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Mamá Regresa A Su Pueblo


Mi nombre es Gustavo, tengo 11 años y vivo solamente con mi madre, que se llama Laura quien tiene 30 años, pues nunca conocí a mi papá, ella lo único que me contó de él, es que era su novio y cuando se enteró que estaba embarazada, se fue sin decir donde y nunca más nada supo más de él. Mamá se las arregló para criarme y nunca me faltó nada en especial amor, ya que ella es súper cariñosa.

Ella es oficinista trabaja de la mañana hasta pasadas las 15 hs y dos veces por semana a la tarde trabaja de recepcionista en un consultorio odontológico, para tener una entrada de dinero extra pue el departamento donde vivimos es alquilado y la renta se lleva una buena parte de su sueldo. Mami es alta, mide casi 1,75 mts de altura, es de tez blanca, delgada, cabellera larga y morocha con ondas pronunciadas, ojos miel, medidas 96 D-66-90 o sea con muy buen cuerpo que quita el hipo a cualquier caballero que la observe pasar.

Los papás de mi mamá murieron muy jóvenes en un accidente y ella fue cuidada por su tía Marta (hermana de su madre) y su marido el tío Alfredo, quienes nunca tuvieron hijos y la cuidaron con mucho afecto como si fuera hija suya, pero desde que mami abandonó el pueblo nunca más volvió y a ellos nunca los conocí.

En las vacaciones de verano con mamá viajamos al pueblo para ver en que estado estaba la casa de mis abuelos maternos y venderla, ese viaje me tenía bastante entusiasmado porque iba a conocer a mis tíos abuelos y donde creció mamita. Luego de casi 3 horas de viaje en auto, llegamos alrededor del mediodía, ella acostumbra a llevar ropa ligera cuando conduce y en esa ocasión vistió un pantalón jogging de algodón ajustado, remera blanca y zapatillas.

Ella estacionó frente a una cabaña de madera en una parte alejada del pueblo, casi en la entrada de un pequeño bosque, con árboles frondosos, la verdad que el lugar era muy lindo, a unos metros de la puerta se encontraba un viejo grandote, de cuerpo fornido, con escaso pelo, alrededor de 1,80 mts de altura, quien estaba lavando una bicicleta bastante vieja.

El hombre al ver el auto se acercó con una sonrisa a saludar y ella bajando su ventanilla dijo:
  • ¡Hola tío Alfredo! ¿Cómo estás?
  • ¡Laura! Cuando me dijiste que planeabas venir decidí limpiar la cabaña para que estuvieras cómoda... que alegría... cuanto tiempo sin verte...

El viejo introdujo su cabeza en el auto para besarla efusivamente, ella bajó y al hombre no le pasó desapercibido la redondez de su culo que marcaba a la perfección el pantalón que usaba, la abrazó pegando su cuerpo muy estrechamente al de mamá, la tomó de la mano y la acercó a la puerta.
  • Dejame verte bien Laurita, ven a la luz... pero caramba si estás mucho más linda que la última vez que te vi... te fuiste casi siendo una niña y regresaste toda una mujer...

Como al descuido ese tipo le acarició la espalda con una mano y la bajó hasta la cola, dándole un fuerte apretón.
  • Cuando te vean El Gringo y Roberto, la sorpresa que se van a llevar... esperá que los llamó... ¡Muchachos, vengan que llegó la nena!
  • ¿Están acá?
  • Claro... no iba a limpiar yo solo, ¿Para qué están ellos? jajajaja... ni bien les comenté que venían se ofrecieron como comité de bienvenida... están desesperados por verte...

No me gustó para nada el tono con el cual remarcó esa última frase. De la cabaña aparecieron dos tipos de igual edad de Alfredo, unos 70 y tantos años, uno era alto y flaco, con pelo rubio hasta los hombros, el otro hombre era de baja estatura, gordo y morocho, los dos la miraron de arriba a abajo a mi madre, como intentando memorizar su cuerpo.
  • Niña al fin te acordaste de nosotros... -dijo el rubio-
  • Mierda que te haz desarrollado -dijo el gordo- vamos adentro y festejamos tomando unos vinos que traje una botella... así nos ponemos al día...
  • Mejor lo dejamos para otro día, no va a faltar oportunidad, quiero entrar y cocinarle algo a Gusti que no comió nada desde que salimos...
  • ¿Viniste con tu marido? -preguntó Alfredo mirando hacia el auto-
  • No, mi hijo...
  • ¿Tenés un hijo? ¿Qué edad tiene? -dijo Alfredo-
  • Once añitos...

Alfredo se la quedó viendo de una manera extraña, como asombrado, permaneció unos segundos en silencio y la interrogó:
  • ¿Once años dijiste? Pppe... pero si no llega a doce años que te fuiste de acá... ¿No paste a ver a Chola la curandera antes de irte a la ciudad?
  • Fui... pero no sirvió de nada... ¿Por qué te crees que en todo este tiempo no regresé? -respondió ella-

La cara de Alfredo parecía que estaba ante la luz mala y los otros dos hombres se reían a carcajadas al verlo.
  • Chau Gringo -dijo ella dándole un beso al rubio-, chau Roberto -besando de la misma forma en la mejilla al gordo-, pasen cuando quiera, nos vamos a quedar una semana. ¿Vos tío te quedas a comer algo y conocer a Gusti?
  • ¿Ehhh?.. Nnnno mejor los dejo acomodarse tranquilos y pasó más tarde...

Mamá volvió al auto, abrió mi puerta y cuando yo estaba por descender del vehículo los viejos se fueron.
  • ¿Má quienes eran esos hombres?
  • El grandote es tío Alfredo que más tarde va a regresar para conocerte y los otros son el Gringo y Roberto, dos amigos de él, vecinos del pueblo, de chica fueron como... padrinos para mí... ahora entrá así te hago de comer, ya vas a tener tiempo de conocerlos.

La cabaña era bien rústica, construidas con troncos, bastante amplía, contaba con dos plantas, la baja con un monoambiente con una pequeña división que separaba la cocina de la sala, el único cuarto era el del baño, además había una cocina, un amplio sofá, dos sillones, una mesa con sillas, en la superior había dos dormitorios enfrentados por un pequeño pasillo. En las uniones de las madera de los cuartos quedaban rendijas que permitían ver a través de las paredes y del piso de la planta alta hacia abajo, pero era una construcción fuerte de tablones duros.

Mamá acomodó sus cosas en el cuarto que alguna vez ocuparon sus papás, era una habitación sencilla con una cama de dos plazas y una pequeña cómoda, a mí me ubicó en la recamara que usó ella la cual también tenía una cómoda y una camita de una plaza. Luego de comer ella entró a su habitación a cambiarse y desde mi cuarto a pesar de estar con la puerta cerrada, por las rendijas podía vislumbrar como se cambiaba de ropa. El desnudo de ella no me causó asombro porque mami siempre fue algo liberal y me enseñó que no hay que avergonzarse de nuestros cuerpos, por lo general cuando se cambiaba o se bañaba dejaba la puerta abierta, pero siempre me gustó verla, cada vez que ella estaba frente a mis ojos sin prendas me causaba una extraña sensación, como cosquillitas en mi panza y se aceleraba mi corazón, además se me paraba el pitito, dándome un gustito muy rico.

Mami se vistió con una minifalda de jeans muy corta, una musculosa floreada ajustada que dejaba al descubierto su ombligo perforado con un pendiente muy sexy y sandalias. Como a la hora Alfredo volvió a aparecer.
  • Tío Alfredo te presentó a este hombrecito que es mi hijo, se llama Gustavo...
  • Hola, encantado de conocerte...

Dijo acariciándome la cabeza y despeinándome.
  • ¿Viniste solo tío?
  • Si... por ahí después aparecen a saludarte.
  • Sentate y ponete cómodo que preparo unos mates.

Ellos se sentaron en el sofá a charlar y yo me puse a jugar afuera de la casa, pero como estaba la puerta abierta podía verlos y escuchar algo de la conversación. Estaban contentos y Alfredo mientras hablaban, apoyaba una mano en el muslo de mamá acariciándole la pierna.
  • Cómo creciste Lau, sos una mamita muy linda...
  • Gracias, yo también te extrañé mucho...
  • Vuelo de calentura, no aguanto las ganas de montarte nena...
  • Shhh... que está mi hijo...

Extrañado por lo que escuché, acercándome al marco de la puerta inocentemente pregunté:
  • ¿Má qué te dijo tu tío?
  • Ehhh... que tiene algo de fiebre...
  • Pero dijo algo de montarte, no entiendo...
  • Queeee... que quiere montarme... en la bicicleta para ver si aprendí a andar sin rueditas... eso...

Y para disimular se levantaron y salieron a donde yo estaba, él agarró la bicicleta y le preguntó a mamá:
  • ¿Te acordás como te gustaba montar? Jajajaja... te volvía loca tenerla entre las piernas...
  • Shhhh... habla de la bicicleta hijito...

Ella intentó dar una vuelta en la bicicleta pero se cayó de bruces al suelo, riendo él la levantó.
  • Veo que ya te olvidaste, te voy a ayudar como cuando eras una nena...

Sosteniendo la bicicleta con una mano le indicaba a ella:
  • Para mantener el equilibrio, primero tenés que pararte erguida apoyando cada pie a su lado, recordá que lo tengo muuuy largo y gordo... el asiento... y tenes que sentarte en el apoyando tu conchit... digo tu entrepierna sobre la punta.

La minifalda la tenía algo levantada, dejando a la vista su ropa interior, él le apoyó una mano en la pequeña tanga blanca palpándole la vagina, como corrigiendo su forma de sentarse.
  • Mirá lo duro que me estas poniendo putita...

Le susurró en el oído mientras la obligaba a tocarle la bragueta para que ella compruebe su dureza. Ella mirándolo a los ojos le palpó el bulto disimuladamente y se mordió el labio inferior, giró su cabeza para saber donde yo estaba y como me vio cerca, dejó la bicicleta y se pararon un poco más alejados de mi posición para que yo no los escuche. El viejo quiso bajar el cierre de su pantalón pero mi madre se lo impidió con una mano, pidiéndole que no haga una locura que yo estaba cerquita, aprovechando que la mano de mi madre se situó en su entrepierna, él apoyó su mano sobre la de ella y la apretó contra su verga, ella la mantuvo unos largos segundos antes de retirarla.
  • Estate quieto que el nene nos mira...
  • ¿Es mi hijo?
  • No lo sé... puede ser de cualquiera de los tres, si desde que vos me desvirgaste, ustedes no dejaban de cogerme, me la ponían a cada rato... como saber de quien es... es muy posible que seas vos el padre porque de los tres sos el que más me cogió... y por todos lados...
  • Saber que te preñé me la pone más dura...
  • ¿Cómo sabés que es tuyo?
  • Porque soy tu macho... no entiendo por que te fuiste, si querías tenerlo te hubiera ayudado con el niño...
  • ¿Te olvidas que tu mujer sospechaba de lo nuestro? Si me hubiera visto panzona lo hubiera confirmado... y como todo pueblo chico, infierno grande, fue mejor así...

No daba crédito a lo que mis oídos escuchaban, ese hombre podía ser mi padre, estaba absorto con la noticia. ¿Esos cerdos la habrán violado? ¿Pero si fue así, por qué razón no los enfrentaba y los llevaba a la policía? La veía muy tranquila y contenta...
  • ¿Te casaste? ¿Estas de novia o con alguien?
  • ¿Está celoso mi macho?
  • Dale, contestame...
  • Nunca me casé... hay pretendientes pero nada serio... por ahora...

Alfredo la atrajo hacia su cuerpo y besándola le metió mano por todos lados, por el frente le subió la falda, le bajó un poco la tanga y le manoseó la vagina.
  • Tenés la conchita empapada mmm... está extrañando mi pija...

En eso sonó el celular del viejo, atendió y era su esposa que quería hablar con mamá para invitarla a cenar, él le pasó su teléfono y mientras ellas charlaban, caminó hasta donde yo estaba.
  • Gustavo la tía Marta, mi esposa, quiere invitarlos a cenar y conocerte, ve a la casa a prepararte que ya nos vamos.

Cuando me vio entrar a la cabaña, fue a buscar a mamá y le sobó con descaro el culo, ella apartándolo le devolvió el celular.
  • ¿Mi hijo?
  • Entró a la casa a prepararse antes de ir a cenar, tenemos unos minutos, quiero cogerte, tengo los huevos que me van a explotar de tan cargados que están...
Abrazados caminaron hasta el bosque, desde la ventana de mi cuarto los entrar en el, dejé todo y fui tras ellos, él la tenía a mamá apoyada de espaldas contra un árbol, con la pollera en su cintura y las piernas abiertas sin la tanga, la lengua de ese viejo le hurgaba la concha con desesperación, minutos después se paró, la besó en la boca al tiempo que sus manos le levantaban la musculosa y le estrujaba las redondas tetas. Se apartaron un momento y él se bajó los pantalones dejando a la vista una verga larga pero sobre toda las cosas muy gorda, ella sin perder tiempo lo masturbaba.
  • Que pedazo de pija tenés... mmm... es tremenda... no sé como pudo desflorarme sin mandarme al hospital...
  • Cuando te desvirgué tenías la concha chiquita y me costó mucho trabajo meterte tan solo la cabeza... ahora la tenés tan grande que te entra más de una... que puta sos... te la debes pasar en la ciudad revolcándote con tipos... pero por más que busques no vas a encontrar un pijudo como yo... agachate y chupármela un poco así la lubricas y te entra bien...

