Hola a todos, mi nombre es
Alejandro, tengo 17 años, recientemente terminé el secundario y
estoy por entrar a estudiar el profesorado de educación física,
vivo en Buenos Aires junto a mis padres, por cierto, soy hijo único,
mi papá se llama Marcelo, pero como tiene los ojos algo rasgados y
la cara redonda lo apodan “El Chino”, tiene 44 años y es gerente
de créditos en una sucursal bancaria, mi amor por los deportes lo
tengo gracias a él, ya que de chico solía llevarme a un sinfín de
eventos deportivos, sobre todo a la cancha para alentar a
Independiente, equipo de fútbol del cual somos fanáticos y todos
los sábados salíamos a correr juntos 10 kilómetros, pero
lamentablemente desde hace varios años no tiene tiempo para nada de
eso y ahora él se dedica a cultivar su panza, pues del cuerpo
atlético que tenía ya no queda nada.
El nombre de mi mamá es Mónica,
es ama de casa, tiene 39 años, es castaña de pelo largo hasta casi
la cintura, es muy linda de cara, tiene unos ojazos que hipnotizan,
labios carnosos, nariz respingada, cejas perfectamente delineadas, es
bajita (mide 1,68 mts) y si bien está un poquito rellenita, tiene
muy buenas curvas, senos pequeños pero turgentes, cintura
pronunciada, caderas anchas y un descomunal culo, redondo y firme,
que despierta admiración por donde pasa.
Desde unos meses atrás mis
padres no venían bien, la relación amorosa que tenían pasó a ser
de discusiones constantes, se hablaban por compromiso y solo cuando
yo estaba presente, como cuando nos sentábamos a la mesa a comer o
los fines de semana, pero si fuera por ellos ni se dirigían la
palabra, con decirles que dormían en cuartos separados. Estaban a un
paso del divorcio, el último pasamanos, del último vagón, del
último tren, fue probar con terapia de pareja, como un último
intento por salvar el matrimonio.
Hacía dos meses que habían
empezado la terapia con una sesión por semana y corría el mes de
enero, plenas vacaciones de verano y estábamos planeando un viaje en
familia junto con una familia amiga de mis padres, la idea era ir de
campamento a la selva formoseña, bordeando el río Pilcomayo, para
apreciar los famosos humedales de importancia internacional,
conocidos como “sitios Ramsar” y disfrutar del clima neotropical.
La mencionada familia estaba
compuesta por Eduardo de 45 años y amigo de la infancia de papá,
odontólogo de profesión, su esposa Luisa de 43 años, fotógrafa, y
sus dos odiosos hijos Ricardo de 22 años y su hermano Germán de 19
años. Estos nunca, pero nunca me cayeron bien, siempre me
fastidiaron y se creyeron muy superiores a mí, tanto en la
inteligencia como en lo físico ya que “Ricky” es estudiante de
medicina, alto, mide 1,81 mts de altura, musculoso; Germán también
es alto pero con físico común y es que el no necesita hacer pesas
para conquistar mujeres pues es lo que se llama un carilindo, ademas
estudia ingeniería molecular. La verdad que no quería ir con ellos
pero como Eduardo es íntimo amigo de papá, no quedaba otra.
A poco menos de una semana para
viajar, papá nos informa que del banco lo convocaron para hacer una
auditoría de la sucursal en la cual trabajaba, por un faltante de
una suma muy importante de dinero, ¡A la mierda vacaciones! pensamos
con mamá, pero papi dijo que no tenía razón que nosotros nos
quedáramos ya que estaba todo preparado para el viaje y aceptamos
ir.
Llegó la fecha y Eduardo junto
con su familia pasó con su 4x4 a buscarnos, nosotros sacamos
nuestros equipos que estaban montados en la camioneta Ford Ranger de
papá y los pasamos a la Land Rover Defender de ellos. Eduardo
conducía, su esposa iba adelante sentada en el lugar del copiloto y
en el asiento de atrás sus hijos, yo pensaba que nos iban a acomodar
en los asientos opcionales que se sitúan en la parte de carga, pero
como estaba muy cargado el vehículo, solamente se podía desplegar
uno y me pidieron que lo usara yo, obviamente mamá tuvo que viajar
en el asiento largo trasero junto a Ricky y Germán, pensé que le
cederían ellos una ventanilla, pero los egoístas la hicieron
sentarse en el medio.
