La
verdad es que esta es una situación extraña que todavía no he
digerido demasiado bien y me cuesta expresarla, lo paradójico es que
pensaba que esos relatos eróticos que se leen por en el blog de Gus
Becker & Marcel Milord (www.gusbeckerelatos.blogspot.com) eran
historias muy exageradas que no pasaban en la vida real, pero desde
hace un par de semanas me di cuenta de mi error.
Para
una mejor comprensión de los hechos es mejor que me presente y haga
lo propio con todos los protagonistas, mi nombre es Pablo y tengo 24
años, mido 1,87 mts y voy al gimnasio regularmente, no para ser un
fisicoculturista sino para no echar panza, mi novia se llama Mariana,
tiene 23 años, mide 1,71 mts de altura, delgada, cabellera ondulada
castaña que le llega por debajo de los hombros, ojos celestes, una
boca con labios carnosos que suplican besarlos, sus medidas son
cercanas a los 90-60-90, es muy deslumbrante no solamente por su
belleza, también por su forma provocativa de vestir y quien la ve
pasar pensaría que es modelo, además tiene una sonrisa a flor de
piel, siempre está de buen humor.
Mamá
se llama Elena, tiene 46 años, 1,74 mts de altura, es rubia de pelo
lacio, ojos color miel, tiene los senos muy grandes y la cintura
marcada, es muy delgada y gracias a sus clases de pilates la cola la
tiene parada. Daniel es el nombre de mi papá, tiene 49, mide 1,90
mts, muy fornido sin ser gordo, voz ronca, barba bien recortada y con
bastante pelo en todo el cuerpo, tanto que cuando está en cuero
parece que llevara un pullover.
Llevamos
más de un año de novios y desde hace dos meses estamos conviviendo
juntos, pero como mis padres viven en otra ciudad, lamentablemente
nunca se dieron las cosas para que se conozcan. Aprovechamos semana
santa para visitar a mis padres y que al fin conozcan a la mujer con
que me voy a casar, ella estaba muy contenta y tenía ganas que
llegue el momento, un par de días antes de nuestro viaje ya había
preparado el equipaje y a cada rato me hacia preguntas como:
Mariana:
-¿Amor le voy a caer bien?
Yo:
-Claro, si sos una princesa...
Mariana:
-¿Cómo son?
Yo:
-Papá tiene dos antenas y mamá es de color verde...
Mariana:
-jajajajajaja... no bolas, me refiero a como son de carácter...
Yo:
-Normal, que se yo... papá es como todos los escribanos
bastante callado, siempre dice las cosas de frente y sin rodeos, en
algunas cosas es estricto y lo que quiere por lo general lo consigue,
en cambio mamá es más simpática, es ama de casa y se la pasa
permanentemente cocinando cosas ricas o arreglando las plantas...
Mariana:
-¿Y la casa en dónde viven como es?
Yo:
-Una casa grande a las afueras de la ciudad, con un parque muy
grande, muchos árboles y flores, es bastante tranquilo, todos los
vecinos se conocen con todos...
Al
llegar mis padres salieron a recibirnos muy efusivamente y casi todas
las muestras de cariño se las llevó mi novia, que ni bien entramos
mamá se la llevó a la cocina para servirle una porción abundante
de guiso casero y charlar para ponerse al día. Papá luego de un
fuerte abrazo, me ayudó a subir el equipaje a la que fuera mi
habitación de niño y me felicitó por lo bella que es Mariana.
Luego nos sentamos a la mesa para comer junto con las mujeres, fueron
dos horas de casi un interrogatorio en donde nos preguntaron como y
donde nos conocimos, sobre la familia de mi novia, que planes tenemos
para el futuro, si a ella le gustaban los niños.
Luego
del almuerzo la llevé a mi novia a recorrer mi ciudad y que conozca
a mis amigos. A nuestro regreso nos bañamos y cambiamos de prendas,
porque mis padres nos anunciaron que iríamos a cenar a la casa de
Manuel y su esposa Susana. Él es mi padrino y el mejor amigo de
papá, tienen la misma edad, es un par de centímetros más alto que
mi padre pero mucho más delgado y con una calvicie incipiente que
apenas se aprecia dado su altura; Susana tiene 50 años pero gracias
a varias cirugías plásticas tiene el cuerpo de una muchacha de 30
años, es morocha de pelo largo, busto mediano pero firme, nalgas
prominentes y mide 1,68 mts de altura. La diferencia de altura entre
ambos siempre fue blanco de chistes entre familiares y amigos, pero
debo confesar que a mi siempre me causó algo de morbo, era como
imaginar a King Kong haciéndole el amor a la protagonista de la
película.
La
cena fue bien y después vimos una película. Luego volvimos a casa y
nos acostamos. La verdad es que ese día no paso nada a destacar,
solo el que Mariana se llevaba muy bien con mis padres, sobre todo
con mi padre; pero nada fuera de la normal. A la mañana siguiente
nos levantamos y cuando estábamos desayunando llegó mi padre.
Daniel:
-Buenos días, ¿Durmieron bien?
Mariana:
-Sí, gracias. Es muy cómoda esa cama.
Daniel:
-Es que el colchón es nuevo, lo están estrenando. Pablo, necesito
que vengas conmigo para ayudarme con el arreglo del techo del
quincho...
Yo:
-Ok, voy pero…
Elena:
-No te preocupes. Ella viene conmigo a la piscina de Susana -en tono
de broma- así se broncea un poco que está tan blanca jajaja.
Mariana:
-Pero no he traído biquini.
Elena:
-No te preocupes, ya se nos ocurrirá algo.