Mamá le hizo caso, arrodillándose le pasó la lengua por todo el tronco y le llenó el glande de suaves besos, se la mamó con fuerza, a pesar del tamaño descomunal de esa verga se notaba que ella tenía mucha practica, hasta los peludos huevos recibieron las caricias que prodigaba esa lengua, cuando la saliva de ella colgaba de la verga, él la levantó de las axilas y le acomodó la pija en la entrada de la concha, con un empujón se la enterró hasta la mitad arrancándole un fuerte grito, y con vehemencia la penetró hasta el fondo, quedando sus pesados huevos cacheteando los gordos labios depilados de la vagina. La verga estaba brillosa por los abundantes flujos de ella.
  • Que placer volver a sentirla, esa verga de burro me rompe la conchaaaaaa... ufffff...
  • Disfrutala...
  • Metemela todaaaaaahhh...

Los minutos pasaban y los gritos de dolor de mamá se transformaron en gemidos de placer, las tetas se movían al ritmo de los embates, él le agarró una y le chupó el carnoso pezón haciéndolo crecer en tamaño.
  • AHHHHHHH... puta tomá mi lecheeeeeee...
  • Siiiiiiii... damela, es toda miaaaaaaaaaaaa...

Al tiempo que acababan juntos se miraban a los ojos con excitación, la pija del viejo salió de la concha y de ese agujero caían hilos de semen, él volvió a meterse en la boca una teta y le dejaba marcas de chupones.
  • Cuanta leche papi...
  • Me vaciaste los huevos... antes eras inocente y ahora tu concha de ordeñaba la verga... que puta que sos... cuantas pijas esa concha habrá comido para que seas tan zorra...

Mamá sonriéndole se introdujo dos dedos en la vagina y colmados de semen se los llevó a su boca para saborearlos.
  • Tan rica como siempre... mmm...
  • Acomodate que te voy a echar otro polvo...
  • Nooo, que nos está esperando tu esposa para cenar...
  • Mierda es verdad...

Se besaron de lengua y luego mientras se vestían, volví a mi habitación, al rato llegaron y ella entró al baño, al salir nos fuimos a la casa de Alfredo. Después de los saludos de rigor y las presentación con Marta, nos sentamos a comer un suculento plato de estofado. Al terminar de comer, las mujeres levantaron la mesa y fueron a la cocina a lavar los trastos, dejándonos solos al viejo y a mí sentados a la mesa.
  • ¿Gus te quedaste con hambre?
  • No.
  • ¿Tu madre tiene novio?
  • Ahora no...
  • Ahhh... ¿Hasta hace un tiempo tenía?
  • Si tuvo, pero ahora no...
  • Con el cuerpo de vicio que tiene, hombres no le devén faltar...
  • Es muy linda...
  • ¿Lleva a la casa los amigos?
  • Si, algunos...
  • ¿Y cuando los llevan qué hacen?
  • Hablan... no sé... vienen a comer...
  • Ahhhh... ¿Y se quedan a dormir?
  • A veces...
  • Ten algo de dinero para que te compres algo...
  • ¡Gracias!
  • De nada... y contame... ¿Haz visto como la besan o le meten mano?
  • Eeee...
  • Tranquilo... estamos entre hombres... y es normal que a tu edad la espíes... ¿Te gusta tener una mamita tan linda?
  • Si...
  • ¿Y también te gusta cuando la besan, no?
  • Y... seeee...
  • Cuando algun tipo se queda a dormir con mami... ¿Los espiás?
  • A veces...
  • ¿Viste como la cogen?
  • Nooo... pero si lo escuché...

Justo en ese momento llegó la tía Marta y él dejó de preguntar, mientras su esposa servía café Alfredo veía a mamá en la cocina y se manoseaba el pito por sobre el pantalón. A eso de medianoche, con estábamos por regresar a la cabaña y el viejo se ofreció acompañarnos, argumentando que ella por ahí de noche no reconocía el camino y podría caer con el auto en una acequia.
  • Marta de regreso voy a pasar por el bar a beber unas grapas con los muchachos y jugar al tute...
  • Bueno pero no vengas tarde...
  • No me esperes despierta...
  • Gustavito pedile a tu mami que te traiga en estos días, prometo hacerte buñuelos de manzana...
  • Iupiiiiiiii... gracias tía Marta...

Ya en el auto los tres con rumbo a casa, mamá dijo en tono sarcástico...
  • ¿Con que al bar ehh? -dijo mamá con tono sarcástico-
  • También dije que te iba a acompañar... puedo tomar en tu casa una copa y jugar con vos...
  • Tío, mami no sabe jugar a eso del tute...
  • Pero te aseguro que ella sabe otros juegos más divertidos jajajaja...
  • ¿Má, puedo jugar yo con ustedes?
  • Noooo... tu muchachito ni bien lleguemos te vas a la cama que ya es tarde... y vos tío cierra esa bocota...

Una vez en la cabaña, ellos se quedaron en la sala hablando y yo entré al baño a lavarme los dientes.
  • Acostá al nene rápido que quiero cogerte, me da mucho morbo metértela en la cama en donde te concibieron tus padres jajajaja...
  • ¡¿Qué?!.. ¿Cómo te vas a quedar a dormir, si está mi hijo?
  • El no se va a asombrar, está acostumbrado a ver a tus amiguitos quedarse a dormir con vos jejejeje... y no creo que se queden a contarte un cuentito para que te duermas...
  • ¿Y vos cómo sabes?
  • Es que los niños y los borrachos dicen la verdad jajajaja...
  • Ya veo que tu truco de dar dinero funcionó con el nene...

Cuando salí del baño mamá me llevó a mi cuarto, me acostó, se quedó conmigo unos minutos, luego bajó a la sala y se sentó en el sofá con su tío, quien se acercó a mi madre y la besó con lujuria mientras le sobaba las redondas tetas, el viejo parecía un pulpo, le metía mano por todo el cuerpo, le sacó la pollera y la tanga, le estimuló el clítoris logrando que su vagina se moje, más tarde le quitó la musculosa y se puso a mamarle las tetas como lo habré hecho yo de bebé, mientras le mordía un pezón le pellizcaba el otro.
  • Cielo dame tus tetas... que grandes se te han puesto en estos años, amor...
  • Son tuyas... comelas... siiiii... chupalas como cuando era jovencita... que bien lo haces papi...

El viejo se tiró sobre ella, le abrió sus piernas con la suya y le coló un dedo en la vagina.
  • ¿Te acordás que apretadito lo tenías?.. ahora te estoy metiendo tres lo más bien... estás empapada putita...
  • Siiiii.... más adentroooo... asiiiiiii... no pares....

Desde las rendijas del suelo observaba a mi madre respirar agitadamente, gracias a la masturbación de Alfredo, a ella le temblaban las piernas y la concha le explotaba de placer en un squirt alusinante.
  • Así nena... gozá... que concha más cogida tenés... vamos acaba puta...
Le decía el viejo sin dejar de pajearla, llevó su otra mano al culo y le metió un dedo en el ano, al sentirlo los espasmos de mi madre aumentaron.
  • Me fascina verte muy puta...

Ella lo escuchaba acostada con los ojos cerrados, tratando de recuperarse de tanto placer. Mientras frotaba la cabeza de su pija en los gordos labios vaginales, le preguntaba:
  • ¿Te acordás cuando te venía a buscar y te llevaba al bosque para metértela mientras tus padres dormían?
  • Siiiiiii papi... no se me olvidaaaaaa... tampoco cuando me entregabas a tus amigos... Ahhhhhhh...

Como mamá no podía contener sus gemidos, así desnuda como estaba, tomó unas llaves y sujetándolo por la verga lo arrastró para que la siguiera.
  • ¿A donde me llevás?
  • Vamos al auto, no quiero despertar a mi hijo...

Se subieron, encendieron el motor, conducieron unos metros hasta el bosque, estacionaron en la zona donde comenzaban los árboles y apagaron las luces, así como estaba yo con el pijama, me puse las zapatillas una campera, bajé y corrí tras ellos. Al llegar al lugar, ellos estaban en el asiento trasero del auto.
  • Que rico concha... nunca comí una tan jugosa como la tuya...
  • Siiii... no pares... comeme la raja...

La asquerosa lengua del viejo iba del culo a la vagina y se metía en cuanto agujero encontraba, indistintamente, exasperando a mi madre, quien se giró y se arrodilló para lamerle los huevos:
  • Que lindooo... seguí así putita... lamelos bien que de ahí salió tu hijo jejejeje...

Más tarde, mamá se acomodó arriba de él en cuclillas y abierta de piernas, abriendose los labios vaginales con los dedos de una mano, se fue empalando en la gorda verga, en un rápido movimiento, sujetándola por la cintura el viejo la acostó de espaldas y se la hundió hasta la matriz.
  • Ohhh... que grande la tenes... cabrooon..
  • ¿Te gusta así?.. ¿Te gusta las pijas duras, gordas y viejas?
  • Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii...

Mi madre no paraba de gemir sintiendo los pijazos en su concha, reventándola, yo me acerqué al coche que se movía de lado a lado, cuando estuve junto a él observé a mi mamá con las piernas abiertas recibiendo gustosamente los embates de su macho, quien se ensañaba una vez más con los carnosos pezones. Como estaban apretados, Alfredo abrió la puerta, se bajó, la acomodó en cuatro en el asiento trasero y él parado desde el lado de afuera se la cogió, ella a esta altura tenía los labios vaginales irritados, rojos y muy inflamados envolviendo la barra de carne que la taladraba. En un momento el viejo giró su cabeza y me vio, inmediatamente me escondí detrás de un árbol, esperé unos minutos inmóvil y cuando volví a asomarme, ellos estaban cogiendo parados, ella apoyaba sus tetas en el baúl y él desde atrás la bombeaba.

El viejo al verme otra vez, le sacó la pija y se la restregó lentamente desde el culo hasta la concha y con un fuerte movimiento de pelvis la clavó profundo, ella gritó y él la penetró a un ritmo salvaje, casi violándola, los puños de mamá golpeaban la chapa del auto y no paraba de gemir:
  • Aahhh... siii... no pares... asiiiiiiiii, metemela asiiiiiiii que me vuelve locaaaahhhhhh...

Alfredo aferró sus manos en la cintura de ella y la garchó más deprisa, ella levantó su torso y arqueaba su columna hacia atrás para que él la bese, las tetas se bamboleaban como campanas llamando a misa, ella comenzó a acabar, gritando, gimiendo, retorciéndose de placer. Por la catarata de flujos de mami, el viejo sacó la pija muy mojada y la enculó, mi madre gritó al tiempo que se corría, sintiendo ahora como ese vergón le destrozaba el culo.

El tío como sabiendo donde yo estaba, sin sacársela del culo, se sentó en el asiento trasero y ella con las piernas abiertas era quien subía y bajaba, enterrándose la pija, teniendo yo un primer plano de la perforación anal y de lo abierta que le quedó a mamá la concha. Desde atrás el tipo le amasaba las tetas retorciéndole los pezones.
  • Ayyyyyy... ahhhhhhh... me corro de nuevooooooo... siiiiiiii... no pares por favor... vacía tus huevos en mi culooooo...

Con sus fuertes brazos el viejo abrazó la cintura y le llenó las tripas de leche. Estuvieron un rato largo desplomados en el auto, luego se besaron y las manos de mamá lo masturbaba mientras su culo supuraba cataratas de esperma.
  • Parece que tu amiguito está contento de volver a saludarme jejeje... porque no se te baja... sos un semental...

Sentados, en la misma posición anterior, pero esta ves enfrentados y besándose de lengua, el viejo la cogía pero esta vez por la concha y era ella quien tomaba la iniciativa, moviendo sus caderas en círculos. Mamá agarrándose las tetas se las ofrecía como en bandeja.

Hipnotizado por la escena sexual me acerqué más de lo debido y ella me vio, se quedó paralizada, el viejo sin importarle continuaba garchándola, ella se giró para parar y taparse.. pero Alfredo se lo impidió estrujándole las tetas.
  • Paraaaaaa... que está mi hijo observándonos...