El viaje fue una tortura china,
cada tanto parábamos a estirar las piernas pero de todas formas era
un sufrimiento y no me quejo tanto de lo apretado que estábamos, más
bien de estar tanto tiempo y tan cercas de esos dos tremendos
idiotas. Para colmo Ricardo cuando hablaba con mamá impostaba la
voz, un tono más grave, fingiendo ser una galán de telenovela
mexicana y con cualquier excusa aprovechaba para tocarla o apoyarle
una manos en los muslos haciendo que cuera casual. Pienso que mamá
lo vería como a un hijo por eso no le decía nada.
Por la ruta nacional 11 llegamos
al fin a nuestro primer destino, Laguna Oca en Formosa, con mi madre
nos sorprendimos al bajar los equipos y descubrir que nos habíamos
olvidado nuestra carpa.
Eduardo:
-No se preocupen, nosotros traemos dos carpas grandes, después
veremos como nos arreglamos.
Escuchar eso nos tranquilizó,
ya nos imaginábamos dormir en el bosque, siendo presas de cualquier
animal o de los sanguinarios mosquitos. Armamos campamento, comimos y
descansamos algo, luego exploramos el lugar hermoso lugar, con sus
maravillosos escenarios naturales, por la tarde nos metimos a
refrescarnos en la preciosa laguna de aguas claras y arena calcárea,
como mamá es un poco friolenta, a pesar del agobiante calor, antes
de meterse a nadar, probó la temperatura del agua remojándose sus
lindos pies y con su celular tomó una foto para enviársela a papá.
Todos nos pusimos nuestros
trajes y nos metimos a la laguna a nadar, solo faltaba mi madre que
se estaba cambiando, cuando la vía aparecer casi me da un infarto,
llevaba puesto una pequeña bikini, el corpiño era de color rojo y
la tanga, que tenía que trabajar horas extras para poder cubrir algo
del impresionante culo, era negra. Caminando despacio se sumergió
hasta su cintura, la frescura del agua hizo que sean muy notorios sus
pezones parados.
A decir verdad varias veces la
vi con bikinis así de diminutas, pero siempre las usó en la piscina
de casa y conmigo y/o mi padre presentes, nunca en público, por eso
cuando la tuve cerca le pregunté:
Yo: -¿Mamá como te
atreves a usar esa maya de baño? Es muy chica, se te ve todo.
Mamá:
-Pero Ale, si estamos solos, no me ve nadie... quiero aprovechara
broncearme bien porque estoy muy blanca.
Yo:
-¿Eduardo y su familia?
Mamá:
-Pero si son como de familia, antes que nacieran nuestros hijos,
nosotros solíamos ir de vacaciones a Brasil y con Luisa hacíamos
topless.
El agua no impedía que
pudiéramos observar como desaparecía la tela de la tanga entre los
redondos cachetes de la cola. Esto Ricky y su hermano lo notaron y no
dejaron de mirarla, también entre juego y juego en el agua,
presencié como la rozaban bastante, pero parecía ser algo casual,
no daba la sensación de que lo hicieran a propósito.
Antes del atardecer levantamos
campamentos y fuimos por la ruta nacional 86 hasta la Colonia
Alfonso, allí dejamos la camioneta nos instalamos para pasar la
noche, yo corté leña y armé una fogata, mientras Eduardo con sus
hijos levantaban las carpas y las mujeres preparaban de cenar pollo
con arroz en un disco de arar. Comimos en calma, bebimos bastantes
latas de cervezas, porque era lo único que teníamos para
refrescarnos en una noche tan calurosa. A la hora de dormir Eduardo
dijo:
- En la carpa pequeña van a dormir las mujeres y en la grande, que es para cinco personas, yo con los chicos.
Mamá:
-No Edu... ¿Cómo se te ocurre?, En la chica dormí vos con Luisa y
en la grande dormimos el resto, vos tenés que descansar bien que
estuviste manejando muchas hojas y estos rompe pelotas no te van a
dejar dormir, en cambio conmigo no van a poder contar chistes verdes,
se van a tener que calmar... además no es justo que tengas que
acostarte lejos de tu mujer, nosotros nos olvidamos la carpa, ya
bastante que nos prestás una.
Luisa: -¿Estás
segura? ¿Mirá que el gordo duerme en cualquier lado, no tiene
problemas?
Mamá:
-Siii, quédense tranquilos que nosotros nos arreglamos, yo me
acomodo en un rincón contra la pared de la carpa, a mi lado mi hijo,
y después Germán y Ricky.
Eduardo:
-Ok, si estas incomoda intercambiamos carpas.