Yo
me fui con mi padre y ellas se fueron a la piscina, tras casi dos
horas de idas y venidas y de ayudarlo con otras cosas, por fin
terminamos. Estábamos sudados y, tras una ducha rápida, nos pusimos
un bañador (mi padre me prestó uno) y nos fuimos a casa de Susana,
al llegar me llevé una pequeña sorpresa, ¡Estaban las tres
acostadas en unas reposeras tomando sol desnudas! Me sorprendió,
aunque no mucho, a mis padres les gustaba ir a playas donde
practiquen el nudismo, incluso les había acompañado algunas veces,
pero nunca me imagine que a Mariana le gustara.
Daniel:
-Señoras, a sus pies... -haciendo una reverencia-, Mariana, todo lo
que dije ayer me parece poco, ¡Estás increíble! ¿De quién ha
sido la idea?
Elena:
-Pues como ella no tenía bikini, estábamos buscando uno pero como
no le quedaba ninguno... ya ves como lo resolvimos.
La
verdad es que mi novia es un monumento a la belleza femenina y en esa
ocasión estaba muy sexy, tumbada, desnuda con su cuerpo brilloso por
el sudor, con las lentes de sol, sin ningún pelo salvo en la
cabellera y con su piel blanquísima.
Daniel:
-Con el permiso de las Ladies, voy hacer lo mismo que ustedes.
Mi
padre se quitó el bañador y dejó a la vista una verga de buen
tamaño, de largo casi igual que la mía, calculo unos 18 cms, pero
la suya era es mucho más gruesa. Ya la tenía un poco levantada lo
que no pasó desapercibido por ellas.
Elena:
-¿Qué pasa? Cuando nos desnudamos no se te pone así – y mirando
a Mariana, prosiguió- eso es culpa tuya.
Mariana:
-riéndose- Eso me demuestra que lo que dice de mí es cierto y que
no lo dijo por cumplir jajaja.
Daniel:
-¿Acaso lo dudabas?
El
resto de la mañana lo pasamos en la piscina, hablando y poniendonos
al día de todo, menos mi padre que permaneció en silencio, estaba
más preocupado por Mariana que por otra cosa. Por una parte no me
hacía mucha gracia que la mirara así, pero por otro lado había que
ponerse en su lugar, tener una mujer preciosa, joven y desnuda
cerquita de él. Cuando íbamos a la playa, a pesar de no ir desnuda
como ahora y llevar bikini, minúsculas por cierto, siempre dejaba a
varios hombres boquiabiertos a su paso.
Llegó
hora del almuerzo, salimos del agua y nos vestimos para comer,
después volvimos a casa y dormimos una reparadora siesta, más tarde
cenamos en casa pero después salimos por ahí a tomar algo, mi novia
se puso una minifalda celeste y una musculosa de tirantes color salmón muy ajustada, con un escote generoso y botitas de tacos altos, mi madre y Susana también iban
bastante provocativas, pero no tanto como Mariana. Fuimos al centro
en la camioneta de mi padre y llegamos a un pub no demasiado
concurrido, entramos, nos sentamos en una mesa de la terraza y
empezamos a beber cervezas, la siguiente ronda fue de tragos y antes
de terminarla mi novia me sacó a bailar, tras unos minutos, mi padre
se nos acercó y me pidió bailar con ella, a lo que accedí sin
muchas ganas. Al volver a la mesa estaba solamente Susana.
Yo:
-¿Y mi madre?
Susana:
-No sé, estaba bailando con Manuel, pero no los veo, solo a tu padre
y a tu novia... y bastante animados... ten cuidado, que te la quita
jajajaja.
Yo:
-riéndome- No creo.
La
verdad es que mi padre con la excusa del baile estaba bastante pegado
a mi novia y ella no hacía demasiado por evitarlo, al cabo de unos
diez minutos volvieron a la mesa mamá y Manuel.
Yo:
-¿Dónde estaban?
Elena:
-Fuimos al baño.
Yo:
-¿Mucha cola?
Manuel:
Si muy grande... como me gustan.
Susana,
Manuel y mamá rieron, yo no supe el motivo, ya que no le quitaba los
ojos de encima a mi novia, que en ese momento estaba bailando
abrazada a mi padre, quien él le decía cosas al oído y ella reía.
Un rato largo después, salieron de la pista y se sentaron junto a
nosotros, pedimos otra ronda de tragos y seguimos charlando hasta que
la noche llegó a su fin, pagamos la cuenta y salimos con rumbo a
nuestras casas, durante el camino no hablé demasiado pensando en los
apretado que bailaron papá y Mariana en el pub y en lo que me dijo
Susana que tuviera cuidado, pero al llegar a casa decidí olvidarlo y
no darle mayor importancia, pensando que había visto cosas que no
eran para tanto.
Por
la mañana, me desperté a eso de las las diez y para mi sorpresa
Mariana no estaba conmigo en la cama, bajé a la cocina y allí me
encontré a mi madre desayunando, muy sensual con un camisón de seda
color carne que le llegaba a los muslos y un salto de cama largo y de
encajes del mismo color.
Yo:
-Buen día má, ¿Viste a Mariana?
Elena:
-Hola hijo, espero que hayas dormido bien, tu novia está en el
quincho, quería ver los pájaros que tiene tu padre y él se los
está enseñando.
Yo:
-Ah, ok, ¿Llevan mucho tiempo?
Elena:
-No, unos quince minutos. ¿Por qué?
Yo:
-No, por nada... para saber.
En
ese momento llegaron los dos, riéndose.
Mariana:
-Hola amor, al fin te despertaste, ¿Hace mucho que estás levantado?
Yo:
-Hola cielo... no, hace un rato, ¿Y vos?
Mariana:
-Hará una hora más o menos.
Yo:
-¿Viendo los pájaros?
Mariana:
-Sí, tu padre padre me estuvo enseñando uno muy lindo que tiene una cabeza enorme y me dejo
acariciarlo...