Ella se desclavó y tapándose las tetas con las manos me preguntó:
  • ¿Hijo, qué hacés acá?
  • Mami escuché el auto y al asomarme por la ventana vi que pararon acá... ¿Se te rompió el coche?
  • Nooo... lo que se le rompió a tu madre es otra cosa jajajajaja...
  • No hagás caso hijo de lo que te dice este viejo...
  • ¿Se averió el auto? ¿Qué pasó?
  • No hijo... bueno... siiii... se rompió... estábamos saltando para ver si logramos hacerlo arrancar...
  • Pero están desnudos mami...
  • ¿Ehhh?.. eeeees que no queríamos ensuciarnos con la grasa del motor... vete a casa cielo que nosotros ya vamos...
  • ¿Má, vos no me acompañas?
  • Andá solito que yo te miró desde acá...
  • Niño tu mami no puede acompañarte ahora porque esta verga esta parada jejejeje...
  • El tío se refiere a que esta verga de auto se paró... y hasta que logremos arrancarlo no podemos irnos... ve y no prestes atención a las palabrotas que él dice, es que está enojado por este desperfecto... acuéstate hijo que es tarde y nosotros ya te alcanzamos...

Caminé en dirección a la cabaña pero a los pocos metros cuando me aseguré que no me veían, lo hice en circulo, ubicándome cerca de ellos y escuchando como ella se lamentaba.
  • ¡Mierda!.. nos ha visto... no tenía que haber encendido el coche...
  • Deja de culparte Laura que ya no tiene remedio...
  • Por lo menos el pobre cree que el coche está roto...
  • Eso es lo que vos querés creer... tu hijo te ha visto saltando enterrándote mi verga... no le des mas vueltas... no pasa nada... no haz matado a nadie, es un hecho natural de la vida... ¿Qué hijo alguna vez no vio a sus padres follando?
  • La verdad que tenes razón... prefiero engañarme que cree que el auto está averiado, pero la verdad es esa...

Al rato escuché que ellos llegaron a la casa, él permaneció sentado en la sala desnudo y ella subió rápido a su cuarto con la pollera y la musculosa en una mano y la tanga en otra, unos minutos después apareció en mi habitación mi madre, descalza, vistiendo una remera larga hasta el nacimiento de sus muslos, se sentó al borde de mi cama, dejándome ver que llevaba una tanga rosa, la notaba muy nerviosa, encendió un cigarrillo y tartamudeando quiso buscar una explicación a lo que vi.
  • ¿Cielo recordás cuando te expliqué lo de las abejas y las florcitas?
  • ¿Eso de como vienen los bebés al mundo?
  • Exacto...
  • ¿Estabas haciendo un bebé con tu tío?
  • Noooo... bueno... algo parecido... no siempre es para tener hijos... sino porque da gusto... la cuestión es que...

En ese momento apreció el viejo en bolas, con su pito bamboleante de lado a lado como un péndulo, se paró detrás de ella, le acarició el pelo y dijo:
  • Bueno... vamos todos a dormir que es tarde... y tu pequeño toma este dinero y mañana comprate lo que más te guste...

Recogí el dinero que me tiró en la cama, mami me besó en la frente y ambos salieron de mi recamara.
  • ¿Lau te apetece un trago para digerir este momento embarazoso?
  • Si, servime una... ¡¿Qué haces desnudo?! -respondió mamá al girar la cabeza y ver a su tío sin prendas-
  • Si ya nos vio... ¿Qué sentido tiene vestirnos, acaso la ropa le va a borrar la memoria?

Bajaron a la sala y se sentaron en el sofá a beber la copa.
  • ¿Vos arreglas todo con dinero?
  • Bueno, hace años sirvió para que te quites las ropa, por cada prenda te daba un dinerito jajaja
  • Si, me acuerdo jajajaja
  • Era hermoso verte por la casa con trenzas y totalmente desnuda... los pezoncitos lo tenías pequeños y se te ponían duritos cuando te los tocaba...

Desde mi habitación, por las rendijas del piso presencié que mamá se paró frente a él, se levantó la remera y le preguntó.
  • ¿Te gustaba más antes o ahora?
  • Ufffff... ahora sin dudas... tenés unas tremendas gomas y los pezones están gordos y puntudos... pareces una de esas mujeres qe aparecen desnudas en los posters de gomerías o talleres de autos... pero más puta... mucho más puta y eso me encanta...

Luego ella giró, se inclino mostrando le el culo y los labios de la vulva, separando las piernas, el viejo se agarró la verga masturbándose.
  • La conchita también me gusta más ahora... mmmm... que abierta la tenés... el mocoso habrá salido fácil por acá jajajajaja... ¿Te acordas la primera vez que te sentaste encima mío y te la clavaste vos solita?
  • Si... ¿Creo que fue así, no?

Mamá volvió a girar, se acercó a él y se sentó encima de la verga, mirándolo a los ojos, pasándose la punta de la lengua por sus labios y frotó el glande por su concha, sin metérsela.
  • Siiii... cielo así... sigue...

Mi madre recorría la descomunal verga con los labios del coño, moviendo su cadera adelante y atrás, suavemente.
  • Ahora si me chupas la pija, te voy a dar una propina jajaja

Mami se arrodilló y lamió la polla como si fuera un helado sabroso, dejándola brillosa con su saliva, en ese momento llamaron a la puerta, extrañada ella se levantó y el viejo velozmente fue a abrir la puerta.
  • Tranquila putita que son los muchachos...
  • ¿Qué hacen acá a esta hora?
  • ¡Carajo!.. están en bolas... ¿Ya están garchando? Llegamos justo Roberto... -dijo el Gringo-
  • Shhhh... pasen pero no hagan ruido que está mi nene durmiendo...

Ni bien entraron vieron a mi madre desnuda poniéndose el tanga.

Gringo: - Cielo estás putísimamente hermosa...
Mamá: - Bueno... creo que es un cumplido, gracias... tomen asiento...

Dijo ella poniéndose la remera y señalando los sillones que se encuentran a un costado del sofá.

Roberto: - Vaya recibimiento...
Mamá: - ¿Les gusta?

Preguntó con voz pícara, con los brazos en la cintura a modo de jarra y posando graciosamente. Ellos se le acercaron y la besaron algo tímidos en la mejilla, se los notaba algo inhibidos.

Mamá: - Pero díganme ¿Qué están haciendo a estas horas en mi casa?
El Gringo: - Púes estábamos en el bar y como Alfredo no venía pensamos que estaría contigo y decidimos pasara a... tomar una copa y saludarte... ¿Pero si molestamos nos vamos?
Mamá: - No, que va... ¿Qué les sirvo?

El Gringo la miró de arriba a bajo, estirando un brazo le metió una mano dentro de la tanga, manoseó su concha y hundiendo uno de sus dedos entre los labios de su húmeda raja, la recorrió un par de veces, para luego decir:
  • A mí me apetece tu tanga jejeje
  • Viejo verde jajajaja, pasan los años y no cambias más, con todas las que me quitaste cuando era niña, debés tener una colección...
  • Siiiii... y todavía las huelo, el olor de tu vagina me hacía extrañarte menos...
  • ¿A vos Roberto que te sirvo de beber?
  • Lo mismo que están tomando ustedes.

Ella moviendo el culo creo que sin quererlo, sirvió dos vasos más de whisky, Roberto al agarrar su bebida aprovechó para acariciarle una nalga y El Gringo se desnudó de la cintura para abajo y con un pito largo y delgado, como huesudo, se lo apoyó entremedio de los cachetes del culo, ella al darse cuenta le preguntó.
  • ¿Que estás haciendo?
  • Nadaaaaaa... es que a mí me gusta el whisky con “cola”...

Todos rieron a carcajadas por la ocurrencia, los dos viejos bebieron su bebida haciendo fondo blanco, aposaron los vasos en la mesa ratona y pegaron sus cuerpos al de mi madre, El Gringo le amasaba las tetas por arriba de la remera y Roberto quiso besarla, los dos primeros intentos no tuvieron resultados, pero al final ella respondió. Luego de unos minutos El Gringo le sacó la camiseta, la tiró al suelo y le restregó su huesuda verga por entre las nalgas, Roberto ya desnudo apoyo su boca en las tetas y las succionaba con hambre.
  • Paren por favor, que arriba está durmiendo mi hijo... mmm... paren...

Roberto le tomó una mano, se la llevó a la verga gorda como él y dijo:
  • ¿Qué pare?.. mirá como me la pusiste... más no la puedo parar...
  • Paren que mi niño puede bajar -rogó y luego mordió su labio inferior-

Alfredo la tomó de una mano y la llevó a la habitación de mis abuelos, que estaba frente a la mía, los otros viejos los siguieron, cuando cerraron la puerta corrí para espiar por las rendijas de los rústicos tablones de madera, los tres hombres estaban sobre mi madre devorándola con sus bocas como pirañas, la tanga la tenía puesta en la cabeza El Gringo a modo de vincha. Ella estaba acostada boca arriba devorándole la pija a su tío mientras que los otros dos estaban a un costado jugando con las tetas al tiempo que ella los pajeaba para que sus vergas no pierdan la dureza.

Pasó como 15 minutos cuando Alfredo se sentó en la cama, ella entendió la señal y se acomodó sobre las piernas de él, enfrentados, con la pija apuntando filosamente a su vagina, con dos dedos se abrió los labios vaginales y de a poco fue descendiendo.

  • ¡Ohhh!.. que gorda es, cabronn...
  • Asííí nena... bajaaa... clavate toda puta...

Cuando los gordos huevos hicieron tope contra su pelvis, ella empezó a cabalgarlo enérgicamente con las tetas botando a escasa distancia de la cara del viejo, quien no resistió la tentación y con sus manos las apretaba y retorcía, la boca de su tío iba de pezón a pezón. La escena se perpetuó hasta que él dijo:
  • No aguanto más, me corrooooooooo...

En movimiento mamá lo descabalgó como una experta jineta y se arrodilló a mamársela, recibiendo chorros de semen en su cara, cuello y tetas.

  • Te amo putita míaaaaaaaaaa, sos mi vida...
  • Que pedazo de verga tenés... ufffff... me vuelve loca...

Mi madre se puso de pie y con la sábana se limpió la descarga vertida por el viejo, mientras lo hacía miraba a los otros dos tipos que la estaban apuntando con sus pijas, como furtivos cazadores a la preza sin escapatoria, de la mesa de luz agarró un vaso y de un sorbo tragó lo que quedaba de whisky, el Gringo y Roberto la abrazaban con sus miembros viriles frotándose contra el cuerpo femenino. El gordo la agarró de los cabellos y la puso contra la pared, se puso detrás y tomando con una de mano su pija por la base apuntó al culo, mamá miró por su hombro y exclamó:

  • Mi culo noooooo...
  • ¿Tu culo no? jejejeje

Roberto situó su glande contra el ano y empujó hacia delante con su pelvis, ella se resistió pero la panza de ese asqueroso viejo le limitaba los movimientos, la gorda verga pija entraba y salia lentamente del culo, haciéndose camino.

  • Ayyy...
  • Asiiii, así zorrita... disfrutala... mmm, tu culo sigue igual de rico... estás más nalgona por fuera pero por dentro igual de apretado...

Mami agitaba su culo mientras se sobaba el coño y el viejo cada vez la enculaba más fuerte, apretándole las tetas. Desde donde yo estaba daba la impresión de ser una parodia de una película porno, en donde un policía palpa de armas a una bella mujer y la somete a su voluntad.

  • Aahhhh... hija de puta me corro...
  • Que poco duraste gordo jajaja... (lo cargó Alfredo), por eso yo soy el macho de Laurita y vos no jajajaja
  • Es que me pone muy caliente esta perra...

Mamá sacó su culo para afuera y se abrió las nalgas, Roberto agitado como un asmático le pegó un último pijazo que la dejó temblando, luego se la sacó y a lo bruto la hizo arrodillar, restregándole la verga por su bello rostro se corrió, ensuciándolo con un grumoso semen.

  • ¡Ahora es mi turno! (gritó el Gringo)
  • Noooooo... por favor no doy más...
  • Como si me importase eso jejeje

El Gringo la sujetó de las axilas y la tiró en la cama boca abajo, rápidamente él se acomodó entre las nalgas de ella y la penetró analmente. La cama chirriaba de por los salvajes movimientos, el sometimiento anal no tuvo piedad, era tal la desesperación que la besaba sin importarle que su cara estaba asquerosamente mancillada con los colgajos de semen, la pija de él era más larga y se clavaba más profundamente, a lugares que no había llegado el gordo. Le cacheteó las nalgas hasta dejárselas coloradas, ella como desmayada soportaba los embates y con sus puños apretaba las sábanas, su ceño denotaba algo de dolor. Como a los 20 minutos el tipo aferrando entre sus manos los pomposos cachetes del culo eyaculó fuera, mojándose toda la espalda con copiosos chorros de leche. Permanecieron varios minutos tirados en la cama como inertes con los otros dos espectadores comentando el la faena.

Alfredo: - Vaya polvo que echaron, se escuchó en toda la casa jajaja
El Giego: - Me dejó seco la trola... ufff...

Alfredo: - ¿Cielo te gustó la cogida que te dieron?

Mamá: - Los hijos de puta me reventaron el culo... mira que abierto me lo dejo ese gordo vicioso... y el otro inservible me ha lastimado por dentro de tan profundo y fuerte que me clavó... ya está bien, quiero que se vayan de esta casa...
Alfredo se tiró sobre ella, apretándole el cuello, cuando mamá abrió la boca buscando aire el viejo le enterró la verga hasta la garganta.

