere… y encima se burla de mí… esa puta necesita más lecciones, pero primero empezaré con la tuya por mentirme cuando te lo pregunte….
Se me acercó y con mucha violencia pe dio un puñetazo en la boca del estómago que me dobló en dos y me cortó la respiración por un momento.
Ricardo: -Pronto el que va a reír voy a ser yo cuando le rompa la concha con mi verga… va a gritar como una perra en celo…
Viendo el monitor retomó su paja y eyaculó en mi cama, luego se fue. Pasó la semana y no tuve noticias de Ricardo, pero llegado el sábado sería inevitable que lo viera. En la semana soñé repetidamente que él la violaba salvajemente, haciendo que amaneciera con las sabanas mojadas con mi leche, no me podía concentrar en otras cosas que no fuera en aquellas escenas morbosas de él, el macho dominante y cerdo, sometiendo a la señorona de mi madre. Para mi sorpresa el sábado no fue al partido, mejor para mí, pensé que ya se había olvidado de todo, por lo que regresé a casa y cuando mi madre me vio llegar, se burló diciendo que milagro que no venís con el piojoso de tu amiguito. Yo no dije nada, simplemente me preparé un sándwich y me puse a ver la tele, pero dos hora más tarde, sonó el timbre, fui abrir la puerta y ahí estaba él, vistiendo formalmente con pantalón de mezclilla súper entallado remarcando su abultada bragueta, zapatos abotinados y una camisa que hacía lucir su espalda ancha y brazos fuertes, además estaba peinado hacía atrás y olía a perfume importado.
Cuando me vio dijo, que era sábado y que no podía olvidar nuestra rutina de siempre y esbozó una sarcástica sonrisa. Mamá al verlo, también se mostró sorprendida, pues ahora sí venía cambiado, se acercó para saludarla, pero en lugar de darle un fugaz beso en la mejilla, la abrazó estrechándola contra su musculoso pecho y la besó muy cerca de la comisura de su boca. Mi madre puso cara de sorpresa y se fue rápido diciendo que tenía que hacer cosas al jardín, ni bien ella se alejó quedó solo conmigo, me dijo:
Ricardo: -Hoy formalmente me voy a convertir en tu papá, porque voy a cogerme a tu mamá… y vos vas a ayudarme, cuando te haga una seña me vas a dejar a solas con ella… ¿Me entendiste o tengo que fajarte?
Yo: -Mirá… no sé… es que ya esto va mal, y no quiero que pase a mayores, mejor lo dejamos acá…
Ricardo: -No… hoy ella va a tener enterrada en su concha mi gorda verga… sé muy bien que eso te calienta porque vos fuiste quien me puso a esa puta en bandeja de plata… después te contaré todo lo que hice con ella…
En ese momento, mami entró a la cocina y él fue tras ella diciéndome que tenía que ir por algo que le calmara la calentura y se rio. Yo me quedé en el sillón de la sala viendo la tele y pensando en que iba a hacer, cuando de repente se escuchó una sonara nalgada, seguido de un grito de mi madre, inmediatamente pregunté si estaban bien y él me respondió que sí, que se había caído algo en la cocina, escuché un poco de ruido y como si a ella le estuvieran tapando la boca, contesté que de acuerdo y le subí el volumen de la tele, para poder sigilosamente acercarme a la cocina. Lo que vi a continuación me impactó, Ricardo tenía a mi madre contra la pileta de la cocina sin que ella pudiera moverse y le tapaba la boca, al tiempo que él se pegaba a su cuerpo apoyándole su bulto a la altura de su culo, mientras le susurraba algunas cosas al oído.
Mamá estaba quieta pero se veía que no tenía voluntad, pues aún trataba de zafarse pero la fuerza de Ricardo era mayor que la de ella, estuvieron así como cinco minutos en los cuales él hacía movimientos circulares con su cadera y empujaba contra las nalgas de ella; Nunca olvidaré el momento en que ese mal parido giró la cabeza y me vio ahí parado observando, me miró con cara de superioridad y con sonrisa irónica. No sabía qué hacer, bajé la mirada y regresé a la sala, desde ese lugar no podía escuchar ya nada, todo estaba en silencio, pero después de diez minutos volví escuchar otra nalgada pero la queja de ella fue un grito ahogado, pregunté si estaba todo bien, porque tenía que guardar las apariencias con mi madre.
Ricardo: -Si… se cayó otra cosa pero ya lo estamos levantando.
Yo: -Ok, si necesitaban mi ayuda, avisen.
Pasaron como quince minutos y no se oía ya nada, cuando en eso veo que Ricardo sale de la cocina y se sienta a mi lado, con el evidente paquete duro. Y mi madre, le pregunté y él me dijo que en la cocina. Efectivamente, a los pocos minutos apareció mamá pero sin dirigirnos ni una mirada, estaba algo roja y caminó rápido hacia las escaleras y se escuchó que encerró en su cuarto.
Yo: -¿Qué le hiciste?
Él se empezó a reír y dijo que aún nada, pero que lo bueno vendría más tarde. Estuvimos como una hora viendo la televisión y mi madre no salía de su habitación, así que él me dijo que necesitaba ir a ver cómo iba el culito de mi mamá, sin decir más, corrió al piso de arriba y entró en el dormitorio de mis padres, fui tras él con mucho sigilo y antes de entrar, pegué al oído a la puerta, se escuchaban ruidos, pero no se distinguía nada, luego oí un forcejeo, corrí a mi cuarto y prendí la computadora para saber qué pasaba con la camarita web y lo que observé me impactó, él estaba encima de ella sujetándola con ambas manos, mientras ella intentaba escapar, él le dijo algo al oído y ella se lo quedo viendo fijamente de forma desafiante, pero no intentaba gritar, sino simplemente zafarse de él. Ricardo bajó su mano y la introdujo bajo la falda, ella se limitaba a verlo desafiante y de vez en cuando intentaba moverse. Era claro que le estaba manoseando la concha pero ella no hacia ningún gesto de pedir auxilio. Él de improvisto se paró, la dejo libre y ella le soltó una bofetada a la cara a lo que mi amigo le agarró la mano y le detuvo riéndose antes que el golpe llegara a destino. Vi que salió él del cuarto y ella ingresó a su baño, tarde un poco en bajar y cuando lo hice Ricardo estaba en la sala viendo la tele, me acomodé a su lado y riendo acercó un dedo a mi nariz.
Ricardo: -Hijito, así huele la conchita de tu mami, llénate las fosas nasales con su dulce olor a hembra en celo… bueno me imagino que habrás presenciado lo que pasó ya que estuviste primero espiando en la cocina cuando estaba con ella y luego por la computadora… ya sabes lo que va a pasar acá… me voy a coger a tu madre… así es que ya sabes, te me vas largando a la mierda, para que le dé a ella lo que anda necesitando…
No entendía porque mi mami no gritaba ni decía nada, estaba seguro que no lo estaba disfrutando, porque lo advertí en su cara. Estaba realmente confundido, escuché de pronto que ella bajaba las escaleras pero se había cambiado de prendas, antes estaba con minifalda, sandalias de taco bajo y un top color rojo ceñido enseñaba una buena porción de sus deslumbrantes tetas y ahora se había puesto un vestido obscuro largo y holgado que iba desde el cuello hasta casi los tobillos, por lo que intuí que no quería andar mostrando sus hermosos atributos delante de Ricardo. Se paró a mi lado y me dijo que necesitaba hablar conmigo a solas, ni siquiera volteó a ver a Ricardo, quien sin inmutarse seguía viendo la tele.