Yo:
-¿Qué?
Daniel:
-Se refiere al Cabecirrojo, entre todos le gustó ese... lo saqué de
la jaula y se lo puse entre sus manos, para que lo acaricie.
No
me hizo mucha gracia la forma en que sonreían y menos después de lo
que había pasado la noche anterior con el pub, la verdad es que me
estaba incomodando la situación, pero trataba de disimular y no
decir nada para no crear una situación incomoda. Mis padres y
Mariana se llevaban bien y yo estaba muy a gusto con ella y no quería
estropearlo.
Durante
toda la mañana mi papá no dejó de mirar a mi mujer. A la hora del
almuerzo, cuando me iba a sentar como siempre al lado de Mariana, mi
padre me ganó de mano y tuve que irme a sentar al otro lado, pero mi
madre me dijo que ese era su lugar y que me sentara en otra silla,
por lo tanto en la mesa redonda, mi novia quedó entre mis padres y
yo me ubiqué en frente de ella, a través de la superficie vidriada
de la mesa durante la comida pude ver como mi padre le apoyaba una
mano sobre los muslos de Mariana y que ella no hacía mucho por
evitarlo, la mano colocada allí duraba poco pero lo repitió
constantemente y lo peor es que en la cena ellos siguieron con ese
"juego", pero esta vez pude ver menos, ya que vinieron a
comer Susana y Manuel y a mí me toco el sitio más lejos de Mariana
y mi padre que volvía a estar a su lado. Luego de la sobremesa mamá
propuso algo:
Elena:
-¿Qué les parece si jugamos a las cartas?
Daniel:
-Me parece bien.
Mariana:
-Me encanta.
Elena:
-Ok, entonces voy a buscar la baraja y jugamos al cuadrado.
La
verdad es que en un primer momento no me agradó la idea, pero luego
me pareció bien para olvidarme de mis malos pensamientos.
Antes
de seguir voy a hacer un pequeño paréntesis para explicar en qué
consiste el juego por si alguien no lo conoce, se juega por parejas y
todos se ponen en círculo con tu pareja enfrente, cada uno tiene 4
cartas y se ponen 4 cartas boca arriba en el centro, cada jugador
puede cambiar una carta de su mano por otra del centro, las veces que
quiera, como si quiere cambiarlas todas, y todas las cartas que se
encuentren en el centro pueden ser agarradas por quien quiera. El
objetivo del juego consiste en conseguir cuatro cartas del mismo
número, quien lo haya logrado tiene que, mediante alguna contraseña
previamente establecida, hacérselo saber al otro para que este diga
CUADRADO, entonces el que tiene las 4 cartas iguales las enseña para
verificar y así obtiene un punto, gana la pareja que más puntos
consiga, estableciéndose como límite el que cada uno quiera, la
dificultad radica en que el resto de jugadores puede decir CORTO
CUADRADO cuando pueda interpretar que alguna pareja tiene cuadrado,
al decir esto tendrá que indicar la pareja a la que se refiere,
ganando el punto si es cierto y dándole el punto a la otra pareja si
es falso. Evidentemente se puede hacer gestos para engañar a los
otros y forzar a decir CORTO CUADRADO, cuando es mentira y así ganar
el punto. Si llega el momento en el que nadie quiere las cartas del
centro, estas 4 se cambian por otras 4 del resto de la baraja.
Como
ven el juego no tiene demasiada dificultad. Mi madre fue a buscar las
cartas, pero al volver trajo las cartas, una botella de whisky y 6
vasos.
Elena:
-Vamos a darle un poquito de emoción y diversión al juego... hijo y
Mariana, les cuento que nosotros solemos jugar de un forma, un tanto
especial.
Daniel:
-Sí, nosotros jugamos a quince puntos, pero negativos, es decir,
pierde el que llegue a 15 y gana el que menos puntos consiga... si
una pareja gana la mano, no se le suma nada y al resto se le suma 1
punto, entonces todos, menos los que han ganado la mano, se tomaron
un chupito bien cargadito de whisky.
Susana:
-El juego sigue así hasta que se llega a los 10 puntos, en ese
momento, cada punto que se siga sumando, implica que hay que quitarse
una prenda como castigo, para lo cual cada uno debe llevar cinco
prendas encima, la pareja que llegue a 15 se quedara desnuda y habrá
perdido, ganando los que menos puntos tenga, los cuales tendrán
derecho a ponerles un castigo a los perdedores.
Elena:
-Bueno... ¿Qué les parece?, ¿Se animan?
Mariana:
-Parece divertido... por mi está bien.
A
mí no me hizo gracia las reglas con las que ellos jugaban y me causó
ira que mi novia aceptara, se los estaba por decir cuando mi madre me
interrumpió.
Elena:
-Bueno, ya que todos estamos de acuerdo, vamos a formar las
parejas...
Yo:
-¿Eh?
Elena:
-Sería muy aburrido que Susana y yo estuviéramos con nuestros
maridos, y vos con tu novia.
Daniel:
-Si jugáramos así estaríamos más aburridos que pajero mango
jajajaja... por eso Mariana vos vas hacer pareja conmigo, Elena con
Manuel y vos hijo con Susana.
No
sabía que decir ni como oponerme porque todos parecían estar de
acuerdo.
Susana:
-Vení Pablo, vamos al rincón así nos ponemos de acuerdo que señas
hacer.
No
me apetecía jugar, pero todos querían y no deseaba estropearlo y
ser un aguafiestas, por lo tanto, me senté a la mesa pensando en
alguna estrategia para evitar que perdieran mi padre y mi novia,
teniendo en cuenta como estaba la situación, tenía que perder yo,
podía empezar a decir "corto cuadrado" sin sentido, pero
eso iba a resultar demasiado evidente, así que decidí hacerlo de
manera un poco más sutil.