  • ¿Desde cuándo las putas le dicen a su macho lo que tienen que hacer? Esto es para que aprendas quien manda... ¿Te quedó claro?

Ella pestañeaba dándole a entender que si, entonces él se apartó sentándose en la cama y degradada mamá gateó hasta su tío, le besó la verga y continuó la felación, con sus carnosos labios le recorrió la erecta verga por todo su tronco hasta los huevos, lamiéndolos, él la sujetándola de los pelos la cogió como si su boca fuera una vagina, hundiéndole su rabo hasta el fondo una y otra vez. Solamente se detuvo cuando le vació sus testículos, derramando ella lefa de la boca hasta sus tetas. Roberto y el Griego aplaudieron.

Mamá: - ¡¡¡Shhhhhh!!! Hagan silencio que con todo este ruido mi hijo pudo despertarse... esperen acá que voy a fijarme si sigue durmiendo.

Rápidamente volví a mi cuarto y me acosté, a los pocos segundos mi madre se acercó a la puerta, la abrió despacio, vislumbré que estaba desnuda, asomando su cabeza miró hacia mí y preguntó tenuamente:

  • ¿Amorcito, estas dormido?
  • ¿Ehhhhhh?.. siiii mamá... ¿Pasa algo? (respondí fingiendo que recién me despertaba)
  • No corazón, solo vine a ver si estabas arropado, porque afuera hace frio y no quiero que te me enfermes ¡AHHH!

A pesar que todo mi cuarto estaba a obscuras, gracias a la luz que salía de la otra habitación, pude observar con claridad como Alfredo se paró detrás de mamá y le metió su dura verga en la concha. De pronto ella se giró y le susurró:

  • ¡¿Qué Haces?! Acá nooo...
  • Disimulá nena... no voy a parar jejeje...

Desencajada mamá volvió a mirarme y me dijo:

  • Esta bien hijo, descaaaaansa... vu vuelvee a doohrmir... mmm...

Me saludó temblorosa con una mano queriendo abandonar mi habitación pero el viejo la sujetaba de la cadera y la penetraba vaginalmente mientras hablaba conmigo. La muy zorra en lugar de rechazarlo, giró e intentó cerrar la puerta sin darse cuenta que la dejó entreabierta, dejándome ver con claridad desde mi cama como se agachó y le mamó la pija.

  • Así preciosa, comela toda...
  • Siiii papi... pero acá no porque el nene nos puede oír, volvamos a la habitación...
  • Mejor vamos abajo, esos dos ya tuvieron bastante y te quiero para mí solo...

Ella sujetándolo por la verga lo condujo por las escaleras a la sala, inmediatamente vi como los dos truhanes bajaban tras ellos.

  • Por hoy fue suficiente, otro día la repetimos pero ya es tarde, váyanse.

Parcamente Alfredo echó a sus amigos, cuando escuché cerrarse la puerta de abajo, señal que ya se habían ido, me asomé a la escalera para seguir viendo.

Mamá completamente en bolas le estaba sirviendo más whisky a su tío, cuando le acercó el trago el viejo introdujo su pito dentro del vaso, ella sonrió con picardía mordiéndose el labio inferior y poniéndose en cuclillas le sacó la verga del vaso y la llevó a su boca.

  • Que rica sabe papito... me gusta más así...

Tras un buen rato, el viejo la puso sobre el sofá a cuatro patas y le escupió la concha, la saliva caía por los labios vaginales, él se lamió dos dedos y se los introdujo, ella gemía de placer. Cada tanto él le retiraba los dedos, sacándolos más mojados que cuando los metió. Mientras disfrutaba su bebida, con la otra mano no dejaba de masturbarla, recién cuando terminó su trago, le metió la verga profundamente, hasta que el glande chocara con el cérvix.

  • ¿Te gusta mi putita?
  • Siiiiii... me matas de gustoooohhh... no pares...

Al tiempo que le rompía la concha a pijazos le metía un par de dedos por el ano, ella gemía más fuerte y movía en círculos su cadera. Yo bajé un par de escalones para no perderme detalle.

Mami con una mano se estimulaba el clítoris y contenía sus gritos mordiendo uno de los almohadones.

  • Mierda, como te han dejado el culo esos cabrones... mi puño entero te entra...
  • Uhhhhhhhhhh... hace años que no me sentía tan rota.... aghhhhhhh... seguí por favor...

Dentro del culo cambió su puño por su descomunal verga y la cogió alternando el ano con la concha. Era tan morboso lo que observaba que bajé la escalera y me puse a un costado.

Cuando el viejo ya no pudo más, también derramó su semen dentro de los dos agujeros, ella llevó una mano a su culo para constatar lo abierto que estaba al hacerlo se manchó algunos dedos con guasca, se costó de espaldas en el sofá y con esos dedos mojados de semen se empezó a masturbar, hundiéndolos en su concha y mirándolo a los ojos, hasta que ella también acabó en una corrida a chorros que le provocó temblores, cerró las piernas de placer mientras su concha seguía emanando jugos, el viejo se acercó y le dio chuponeó las tetas.

Dejando a mi madre desfallecida en el sofá, él fue por otra copa y me vio parado a escasos metros de ellos, maliciosamente sonrió y me hizo señas que me escondiera detrás de la escalera. Al volver le dijo:

  • Lau limpiame la verga que la tengo sucia...
  • Siiiiiiiiiiiiiiii
  • ¿Te gusta mi verga?
  • Sos el hombre más pijudo que me cogió, la tenés muy larga y gorda, parece la de un burro... y siempre está dura... sos mi semental...
  • Me hubiera gustado garcharte panzona, con las tetas cargadas de leche...
  • Sabés muy bien que no me podía quedar, en un pueblo tan chico la gente comenta...
  • Abrí las piernas que te voy a coger de nuevo... tal vez tenga suerte esta vez...


¿A que se refería ese viejo hijo de puta?
A lo misionero volvieron a hacer el amor, ella con sus pies desnudos cruzados por sobre la cadera de él, Alfredo le chupaba las tetas y la embestía cada vez mas fuerte, le mordía los pezones arrancándole gemidos de gozo a mamá. En un momento el viejo volteó la cabeza, observándome, mientras mamaba una teta estrujándola, como queriendo sacarle leche, al tiempo que la concha era salvajemente follada. De pronto el viejo le dijo algo al oído y de repente ella volteó a verme, cuando iba a gritarme él la besó enterrándole la lengua en la garganta y bombeándola con más dureza. Cuando al fin dejó de besarla, mientras recibía las vergazos sin poder parar gemir, ella me clavó sus ojos y expresó:

  • No dejés de cogerme Alfredo... ahhhh... dame más fuerte...

Esas palabras lo enardecieron, el bombeo era violento, el viejo sudaba enterrándole su tremenda verga hasta el fondo y mordiendo las tetas como un animal hambriento, provocando que mamá acabara en repetidas veces, con orgasmos espasmódicos.

  • No aguanto más cielo... estoy por acabar...
Al escucharlo ella lo atrajo hacia su cuerpo, abrazándolo y mirándolo con cara de puta recibió hasta la última gota de semen en sus ovarios. Luego de unos minutos viendo como su tío quedó extasiado, ella se levantó y mostrándole la cantidad de semen que emanaba de su vagina le dijo:

  • Nadie me coge como vos... despertás la hembra viciosa que llevo... son las 5 de la mañana será mejor que regreses a tu casa... si pregunta la bruja de tu mujer donde estuviste, decile que te dejé en el bar y te quedaste jugando a las cartas con tus amigos y chupando vino hasta ahora...
  • Quedate tranquila, le voy a decir que con los muchachos fuimos al pueblo de al lado a jugar a la taba y se nos hizo tarde...

Mientras se despedían prodigándose múltiples caricias y besos, regresé corriendo a mi habitación, al rato mamá subió la escalera desnuda con un cigarro encendido, mientras se lo fumaba se apoyo en el marco de mi puerta y permaneció en silencio, buscando las palabras para excusar su comportamiento de puta.

  • Hijo... veo que ya eres mayor... cada uno es responsables por sus actos... yo estuve mal en lo que hice y tu estuviste mal al espiar... es tarde para reproches, será mejor que durmamos y tal vez al despertar hacer de cuenta que nada pasó...
Las horas corrieron y no pude pegar un ojo, la excitación me desbordaba, me levanté a mear y al salir del baño la vi acostada en su cama, destapada, me acerqué parándome al lado de su cama, vi que tenía la cara, el pelo y las tetas con manchas secas de semen, ademas en su busto se evidenciaban las marcas de los mordiscos recibidos, con miedo corrí un poco más la sábana hasta dejar al descubierto su irritada vagina, de labios abiertos e hinchados, acerque mi rostro para olerla, emanaba de ella un olor muy fuerte que me causó picor, del pantalón del pijama extraje mi pequeño pito y lo froté repetidas veces contra uno de sus cuidados pies de uñas pintadas de rojo hasta empaparlo con mi cálida leche, volví a taparla y al salir me encontré con su tanga, me la llevé a mi cama y oliéndola me dormí.

A la tarde cuando bajé me encontré con mi madre en zapatillas vistiendo unas calzas rosas y una remera vieja, limpiando la sala.

  • Hola hijo... ¿Querés comer algo? (dijo besándome la cabeza)
  • Hola má... me gustaría un sandwich...

Camino a la cocina se agachó a recoger no sé que cosa y el pantalón remarcó su descomunal culo, haciéndome recordar lo puta que era. Me senté a la mesa y ella se sentó a mi lado con la comida y un vaso de jugo.

  • ¿Estás bien Gusti?
  • Si mamá...
  • ¿Querés que hablemos?
  • Nnnno... mejor no...
  • Ok... oye corazoncito, la próxima vez que mami esté con algún señor... o con amigos... será mejor que no bajes... que te quedes en tu habitación...
  • ¿La próxima vez? ¿Es que habrá próxima vez?
  • Hijo soy una mujer sola y necesito la compania masculina de vez en cuando... eso es normal... lo que no es normal es que un hijo lo presencie... los adultos hacen cosas de adultos y los chicos tienen que hacer cosas de chicos... si mamá está acompañada y querés bajar, me llamás primero... ¿Ok?
  • Está bien...
  • Dame un beso cielo... ahora come.

Mi madre se levantó de la mesa y subió a ducharse, yo terminé de comer y me puse a ver la tele, al rato desde mi sillón pude ver como ella salió del baño y entró a su habitación, envuelta en una pequeña toalla que cubría sus senos pero que no alcanzaba para su concha, a la que todavía se la veía lastimada, mi pitito se puso duro y me dieron ganas de pajearme como antes de dormir pero no podía.

Cuando bajó lo hizo vistiendo una minifalda escocesa tableada que al caminar dejaba a la vista una pequeña tanga roja, botas negras y una blusa ajustada del mismo color, por el movimiento de sus tetas adivinaba que no llevaba corpiño.

  • Hijo sube al auto que vamos a pasar la tarde al pueblo de al lado...


Y me llevó a conocer el pueblo lindero, su laguna y atracciones, la verdad que lo pasamos muy bien, anduvimos caballo, caminamos juntos, comimos en una fonda local, etc... en todos los lados los hombres piropeaban y no dejaban de tirarse lances con ella, interiormente me causaba mucho morbo que mi mamá le resultase atractiva a esos sujetos. Lo que es de destacar es que cuando fuimos a las caballerizas y estábamos esperando nuestro turno para montar, uno de los caballos estaba con su falo a media erección, salido de su capullo, las mujeres lo miraban de reojo y se reían por lo bajo, hubo una señora mayor que antes de montarlo fingió que se le cayó las gafas y al levantarlas le tocó la verga y sorprendida vio como creció más, mamá se mordía el labio inferior. Una vieja dijo:

  • Ya podría mi marido tenerla así jajajaja

Causando la risa de todos, entonces mami susurró como para ella:

  • Mi tío no tiene nada que envidiarle...

La misma señora mayor envalentonada por la gracia que provocó, exclamó:

  • Vengan chicas, no se queden con las ganas (y tomando la verga del animal con una mano, continuó) esto si que es una buena pija jajajaja

Un grupo de mujeres se acercaron al animal y lo masturbaron. Haciéndose la tonta mi madre me dijo:

  • Hijito esperame acá que voy a ver que está pasando...

Al alejarse en dirección al grupo empecé a caminar despacio tras ella, cuando yo llegué a la muchedumbre pude observar como las finas y esmaltadas manos de mami tocaban el miembro eréctil del manso caballo. En un breve dialogo mamá cruzó palabras con la vieja.