Ese era el punto crucial, si hablaba con ella seguramente me contaría del abuso padecido por ese degenerado, en cambio sí me iba la estaría entregando completamente al macho dominante, como no sabía qué hacer y necesitaba tiempo para pensar, le dije que sí, que sólo iba a buscar algo a mi cuarto para darle a Ricardo y que se fuera. Subí corriendo a mi habitación, sin apenas darle tiempo a mi madre que hiciera algo y esperé unos minutos, estaba excitado de morbo, me calentaba como nada en el mundo la idea que él la poseyera, pero estaba temeroso de dar este paso. Pasaron como diez minutos y me preguntaba por qué no subía mi madre, ya que deseaba ella hablar conmigo, me temí lo peor y decidí que correría a Ricardo de casa. Salí de mi cuarto e iba a bajar las escaleras, cuando nuevamente escucho un forcejeo, me asomé a la sala y ahí estaban de nuevo, él sometiéndola y ella desafiándolo, pero esta vez las cosas habían ido más lejos, él estaba acostado encima de ella en el suelo, le había subido el vestido y con sus piernas le abría las de ella, que intentaba inútilmente cerrarlas, además Ricardo le había arrancado el brasier blanco y la tanga que hacía juego dejando al descubierto las tetas enormes y la conchita peludita, con una mano él le sujetaba las dos de ella y con la otra recorría lentamente su cuerpo desde la vagina hasta sus tetas.
Ricardo: -Te voy a coger… vos elegís si es con tu hijo presente o no… si se queda va a escucharte… pero si no está, nadie va a enterarse y nunca más me volverás a ver.
Mamá: -Hijo de puta… crees que sos un hombre, pero no eres más que un desgraciado imbécil… si me violas esto no se va a va quedar así, voy a matarte.
Luego de amenazarlo lo escupió en el rostro, nunca había visto a mi madre completamente fuera de sí, pero aun así no gritaba. Ricardo se limpió el escupitajo con una mano y enojado le metió tres dedos de esa mano en lo más profundo de la vagina, mamá cerró los ojos y un quejido casi escapa de su boca pero él se la tapó a tiempo, los dedos empezaron a salir y entrar de esa estrecha y húmeda cavidad con tal intensidad que pronto empezó a patalear y se puso roja, sofocada, pensé que la estaba lastimando. Grité desde arriba:
Yo: -¡Ya encontré la cosa! Ahora bajo.
Esperé unos minutos, bajé haciendo ruido y despacio, solo vi a Ricardo en la sala, ella estaba en la cocina, me acerqué a él y le dije en voz alta a mi madre:
Yo: -Mami hablamos a mí regreso, ahora voy a acompañar a Ricky a la puerta y después a comprar algo al quiosco, vuelvo en unos minutos…
Salimos los dos y le pedí que me cuente lo sucedido, él se negó y me dijo:
Ricardo: -Cielito, lo bueno está por empezar… esperame acá que como sabés bien tengo un tema largo y duro que tu mamita tiene que resolver…
Tocó el timbre de casa y aguardó, yo sabía que sucedería si ese pijudo lograba entrar en ella, pero confiaba en que mi madre no le abriría la puerta, me equivoqué. Transcurrieron 30 minutos, una hora y casi a la hora y media después veo que sale Ricardo, lo primero que observé es que traía la camisa fuera del pantalón y mal abrochada, se veía que estaba acalorado, como si hubiese terminado de jugar un partido de fútbol, no dijo nada, me tomó de un brazo y me llevó hasta una plaza que estaba cerca. Yo no sabía que preguntar, ni como iniciar la conversación, no hacía falta, porque de repente dijo:
Ricardo: -Finalmente esa putita fue mía… podés llamarme papá si querés…
Permanecí callado sin saber cómo reaccionar, aunque estaba sumamente excitado.
Ricardo: -Cumplí con mi palabra… dije, que hoy le enterraría mi verga a tu madre y le daría la mejor cogida de su vida… huele mis dedos, ese es el perfume de concha de ella, no hay mejor fragancia en el mundo…
Yo: -¿Pero qué hacés?
Intenté quitar mi cara de su dedo, pero me lo metió en la nariz y clavándome su mirada me dijo:
Ricardo: -¿Querés saber cómo me cogí a tu madre?.. ese es el premio por tu ayuda… Cielito, me fue muy fácil… pero antes tengo que agradecerte que me hayas invitado a tu casa para deleitarme con el cuerpo de semejante puta… lo mejor de todo es que no tuve que disimular, pude verla con descaro sin que hicieras nada… tremenda hembra vive en tu casa… ¿Seguro que sabés que me robe varias tangas de ella, verdad?
Yo: -Sí, lo sabía…
Ricardo: -Olerlas a diario me excitaba, a tal grado que vivía pensando en el día en que llegaría a probar su flujo, por cierto, esa tanga negra que hacía juego con el corpiño está más que manchada, por eso no te la devuelvo jajaja… pero más sucia le dejé la concha la putita… me la cogí sin condón, quizás y hasta tengas un hermanito…
Al escuchar esto mi pija se puso firme y dura, sentía punzadas en ella y no tardaría él en darse cuenta.
Ricardo: -Pero mirá si serás pajero… ya se te paró el pitito escuchando lo que le hice a mamita… seguro heredaste esa mierda de pene del cornudo de tu padre… por eso la trola se la pasó sufriendo cuando la tenía dentro… pataleo y forcejeo al sentir como le destrozaba la concha… tenía la vagina tan estrechita que creo que desde ahora en más necesitará mi verga para poder llenarla jajaja… ¿Querés saber más?
Yo: -Sí, contame por favor.
Ricardo: -Cuando regresé a tu casa, toqué el timbre, escuché que preguntó si te habías olvidado las llaves, por lo que intuí que pensó que eras vos… no contesté, simplemente esperé y ella abrió la puerta, en cuanto me vio quiso cerrarla, pero puse un pie en la puerta y entré a la fuerza, me dijo que me fuera, que era un hijo de puta… la vi tan alterada que la quise calmar, le dije que solo venia por algo que se me había olvidado, ella me dijo que lo tomara y me largara… cómo decirte Cielito, lo que había olvidado era meterle la verga a la putona jajaja… pero le dije que no encontraba mi celular, se lo creyó, se tranquilizó un poco, como no lo encontraba me ayudó a buscarlo para que me fuera rápido… me arrastré por el piso de la sala fingiendo buscarlo y la culona me dijo que ella buscaría en la cocina… yo la tenía durísima, pronto me iba a comer a esa presa, pero aún deseaba alargar el festín, le grité que buscaría en al piso de arriba y subí las escalares, sabía que no debía perder tiempo y que dentro de poco íbamos a pelear porque ella iba a resistirse a que la clave, necesitaba estar preparado, me puse enseguida en bolas, acomodé mi ropa en una esquina de su cuarto para que no la viera y esperé unos minutos, cuando oí que subía las escaleras me llamó y al percatarse de que estaba en su habitación, entró indignada preguntando qué estaba haciendo ahí, entró y cuando advirtió que estaba completamente desnudo en su cama, me insultó e inmediatamente se dio media vuelta intentando salir, por supuesto, yo no iba a dejar que se me escapara esa conchita, salí rápido detrás de ella, bajó corriendo las escaleras pero yo la alcancé y la abracé por la espalda, ella luchó ferozmente… era como una leona recién capturada, mi pija podía sentir su culito, solo nos separaba la tela de ese vestido de monja, pateaba al aire… yo únicamente estaba obcecado en que sería mía, me senté en la escaleras y la obligué también a hacerlo pero sin soltarla ni un solo momento, al sentir mi fuerza, tuvo que ceder algo, forcejeamos un rato más y finalmente pude quedar sobre ella… hubieras visto Cielito, estábamos los dos acostados, le levanté el vestido y me metí entre sus piernas, como ya estaba sin ropa interior porque antes se la había arrancado, la cabeza de mi verga rozaba la entrada de su vagina y lo único que tenía que hacer era introducirla en ella, le sujeté ambas manos con una de las mías la penetré con fuerza, de un envión se la metí toda, la miré a los ojos y ella miraba los míos, noté que sintió dolor, pero permaneció quieta, se lo aguantó, no dijo nada, mientras la embestía al principio vi furia en sus ojos, pero después una simple expresión fría… la bombeaba salvajemente y al notar que no oponía resistencia, le solté las manos, no hacía nada, pero tampoco cooperaba, simplemente se limitaba a verme a los ojos y con los codos se apoyaba en las escaleras, intenté besarla y me apartó la cara, pero no me importó yo seguía cogiéndola, disfrutando de lo estrecha que es, te juro que tiene la concha más cerrada que muchas chicas de nuestra edad… me calentó tanto su mirada desafiante que le introduje un dedo en el ano, ella apretaba el culo de igual forma que sus dientes y labios… no aguanté más, quería llenarle la concha de leche, cuando sentí que me venía rugí como un león y la inundé de semen, jamás largué tanto como lo hice con ella, por eso tal vez ahora dentro mami se esté formando un hermanito… ella al sentir mi esperma en su interior cerró los ojos y no pronunció palabra… para hacerla reaccionar le chupé las tatas con fuerza hasta dejárselas rojas, se las mordí y lamí hasta cansarme, esos globos son un manjar, firmes y suaves, en los pezones carnosos le dejé la marca de mis dientes… cuando me levanté vi como aun le escurría leche de la vagina y sus pendejos estaban manchados de semen… por cierto… ¿Sabés que cuando se la saqué gimió? jajaja… cuando puedas preguntale si fue de dolor o de placer…
Con solo escucharlo me vine en mis pantalones, chorros de guasca eyaculé sin control.