Empezamos
a jugar, las manos se fueron sucediendo una tras otras y perdí un
par de veces como me lo había planeado, pero al querer ahogar mi
fastidio en whisky, me emborraché y me costó concentrarme en el
juego, cuando me quise dar cuanta, mamá gritó.
Elena:
-¡Llegaron a 10!
Se
refería a Mariana y a mi padre que estaban a punto de perder el
partido. Si bien yo había empezado perdiendo, después estúpidamente
gané algunas y me me hice lío con la cuenta de los puntos, cuando
me quise dar cuenta ellos ya tenían 10 puntos, Susana y yo 6 puntos
y mamá con Manuel 4. ¡Mi novia no habían ganado ninguna mano! Es
cierto que ella no sabía jugar muy bien, pero mi padre era un
experto, y aún así, no habían ganado ni siquiera una mísera
partida.
La
siguiente mano la ganó mi madre y Manuel, así que les tocaba
quitarse algo a la pareja de mi novia, pero como hacía calor, papá
solo llevaba puesto tres prendas (camisa de mangas cortas, pantalón
y calzoncillos) y Mariana cuatro (remera, pollera, sujetador y
tanga), por lo tanto se arregló que seguirían bebiendo hasta que se
quitaran algo. Ellos ya estaban con 11 puntos.
Jugamos
otra mano, cuando estaba por cantarle “corto” a mi novia para
perder yo, y que ellos ganen, Mariana se adelantó y se lo dijo a mi
madre, era falso, por consiguiente a los perdedores, o sea, a mi
novia, mi papá, a Susana y a mí, nos tocaba bebernos un chupito y
quitarnos una prenda.
Así
lo hicimos, cuando llegó el turno de Mariana, hizo un fondo blanco
con el whisky, se levantó, y mirando a mi padre a los ojos, se quitó
la remera blanca con la lengua roja de los Rolling Stones,
enseñándonos su sostén pequeño blanco. Todos (menos yo) la
aplaudieron y alentaron mientras lo hacía. Ya habían alcanzado los
12 puntos.
La
siguiente ronda, para mi desgracia la ganó la idiota de Susana al
darse cuenta de las barajas que tenía mi madre. Otra vez perdía
Mariana.
Elena:
-¡Dale, Mariana! A este ritmo te quedas en bolas y todos nosotros
con ropa jajajajajaja.
Mariana:
-Todos no... tu marido también va a quedar desnudo.
Daniel:
-Es verdad...
Mi
padre se levantó y se quitó la camisa, mientras que mi novia se
despojó de la falda tableada estilo escocesa que le llegaba a la
mitad de los muslos, quedando en ropa interior y deslumbrando a todos
con su hermoso cuerpo apenas tapado.
Cuando
perdieron la siguiente mano, mi padre se quitó los pantalones
bastante rápido pero a pesar de su velocidad pude darme cuenta de su
erección apenas contenida en los calzoncillos, por su parte Mariana
se levantó, se desabrochó el brasier muy despacito y se cubrió con
un brazo un poco las tetas. Reconozco que observarla así, el
contexto o el alcohol, no sé bien que, me la puso dura a mí
también.
Manuel:
-¡Vamos Mariana!, Enzéñalas no seas tímida jajaja
Mi
novia dejó caer el corpiño dejando a la vista sus preciosas tetas
con sus pezones rojizos en punta.
Como
pueden imaginar la siguientes dos rondas también la perdieron ellos,
alcanzando los 15 puntos, Susana y yo 9 puntos y 6 puntos para mamá
y Manuel.
Papá
y Mariana se levantaron sin decir palabras y se pusieron uno al lado
del otro.
Daniel:
-A la cuenta de tres nos quitamos lo que nos queda, ¿Ok?
Mariana:
-¡Dale!
Nuevamente,
todos menos yo, en voz alta empezaron una cuenta regresiva: Una, dos
y... ¡Tres!
Los
dos cumplieron y se desnudaron rápidamente, de golpe, papá quedó
con su gruesa verga en estado de erección, con un glande que
asustaba por lo enorme, Mariana la vio y se río.
Mariana:
-¿Suegrito, así te la pongo?
Daniel:
-Ya ves.
Mariana:
-Muy buena herramienta... ¿Sabes cómo usarla? jajajaja
Los
dos se dieron un pequeño abrazo mientras los demás reían, a mí no
me hizo ninguna gracia aquello de ver a mi novia y mi padre abrazarse
desnudos y alegres por haber perdido. Me levanté enfadado de mi
asiento con la idea de marcharme a la habitación.
Yo:
Mariana, me voy a dormir, te espero en la cama.
Estaba
por subir las escaleras cuando escuché la voz de mi madre.
Elena:
Espera, no te puedes ir... todavía queda el castigo. Nosotros, los
ganadores, tenemos que fijar la pena -tras hacerse un poco la
interesante- mañana estarán todo el día desnudo jajaja.
Yo:
-¡¿Cómo?!
Esto
era el colmo, caminé hasta el salón a gritarles algo, pero todos
empezaron a festejar y reírse, masticando bronca me largué y fui a
acostarme. Trate por todos los medios dormirme pronto para olvidar lo
sucedido, pero me costó y para colmo el calor no ayudaba, esto
estaba pasándose de la raya, una cosa es llevarse bien con tu nuera
y otra verla desnuda y que te pongas al palo.
Estaba
ensimismado con mis pensamientos, cuando pasados unos veinte minutos
desde me acosté, entró mi novia con sus prendas en la mano, la muy
zorra no había tenido tiempo de volver a ponérselas, las tiró
encima de una silla y se metió en la cama así como estaba, desnuda.