  • A ese animal se puso al palo cuando se la tocaste jajaja (dijo la vieja)
  • Siiiiiii... ufffff... es perfecta...
  • Sos tan linda que no solamente a los tipos los pones duro, a los caballos también jajaja
  • Y a mí dejó la concha mojada jijiji
  • Un semental así no se consigue todos los días...
  • Yo por suerte tengo uno jijiji
  • Que suerte que tenés jajaja... yo no me quiero quedar con las ganas de probarla... (dijo la vieja y se acercó a darle un beso)

Todas las mujeres del grupo rieron pero se acercaron algunos peones apartándolas, mi madre antes que las cosas pasaran de castaño claro a oscuro, salió a buscarme, dándome tiempo a mí también de alejarme y hacer como que no me moví de donde me había dejado, como un niño bueno. Al caer la noche cenamos en ese pueblo y luego regresamos a la cabaña a ver algo de tele, ya con ropas cómodas de entrecasa, yo con mi pijamas y mami con un camisón blanco de raso de tirantes que le llegaba hasta la mitad de sus muslos y saquetes de lana del mismo color.

Pasadas las 11 de la noche, llamaron a la puerta, mamá se sorprendió y se levantó a abrir.

  • ¿Quién es?
  • Somos nosotros amor, abrí...

Al abrir y verlos preguntó:

Mamá: - ¿Qué hacen acá? Ya es muy tarde...

Alfredo: - Como no te vimos en todo el día, nos preguntábamos si te había pasado algo, somos tus ángeles guardianes y estamos para cuidarte...

El Gringo: - Y para cogerte jajajajjajaja

Mamá: - Shhh... que está mi hijo...

Alfredo: - Venimos para verte un poquito y beber algo...

A la puerta estaban el Gringo y su tío que luego de ver como estaba vestida, se le escaparon los ojos de las órbitas, metió una mano dentro del bolsillo del pantalón y se manoseaba la verga.

Mamá: - Mejor no, es muy tarde y tengo que acostar a mi hijo...

Alfredo: - Daleee... una copita nada más... no seas mala...

Pero al ver como crecía la pija de su tío al ser sobada, no pudo apartar la vista de la entrepiernas y la tentación le hizo bajar las defensas, el viejo al notarlo, llevando su pelvis hacia delante volvió a preguntar con doble sentido:

  • ¿No te apetece... que pasemos?
  • Esta bien, pero solo un ratito...

Ella vino hasta donde estaba y me dijo:

  • Cariño te tienes que acostar porque ya es muy tarde...
  • Pero mamá.... estaba viendo Spiderman...
  • Ya la viste varias veces y sabés como termina... te preparo un vaso de leche caliente para que duermas calentito y te acostas...
  • Al niño le gusta la leche caliente como a la madre jajaja (dijo El Gringo)
  • Cierren la boca o se van (con tono severo dijo mamá)
  • ¿Má por que dijeron eso si vos nunca bebes leche?
  • Eeeeeeehhhh...
  • Porque a mi sobrina no le gusta la leche que viene envasada, pero le encanta la natural, la que ordeña ella...
  • Por acá no hay vacas para que mamá ordeñe...
  • Pero hay toros jajajaja.
  • SHHHHHHHHHHHHHHHHHH... otra palabra y se van y vos hijo a la cocina yaaaaaaaaaaaa...

Yo me senté a la mesa y mientras mamá me preparaba la leche caliente con algo de canela y miel, Alfredo se paró detrás de ella, le acarició la cintura, luego bajó sus manos hasta el culo lo sobo un rato, le subió el camisón y quiso bajarle la tanga, dejado a la vista su preciada raja. Ella lo apartó.

  • Estate quieto que está el niño...
El viejo me miró y a regañadientes la dejó, ella disimuladamente se subió la tanga.

  • Bebé tranquilo la leche y cuando terminas me llamas...

Por prudencia ella decidió ir a la sala, para que yo no vea nada raro, mamá se sentó en el sofá y ellos lo hicieron a su lado, parecían pulpos le metían manos por todos lados, le acariciaban las piernas, le sacaron las tetas del camisón y finalmente le bajaron la tanga revoleandola por la sala, mientras ella trataba de frenarlos, ellos ya estaban con la braguetas abiertas y las vergas al aire apuntando al techo, Alfredo enredando sus rudos dedos en los cabellos de su sobrina la obligó a mamársela, me dio tanta bronca que la llamé:

  • Mamáááá, ya terminé...

Ella pegó un salto, se acomodó el camisón, vino hasta la mesa y dijo:

  • ¿Ya?
  • Si, me bebí todo...
  • Ok, vení, dame la mano que vamos a acostarte...

Pasamos al lado de ellos que tenían unos impresionantes bultos dentro del pantalón.

  • Ahora regreso, espérenme acá que voy a acostarlo...
  • Esta bien... que duermas bien Gus...
  • Gracias Alfredo... chau...

Al levantar la mano el viejo para devolverme el saludo, la bragueta mal cerrada no pudo contener la descomunal verga Alfredo y saltó como un resorte, totalmente dura y venosa. Cuando entramos a la habitación ella esperó a que me acostase, para apagarme la luz e ir a la suya, por las rendijas pude ver como se ponía crema en la vagina, para lubricarla, regresó a mi cuartó, me arropó y me besó en la frente.

  • Buenas noche amorcito...
  • Buenas noches mami...
  • Acordate que si tenés que ir al baño o bajar, me llamás... porque mamá tiene compañía, pero descuida que en un rato ellos se van...

Se dio media vuelta y antes de salir se agachó a recoger mi ropa del suelo y acomodarla en una silla, por un momento pude verle el pomposo culo con el ano algo abierto. Volvió a la sala, se sirvió una copa, la bebió de un trago y mirándolos a ellos, dejó car su camisón.

  • Ustedes son unos brutos y no quiero que lo rompan... como a mis agujeros...

Ellos también se desnudaron, Alfredo la sentó a horcajadas arriba suyo, le pasó su pútrida lengua por todo su rostro, mientras ella restregaba su contra sobre la barra de carne palpitante, moviendo su pelvis de atrás a adelante, el Gringo le mordía las tetas mientras se pajeaba y veía como los otros dos se besaban de lengua. Su tío no aguantó más y la ensartó, mami lo cabalgaba como una amazonas, el Gringo se paró en el sofá y la obligó a que le chupe la verga, ella no quiso, quería seguir besando a su tío, entonces el Gringo le pegó una fuerte bofetada, ella le escupió la pija y se la llevó a la boca. Era tan brutal la mamada que le daban arcadas, se le llenaban lo ojos de lágrimas y las tetas de babas, cuando se la sacó de la garganta ella besó los huevos.

  • Me gusta lo chupa pija que sos...
  • Y a mi me gusta tu tranca dura, Gringo...

Respondió pasándose la verga por toda su cara, cuando la verga huesuda estaba ensalivada, bajó del sofá se paró detrás de ellos, le abrió las nalgas y la penetró analmente. El grito que emitió mamá se habrá escuchado hasta en el pueblo vecino.

  • Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
  • Si Laura gritá... que tu hijo sepa la puta que tiene de madre...
  • Por favor los dos al mismo tiempo noooooo... me destrozan...
  • Gozaaaaaaaaaaahhh... vamos a llenarte por todos tus agujeros...
  • Hijos de puta... no paren... que machos hermosos que tengoohhh... ahhhhhhh...

A pesar de los besos apasionados que se prodigaban con su tío, la enculada era violenta. No conforme con romperle el culo, el Gringo le apretaba las tetas y pellizcaba los carnosos pezones. La resistencia le dio para aguantar 15 minutos, corriéndose dentro del ano, luego se sentó en el piso para ver como Alfredo la cogía, las respiraciones eran agitadas, al rato el tío le llenó la concha de leche, mientras lo hacia, el Gringo le dedeaba el culo a ella.

Mamá estaba temblorosa corriéndose sintiendo como ese semen que años atrás le engendró un hijo volvía a bañar sus ovarios y al mismo tiempo un dedo intruso hurgando su ano. El Gringo la hizo sentarse en el sofá, le dijo a ella le ponga sus piernas en los hombros y volvió a punterle el culo con su pija hasta que entró, el culo lo tenía tan desflorada que no tuvo que intentar mucho, a todo esto Alfredo se entretenía con las tetas. Su ocasional amante anal estaba desaforado, le sacaba la pija completamente y se la metía hasta el fondo, yo alcanzaba a notar como su esfínter a medida que transcurría la masacre se iba agrandando.

  • Alfredo este culo ya está listo para tu pinga, reventala jajaja

El Gringo le indicó a ella que se ponga en cuatro y el mismo le separó los cachetes del culo para que su amigo la penetre con su descomunal verga, no le fue un trabajo tan fácil, su pija a diferencia de la otra era temeraria por su grosor y dureza, mamá al principio pataleaba y se quejaba, a modo de mordaza el Gringo la agarró de los pelos y se la mandó a guardar en la boca.

  • Callate putita que vas a despertar al pendejo... lo único que falta es que ese mocoso nos quiera cortar el polvo...

Con cada pijazo del viejo, ella quería tomar aire pero la verga de el Gringo se lo dificultaba, me puse nervioso porque su cara se estaba poniendo azulada, no sabía si entrar y avisarles o permanecer en mi lugar, pasaba el tiempo y ella estaba a punto de desmayarse, entonce subí rápidamente a mi habitación y la llamé, pero no recibí respuesta alguna, o mi madre no me escuchaba por los gemidos de los tipos o sus amantes no la dejaban responder, volvía a llamarla más fuerte:

  • ¡¡¡Mamáááááááááááááá!!! ¿Mááááá podés subir?.. ¿Me escuchas?.. MAAAAAAAAAAMÁ...

Tras un instante de silencio ella al fin respondió.

  • ¡Ya voy hijo!.. por favor no bajes...

Como no subía me asomé con precaución a la escalera. Ella trataba de apartarlos pero ellos la sujetaban y seguían metiéndosela con mayor intensidad, su tío con un tono ronco le dijo:

  • Quedate quieta... ¿A dónde querés ir?
  • Mi hijo me llama, tengo que subir a verlo...
  • Me falta poco para acabar... que espere un rato...
  • NOOOOOO... es muy peligroso... no puedoooohhh...
  • Si que podés cielo... primero nos tenés que atender a nosotros que somos los invitados...

Alfredo le taladraba el culo con todas sus fuerzas, si tremenda pija parecía un pistón y lo mismo hacía el Gringo, que anunció que estaba por eyacular, el viejo al escucharlo se detuvo un momento, sin sacársela del culo la obligó a ponerse de costado y sujetándola de un tobillo le levantó una pierna para dejarle concha expuesta y vulnerable.

  • Gringo, echale la leche en la concha... que aprenda por puta... que no debe dejarnos a medias... jajajaja
  • Noooooooo... por favor déjenme irrrrr... ohhhhhh...

El Gringo se paró frente a ellos y con la pija en la mano se la hundió hasta el fondo de la vagina.

  • AHHHHHHHH... la puta que lo parió, que conchita hermosa... uffffffff... ahí te va mi guasca... ahhhhh... es toda tuya...

Mamá se resistió pero no pudo hacer nada, estaba empalada por el culo y los tipos la sujetaban. Cuando el Gringo le sacó el rabo fue como si le retiraran un tapón a la vagina, la leche se derramó a chorros manchando el sofá y el piso, con su pija a modo de cuchara recogió algo del semen y se lo hizo tragar, en ese momento Alfredo se la sacó del culo y se la mandó a guardar en lo profundo de la concha, bombeó unos minutos y también eyaculó dentro de ella.

  • Ayyyyyyyyyyyyyyyy (gritó mami)... pareeeeen por favooooooooor...
  • ¿Mamá pasó algo?.. ¿Por qué no subís? (intervine para que recuerden que la estaba esperando y la liberen)
  • Quedate tranquilo Gustavito (respondió Alfredo), mamita ahora va a verte...
  • ¿Qué fue ese gritó?
  • Es que se que mamá está muy caliente jajaja (dijo el Gringo)...
  • ¿Ehhh?
  • Eeees queeee... mi tío y el amigo me dieron leche... con canela y... me quemé... ¡Eso!.. estaba la leche muy caliente... ya subo...
  • Termina de beber la lechita y sube jajajaja

Esto último dijo Alfredo obligándola a que le limpie la pija con la boca.

  • Mi hijo me llama... déjenme en paz...
  • Callate y seguí chupando, puta...
  • Ya voy hijo... un momento...

Dijo ella sacándose de la boca por un momento la terrible verga de su tío...

  • Nena si me mamás la pija así, te voy a acabar de nuevo... ufffff... sos puro vicio...

Con mucha bronca, por como mamá me estaba ignorando, bajé y me paré a poca distancia de ellos, cuando Alfredo se percató de mi presencia, mientras mamá se la seguía chupando, él con una mano acarició la vagina y le separó los labios enseñándome como rebosaba de semen.

  • Con tanta lechita me parece que le vamos a dar un hermanito a tu hijo jajajaja.

Diciendo esto, el viejo le sacó la verga de la boca y se corrió en la cara de mami, untando su brutal corrida por todo su rostro. Sin que ella lo advierta, el Gringo me zamarreó y con mala cara me obligó a regresar a mi habitación, cuando subí las escaleras observé como un grumo de semen colgaba la nariz de ella. Como a los 5 minutos entró mamá a mi habitación con la cara limpia, el cabello recogido y vistiendo nuevamente su camisón.