Ricardo: -Hijito veo que te alegraste con la noticia que quizás con mami te demos un hermanito jajajaja… ah, me olvidaba decirte que fui al baño a mear y cuando bajé las escaleras ella ya no estaba, no sé a dónde se habrá metido...
Ni bien terminó con su narración se marchó, yo caminé sin rumbo fijo tratando de aclarar mi mente, pensaba en la locura que ayudé a cometer y que ya no había vuelta atrás, había entregado a mi madre a un ser despreciable, pero que me producía un morbo inexplicable, recuerdo que sin saber cómo llegué a un centro comercial, no quise perder más tiempo y regresé a casa. Al entrar no noté nada extraño, todo estaba apagado y en silencio, subí por la escalera y recordé que ahí había poseído Ricardo a mi madre, me dio asco, corrí hacia mi cuarto, me tiré en la cama y me quedé dormido. A las horas me desperté con la ropa puesta, estaba anocheciendo, salí de mi cuarto y escuché ruidos en la planta baja, fui hasta allá y pude ver a mi madre en el jardín acomodando unos trastos, todo parecía normal en ella, me sentí nervioso no sabía que se sucedería cuando ella me viera, nos encontramos en la sala y me saludó igual que siempre, me dijo que estaba cansada.
Mamá: -Gusty, ni bien te fuiste fui a la casa de una vecina a pedirle prestado café y nos quedamos charlando, cuando regresé te encontré en tu cuarto durmiendo y no quise despertarte… voy a salir porque quedé con una amiga salir a cenar, tenés comida en el freezer, voy a volver tarde, no me esperes despierto.
La percibí seria y triste, pero tampoco podría afirmar que estaba destrozada. Me quede en casa solo y el morbo se volvió apoderar de mi persona, acudí a las escaleras de mi casa y las examiné con detalle cada escalón, incluso traje una lupa para ver si detectada cualquier cosa, en efecto, en el séptimo peldaño, había manchas secas, sabía muy bien cómo se originaron, eran las huellas de que el macho alfa se había cogido a mi madre.
Pasaron varios días y parecía que todo había regresado a la normalidad, excepto que mi madre poco a poco dejo de estar tan seria, creo que con el transcurso de los días había ido cambiando de nuevo. El sábado regrese a jugar, pero mi sorpresa fue que Ricardo no se presentó a jugar y así continuó faltando cerca de dos meses. Después me enteré que su papá había hecho cosas en la cárcel que requería que su hijo estuviera escondido, pues al parecer corría peligro. Me olvidé de Ricardo en todo ese tiempo y mi madre, curiosamente, nunca más me volvió a mencionar su nombre y por afortunadamente no quedó embarazada. Pero intuía que tarde un temprano, algún día regresaría ese macho dominante a nuestras vidas, en mi mente continuamente se proyectaban las imágenes de él sometiendo carnalmente a mi mamá y me pajeaba descontroladamente para calmarme, pero cada vez que veía las escaleras de casa tenía una erección.
Un día viernes, inesperadamente, me encontré a Ricardo afuera de mi escuela, me dijo que me estaba esperando y que necesitaba urgente de mi ayuda, dentro de mí pensé qué cara dura, después de cogerse a mi madre, viene y me pide algo, pero la verdad es que pasado ese tiempo yo ya no estaba enojado, sino más bien cuando lo vi, mi morbo acumulado volvió a cobrar forma y cuerpo, el cuerpo de mi madre mancillado por ese macho despiadado. Él estaba muy desmejorado, parecía enfermo, estaba extremadamente delgado y al hablar se agitaba bastante, me confesó que su padre lo había metido en un problema y que necesitaba dejar el país, pero que acudía a mí a ver si podría ayudarlo con algo de dinero, pues no tenía nadie más a quien recurrir. Lo que me contó era grueso, su padre un reconocido pistolero de una banda de delincuentes se había escapado con un par de kilos de droga y la mafia se quería cobrar el asunto con su hijo. Me dio pena su desesperación y pensé ayudarlo, le pregunté que cuando necesitaba y él me dijo que lo que pudiera prestarle, que ya me pagaría, pero lo que si me pedía de favor era quedarse dos días en casa, pues no podía ir a casa de sus abuelos ni a ningún lugar conocido porque era riesgoso. Cuando me pidió lugar en casa yo ya sabía que por ningún motivo mi madre lo dejaría quedarse y a pesar de que en mi mente me imaginé a él de nuevo abusando a mi madre, la verdad es que lo vi tan apurado que decidí hablar con mi padre.
Como era de esperarse, mi padre que nunca se enteró que ese sujeto fue el macho de su esposa por casi dos horas, al escuchar el problema, no puso objeción con tal de que se marchara el domingo cuando él regresara del campo (recuerden que es ingeniero agrónomo y viaja todos los fines de semana al interior de la provincia), además como papi es bonachón de nacimiento se ofreció para convencer a mamá. Le mencioné a Ricardo lo dispuesto por mi viejo y se puso contento, me agradeció en serio y nos pusimos rumbo a casa, mientras caminábamos le confesé que no sabría cómo se tomaría mi madre su presencia en casa, él en ese momento y solo en ese momento pareció recordar lo sucedido y quedó pensativo, al parecer el esconderse de la mafia y luchar por su vida le hizo olvidar todas las vejaciones sexuales realizadas a mamá, que curioso, la moneda se dio vuelta y ahora el cazador era presa. Llegamos a mi casa, entramos y escuché que mi madre estaba en la planta de arriba, le avisé que ya habíamos llegado y ella solo dijo que perfecto, que estaba cansada y que yo atendiera al invitado, ella no bajó en toda la tarde, ni siquiera a la hora de cena, permaneció todo el tiempo encerrada en su habitación. Ricardo comió, cosa que no hacía hace varios días y en casa lo hizo hasta hartarse, llevaba unos meses con pánico dado que en las calles su cabeza tenía precio.
Al terminar de cenar fuimos a la sala a ver Netflix, buscamos una película para distraernos y como broma del destino, encontramos El Graduado, espero recuerden aquel film donde un estudiante joven entabla una relación de índole sexual con una mujer mayor, la señora Robinson. Fue muy perturbador para mí ver esa película teniendo a mi lado a Ricardo quien descargó toda la leche acumulada de sus huevos en la vagina de mi mamá, quien estaba durmiendo en la habitación de arriba, me causaba un morbo alucinante, durante la proyección no abrí la boca para nada y mi respiración se agitaba, mirando de reojo a mi amigo vi que él también estaba atrapado en la trama. Cuando llegó la escena en que Dustin Hoffman el actor que personificaba a El Graduado le hacía el amor Mrs Robinson, él se acercó a mi oído y me susurró, si aún me pajeaba imaginando en cómo él se había cogido a mi madre, yo sentí una punzada en la boca de mi estómago y mi pija se paró como un resorte, involuntariamente asentí lentamente con la cabeza, el patán sonrió y me dijo:
Ricardo: -Quizás en ésta ocasión no tenga que contarte…
Y dicho eso, me dio una palmadita levemente en la cara y se puso de pie diciendo que necesitaba darse una ducha y preguntándome si le prestaba el baño. Mientras se bañaba imaginaba lo que sería tener a ese depredador sexual cerca de mi madre durante ese viernes en la noche, el sábado y parte del domingo, si mami no salía de su escondite, difícilmente el depredador podría encender sus instintos posesivos.