Yo:
-¿Te parece bien lo que pasó?
Mariana:
-¿A qué te refieres?
Yo:
-¿A qué va a ser? A que te exhibas en bolas delante de mi padre y
se la pongas dura.
Mariana:
-¿Qué querés que haga yo? Era un juego y esas eran las reglas, él
siempre dice que estoy muy buena y tu padre es un hombre, esa es una
reacción normal.
Yo:
-¿También es normal los abrazos y las miraditas?
Mariana:
-¡Sí! En el juego había que hacerse señas y nosotros nos la
hacíamos con los ojos, ¿Qué te pasa?, Si estás celoso es tu
problema, no te la agarres conmigo...
Yo:
-Te comportaste como una puta.
Mariana:
-¡¿Qué?! Te vas arrepentir de llamarme así... La verdad que tu
papi no está nada mal, tiene mejor pija que vos y si puedo me lo
cojo... ¿Eso querías oír? Esta puta, como vos me llamaste te lo
acaba de decir en la cara...
Yo: -¿Pero qué decís? Estás borracha.
Mariana:
-Puede que sí o puede que no, pero ahora déjame tranquila que
quiero dormir.
Como
ya dije Mariana es bastante provocativa y lanzada, aunque creo que
estuve mal en insultarla y gritarle. La deje dormir y, yo también me
dejé dormir, a la mañana siguiente me levanté y Mariana seguía
dormida, no la quise despertar, bajé a desayunar y en la cocina me
encontré con mamá.
Elena:
-Hola hijo, tienes cara de haber pasado una mala noche.
Yo:
-Hola, no dormí bien.
Me
estaba sirviendo en un tazón cereales con leche cuando llegó mi
padre desnudo, con la verga morcillona, oscilando como un péndulo,
al verlo me extrañé.
Yo:
-¿Qué haces así?
Daniel:
-La apuesta, ¿Te olvidaste?
Yo:
-Ahh… claro, la apuesta, ¿Pensás seguir con esa mierda?
Daniel:
-Las deudas de juego son sagradas... ¿Y tu novia?
Yo:
-¿Por qué? ¿No la viste lo suficiente ayer?
Daniel:
-Sí, pero ver a una mujer despampanante como Mariana desnuda es un
regalo y de eso nunca me voy a cansar.
En
ese momento entró Mariana también desnuda, me besó en la boca
dulcemente, saludó a mi madre besándola en la mejilla y luego
caminó hasta mi padre y le dio un beso cerca de sus labios, después
se sentó a la mesa al lado de mi padre, enfrente de mí.
Daniel:
-Qué cara traes, ¿Estás con resaca?
Mariana:
-Creo que sí, eso y la cama... si bien es cómoda, extraño a la
mía, me duele un poco la espalda y la cintura.
Daniel:
-Si querés te doy un masaje para aliviarte, soy muy bueno, Elena te
lo puede decir.
Elena:
-Sí, es cierto, es un experto... verás como pronto estarás como
nueva.
Mi
novia se acostó en el sofá de la sala y mi padre comenzó a darle
un masaje con un aceite alcanforado que le acercó mi madre.
Mariana:
-mmm... qué delicia... que buenas manos que tiene mi suegrito...
Daniel:
-No solamente tengo buenas manos jejeje...
Mariana:
-Eso es muy cierto jajaja.
Desde
mi lugar en la cocina, me pareció ver como mi padre bajaba más allá
de la cintura, me levanté como si fuera a buscar algo a mi cuarto y
pude confirmar mis sospechas, él le estaba acariciando el culo y
ella no le decía nada.
Yo:
-Creo que ya es suficiente ¿No?
Daniel:
-¡Que pesado estas hoy! Deberías relajarte un poco y no estar tan
tenso... bueno, me al quincho a darle de comer a mis pájaros y
limpiarles las jaulas, luego nos vemos... pero antes me voy a vestir
me voy a poner un delantal, no quiero llenarme de mierda.
Mariana:
-Está bien, pero cuando terminas te lo quitas, nada de trampas.
El
resto de la mañana siguió tranquila, si es que se puede decir
tranquila, ya que Mariana se paseó por toda la casa desnuda y mi
padre igual. A la hora del almuerzo ellos no tuvieron la decencia de
vestirse y al terminar nos fuimos todos al salón a ver una película,
mi padre y Mariana se sentaron en el sofá, medio acostados, de forma
que solo cabían ellos dos, mamá y yo nos sentamos en el otro, que
es más pequeño. Durante el film yo estuve más pendiente de donde
estaban la mano de mi papá y qué hacía Mariana, cuando mi madre me
pidió que la acompañara a la cocina.
Yo:
-¿En qué te ayudo?
Elena:
-Siéntate.
Yo:
-sentándome- Decime.
Elena:
-Yo no dí a luz ni a un ciego ni a un tonto, así que supongo que te
habrás dado cuenta del jueguito de tu padre y Mariana.
Yo:
-Sí...
Elena:
-¿Y, qué opinas?
Yo:
-No me siento cómodo con eso, ver a tu novia y a tu padre tonteando
es algo que me pone los nervios de punta, por cierto, ¿Vos qué
opinas?, No vi que hicieras algo al respecto, ¿Te parece bien?
Elena:
-Sí.
Yo:
-¡¿Cómo?! ¡¿Estás hablando en serio?! ¡¿Te volviste loca?!
Elena:
-¡Callate!, No grites... mirá hijo, te voy a contar una cosa, tu
padre y yo desde hace algún tiempo, practicamos el intercambio.
Yo:
¿Intercambio?