  • Hola corazón... ¿Qué se te ofrece?
  • Quiero bajar a hacer pis
  • Bueno cielito, dame la mano que te llevo
  • Hace rato que te estaba llamando, ya casi no aguantaba... ¿Por qué no subiste antes?
  • No me dejaron... es que mi tío cree que soy niña y hasta que no me bebí la última gota de leche no me dejaron levantarme...
  • Pero... a vos no te gusta la leche...
  • Esta si porque porque es ordeñada del día...
  • Pero si la que esta en la heladera es comprada en el supermercado...
  • Eeee... la leche la trajeron ellos... basta de peros... bajá rápido... ¿No era que te estabas meando?

Los hombres me siguieron con la mirada, entré al baño y me quedé un minuto para disimular, al salir mamá estaba fumando sentada con sus piernas cruzadas en un sillón frente a ellos, charlando cosas intrascendente, observé que el camisón lo tenía algo subido enseñando la concha muy brillosa, la descarada se limpió los restos de semen de su cara al subir a buscarme pero no los de su vagina. Cuando me vio mamá se paró preguntándome:

  • ¿Ya hijo?
  • Si má, ya terminé...
  • Bueno, vamos a la cama mi príncipe...

Mi madre subió delante mío y yo detrás miraba como con cada escalón enseñaba el culo, me dí cuenta que por la parte interna de sus muslos caían algunas gotas blancuzcas. Ya en mi cuarto, me arropó y se despidió jugando con su mano en mi flequillo, antes de cerrar la puerta, le pregunté:

  • ¿Má falta mucho para que se vayan?
  • Se van a quedar un ratito más...
  • Pero ya es muy tarde... no me gusta que te quedes tanto tiempo con ellos...
  • No seas celoso que mi corazón es solo tuyo...

Ni bien cerró la puerta salí atrás de ella y apenas asomándome sin bajar las escaleras fui testigo de la siguiente situación:

  • Hijos de puta me reventaron el culo, me duele al caminar...
  • Te rompimos el culo y llenado la concha de leche, no nos restes trabajo... dentro de unos meses sobrina, nos encantará cogerte preñada jajajajaja

Mi madre mirándolo con odio le dijo:

  • Es la última vez que me garchan a pelo... la próxima el que no traiga preservativo no me la mete... ahora cada cual a su casa que es tarde...
  • Tiene razón, dejemos descansar a la dama... ¿Laura no te gustaría mañana venir a mi casa y que pasemos la tarde juntos como cuando eras vivíamos juntos?
  • ¿Pero tío que va a decir Marta?
  • Ella fue la de la idea, por eso vine jajajajajaja...
  • Maldito cabrón... la tía se moriría si se entera que me ella envió a su marido para que me invite y de paso me rompa el culo...
  • Marta se encariñó con tu hijo y quiere volver a verlo...
  • Ok, entonces antes del mediodía estaremos ahí...

Se despidieron y a la mañana siguiente mamá me despertó a eso de las 10:30 hs con el desayuno servido en la mesa, mientras comía ella se vistió con una pollera de jeans, una musculosa blanca ajustada con el logo de los Ramones su banda de rock preferida y unas zapatillas de lona, luego de desayunar ella me mandó a ducharme y al tiempo que lo hacía me contaba los planes para ese día, no me gustó nada, pero no pude negarme.

Cuando llegamos tía Marta nos estaba esperando con un guiso de campo ya listo y luego de saludarme efusivamente almorzamos. Cerca de las 2 de las tarde tía dijo que iba al campo de una prima a traer membrillos para hacer una pasta frola que en menos de 1 hora regresaba, ni bien se marchó en la camioneta, Alfredo me dijo que para que no me aburra vaya al patio a jugar con el perro, no le hice caso pero mamá me dijo que le haga caso que ellos tenían que hablar cosas de grandes. Por suerte la puerta tenía un mosquitero que me permitía vislumbrar siluetas, jugué un buen rato con el perrito y cuando vi que ellos se dirigían a la cocina, entré a la casa sin hacer ruido y me escondí detrás de unas pesadas cortinas.

  • Que linda estas ahora con estas tetazas... ¿No tenés calor? ¿Por qué no te quitas la remera?
  • Gracias por el cumplido... estoy bien así, el nene está jugando afuera y no quiero líos...

Él se paró detrás de ella y le amasó fuerte las tetas un rato largo, luego bajó sus manos y tras sobarle el culo, le bajó hasta los muslos las bragas rosadas, a esta altura los dedos entraban y salían cuantas veces querían de la vagina. Ella estaba tan excitada que no se dio cuenta que el viejo tomó un pepino de la mesa y lo usó como consolador.

  • ¿Te gusta lo que hago putita?
  • Siiiiiiiiiii... mmmmmmm...
  • Esta es la la hortaliza del amor jejejeje

El viejo la masturbaba metiéndole el pepino hasta la mitad y ella gemía cerrando sus ojos, el tiempo pasó y se escuchó la camioneta de Marta regresar, Alfredo le subió de prisa la tanga dejándole en el interior el pepino y mamá no tuvo tiempo de sacarlo porque su tía ya estaba devuelta en la casa. Atrás de la esposa de Alfredo aparecí yo, actuando que recién entraba, mami se sentó a la mesa y ni se movía, estaba como descompuesta, tía también se percató de eso y le preguntó:

  • Hay hija, tienes una cara... ¿Te sentís bien?
  • Ya se me va a pasar, gracias tía...
  • Debe ser que le cayó mal el pepino jajaja
  • ¿Pero que decís Alfredo si apenas usé peino para la comida?
  • Pero vos estás habituada.. a la comida de campo, Lorena hace mucho que vive en la ciudad y se desacostumbró... por eso lo tiene entre las tripas jajaja... pero tranquila que todo lo que entra, sale jajajaja...

La tarde transcurrió con la tía cocinando la pasta frola, la cual se comió a la tarde con el mate, luego Marta me mostró un álbum familiar con fotos de mi madre de pequeña, pero en todo ese tiempo mamá parecía una momia imperturbable, por momentos se agarraba el vientre como si tuviera retortijones y algunas veces se mordía el labio inferior. Entrada la noche y antes de irnos, tía me dijo que la acompañe al cuarto de costura así me tomaba las medidas para tejerme un pullover, a nuestro regreso mami estaba de mejor semblante y sobre la mesa había un pepino reluciente.

  • Hijo despídete ya de los tíos que es hora de irnos...

Así lo hice, luego nos subimos al auto y ellos salieron a la puerta a saludarnos, Alfredo lo hizo mientras le daba unos mordiscos a un pepino que sospecho que era el mismo que estuvo horas en la concha de mamá y por sus gestos parece que estaba sabroso.

Ya en casa, cenamos las sobras que nos preparó Marta y después nos pusimos a mirar la tele, yo con el pijama de siempre y ella con una remera vieja color gris que le llegaba a la mitad de los muslos y dejaba ver que debajo llevaba nada más una tanguita diminuta color negra. Permanentemente se levantaba a ver por la ventana, se la notaba intranquila y fumaba un cigarro tras otro. Antes de la media noche ella me mandó a dormir, pero no subió a arroparme, extrañado también miré por la ventana de mi habitación por si veía algo, algo me daba mala espina, como a la hora observé que aparecía la camioneta de Alfredo, pero en lugar de llegar hasta la cabaña, paró a varios metro e hizo un juego de luces, enseguida vi a mamá salir de casa y subir al vehículo, con las luces apagadas los vi conducir hasta una arboleda cercana que estaría a unos 500 metros de casa.

Me puse las zapatillas y salí hasta donde la camioneta estaba estacionada, dentro encontré a mami besándose apasionadamente con su tío que estaba sin pantalones y la verga erecta, las manos del viejo le recorrían todo el cuerpo, luego de un rato él le sacó la remera y se zambulló de cabeza en esas tetas.

  • Vení Lau, acá no hay lugar mejor vamos a garchar entre los árboles...
  • Mejor acá... (respondió sujetándole un brazo)
  • Quiero recordar cuando te desvirgué... aquellas veces que le decías a Marta que ibas a la casa de una amiga a estudiar y nos encontrábamos acá, te desnudaba y me mamabas la verga con timidez... y después con mucho trabajo te la metía por la conchita apretadita, no me era fácil, vos estabas muy cerrada jajajaja... luego volvías a casa llena de hojas y mi leche jajajajaja...

Esas palabras la convencieron de abandonar el vehículo, al verla caminar su tío le dijo:

  • Uhhhhhh... amor, esa tanga apenas te tapa la concha...
  • No quiero que me la tape, quiero que a mi macho se le ponga la verga dura de solo verla...
  • Lo conseguiste nena... amo que seas tan puta...

De espaldas contra un árbol, esta vez sin timidez mamá agarró la pija y apartando su tanga la frotó en su clítoris, el viejo la sujetó de la cintura y comenzó a empujar, penetrándola lentamente, ella no paraba de besarlo jugando con su lengua dentro de la boca de él, con el pasar de los minutos las embestidas incrementaban la intensidad, las manos del tipo pellizcaban los pezones.

  • ¡Que ricas tetas!.. no me canso de comerlas... tus pezones parecen fresas...
  • Comelos cielo... mmm... mirá como están de gordos...

Luego con las tetas ensalivadas ella se agachó y le hizo una cubana, cada vez que el glande se acercaba a su cara ella aprovechaba para lamerlo. Cuando el viejo ya no aguantó más, ayudó a mami a levantarse, ella entreabrió sus piernas, apartó la tanga y Alfredo la ensartó de un pijazo haciéndola gemir. Tremenda cogida le pegaba y ella gritaba pidiendo más, producto del vaivén de los cuerpos las tetas rebotaban, mamá navegaba en un mar de orgasmos encadenados, el bombeo no tenía pausa, el voluptuoso cuerpo de ella temblaba entre los brazos de él. Como a la media hora la concha chorreó flujo como un sifón indicándome que estaba acabando.

  • Esperame zorra que yo también estoy por acabaaaaaaaar... AHHHH...

El le hundió hasta el útero la verga al mismo tiempo que ponía sus pesadas manos de hombre de campo sobre los finos hombros de ella y empujaba hacia abajo para que su pija se clave más profundo mientras dejaba sin leche sus huevos. Las piernas de mamá no tuvieron fuerza para sostenerla y cayó al pasto. Pasó un buen rato hasta se recompusieron.

  • Tío llevame a casa que estoy muerta...

Salí corriendo para no ser visto, de regreso a mi cuarto por la ventana vi como unos minutos después la camioneta estacionó en la puerta de casa, ellos bajaron acomodaron sus prendas y entraron a casa y se sentaron a prodigarse mimos. Con más rabia que ideas bajé las escaleras y pregunté:

  • ¿Mamá hace un rato te busqué y no estabas, a dónde fuiste?
  • Aaaa... pues... ehmmm... a comprar cigarros que se me acabaron y me encontré en el almacén de ramos generales con mi tío...
  • Hola pequeño...
  • Hola Alfredo...
  • Laura ya es tarde, yo voy a volver a casa...
  • Recordá que mañana por la noche nosotros volvemos a la ciudad...
  • Uhhhhh... ¿Tan pronto?.. cómo pasa el tiempo rápido cuando se divierte jajaja... entonces mañana a la tarde me corro... a saludarte claro está... jejeje
  • Ten cuidado... correr tanto a un hombre de tu edad le puede hacer mal...
  • ¿Má porque decís eso, si él no hace running?
  • Ehhhhh... porque le gusta ir de prisa con la camioneta...
  • Adiós...
  • Chau Alfredo...

Al otro día nos levantamos tarde, mamá preparó las maletas y luego de almorzar ella se acostó a dormir la siesta mientras yo jugaba con la play. A eso de las 3 de la tarde golpearon a la puerta y ella vistiendo una corta bata de algodón fue a abrir, en el marco de la puerta se besó con su tío, entornando algo la puerta para que yo no los viera. Cuando entraron, él me saludo y quiso jugar conmigo, le di un mando y nos echamos un partido de Fifa, mamá algo molesta se paró detrás del sofá y le susurró en el oído:

  • ¿Con qué prefieres jugar con el hijo en lugar que con la madre, eh?

Ella algo enfadada fue a la cocina a prepararse un café y el viejo en dos minutos se metió tres goles en contra.

  • Uy soy muy torpe, para esto no sirvo, mejor seguí jugando vos que lo haces bien...
  • Nooo... yo te enseño...

Alfredo se me acercó y sin que escuche mamá me dijo:

  • ¿Te gustó ver la anteanoche como la cogíamos con El Gringo a tu mami?
  • Sssssi...
  • Entonces decile a tu vieja que te vas a dormir la siesta y dentro de un rato te asomas... ¿Ok?
  • Mamá me prohibió salir de mi habitación cuando hay invitados, me ordenó que primero tengo que llamarla...
  • No te preocupes... vos bajá sin que te vea y no digas nada ni la llames... si me haces caso antes de que se vayan te doy un dinero...