Subí al cuarto de mi madre y después de tocar, pedí permiso para entrar, la encontré acostada en su cama leyendo un libro, se veía sensual con el body rojo que llevaba, los sugerentes encajes de la prenda eran algo transparentes y me calenté al pensar que pasaría si la viera quien fuera su macho.
Le pregunté que si no iba a salir a saludar y me contestó que estaba cansada y quería dormir, que mañana saludaría. La noté de nuevo muy seria y en su hermoso rostro se dibujaba cierta tensión, con cortesía me dijo que deseaba leer un poco y que cuando saliera cerrara la puerta. Decepcionado salí a mi cuarto, a esperar a Ricardo, cuando saló del baño que está entre mi habitación y la escalera, lo hizo con una toalla amarrada a su cintura, observé su torso, espalda y brazos desnudos y efectivamente había bajado de peso de manera notoria, pero no obstante se veía más marcado que antes, se puso en bolas para cambiarse y otra vez pude apreciar su descomunal verga, llamándome la atención que ahora estaba rasurada, lo cual hacía que se viera mucho más grande, aun estando flácida el majestuoso glande no pasaba desapercibido, él percató que lo miraba y me bromeo:
Ricardo: -¿Estas deseando ver mi herramienta entrando y saliendo de la conchita de mamita?
Yo: -¿Eh?.. Nnno… es qué parece que la bestia esa que te cuelga creció.
Ricardo: -Eso para cuando te afeitas los pendejos, visualmente parece de mayor tamaño… de vez en cuando lo hago, sobre todo ahora en verano, con el calor me transpiran mucho mis gordos huevos…
Una mano dirigió a su entrepiernas y sujetándose el miembro casi erecto, corrió su prepucio.
Ricardo: -Todo esto le entró a mamita… mi verga extraña su cuevita… y creo que la putita también debe extrañar mi verga… hace mucho que no garcho y ya es hora de echarme un buen polvo… ¿Cielito por qué no pones un videíto de Esperanza Gómez?.. así me pajeo jajajaja
La verdad es que no me daba gracia su comentario, sino mucho morbo, pues ambos sabíamos que quien en verdad le interesaba era mi madre.
Ricardo: -Apropósito, ¿Ya viste al clon de Esperanza?
Preguntó en clara alusión a mi mamá y yo le contesté que sí, pero que estaba en su cuarto leyendo.
Ricardo: -¿Y está vistiendo algo sexy?
Yo: -¿Qué te puedo decir yo?, Tendrías mejor que ir vos a verla…
Juro que al escucharme quise que se abriera la tierra y me tragara, no sé qué me pasó, la calentura le ganó a la razón, debí pensar mejor mi respuesta.
Ricardo: -En la primera oportunidad que tenga voy hacerlo, hijito.
Nuevamente el “hijito”, ya había aprendido que decirme así, al igual que “Cielito” significaba una cosa: humillación hacia mi persona, pero también una catarata impresionante de lujuria, era como si él supiera accionar el botón correcto para ceder a sus perversiones. Siguió desnudo en mi presencia, yo creo que a propósito para intentar seguir despertando una respuesta sexual en mí. Se acostó en mi cama y sin pudor alguno, empezó a masturbarse, al principio me hice el distraído, pero a medida que iba creciendo esa barra gruesa de carne, ya no pude, me impactó el tamaño, era tan terrorífica como majestuosa. Cuando la tenía completamente erecta y se dio cuenta de lo asombrado que estaba, me dijo:
Ricardo: -Todo esto entró en mami, en las embestidas la cabeza le martillaba la puerta del útero… deberías verlo con tus propios ojos… de milagro no la embaracé…
Yo no conteste nada, intente mirar hacia otro lado y despejar mi mente para no pensar en sus palabras, pero era demasiado tarde, él ya estaba encendido y su animal había despertado, el macho dominante había salido de nuevo.
Ricardo: -Cielito, ¿Por qué no vuelves a dejar solita a mami para que le pueda dar de comer como se merece?.. ya pasó mucho tiempo y debe estar hambrienta…
Me dijo mientras se jalaba su enorme y venosa pija. Esto ya era suficiente, no iba a salir de casa para que ese depredador volviera a devorar a la presa, aunque eso me produjera una satisfacción enorme.
Yo: -Ni en pedo me voy de casa este fin de semana, lo siento, pero no.
Por la cara que puso, notó la convicción de mi respuesta, ya que se concentró en su masturbación y dejo de verme.
Ricardo: -Ok, lo entiendo… como vos gustes…
Ese como vos gustes me sonó con cierta ironía, no supe realmente su significado hasta que terminó ese fin de semana.
Aún con la verga erecta y no dejando de acariciarla, me pregunto si no me iba bañar, la pregunta me sonó desinteresada, por lo que le dije que sí que en un momento. Al rato largo cuando me metí al baño y comencé a quitarme la ropa, de pronto se me iluminó la mente, el “como vos gustes” sonó en mi cabeza y me paso por la cabeza si sería capaz de aprovechar mi ausencia para ir a someter a mi linda y dulce a madre.
Acerqué mi oído en la puerta del baño que daba al pasillo y no escuché a nadie al otro lado, abrí la ducha de mi baño al máximo y lentamente salí del baño, el corazón me latió a mil cuando noté que no había nadie en mi cuarto, con un paso sigiloso caminé hasta la recamara de mi mamá, en silencio me aproximé, no mucho tiempo después oí a mi madre gritar mi nombre ¡¡¡GUSTAVO!!!, Iba a responder cuando la voz la Ricardo contestó que me estaba bañando, me quedé inmóvil por un momento, pegué mi oído a la puerta y escuché a mi madre que le decía que saliera de la habitación, pero él le decía que solo quería saludarla.
Mamá: -¡¿Qué tipo de saludo es ese, viniendo desnudo a mi cuarto, te crees que soy una puta?!
De repente se cubrió todo con un manto de silencio y tras unos segundos oí forcejeos en la cama, luego nuevamente el silencio y de repente el sonido de que se estaba abriendo la puerta, me hice a un lado temeroso de que me descubrieran, observé que un zapato de mamá salió volando y se estrelló contra la pared, milésimas de segundos más tarde salió Ricardo cerrando la puerta, nos encontramos en el pasillo, él alto, con un cuerpo desnudo marcado y con su enorme verga erecta y yo también desnudo, con mi pequeño pito en comparación, estatura promedio y flacucho, nos quedamos viendo a los ojos y esbozo una sonrisa, esa misma sonrisa que recuerdo bien la primera vez que la vi fue cuando tuvo a mi madre en la cocina contra la pileta. Luego de ese momento incomodó para mí, el giró su cuerpo y volvió a entrar a la habitación de ella, me quedé petrificado, que humillación y consentimiento había dado al macho dominante para que poseyera de nuevo a mi madre.
Escuché a mamá insultarlo con todo el aire de sus pulmones, de nuevo un forcejeo, luego más groserías de mi madre y un sonoro: ¡¡¡No sin condón!!!, seguido de un pequeño grito. El breve silencio fue apartado por el rechinar de la cama que nunca olvidare en mi memoria, pues al inicio era lento, pero conforme pasó el tiempo se hizo cada vez más intenso. Me dirigí al baño con mi pijita parada, me metí a la ducha y me imaginé todo lo que le estaría haciendo ese grandulón a mi mami en su propia cama, enseguida eyaculé manchando los azulejos y teniéndome que sostenes de las paredes para no caerme, pues se me aflojaron las piernas. Salí de la ducha, me puse la pijama y regresé a mi cuarto, en donde Ricardo estaba acostado en mi cama con la verga morcillona y notablemente irritada.