Elena:
Sí... nuestro matrimonio había caído en la rutina y para
inyectarle un poco de pimienta decidimos practicar el intercambio de
parejas... por lo general solemos hacerlo con con Susana y Manuel...
tu padre se ha acostado varias veces con Susana y yo con tu
padrino... para que sepas, el otro día, en el pub, cuando decías
que no me encontrabas, era porque estaba en un reservado chupándole
la verga a Manuel.
Yo:
-¿Es en serio? No sé que decirte... esto no me lo esperaba.
Elena:
-Pues si.
Yo:
-¿Y para qué me contás esto?
Elena:
-Primero, para decirte que no me importa que tu padre tontee o se
acueste con otras, yo también lo hago, segundo, Mariana.... a él le
gusta tu novia desde que la vio... y está claro lo que quiere.
Yo:
-Pero mi mujer no quiere acostarse con él...
Elena:
-¿Está seguro? ¿Cuántas mujeres conoces que se desnuden delante
de un hombre, dejen que la toquen, que la miren, que le digan lo
hermosa que es, que le elogien las tetas y después de todo eso, que
se siente al lado de ese hombre, los dos desnudos? Mariana, te guste
o no, es un poco... puta. A ella le gusta esto, si no ya lo hubiera
detenido, ¿No te parece?, Además, el otro día, entrando en
confianza, le conté que nosotros somos swinger y me dijo que le
agradaría cogerse a tu padre.
Yo:
-¡¿Cómo?!
Elena:
-Lo que escuchaste.
Yo:
-Pero... ¿Mi novia quiere ponerme los cuernos con mi padre?... ¿Qué
hago?
Elena:
-Mira... siempre que dos personas quieren coger, terminan cogiendo,
según lo veo yo, tienes dos opciones, la primera es entrar
embravecido a la sala y gritando barbaridades, esto provocará que tu
padre se enoje, que tu novia se enoje y termine contigo, que vos
regreses a tu ciudad solo y que ellos se queden en casa cogiendo como
conejos. La segunda opción, es aceptarlo y darles tu aprobación, tu
padre te estaría muy agradecido y Mariana estaría contenta,
seguirían juntos y ellos cogerían mucho más tranquilos. Cuernos es
cuando te engañan y si estás enterado no es engaño... eso es
libertad sexual... aumentaría enormemente la confianza entre
ustedes, ya no serían necesarios los secretos que toda pareja
tienen...
Yo:
-Por tus palabras deduzco que prefieres la segunda opción, que sea
un cornudo consentido.
Elena:
-Como te he dicho antes, tu novia no es santa, es una hermosa putita,
por cómo se ha portado aquí, me imagino que hará lo mismo allá en
donde viven... te repito, creo que es mejor saber que tu novia se
acueste con otros y que ese otro sea alguien que conozcas, a que lo
haga por ahí vaya a saber uno con quien, sin que vos lo sepas. Con
papá no corres el riesgo de que te deje por él, y sabes quién se
la coje y que no vas a contagiarte después ningún bicho, si la
querés, y que creo que sí, sabrás que es lo mejor. Por otra parte,
a lo mejor disfrutas, hay mucha gente que le gusta ver a sus esposas
o novias que se la metan otros... entrá en Internet y fijate.
Contestando a lo que mencionaste antes... si, quiero que seas un
cornudo consentido, al menos esta semana... lo que yo haría sería
salir y dejar que hicieran lo que quieran, cuando regresen a casa,
hablas con ella y decidís lo que quieras, pero no estropees tu
relación con tu padre... al menos por dos días.
Mi
madre se levantó y se fue a la sala, yo me quedé unos minutos
esperando en la cocina, reflexionando, no quería enfadarme con mis
padres y lo que decía mamá de que cuando dos quieren coger cojen,
es verdad. Tras pensarlo mucho decidí seguir el consejo de ella, los
dejaría y ya el martes, los dos solos, hablaría con Mariana.
Regresé al sofá y me senté, los tres se quedaron observándome, no
dije nada y me puse a ver la película, pasados unos minutos, mi papá
comenzó a acariciarle las tetas a Mariana mientras ambos me miraban,
viendo que yo no hacía nada, él bajó su mano hasta la concha, ella
abrió sus piernas y él comenzó a masturbarla, contemplando que yo
no reaccionaba, mi padre besó a mi novia de lengua, al tiempo que
con una mano le apretaba las tetas y con la otra le hundía dos dedos
en la concha. Mariana dejó escapar varios gemidos, mamá estaba como
si nada, al cabo de quince minutos pararon y los dos se quedaron
quietos, mirándome.
Daniel:
-Hijo, tienes una novia preciosa y me encantaría cogerla. ¿Me das
tu permiso?
Yo:
-tras unos segundos en los que observé a mi madre y esta me afirmó
con su cabeza- Sí.
Mariana:
-Gracias amor, no sabes las ganas que tengo de meterme esta pija
gorda, mirá lo que es la cabeza... uff, parece un hongo... mmm...
pensar que de acá saliste jijiji... me encanta que me dejes coger
con otro.
Daniel:
-Bueno -viendo a Mariana- Despedite de tu futuro esposo cornudo y
vamos a hacerle crecer la cornamenta.
Mariana:
-Chau, mi amado futuro marido cornudo, me voy a coger con tu papi.
Daniel:
-Y tú, hijo, sé educado, despedite de tu novia, deseándole una
buena cogida.
Yo:
-Adiós.
Mariana:
-Adiós, ¿Qué más?
Yo:
-sin casi mirarlos- Que te cojan bien.
Daniel:
-Vamos a hacerlo en la cama de ustedes, como el colchón es nuevo
será el primer polvo de la cama jajaja.