Cuando regresó mi madre de la cocina hice lo que me pidió su tío, ella me acompañó a mi cuarto y mientras me arreglaba la cama se le escapó una teta de la bata, el pezón estaba paradito como sabiendo la batalla que le esperaba, la muy trola no llevaba nada debajo.

  • Dormí que cuando esté todo listo para viajar te llamo... y recordá que si querés ir al baño me llamas y vengo a buscarte, ni se te ocurra bajar...

Salió de mi cuarto y cuando estaba por cerrar la puerta, el viejo la agarró de atrás y le tapó la boca para que no grite, le sacó la bata desnudándola, le manoseo las tetas y la masturbó.

  • Nooooo... aquí no que está mi hijo, puede oirnos detrás d ella puerta, mejor bajemos...
  • Tengo ganas de hacerlo acá...

Él se puso en bolas en un santiamén, la arrastró contra la puerta de la habitación de ella y sin preámbulos se la metió.

  • Ohhhh... no me cojas acá por favor... ¿Me estás escuchando?..

El viejo continuó con las penetraciones profundas sin importarle las suplicas, ella se resistió unos minutos y luego lo dejó hacer.

  • Uy que mojada estás... parece que te excita el peligro...
  • Dale papi no parés, metemela, asiiiiiiiiiii....
  • Gozá putaaaaaaaaaaaaaaa...

Se escuchaba en la casa el golpeteo de la puerta acompañando el ritmo enérgico de las embestidas, como a la hora cesaron los ruidos y bajaron, el primer polvo de la tarde había finalizado. Bajaron a la sala y se sentaron el el sofá a besarse, cuando el quiso volver a ponésela ella se levantó.

  • Esperá tío que voy a ver si mi hijo está despierto...
  • Mejor subo yo que vos estás desnuda... mientras servime una copa... segura duerme como un león...

El viejo subió a mi habitación solamente vistiendo la bata de mamá que le llegaba por debajo del ombligo, mostrándome un descomunal péndulo de carne, con una cabeza grande como una ciruela.

  • ¿Te gustó el show pendejo? ¿Pudiste ver bien como me chingaba a la puta de tu mamá?
  • Sssssi.
  • ¿Si qué?
  • Si me gustó...
  • Esperá 10 minutos y baja si querés volver a verla ensartada... bueno te dejo no sea cosa que suba...

De regreso a la sala le dijo a mi madre que estaba plácidamente dormido, ella le estiró una mano ofreciéndole la copa, él la dejó a un lado y la llevó al sofá, la puso en cuatro pata y le metió lengua a toda su raja.

  • Tío sos insaciable... mmm... que lengua... ahhh...
  • Me encanta tu concha de puta...

Introducía su afilada lengua en punta en la vulva como si fuera una pija y con ella palpaba todo el túnel vaginal, al mismo tiempo que con una mano estimulaba el clítoris y con los dedos de la otra perforaba ese culo hermoso, mi madre gemía y golpeaba los almohadones del sofá, yo salí de mi pieza, bajé las escaleras y me escondí detrás de un mueble, pude ver mejor como el viejo se escupió la cabeza de su verga y la introdujo despacio pero sin pausa, como disfrutando de la despampanante hembra que estaba sometiendo, una vez que llegó al fondo y ya no entraba más, permaneció quieto un instante para retomar el bombeo a un ritmo acelerado, no sé como supo donde estaba yo pero giró su cabeza para verme, me guiñó un ojo y la culeo como si por miembro tuviera un martillo neumático, demoliendo todo a su paso.

Debo decirles que mi madre estaba preciosa siendo sodomizada sin piedad, desnuda, lanzando quejidos de dolor y gozo, con sus tetas gordas moviéndose como campanas, su hermoso rostro con expresión de puta, el escuchar el PLAF-PLAF de sus cuerpos chocar me produjo la primera erección de mi vida, verla sometida por esa monstruosa verga aumentaba su belleza.

Más tarde, Alfredo le sacó la pija del culo, se sentó en el sofá, agarró a mi madre del pelo sin dejarle mirar hacia donde me encontraba y la acomodó frente a su poronga, dándome la espalda, permitiéndome ver que su esfínter anal era como una “O”, con una abertura que superaba a la de su vagina. Mamá en esa posición le escupió los testículos y se puso a mamárselos.

  • Mi vida chupame los huevos... de acá van a salir tus futuros hijitos jejejeje... te amo...

Mientras él le hablaba de amor, ella en un desborde de adoración a su macho, con una mano le levantó las pelotas y le lamió el culo un buen rato, luego todo el duro tronco, besó la delicada piel del glande y se metió lo que pudo en la boca, al principio con algo de dificultad y molestia pero luego como una profesional la trago por completo, las babas que escapaban de su boca le mojaban las bolas. Yo tenía un primer plano de sus nalgas magníficas y de fondo veía la cabeza de ella subir y bajar, en un momento mis ojos chocaron con los del viejo y él me hizo gestos de lo bien que le estaban mamando la verga y sin que mi madre se diera cuenta comenzó a hablarme.

  • Mira nada más que abierto está ese culo... y esa concha está chorreando esperando que se la meta... te aseguro cielo que tu olor a sexo hasta tu hijo lo debe estar sintiendo... ¿Te gusta mi puta...?... se que sí...
  • Siiiiii, me encanta tu pija tío...
  • Esa concha espera por su macho... le gusta sentir como mi pija le estira las paredes... esta misma verga que ya le hizo un hijo... bah, con la cantidad de leche que le echaron Roberto y el Gringo el pendejo se lo pudieron hacer ellos jejejeje... pero ninguna pija la colma como esta verga grandota que es solo para ella...
  • Deseo que me cojas yaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh...

Ella se levantó y se sentó encima de él, dejándome ver como los labios vaginales se tensaban para rodear con esfuerzo esa columna de carne venosa que se hundía en las profundidades hasta hacer tope contra el útero, mamá lo montó rápido y fuerte, elevando su cuerpo hasta que asomaba de la concha la corona del glande y evitando que saliera, se dejaba caer pesadamente, ella estaba muy caliente, Alfredo la miraba con lujuria, retorciéndole los pezones haciéndola gritar y que lo cabalgue de forma más salvaje, la concha chorreaba como si estuviera meando, verla así logró que de mi pitito saliera un liquido pegajoso y transparente que dejó una mancha en mi pantalón pijama, el viejo le besaba el cuello y chupaba las tetas. A esta altura la excitación nos perdía a los tres, Alfredo la levantó, la llevó hasta la escalera y la cogió de atrás ferozmente, ella se agarraba de los barrotes, las tetas se zarandeaban de un lado al otro, la cara de ella estaba transformada ya casi que ni la conocía, los ojos estaban cerrados del dolor y la boca abierta gimiendo de placer, a pijazos fuertes le reventaban la concha.

  • No pares... no pares... cogeme más fuerteeeeeeee...

Esa pija le estaba percutiendo las entrañas, el viejo dejó de embestirla rápido, ahora lo hacía violento, se la sacaba toda y la clavaba en seco, muy duro, eran puñaladas en la concha. Con los ojos exorbitantes ella gritaba:

  • Ahhhhhhhh... viejo de mierda me la rompes... noooooo pareeeeeeees... dámela hasta el fondoooooooohhh... sos lo mejor que me pasó en la vidaaaaaaaaaaa... que gustooooo... ahhhhhhhh... que pedazo de pija que tenés... sos un burroooooooooooh... tengo la concha a la miseriaaah...

Justo en ese momento mamá miró hacia donde yo estaba y me vio, no me dio tiempo a esconderme y ella quedó paralizada, el viejo al notar que no se movía se dio cuenta de lo que sucedía y la penetraba con más violencia.

  • ¡Gustavo! ¿Qué haces parado ahí? Sub...

No pudo completar la frase porque Alfredo le tapó la boca con una de sus manos, quería mandarme a mi habitación pero le impedían hablar.

  • Asiiiiiiiiiiiii... movete asiiiiiii... mmmm... goza mi putita...

Ella se resistía, se movía queriendo zafar y él la penetraba con vehemencia, a base de pijazos el macho domaba a su yegua. Mamá giró la cabeza, le daba vergüenza mirarme, en un ataque inesperado de pudor con un brazo se tapaba las tetas, pero no dejaba de recibir la verga en su concha, el viejo mirándome son sadismo comenzó a lamerle la espalda, dejando un trazo de saliva brillosa por donde pasaba la lengua, la sujetó de los brazos para que yo pudiera observar sus tetas bamboleantes y los pezones parados, ya con la boca libre pensé que escucharía un reto pero en cambio sólo fueron gemidos, ya no se resistía.

  • Amor gozaloooo... siento en mi pija tus chorros... ahora vos vas a sentir el mío... Aggggggggghhh... ¿Sentís mi leche calentita?.. es toda para vos mi cielo...

Mamá apresuradamente se sacó la verga chorreando semen, sus piernas temblaban, se sentó en la escalera dejándome ver un torrente blanco emanando de su concha, me miró enfadada y con la respiración agitada me gritó:

  • ¡¡¡Anda a tu cuaaaarto!!!

Cuando estaba subiendo los peldaños, el viejo se le acercó con su pija aun parada, impregnada de semen y la refregó contra una teta. Con mucho pánico a que ella me castigue por mi desobediencia, permanecí en mi habitación sentado en la cama esperando a que se abriera la puerta y entrara mamá hecha una furia, pero los minutos corrían y nada pasaba, la tentación de saber lo que estaba sucediendo en la planta de abajo le fue ganando al miedo y me asomé, los dos estaban sentados hablando.
  • ¿Lo viste?
  • ¿A tú hijo?
  • Si...
  • No... me dí cuenta que estaba cuando gritaste que se fuera a su cuarto... Cuando subí estaba durmiendo...
  • La vez pasada pasó lo mismo y le ordené que no bajara, se lo dije y recalqué... ¿Cómo pudo volver a pasarme?... pero la culpa es mía... seguro que quería hacer pis, me habrá llamado y no lo escuché por eso bajo, no pudo contener las ganas... no tengo motivos para enojarme con él, la mala madre soy yo...
  • Tranquila cielo, no pasó nada... le compras algo que le guste mucho o le das y diner y listo... debe estar tan cagado de miedo allá arriba que no va a reprocharte nada... y un pequeño soborno va a servir para ponerlo contento y arreglar las cosas entre ustedes...
  • Será mejor que nos vayamos, en la ruta ya se me ocurríra algo... ¿Por qué no subes a despedirte?.. tal vez quiera hablar algo de hombres y contigo se anime...
  • Si es así lo hablaremos en el camino... voy con ustedes...
  • ¿Qué decis?
  • Eso... le dije a Marta aprovecharía el viaje de ustedes para ir a la ciudad y arreglar unos papeles con el banco... ¿No estás contenta?
  • Genial, un poco de ayuda no me va a venir mal para remendar esta cagada que me mandé...

En todo el viaje fingí dormir, no quería hablar ni que me hablen, cuando llegamos a la ciudad, el viejo pidió que lo dejemos en un hotel, pero mamá le dijo que de ninguna manera, que él es familia y que se quedaba en el departamento con nosotros. Llegamos de madrugada y lo primero que hizo ella fue preparar un suculento desayuno, pues con el quilombo de la noche anterior no habíamos cenado, cuando terminamos de comer, de desempacar y ordenar todo, a ella se le hizo la hora de ir a trabajar, entró a su cuarto y se vistió con una falda ajustada negra hasta las rodillas, camisa celeste slim fit con los dos botones superiores desabrochados como siempre, medias negras y zapatos de taco alto del mismo color, pelo recogido con rodete y mucho maquillaje, le dio a su tío un juego de llaves extras y le aclaró que no era necesario que me llevase al colegio pues queda en nuestra misma manzana.

  • Bueno chicos me voy, a la tarde nos vemos... y a mi regreso hijo, prometo traerte ese video Resident Evil 2 juego que tanto me pediste...
  • ¡Yupiiiii, gracias má!

Ni bien ella salió, el viejo me codeó y me preguntó:

  • ¿Viste como la camisa le marcaba los pezones a tu madre?.. mierda, me dieron ganas de masticarlos jajajaja... la putita, no llevaba sujetador...
  • Si, ya lo vi... (respondí sin ganas, por compromiso)
  • Te fijaste ¿Eh?.. un par tetas así no pasan desapercibido... ya quisieras volver a ser un bebé para prenderte de ellas jajajajaja
  • ¿A que hora suele regresar?
  • Pasadas las 3 de la tarde
  • Ah, menos mal, tenemos tiempo de sobra...