Ricardo: -El body de putita sí que era sexy… te voy a decir un secreto hijito, más sexy es tenerla debajo de mi cuerpo, con sus grandes tetas apretándome el pecho y agarrándole ese culito rico, sintiendo su respiración cálida y agitada en mi cara y llenándole la concha con mi leche… uff… creo que necesito otra ducha…
Dijo y acto seguido se metió al baño. Me metí acosté y cerré los ojos, no podía dejar de pensar que el fin de semana apenas estaba comenzando y que una hembra como mi madre en casa, sería demasiado manjar para un macho dominante hambriento como lo era Ricardo.
Desperté a las 9 de la mañana el sábado y lo primero que noté fue que Ricardo estaba durmiendo, salí al comedor y desde la sala me percaté que no estaba el coche de mi madre, quizás, pensé, quería evitar a su macho temporario, por lo que había decidido irse de casa. Ricardo se levantó cerca del mediodía y me dijo que ayer se había cansado demasiado y esbozó tu típica sonrisa malévola. Me preguntó si su hembra ya se había despertado, le respondí que no estaba en casa, logrando que el quede con el ceño fruncido y pensativo.
Pasamos el tiempo jugando y viendo la tele como siempre, ya nos extrañaba que mamá no volviera y temí que le pasara algo. Como a las 6 de la tarde escuchamos el auto de ella que estacionaba en el garaje y a los pocos segundos vino a la sala. Ricardo quedó duro como una piedra al ver como venía vestida.
Estaba con sandalias rojas de plataforma y taco aguja, pantalón blanco elastizado extremadamente ajustado que se le metía entre los cachetes del culo y una camisola cruzada con un amplio escote que le resaltaba los pechos, llevaba el pelo recogido y el rostro maquillado, al parecer había tenido un evento en el trabajo obligándola a ir formal. Mamá me saludo con un beso dejándome marcado su rouge en la frente e ignoró de forma más que evidente a Ricardo, no pude más que sentirme incómodo con ese desplante. Realmente le gustaba desafiar al macho dominante, se dirigió a la cocina y él notablemente enojado, se levantó de su asiento diciendo:
Ricardo: -Más vale que subas el volumen de la tele…
No lo podía creer, iba a ir a cogerla en la cocina sin ningún tipo de remordimiento. Lo vi alejarse y de inmediato vociferé algo para alertar a mamá.
Yo: -Ricky mi sándwich sin mayonesa…
Necesitaba un pretexto para que ella sepa que él iba a la cocina. Por supuesto que elevé el volumen al televisor, esta vez no se escuchaba forcejeó, esperé un momento y me acerqué a donde estaban, asomé mi cabeza discretamente y lo primero que vi fue la ropa de él tirada en el piso y Ricardo completamente desnudo, pero lo que más llamativo fue ver como tenía de nuevo a mamá contra la mesada, ella le daba la espalda a él y veía como que se resistía, pero a pesar de que tenía la boca tapada por la mano de su atacante, no profería ningún ruido, estaba como estática o tiesa, al sentir que él la tenía sometida por detrás.
Me acerqué más para ver mejor y observé como con la mano derecha Ricardo le bajó el pantalón y de un jalón le arranco la tanga, dejando ese voluptuoso culo al descubierto, luego él se escupió la mano y con la saliva se lubricó la pija ya dura y vigorosa, la acomodó entre medio de las nalgas de mami y de un golpe de cadera la penetró con dureza, aunque tenía la boca tapada, en esta ocasión pude escuchar el quejido que dio mi madre al sentir la enorme verga abriéndose paso en el interior de su concha estrecha. Ricardo se quedó quieto un momento, y empezó a mover en círculos su pelvis mientras la cogía con violencia, con su mano izquierda seguía tapándole la boca y con la otra estrujaba las tetas. Mamá entre tanto, tenía las dos manos en el la mesada de la cocina, intentando sostenerse y resistir los salvajes embates que su semental le estaba pegando, eran tan fuertes que la obligaba a pararse en puntas de pies. Estuvo bombeándola con dureza durante al menos veinte minutos, luego él tensó su culo mientras le mordía la oreja a mi madre y permaneció inmóvil llenándola de leche.
Me retiré a la sala, en donde me tapé con un almohadón mi pito para que no se me notara la erección que me había dejado semejante acción, unos minutos después llego mi amigo a la sala y se notaba visiblemente sudado, se sentó a mi lado y sin decir palabra continuó viendo la película. A todo esto mamá tardó en salir de la cocina y cuando lo hizo pasó a un costado de nosotros, con una mano se cerraba la camisola y con la otra un estropajo de tela que supuse sería su ropa interior, también estaba transpirada, Ricardo volteó para verle el culo y después volvió a la película y dijo en tono normal:
Ricardo: -La puta tiene la concha chorreando semen… mirá como mojó el pantalón…
Me hice el que no hubiera visto nada y le pregunté que qué decía, él miró y dijo:
Ricardo: -Por boludo te perdiste un gran espectáculo… en la cocina se la clavé hasta los huevos… tenía la vagina algo irritada por la encamada de anoche, pero hoy le entró más fácil, de a poco se va acostumbrando al tamaño de mi verga… pero no te preocupes Cielito que aún hay tiempo para veas un polvo realmente bueno… ya está domada la putita de mami… esta noche será inolvidable.
Ese macho era insaciable, aún quería cogerse a mi madre una vez más y lo que era más perverso es que mamá parecía que ya no oponía tanta resistencia como al principio. El resto de la tarde continúo tranquila, a diferencia de otras veces, mamá salió de su habitación para cenar con nosotros, la comida la cocinó ella y mientras la preparaba, no faltaron las idas y venidas de Ricardo a la cocina.
Se acercaba con la excusa de ver cómo iba la comida y el muy sinvergüenza se le pegaba al lado buscando roces y luego regresaba a la sala oliéndose el dedo, me bromeaba diciéndome que la cena estaba casi en su punto.
Ricardo: -¿Hijito querés corroborar cómo va la cena? Seguime…
Le hice caso y pude ver como se acercó por detrás a mi madre y volteando a verme me señalaba su culo, acto seguido le pegó una fuerte nalgada, ella pegó un gritito e intento pegarle con mano llamándolo estúpido. Hábilmente esquivó su golpe, la abrazó con fuerza, trayéndola hacia su pecho fornido e intentó darle un beso en la boca, mamá se resistía, pero no podía evitar que él con sus manos le sobara el culo descaradamente, en venganza por no poder besarla mi amigo le dio un fuerte chupón en el cuello.
Me retiré discretamente de nuevo al comedor, como a la media hora los tres nos sentamos a la mesa a cenar, la verdad es que fue una comida tensa, notaba como mi madre no apartaba la vista de su plato, sin hablar, mientras que este cada vez estaba más enojado de ser ignorado por ella. Yo intentaba hablar con mami y luego con él, tratando de mantener una conversación, pero era evidente que el ambiente era denso. Me excitó ver una gran marca violácea a un costado del cuello de ella, era el producto del chupón que había recibido mami hacía minutos. Afortunadamente la cena fue rápida y mi amigo propuso ver una película juntos, como era de esperarse, mamá se rehusó diciendo que prefería ir a dormir.
Ricardo: -Muy bien, si vos te vas a dormir, yo también… Gus te quedás solo…
Inmediatamente mi madre notó que estar a solas en la planta superior con Ricardo significaba solo una cosa: cogida segura, por lo que cambio de parecer y dijo que mejor sí veía la película conmigo, por lo que mi amigo también se sumó a la propuesta.
Me olvidé contarles que mamita a la noche se puso un vestido strapless amarillo suelto, abotonado al frente, con un ancho cinturón negro a la cintura (la falda alcanzaba a la mitad de sus muslos) y unas sandalias marrones de taco alto. Antes de empezar la película mi amigo fue a mi habitación a cambiarse y cuando regresó nos dejó anonadados, pues sólo traía un bóxer escocés que claramente le marca su bulto.