Papá
y Mariana se fueron hacia nuestra habitación, yo me quedé en la
sala con mamá viendo la película sin pensar en nada, a los pocos
minutos empecé a escuchar los gritos de mi mujer: "Dame
más fuerte", "Hacé un buen cornudo a tu hijo", “Papi
ojalá tu hijito hubiera heredado tu verga”, “Vos si sabés
cogerme y no como mi novio”,
etc.
Mi
madre me miró.
Elena:
-Hiciste lo que debías.
Yo:
-con lágrimas en mis ojos- Creo que no era necesaria esa humillación
por parte de los dos.
Elena:
-Da igual, tienes que entender que solo es un juego, vos seguiles la
corriente y ya está. Ahora se trata de que ellos disfruten, si a
ellos les gusta de esa forma, hacelo y listo.
Yo
seguí fingiendo que veía la película, como a la media hora más o
menos, mi teléfono celular sonó, era Mariana que me mandó un
whatsapp "Vení".
Me levanté del sofá y me dirigí a la habitación, cuando entré
ella estaba boca abajo, con mi padre encima metiéndosela por el
culo.
Daniel:
-Entrá hijo, solo queríamos que vieras como le rompo el culo, me dijo ella que a vos no te deja jajaja...
Mariana:
-Segí... ahh, siii... ¡Mirá a la puta de tu novia cogida por tu
papá! ¡Esto es coger y no la mierda que vos me haces! ¡Andate y
déjame!, esperá a que te llame.
Regresé
al salón, me senté y contuve mis ganas de llorar. ¿Cómo era
posible lo puta que se había vuelto Mariana de repente? Decidí
pasar de todo, que hicieran lo que les dieran la gana. Tras casi dos
horas desde que se fueron en las que supongo que lo harían varias
veces, el celular volvió a sonar, nuevamente Mariana: "Vení
y trae a tu mamá".
Le conté a mi madre, ella sonrió y subimos a la habitación, al
llegar mi novia estaba tumbada en la cama boca arriba con las piernas
abiertas y mi padre a su lado, besándola apasionadamente.
Mariana:
-Túmbate acá a mi lado, quiero que me comas la concha con la leche
calentita de tu papá.
Yo:
-¡¿Qué?! ¡Eso, si que no!
Elena:
-¿Hijo, entonces para qué viniste?
Daniel:
-Elena, el cornudo de tu hijo vino para comerse mi semen mientras le
chupa la concha a la puta de su novia.
Mariana:
-Dale ¿Qué esperas?
Yo:
-No quiero.
Elena:
-Pero hijo... si es rico, probá, a lo mejor te gusta, no hagas un
berrinche como cuando eras chico, acordate que con la remolacha pasó
lo mismo, decías que no te gustaba y al final te gustó... no
desprecies la invitación de tu novia, ella quiere compartir su amor
con vos.
Yo:
-Paso.
Mariana:
-Cornudo, si no haces lo que te digo, te dejo. Vos sabrás que
hacer...
Yo:
-¿No lo dices en serio?
Mariana:
-Creo que en estos dos días te he demostrado de lo que soy capaz,
así que no me pongas a prueba.
El
rictus de su rostro me hizo ver que hablaba en serio, yo no deseaba
que me rompiera conmigo y me abandonara, luego de varios minutos,
decidí tragarme el poquísimo orgullo que me quedaba y dije que sí.
Mi novia seguía acostada para evitar "derramar" mi premio.
Me tumbé, ella se giró rápido y puso su vagina en mi boca, me
cayeron varias gotas de esperma.
Mariana:
-¿Qué estas esperando? Mete la lengua y chupa.
Como
pude comencé a comerle la concha, era asqueroso.
Mariana:
Eso es... así, así... mmm... ohh... hundía más la lengua que en
el fondo tengo más lechita de tu papito...
Daniel:
¡Que buen cornudo tenés, nuerita!
Mariana:
Siiiiii... ¿Viste que bien se porta?
Elena:
Que bien la chupas, estoy muy orgulloso de vos hijo, seguía hasta
dejarla limpia... ¿Ya probaste que rica es la leche de tu papá?, A
Susana y a mí nos encanta, te puedo asegurar que del pico sabe mejor
jejeje...
Cuando
terminé me levanté y me fui al baño a quitarme ese sabor tan
asqueroso de mi boca, mientras ellos seguían hablando en la
habitación. Yo me fui a la sala y detrás de mí madre llegó.
Elena:
-Tu papá y Mariana se están duchando.
Yo:
-de mala gana- Gracias por la información.
Elena:
-Te voy a contar una cosa, todo lo del juego de cartas y el baile
estaba preparado.
Yo:
-¿Preparado?
Elena:
-Sí, como te dije, a tu padre le gusta Mariana, cuando fueron a ver
los pájaros la otra mañana, tu novia le chupó la pija y fue ahí
cuando decidieron que se pondrían de acuerdo, me lo contaron a mí y
organizamos lo del baile, el juego de cartas y…
Yo:
-¿Qué más?
Elena:
-La pequeña charla que tuvimos vos y yo en la cocina.
Yo:
-¿Me tendiste una trampa?
Elena:
-¡No! Solo queríamos conseguir algo y ¡Lo conseguimos! La verdad
es que casi todo lo que dije es verdad.
Yo:
-Pero, ¿por qué?
Elena:
-Tienes que disfrutar, coger con la misma persona cansa, hay que
variar y eso no tiene que significar que se rompa un matrimonio, yo
amo a tu padre y lo voy a seguir amando igual después de habérsela
metido por todos los agujeros a la puta de tu novia, igual que él me
quiere, a pesar que me acuesto con Manuel y con otros... tu mujer y
yo nos parecemos mucho... pero a ella le gusta el rol de cornudo
consentido... con una mujer como ella te puedo asegurar que vas a
gozar siempre, nunca te vas a aburrir, si la dejas va a ser el peor
error que puedas cometer y te vas a arrepentir de por vida.