Alfredo se levantó, recorrió todo el departamento y se metió en el cuarto de mi madre, abrió las puertas de su ropero y los cajones de la cómoda, revisó todos, hasta que encontró algo que le llamó la atención:

  • ¡Uhhhhhhh!.. pero mirá nada más que tangas más chiquitas... que rico huelen... mmm... y que sexys estos bodys... apa, hasta medias de red tiene... pendejo mira este sujetador transparente... ¿La viste usar algo de esto?
  • Algunas veces...
  • ¿Cuando?
  • Algunas veces cuando sale o si viene algún amigo a visitarla...
  • Esta lencería me la está poniendo dura... que ganas tengo que regrese para metersela...
  • ¿Te puedo preguntar algo?
  • Claro...
  • Hay algo que no entiendo... ¿Si vos sos el tío, entonces como se dan besos y hacen... bueno esas cosas que vi?.. eso hacen los novios no los familiares...
  • Bueno es que ella y yo somos muy cercanos y nos queremos mucho... como novios...
  • ¿Novios?, ¿Fueron novios?
  • Nnno... o si... algo por el parecido... nos gustábamos... te explico, cuando murieron tus abuelos ella vino a vivir con la tía Marta y conmigo, ya de joven siempre tuvo un cuerpo precioso, se vestía con polleritas cortas que dejaban ver sus bragas cuando se agachaba, eso me paraba la verga y a ella le gustaba ver mi bulto... tanto miraba mi entrepiernas que a veces cuando estábamos solos me la sacaba del pantalón y se la mostraba, al verla se ponía tímida y le daba miedo lo grande que la tengo... pero de a poco fue tomando confianza hasta que se animó a tocarla... le gustaba acariciarla... y así hasta que un día de tanto sentir sus manitos en mi pija de la punta me salió liquido preseminal, a ella le llamó la atención y le puse su boquita en mi glande para que lo saboree... uffff... todavía recuerdo como le pasaba la lengua por todos lados, me dejo temblando... más tarde le enseñé a mamarla... ella siempre fue increíble, en mi vida me han chupado la verga como lo hace tu madre y eso que me cogí muchas mujeres, incluyendo a mi esposa y a putas... pasaron los años y de tanta calentura que teníamos terminamos cogiendo... yo la desvirgué a tu mamá ¿Sabés?.. lo tuvimos que intentar varias veces, porque mi pija es grandota y si le cuesta a cualquier mujer metésela imaginate a una pendeja con la conchita cerradita y virgen... me costó un triunfo abrirla... pero a la trola le gustó tanto que no podía esperar a que mi esposa saliera y nos encontrábamos en el bosque para coger... cuando me veía llegar corría a mi encuentro, se colgaba de mi cuello y me besaba, enseguida me sacaba la verga y se ponía a mamarla, no se cansaba de lamerla y chupándola es una aspiradora...
  • ¿Y así se hicieron novios?
  • No podíamos ser novios porque yo estoy casado y además somos tío-sobrina... eramos amantes... eso es, AMANTES... teníamos una relación clandestina...
  • ¿Entonces el novio de mamá era el Gringo o Roberto?
  • Noooo jajajajaja, ¿Cómo se te ocurre eso?.. ellos sabían que yo engañaba a mi esposa pero no sabían con quien, una vez me siguieron al bosque y me encontraron empalando a tu mamita... se pegaron un calentón que ellos también quisieron ponérsela, por suerte tu madre es tan puta que a pesar que no quería le terminó gustando, eso ayudó a guardar el secreto... Pendejo vos hace un rato me dijiste que esta ropita interior se la pone cuando viene alguno, ¿Ella tiene muchos amigos?
  • Algunos...
  • ¿Cuántos son algunos?
  • Y... no sé... como seis
  • Parece que sigue enamorada de mi verga, es que una de este calibre no se consigue fácil, después de probarla, ninguna standard puede llenar ese hueco jajaja...
  • ¿Anteriormente la haz visto en bolas?
  • Pocas veces, cuando se cambia y se olvida cerrar la puerta de su habitación o cuando se ducha...
  • ¿Y te gusta verla desnuda?.. estamos entre hombres, no mientas...
  • Siiiii, es muy linda...

Mientras hablábamos el viejo notó que en el suelo, al lado de la cama estaba la tanga que se quitó antes de ir a trabajar.

  • Mira nada más que encontré... uhhhhhmmm... todavía huele a concha... llevátela a la nariz así conoces el olor de mamita... ¿Te gusta?
  • Uy siiii
  • Ese es el olor de las feromonas de una perra en celo... pasale la lengua...

Alfredo tomó unas pantimedias del cajón y se masturbaba con ellas.

  • Aprendé, así se hacen las pajas... hacete una restregando tu pitito contra la tanga usada... ¿Te gustó ver como la cogía y la hacía gemir a tu mamá?
  • Siiiiiii, mucho...
  • Mientras te haces la paja imaginá que vos te la estas garchando... ¿Te acordás de la cara cuando te encontró espiando anoche y yo la seguía cogiendo, mientras ella te miraba?..
  • Uffffffff...
  • Cuando te vio, ella estaba tan caliente que las paredes de su vagina apretaron más mi pija y enseguida se corrió... ¿Sabés que hizo cuando te fuiste a tu habitación?.. yo le pasé mi pija llena de leche por las tetas y ella se la llevó a la boca para limpiármela, nunca me la chupó con tanta ansiedad, lo hizo tan fuerte que me hizo acabar de nuevo, le llene mi boca de semen y la muy puta se lo tragó todo, porque eso es tu mamá una puta...

Escuchaba sus palabras y me imaginaba que era mi pito el que ella mamaba e instantáneamente eyaculé en la tanga húmeda, el viejo derramó su leche sobre las medias y un sujetador, nos limpiamos bien nuestros miembros con esas prendas y salimos de la habitación.

  • Ufff, que paja que nos hicimos... que ganas tengo de ver a tu madre y montarla...

Alfredo me dejó faltar a la escuela y el resto de la mañana dormí, él me despertó cuando ella estaba por llegar.

  • Ya estoy acá chicos... ¿Qué tal el día?
  • Bien, tu hijo fue al colegio y yo dormí un poco... estábamos esperándote...
  • Corazoncito, te trajo el videojuego como te prometí...
  • ¡Gracias Mami!
  • Laura, yo también tengo un regalito para vos?.. está arriba de la mesa dentro de una caja...
  • Que será... voy a verlo...
  • Nooo... después, ahora come algo...

Almorzamos y luego nos pusimos a mirar un dvd, ellos sentados en sillón de dos plazas y yo en uno individual que estaba a un costado, observaba como él le metía mano, le sobaba las tetas mientras la besaba y la otra mano se perdía fajo la falda.

  • Lau mirá como me ponés... ¿Por qué no... ya sabés?...

Mamá se levantó y me llevó a mi habitación, obligándome a dormir siesta, me arropó, me besó en la frente y se fue cerrando la puerta. Cuando espié por la cerradura, ella estaba sentada arriba de él, besándose apasionadamente.

  • ¿Estas calentita cielo?
  • Siiiiii, muy zorra...
  • Quiero que me provoques, anda a tu pieza y ponete solamente el vestido más sexy que tengas...

Mi madre se vistió con un vestido rojo sin breteles, tan ajustado como una segunda piel, que le llegaba justo por debajo de los glúteos y sandalias de tacos altísimos.

  • ¿Te gusta tío?
  • Es muy insinuante ese vestido... mmm...
  • No sé si te diste cuenta que no llevo ropa interior... es bien de zorra este vestido, si me subo un poco la faldita me la pueden meter fácil y si me lo bajo un poquito de arriba me pueden comer bien las tetas...
  • Es hora de darte mi regalo... ponetelos, quiero verte con ellos

El viejo le dio la caja y ella sacó el corpiño y la tanga que llenamos de semen.

  • Uagh... ¿Esto es lo que hiciste durante el día?
  • Si, pensando en vos...

Ella se puso el sujetador con el semen de su tío y la tanga con mi leche, el viejo le levantó por los costados la tanga para que se entierre bien entre los labios vaginales.

  • Tío la tanga está muy mojada... es una pena que desperdicies leche en la tela... ¿No te enseñaron a no derrochar el alimento?.. jajajaja.
  • Quedate tranquila que siempre vas a tener algo que llevarte a la boca...

El viejo la puso en cuatro encima del sofá, le apartó la tanga mojada con mis esperma, le escupió en la raja y se la metió con una estocada profunda y sin detenerse.

  • Ahhhhhhhhhh... me partís...
  • Parece que se te achicó la concha... mmm...
  • Es porque la tengo muy inflamada... ooh... ohhhhh... peno no pares... seguí, seguííííí...

Estuvieron cogiendo por más de una hora, cuando acabaron ella fue a la cocina a beber agua, y yo aproveché para ir al baño porque me estaba muriendo de ganas de hacer pis pero no podía salir de mi habitación si chocarme con ellos. Cuando pasé rápido el viejo estaba tirado en bolas en el sofá, después de mear el viejo me hizo un gesto para que me esconda debajo de la mesa de la sala, a los segundo mi madre volvió con un pepino de grandes dimensiones, se sentó en uno de los sillones frente a él, abrió sus sensuales piernas y se lo apoyó en la puerta de su vagina.

  • Tío mira lo que te preparé para que comas algo, una ensalada de pepino con mejillón... brrrrrr que frío que está...

Muy despacio y siempre mirándolo a los ojos, ella se fue enterrando la hortaliza, cuando hizo tope, permaneció quieta un momento y empezó a masturbarse con el improvisado consolador a un buen ritmo, Alfredo se paró a su lado y le apoyó su tremenda verga en los labios, ella los abrió y le chupó la pija como una poseída, al rato era él quien la pajeaba con el pepino a una mayor velocidad. Más tarde él la llevó hasta donde yo me encontraba y la hizo reclinar apoyando sus tetas sobre la mesa y desde atrás la penetró, el hijo de puta me arrojó el pepino empapado con los jugos de mi madre, lo tomé con mis manos y con mi boca limpié completamente las secreciones que emanaron de su concha, mientras percibía como la mesa se movía por las fuertes embestidas, los pies de ambos estaban a escasos centímetros mío y mami los tenía flexionados.

  • ¿Te gusta amor cómo le estas rompiendo el culo a tu sobrina?.. ahhhhhhhhhhh...
  • ¡Me encantaaaaaaaaaa!
  • Ahhhhhhhhhh... uuummmm... nadie me coge como vos, que pedazo de vergaaaaaaaaaaaa... destrozame el culo, que tenga que cagar de parada toda la semanaaaaa....

Cuando mi madre empezó a tener un orgasmo tras otro, el viejo me hizo una seña para que saliera de mi escondite, me paré a un costado, él la culeaba con mucha violencia, amasándole las espléndidas tetas, ella estaba con los ojos entrecerrados, pero él le sacó casi en su totalidad la pija y con una embestida tan fuerte que corrió la mesa, se la enterró hasta el fondo.

  • AAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH...

Entonces ella abrió los ojos y me vio, más espantada que sorprendida.

- Alfredo para, paraaaaa... detenete... no me sigas cogiendo que está mi hijo... ohhhhhh... para por favooooooor.

Sin obtener respuesta alguna a su reclamo, el continuó con la faena anal, a los pocos minutos mamá eyaculó una gran cantidad e flujo, mojando la mesa y salpicándome la cara, pensé que ella me había meado pero era un agua cristalina, algo salada y viscosa. Sin sacársela el viejo se sentó en un sillón y siguió rompiéndole el culo, la vagina de mamá continuaba largando chorros, ella estaba como descontrolada, el placer no la dejaba pensar bien, se resistía tapándose las tetas y la concha mientras me miraba, pero su amante no cesaba y de la boca de mamá escapaban una cantidad incontables de gemidos.

- No aguanto más... te voy a llenar el culo de leche putaaaaaaaaaaaa... OHHHHHHHH... Ohhhhhhh. Mmmmm...

Las primeras descargas del viejo fueron dentro del culo, mamá me miró nuevamente extasiada, se levantó, le pegó un manotazo a la pija y se la llevó a la boca, bebiéndose toda la leche, cuando la verga dejó de escupir, se la sacó de su boca, se la quedó mirando y la besó haciendo trompita, algunos resabios de semen le dieron brillo a sus labios. Era como si se hubiera olvidado de mi presencia, ella antes de levantarse le dio una lamida desde los huevos hasta el glande, luego se dio vuelta y me miró.

  • Hijo tenés el pantalón del pijama mojado... ¿Fue por mí?...

Sin esperar respuesta, agarró sus pocas ropas y entró al baño, al poco tiempo de cerrar la puerta se escuchó la ducha.

RECUERDEN COMENTAR CADA RELATO de esta forma sabemos que valoran nuestro trabajo y nos motivan a seguir escribiendo. Creemos en la comunión Escritor - Lector, ambos somos uno, y uno sin el otro está solo.


Comentarios

  1. Ojalá lo pudieran continuar, es muy bueno

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  2. Exelente trabajo, sigan asi, saludos

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  3. De seguro la putita termino bien preñada

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  4. Que buen relato, gracias por compartir

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  5. Excelente relato excitante de saber como sus tios la cojieron y que no saben ni quien es su papa 😍 tan puta que es que desde chiquita le encanto la verga

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  6. Excelente relato bien detallado y elaborado el cuckson es genial pagaría por una continuación

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