Ricardo: -Disculpen que bajé así, pero hace calor y no tengo otra muda de ropa para ponerme…
Cuando estaba sentado sin esfuerzo se le veían los huevos y la verga y lo más morboso es que mi madre se sentó a un costado mío y quedaba en contra esquina de su macho, por lo que era obvio y humillante para mí que mi amigo estuviera mostrando todo, tanto a mi como a mi mamá. Comenzó el filme y todo iba perfectamente, hasta que mamá se acaloró y se quitó el cinturón, eso fue un error, porque advertí que no llevaba sostén y la tela de su vestido se deslizó hacia abajo, pegándose a su cuerpo marcándole el contorno de sus exuberantes tetas, Ricardo, por supuesto, no tardó en darse cuenta y dejó de darle bola a la peli para verle los pechos, sin inmutarse en lo más mínimo que yo o ella nos pudiéramos percatar de su mirada. Cuando mamá se levantó un momento para ir al baño, él me dijo que inventara algo y que me escondiera, si quería ver como se comía esas tetas en un rato más. Mi madre regresó y yo no sabía que inventar para dejarlos solos, pues a estas alturas y después de haber visto lo acontecido en la tarde y sin poderme pajear, tenía lo huevos más cargados que nunca y necesitaba un alivio y nada mejor que ver como inseminaba el macho de Ricardo a su hembra.
Las cosas no se necesitan pedir cuando se dan y el destino echó una mano de barajas favoreciéndome, pues me entró una llamada al celular de mi primo y me excusé con ellos un momento. Advertí la sonrisa de Ricardo al escuchar a mami preguntando:
Mamá: -¿Cielito cuanto vas a tardar?
Yo: -No sé mami, es importante, ahora vuelvo.
Dejándola preocupada y con miedo, subí tan rápido las escaleras que no hubo tiempo siquiera de alcanzarme, cuando llegué arriba mi corazón latía rápidamente, sabía que un momento más mi amigo actuaria, la llamada duró menos de dos minutos, como necesitaba más tiempo, me dirigí a mi cuarto y abrí la ventana, después grité que mi primo necesitaba urgente que le prestara un libro para rendir la materia que tenía que rendir previa, apagué todas la luces de arriba y bajé corriendo las escaleras y sin posibilidad de que me dijeran algo, salí de casa, di la vuelta por el jardín y trepándome a un árbol me introduje por la ventana de mi cuarto, lentamente me acerqué a las escaleras para tratar de escuchar o ver algo. Lo primero que oí fueron unos vidrios rotos, señal de que había una fuerte pelea, por lo que me espanté un poco, pero cuando asomé la cabeza en la obscuridad vi que mi madre se encontraba en un extremo de la mesa y mi amigo en la otra, parecía el juego al gato y ratón, donde mi mamá intentaba escapar de éste para no ser devorada. Mi amigo bloqueaba la puerta de la calle y mamá estaba del lado de las escaleras, como vio que no podía salir al exterior, intentó correr hacia la planta superior, me asusté ante la posibilidad que me encuentre, pero antes de que pudiera alcanzar siquiera el inicio de ellas, él la alcanzó, luchó con ella para llevarla a la sala, la tiró en el sofá y se abalanzó sobre ella inmovilizándola con el peso de su cuerpo, ella no gritó pidiendo ayuda de los vecinos, pero se movía con furia para intentar soltarse.
Observé como él se sacaba su pija y se la ponía cerca de la cara, a la vez que se reía, ella se quedó inmóvil por un momento, viéndolo fijamente a la cara, él con su mano derecha le tocaba la concha y ella se resistió con más fuerza.
Ricardo: -Deja de forcejear… sé que querés coger conmigo… te encanta mi verga.
Ella lo escupió y logró pegarle una dura bofetada, logrando que él ardiera en cólera y con violencia comenzó a romperle el vestido, los botones volaron por todo el lugar y en cuestión de un momento ella estuvo desnuda, su macho estaba realmente poseído por el diablo, con una mano le cacheteaba fuerte las tetas diciéndole que era una puta, mami al principio no decía nada, pero sus tetas comenzaron a ponerse rojas y por primera vez escuché que ella le pedía piedad, que parara, él contestó que lo tenía bien merecido por ser una puta que se hace la santa y le pellizcó un pezón.
Pensé que Ricardo pararía, pero sucedió algo muy morboso, me buscó con la mirada intentando descubrir donde estaba escondido y de repente miró hacia donde me encontraba y con su mano izquierda hizo un saludo hacia la obscuridad, como no obtuvo respuesta con su mano derecha volvió pellízcale el pezón, haciéndola gritar.
Mamá: -Por favor pará… por lo que más quieras pará…
Pensé que si lo saludaba él ya iba a parar, pues veía como mamá tenía las tetotas bastante rojas. Saqué rápidamente una mano de la oscuridad y se percató de mi presencia, entonces levantó su dedo pulgar izquierdo y me sonrió, ¿Pero cuál fue mi sorpresa?, Que después de ello, otra cachetada sacudió una de las hermosas tetas de mi sometida madre, quien volvió a gritar y suplicarle que se detuviera.
Él le dijo que iba a parar cuando dejara ella de fingir ser una santa y le dio una bofetada más, para después voltear y sonreír hacia la obscuridad. Realmente ese desquiciado disfrutaba viendo como yo presenciaba el maltrato a las tentadoras tetas. Le dio dos fuertes azotes más y mi mamá comenzó a llorar, Ricardo sabía que tenía la oportunidad de humillarla, así que le pregunto:
Ricardo: -¿Trola, quién es tu macho?
Ella no respondía, por lo que mi amigo le dio otra cachetada en los pechos y ella gritando dijo:
Mamá: -Vos sos mi macho…
Ricardo: -¿Quién?
Mamá: - Ricardo es el macho…
Ella en ese momento quería evitar como fuese el suplicio sufrido, por lo que a cualquier pregunta ella respondía en sentido afirmativo.
Ricardo: -¿Te gusta mi verga putita?
Mamá: -Sí, me encanta.
Ricardo: -¿Mucho? ¿Deseas que te la meta de nuevo?
Mamá: -Sí, por favor, métemela.
Ricardo: -Voy a abrirte tanto la concha que a tu marido ni con 7 medias se la vas a sentir.
A mami la hizo ponerse boca abajo, él se desnudó por completo y se subió encima de ella, le dijo que levantara el culito y la penetró vaginalmente, mientras el cuerpo de ella aplastaba el sillón, el de él la aplastaba a ella. La estuvo bombeando un buen rato, hasta que le dijo que se pusiera a cuatro patas.
Me excité al pensar que esa era siempre su posición favorita, pues era la que siempre contaba que hacia cuando lograba que las mujeres aullaran de gusto. Mi madre se acomodó en tal posición y vi como las tetas le colgaban, eran realmente hermosas con esas areolas grandes coronándolas. Su culo en pompa era impresionante, Ricardo se acomodó detrás de ella, se jalo el prepucio y se la insertó poco a poco, ahí supe por qué era su posición favorita, aún tengo vivo el recuerdo de la forma en que taladraba a su entregada hembra, la sujetaba las caderas con fuerza y con ímpetu y velocidad la bombeaba de forma incansable, los sonidos como el SLAP SLAP SLAP retumbaba por toda la casa, sin mentir, fácil, estuvo como media hora con el mismo ritmo e intensidad, hasta que mamá explotó en un tremendo orgasmo que a mí me excitó y a su macho le voló la cabeza, porque la penetró a lo bestia hasta que ella volvió a gemir estallando en éxtasis, fue tal su liberación de energía que se desplomó en el sofá, exhausta, entonces él riendo le dio una nalgada, pero ella no dijo absolutamente nada pues estaba reventada.