Después
de aquello me quede pensativo y todo se tranquilizó un poco, aunque
esa noche Mariana se la pasó cogiendo con mi padre, lo mismo hasta
que nos volvimos a casa.
Al
regresar a nuestra casa Mariana me dijo que me fuera preparando que,
a partir de ahora, me iba a convertir en el cornudo más cornudo del
mundo, que teníamos que visitar a mis padres más a menudo, y que
mi madre le comentó que mi padrino es pijudo y mi novia arde en deseos de
encamarse con él, y tal vez enfiestarse con Manuel y mi papá. Por
mi parte, estoy tratando de digerir que mis padres hayan "convertido"
a mi novia en una auténtica puta salvaje, de vez en cuando, me
llaman para convencerme que la deje hacer lo que quiere y que yo lo
disfrute, aunque no lo tengo demasiado claro. Es cierto que me gusta
un poco esta nueva Mariana, pero no al extremo que lo lleva y menos
que me recuerde continuamente que le dé las gracias a mi padre por
cogerla tan bien. ¿Quién iba a pensar que mi padre se iba a tirar a
mi novia en mis narices?
Autores: Elena X & Gus Becker. ®
RECUERDEN
COMENTAR CADA RELATO de esta forma sabemos que valoran nuestro
trabajo y nos motivan a seguir escribiendo. Creemos en la comunión
Escritor - Lector, ambos somos uno, y uno sin el otro está solo.
Se publicará un nuevo relato la próxima quincena, siempre y cuando se superen los 15 comentarios. Caso contrario, habrá que esperar 30 días.
Mierda!!! Apenas llegué a la mitad y me tuve que clavar una pasja, super exceitante, me re encanta la Dupla Gus y Elena
ResponderBorrarPulgar arriba para este relato! da para continuacion me parece! jejeje
ResponderBorrarEs que me encanta cada relato,,, son los mejores...
ResponderBorrarMuchas Gracias
BorrarCómo texto es muy bueno, pero no me gusta ese tipo de morbo, no lo pude digerir bien y está vez no lo disfruté. De igual manera los felicito por darle gusto a toda su comunidad.
ResponderBorrarComo cornudo me encantó, por favor más relatos como estos que son super excitantes!!!
ResponderBorrarmuy buen relato, lo que no me gusta es que pongan al protagonista como un pendejo que se deja controlar por los demás, hubiera estado mejor si el en contra parte se coge a la mama y a la madrina también para estar parejos y la novia supiera que no solo ella tiene derecho a ponerle los "cuernos" y así enfrentar también a su papa y demostrar que no es un "cornudo consentido" unicamente.
ResponderBorrarGracias x tu comentario
BorrarAndale que relato más morboso, por favor escriban la segunda parte.
ResponderBorrarLamento desilusionarte, pero no va haber segunda parte, este relato terminó acá.
BorrarExcelente increible relato por favor!!!!!
ResponderBorrarValió la pena la espera !!!
Mucho morbo... Me calentó malll
Sigan así chicos!!! Saludos emi
Gracias Emi, abrazo fuerte
BorrarMuy buen relato. Aunque, me hubiera gustado más q el descubra o espíe, como se cojen a la novia. No es crítica eh. Pasa q mis gustos, son más para el vouyerismo. ��
ResponderBorrarMuy buen relato felicitación
ResponderBorrarEs bueno!!! Impresionante la cantidad de relatos que van publicando este año G R A C I A S
ResponderBorrarMuy bueno. Me encantó. Si alguien quiere q le cuente cómo yo comparto a mí esposa. Ahí está mí correo.
ResponderBorrarSoy de rosario
Dónde está tu correo?
BorrarGracias Leo, yo tampoco veo tu correo.
BorrarGenios de los genios, es impresionante este relato, muchas gracias como siempre.
ResponderBorrarMuy buen relato
ResponderBorrarYa completo yo!. Espero que no tarde mucho.
ResponderBorrarHola muy Buen relato. Esperaba q el se cojiera a la madre. Hubiera sido más parejo para el hijo. Publiquen más con ese morbo.
ResponderBorrarMe encantan los relatos de Nuera , Suegro . muy excitante todo el contenido
ResponderBorrarMe encantó el relato. Es uno de los mejores.
ResponderBorrarAunque no me lo creas hermano esa fantasía es la que tanto sueñan lo que tú te niegues yo lo deseo de primero ella me dijo que estaba loco que no que porque era mi papá pero después me preguntó que cómo era el y le dije que haga de cuenta que yo a los 50 años y Ahora dime fantaseamos que ya se la cogen y ella me pregunta quieres ver cómo escogen a tu putito quieres ver cómo coge tu papá y yo le digo así y me dice hay que recargar y tener yo le digo me encantas por p***
ResponderBorrarMuy buen relato, quiero leer los privados
ResponderBorrarHubiera esta bueno, que el hijo se cogiera a la madre
ResponderBorrarTodo Este relato es totalmente inventado, parece sacado como de una película de fantasía, que barbaridad
ResponderBorrarBuenísimos estos relatos de cornudos siempre se quiere más saludos romangenarez666@gmail.com
ResponderBorrarBuenisimo relato, multiples pajas en honor a tan gran historia
ResponderBorrarMuy buena historia excitante , felicidades ya quiero leer la segunda parte
ResponderBorrarel relato esta bueno, es exitante sin embargo, ponen al hijo como un pelele que permite que le pongan los cuernos, ademas la esposa lo trata mal, se que hay muchos lectoras que disfrutan de ese tipo de relatos, en lo personal disfruto mas del placer consensuado. Pero como dice la biblia: para todos hay jajajaja. bueno felicitaciones te dejo mi email.edueduardov@gmail.com
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