Ricardo sí que resistencia pues todavía no acababa, aprovechando el cansancio de mamá, vi que tomó del piso algunos pedazos rotos del vestido y se dirigió a sus manos, en este momento ella no oponía ninguna resistencia al respecto, le ató por atrás ambas manos y después la sentó en el sillón, ella le preguntó que qué hacía y él le contestó que iban a jugar un juego, ella dijo que ya era suficiente, pero él la amenazo con volverle a cachetear las tetas, a lo que ella guardo silencio. Con otro pedazo de tela le tapo los ojos y la paró en la sala, era un espectáculo morboso, ver a esa mujer tan preciosa, en tacos altos, con unas tetas de lujo, desnuda.
Y por otro lado Ricardo, un colosal tipo con una verga que daba miedo y espalda ancha. Él tomó el control de la televisión y puso un canal de música a alto volumen, después me hizo señas, no podía creerlo, quería que bajara con él. Al principio dude, pero fue tan insistente su petición, que obedecí. Caminé despacio y por primera vez vi desnuda de cerca a mi madre, no cabía duda que era una Milf con todas las letras, vi sus monumentales tetas con pezones hinchados y dos aureolas de color café que rodeaban los pezones, su cuerpo no tenía nada de grasa, era puro musculo, sus piernas estaban bien torneadas debido al gimnasio y su culo era envidiable por cualquier vedette o actriz porno, ya que estaba duro, grande y bien parado, no podía creer la hembra que le había entregado a Ricardo, una mujer que bien podría ser la fantasía de cualquier empresario millonario y él la había hecho realidad.
Al estar parada ella estaba expectante para saber que se le ocurriría a su macho, Ricardo me tomó la mano y me hizo la indicación de que le tocara una teta, yo podía escuchar la respiración agitada de ella y efectivamente puse la mano sobre su seno, lo sentí suave y firme, curiosamente aunque era de mi madre no dejaba de ser un pecho hermoso, que pertenecía a una Milf, él volvió a sujetarme la mano y me obligó a bajarla e introducirle un dedo en la concha, al hacerlo ella pegó un respingo, en mi dedo pude percibir lo cálida y mojada que tenía la vagina, sin contenerme me arrodille y aspiré el delicado perfume de su concha recién cogida, me llené las fosas nasales con las feromonas que emanaba, acerqué más mi cara y le di un dulce y delicado beso en su concha usada y abierta, un líquido viscoso se me pegoteó en los labios, era parte de los flujos que derramó al alcanzar el orgasmo, me levanté y recreando cuando era un infante, me prendí a sus tetas y las chupé con hambre saltando de una a otra, notando como en mi boca los pezones se iban endureciendo, para terminar mi faena lamí varios minutos ese culo deslumbrante, le separé los glúteos y mi lengua se perdió en esa zanja. Me enloquecía escucharla gemir gracias a mis caricias y si no fuera que el macho alfa me apartó juro que hubiera perdido mi virginidad con ella.
Ricardo ocupó mi lugar, el lugar que le correspondía claramente a él porque ella era su hembra, se paró frente a ella y la abrazó, acto seguido la besó con pasión y con mucha lengua, asombrosamente ella respondió al beso sacando su lengua y jugando con la de él, el sonido de sus bocas intercambiando saliva me hizo acabar dentro de mis pantalones. No sé cuánto tiempo pasó hasta que él se separó de ella y se me acercó para susurrarme en el oído que quería que viera como le llenaba la concha de leche a mi madre, en primer plano, en vivo y en directo. Se aproximó a ella, la tomó de la cintura y la llevó caminando hacia el sillón, me hizo la seña de que arrodillara enfrente de este mueble y él se sentó, luego ayudó a mamá que lentamente se fuera sentando de espalda a él, por lo que yo fui testigo de cómo mami se fue enterrando ella misma lentamente su tremenda verga hasta el fondo de su concha.
Cuando los huevos hicieron tope, él empezó a bombearla despacio, observé a esa bestial pija entrar y salir del cuerpo de mi madre, luego de varios minutos Ricardo la hizo girar para que se sentara frente a él y así de esta manera poder comerle las tetas mientras ella lo cabalgaba, cuando las embestidas aumentó de velocidad, el pijudo la atrojó hacia él y volvió a besarla, ella no quería esta vez abrir la boca pero él le dijo algo al oído y ella se dejó meter la lengua de su macho. Después de saciarse de la carne de ella por casi una hora, comenzó a reírse burlonamente, a guiñarme un ojo, sacarme la lengua y con sus manos, abrirle los cachetes del culo y en un momento él viéndome a los ojos mientras la cogía le dijo preguntó a ella:
Ricardo: -¿Querés que te deje panzona?... ¿Querés que te preñe, puta?
Me sorprendió el comentario, pero me excito más, ella solo gemía débilmente, por lo que él le dio un pequeño azote en el culo, para recordarle cuál era su castigo sino obedecía.
Mamá: -Siiiiiiii… déjame embarazada… quiero que mi macho me haga un hijo… ese es tu premio por domarme… soy tuya… déjame tu lechita bien adentro así me preñas…
Ricardo: -Eso voy hacer puuuuta…
Comenzó a meter y sacar la verga tan rápido, que de nuevo el sonido de PLAF PLAF PLAF sonó fuerte en casa, cada vez más rápido, más rápido, hasta que ella en una cadena de orgasmo llegó al éxtasis, entonces sin previo aviso y sorpresivamente, le quitó la venda.
Mamá: -¡¡¡HIJO!!! Nooooooooooooooooooooooo
Ricardo continuó bombeando enardecido hasta que emitió un fuerte rugido, en donde sus piernas se tensaron y comencé a ver como brotaba de la irritada concha un líquido blanco que escurría por la base de la verga, le había inundado de leche la concha como nunca.
Mamá: -Hijo no mirés, noooooooo… ahhhhhhhhhhhh… por favor andate… uhhh… déjame que te explique…
Escrito por: Gus Becker
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Excelente relato, siempre es una alegría cuando publican.
ResponderBorrarsublime relato, muy recomendado para todos, solo espero que la segunda parte salga pronto. infinitas gracias mi amigo la manera en como describes las sensaciones de celos es tremendamente mortal te mete de lleno en el relato...
ResponderBorrarAmigo, "EDIPO NO RESUELTO", la última publicación de RELATO PRIVADOS no la comentaste, de no hacerlo en unos días perderás la membresía, conoces las reglas y pasaron 3 meses.
Borrarsaludos
Ya esperaba con ansias otros relato tuyo son mis preferidos, obviamente como en todos espero la segunda parte y gracias por seguir publicando luisenrique2017ramirez@gmail.com
ResponderBorrarDe los mejores relatos sin lugar a dudas estaremos esperando la segunda parte con la mano en el bolsillo
ResponderBorrarRelato sublime nunca me canso de leerlos por favor nunca nos dejen, gracias por seguir publicando
ResponderBorrarAmigos este es mi nuevo TW --> https://twitter.com/GusxBecker
ResponderBorrarPor favor síganme y den RT a mis post para recuperar seguidores.
Gracias como siempre.
Gracias Gus, siempre tienes buen contenido. Att Dizzy (dizzygill54@gmail.com)
BorrarListo 👍 tienes un seguidor más como siempre
Borrarmuy buen relato como siempre
ResponderBorrarVolver a leerlo... Con el morbo de saber y seguir la historia. Gracias x subirlo!!
ResponderBorrarAaaaa que ricura de relato, no soy fan de las violaciones, pero el vouyerismo tan fuerte es exquisito. Felicidades por otra obra maestra. Ya espero con ansias la siguiente parte para saber que más pasó y como emputece a otras
ResponderBorrarEste relato se tendría que leer con un par de brazos adicionales, para poder pajearse a 4 manos jejeje, excelente maestro como siempre. Saludos de CuckoldBoy
ResponderBorrarExcelente!!!
ResponderBorrarEste relato es el Everest del morbo.
Gracias por ser como sos jajaja
excelente muy buen relato
ResponderBorrarTremendo relato... El morbo, la lujuria, es impresionante. Todos aquellos relatos en dónde se encuentran relacionados hijos, madres y los machos que las frecuentan, generan una sensación... Huau... El macho, que se coge a la madre, merece que tenga la posibilidad de explorar nuevas situaciones familiares.... Esperemos que se pueda continuar. Gracias
ResponderBorrarperdón que insista, acabo de hacerme un par de pajas en tu honor, sds
ResponderBorrarQUE RELATASO!!!!! Buenísimo... uno de los mejores relatos que leí. MUCHAS GRACIAS!!!!!
ResponderBorrarmuy buen relato
ResponderBorrarNada como un exelente relato para ir terminando el año .
ResponderBorrarOjala que el año entrante nos llenen de emociones al leer nuevos relatos y porque no nuevos autores .
Abrasos enormes marcel y gus .
Si mr.dejas aportar nuevas ideas te lo hago saber al mail y nuevamente gracias por confiar en mi al dejarme subir mis historias .
Muy buen relato cuando sale la parte 2 y como podría ver los relatos privados?
ResponderBorrarBrutal relato. Una ereccion de principio a fin. A espera de la segunda parte
ResponderBorrarMuy buen relato me calento mucho, yo tambien tengo esa fantasia con mimamá ojala alguen dia se me cumpla
ResponderBorrarMuy bueno y excitante como puedo entrar a los RELATOS PRIVADOS ya me leí todos los que aquí y están muy buenos
ResponderBorrarespectacular felicitaciones mi email es geminisarg3@gmail.com
ResponderBorrarQue admirable relato, es para mi uno de los mejores de todos los que han hecho. Me encanta el morbo de como va domando a la madre. Hace poco vi un vídeo en la red de como una mujer le perrea a un amigo de su hijo. Espero hacérselos llegar
ResponderBorrarme encanta el relato amigos o bullys con una milf es una temática que me gusta mucho,combinado con la rudeza de de como posee a su madre, genial
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarEncantado con este relato con todo ese rol uff
ResponderBorrarSaludos Guss si que te unpiraste
que bueno y morboso el sometimiento de Luciana frente al hijo, la segunda parte seguro es mejor
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarque bueno el relatos, esta bastante morboso la situacion, el papel del hijo y el de Luciana, da ñpara mas
ResponderBorrarestos relatos son mis preferidos, hay que ver como sigue: Que hara luciana ahora que quedo expuesta ante el hijo? que morbo!
ResponderBorrarotro relato increible, el modo en que se van sucediendo las cosas, y como la va domando
ResponderBorrarme gusta la historia, hay que ver como sigue
ResponderBorrarbueno, muy bueno, que suerte leer vuestros relatos, vamos por mas, saludos
ResponderBorrareste relato se paso, uno de los mejores
ResponderBorrarQue manera de manejar el morbo... estos relatos son una joya, los protagonistas, antagonistas, y como se describe todo... deberian ser considerados patrimonio literario
ResponderBorrargracias! por el relato esta lleno de morbo, no puedo imaginar como seguira
ResponderBorrarno dejo de calentarme con el relato, espero la segunda parte que seguro viene mejor
ResponderBorrarmuy buen relato! ansio leer la segunda parte,
ResponderBorrarexelente el relato, me gusta la actitud del hijo
ResponderBorrarotro relato super bueno, me gustan los protagonistas el papel que desempeña cada uno, ojala salga la segunda parte
ResponderBorrarMe gustan los personajes. Y la forma en q la van sonando y el hijo va viendo
ResponderBorrarincreible relato de principio al fin, lo recomiendo
ResponderBorrarexelente, me gustan los relatos de esta pagina, son increibles!!!!
ResponderBorrargracias por el relato, igual que los demas esta muy bueno
ResponderBorrarExekente relato con muy buena trama
ResponderBorrarRelatazo. Me encanta cuando la madre se resiste y resiste para luego terminar claudicando como la puta que es. Gracias al autor. Esperando la continuación.
ResponderBorrarsoyreinadepicas@gmail.com
que manera de manejar el morbo, espero la segunda parte que seguro viene mejor
ResponderBorrarmuy bueno el argumento, el papel del hijo permitiendole la entrada a la casa al maton y como se desenvuelve la trama, espero que siga
ResponderBorrargran relato, la trama esta muy buena, el hijo la entrega en bandeja, ja ja ja
ResponderBorrarsin duda una de mis relatos favoritos
ResponderBorrarbastante caliente, me gustaria ver como sigue!! muy buen relato
ResponderBorrarbuenisimo, como siempre un buen relato lleno de calentura
ResponderBorrarrelato bien caliente, espero haya una segunda parte, me intriga saber que va a pasar
ResponderBorrarMuy buen relato, de que verdad que al principio el ritmo si se me hizo algo tedioso ya que, estoy acostumbrado a los relatos que casi empezando van directo al sexo pero aún así continúe leyendo y que bueno que lo hice!. Creo que la construcción de los eventos antes de que Ricardo se fornicara a la madre en las escaleras, aunque se me hizo algo tediosa como ya mencione, le da las bases para desarrollar la atmósfera de la perspectiva del hijo que me termino atrapando y también la construcción de la madre físicamente uuufff! esperanza Gómez que buena esa!
ResponderBorrarRealmente, espero que Luciana en la segunda parte termine totalmente dominada a tal punto de que no le importe que su hijo e incluso, esposo la vean coger con ricardo, y que este, se burle del esposo en su cara así como lo hace con el hijo de luciana... algún apodo tipo "cornudo", y cuando descubra que el marido de Luciana tiene el pene pequeño le apode "meñique", "cuello de tortuga" o algo así de forma humillante... total de tal palo tal astilla, no? Si el hijo de Luciana tiene un pitito su padre lo debe tener más chiquitito... Presiento que Ricardo se quedará a vivir en la casa con Luciana y sacará a la calle al padre y al hijo para formar su propia familia con Luciana, o se llevará a su mujer lejos de ellos a donde tenía pensado refugiarse hasta que lo dejen de buscar.
Excelente relato me encantó y me dieron ganas de que algún amigo folle a mi mamá 🔥
ResponderBorrarOjalá salga pronto la segunda parte, aunque ya lo leí la primera ves que lo publicaron me gustó leerlo de nuevo
ResponderBorrarme gusto mucho el morbo de ricardo ya quiero saber quienes son las otras mujeres de su macho... me gustaria estar en los relatos privados mi gmail es luciovi338@gmail.com
ResponderBorrarMe gusta como el hijo al final presencia todo. Ojala se den más situaciones asi
ResponderBorrarGran relato. Me gusta como Ricardo la va domando incluso frente al hijo sumiso. Quedo en la mejor parte. Como seguirá? Ojala siga con la domesticación al punto de follarla frente al hijo sin ningún descaro
ResponderBorrarExcelente relato, me agrada la forma en que la madre se humilla tanto por una verga. Esperando con ansias la segunda parte
ResponderBorrarLa verdad es q me encanta la trama y el morbo q le pusiste a este relato más cuando la madre se hace la dura y es bien tola
ResponderBorrarmuy buen relato, me gusta como vas desarrollando toda el ambiente y los diálogos del relato
ResponderBorrarPendejo. Violacan atumadre y tu dejabas. Que putoeres debieron violarte a ti
ResponderBorrarExcelente relato!! Me encantaría tener la suerte del protagonista de tener una madre tan puta y ser testigo presencial de como pidió que le dejen la conchita con leche para poder ser embarazada por su macho dominante!
ResponderBorrarSiempre el mejor gus
ResponderBorrarUn relato realmente morboso, me queda la curiosad si habra una siguiente parte, el titulo del relato dice el macho de mi madre y mis mujeres, quienes son las otras?, tal vez una tia? la enamorada del hijo? el relato da para mas y espero que haya otras siguientes partes
ResponderBorrarolvide mencionar mi email, me gustaría leer tus relatos privados edueduardov@gmail.com
BorrarMuy buenos y más con las excitante Esperanza que me dejo bien seco, 100% fan de tus relatos
ResponderBorrarExcelente relato muy erótico pero para cuando la parte 2?
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