Eduardo y su esposa fueron los
que primero se marcharon a dormir, después los seguí yo que no
estaba acostumbrado a ingerir tanto alcohol, me despedí de todos y
ya en la carpa me acomodé como había indicado mi madre, dejando un
espacio entre mi persona y la lona de la carpa que se encontraba a mi
derecha, para que se acueste mamá. Ya había pasado la medianoche y
no había mucho por hacer, el manto de la noche sin luna cubría todo
de obscuridad y la fogata no espantaba a los mosquitos, pero a pesar
de eso, escuchaba las risas de los tres que quedaban despiertos, por
suerte al rato eso no impidió que pudiera conciliar el sueño.
A la madrugada el ruido que hizo
mi madre al abrir el cierre de la carpa me despertó, entró gateando
medio tambaleante, me causó gracia porque nunca la vi borracha, se
vistió para dormir solamente con unos leggins violetas y una remera
blanca de algodón vieja que le llegaba al ombligo, sin ropa
interior, luego extrañamente se acostó a mi izquierda y me abrazó,
empujando mi cuerpo contra la carpa, su aliento en mi cara olía a
cerveza. Cuando le estaba por decir que se pase para el otro lado,
justo entro Ricky y rápidamente se quitó la ropa quedando con unos
boxers y se acostó detrás de mi madre, pegando su cuerpo al de
ella, él le murmuraba algo al oído de ella que no alcanzaba yo a
entender pero que provocaba una risa silenciosa en ella, de pronto
notó movimientos de sus cuerpos y a los pocos segundos escucho:
Mamá:
-Nooo... ¿Sos loco?, ¡Está mi hijo acá, soltame!
Ricky:
-Daleee, un poquito no más... con lo que nos contaste me dejaste muy
caliente...
Si yo no salté en ese instante
a cagar a trompadas a ese hijo de puta, o al menos morir en el
intento dado que es mucho más grandote y fuerte que yo, es porque
quedé intrigado con tratar de saber que contó mi madre, tuvo que
ser algo picante para provocar tanta excitación.
Siguieron los susurros y los
movimientos se hicieron más bruscos y notorios, la quietud de la
noche fue interrumpida con un:
Mamá: -Pendejo, por
favor te lo pido... ¿Querés dejar de tocarme las tetas? Ya te dije
que está mi hijo...
Ricky: -Pero si está
dormido.
Ella giró su cuerpo dándome la
espalda y quedando de frente a ese desgraciado, continuaron
cuchicheando y a los minutos escucho sonidos a besos... ¡Los hijos
sinvergüenzas se estaban besando! Mamá no tuvo ningún reparo en
entregar su boca a un joven que tranquilamente podría ser su hijo y
como si eso fuera poco, yo estaba a su lado. Al estar tan juntos uno
con otros, Ricky al estirar su mano para sobarle el culo a mi madre,
indefectiblemente, rozaba mi muslo. Ser testigo de la infidelidad de
mi madre, me causó mucho dolor y de de alguna forma misteriosa,
también comenzó a excitarme.
Pronto las manos de Ricky le
quitaron la remera a mamá, arrojándola a los pies, él le chupaba y
mordía las tetas, ella se retorcía y cada tanto me pateaba con sus
talones.
Ricky: -Chupámela, mirá
que parada la tengo por vos.
Mamá: -Es más grande
que la de mi marido y que dura está... umm...
Ricky: -Bajá y mamala un
ratito.
Mamá: -¡NOOO!, Te dije
que acá no.
Ricky: -Entonces, date
vuelta y abrazalo a tu hijo.
Mamá: -Siii, va a ser lo
mejor que terminemos esta locura... vamos a dormir.
Ella se levantó a buscar su
remera, se la colocó y se acostó apoyándose sobre mí, su posición
me estaba asfixiando, tuve que ponerme de espaldas mirando la carpa,
un brazo mami lo pasó por debajo de mi cuello a modo de almohada y
con el otro me abrazaba fuertemente, pensaría mi madre que todo iba
a concluir sin más daños colaterales, pero se equivocaba, él le
bajó de un fuerte tirón los leggins, dejando su exuberante culo al
desnudo y le clavó la concha de un pijazo, mamá no pudo controlar
gemir, por un momento no escuché nada más, pero a los pocos minutos
comencé a percibir como ella con su cuerpo me daba pequeños
empujones contra la carpa, al principio muy suaves, sutiles, no se
escuchaba ruido alguno, solo pequeños movimientos, pero de a poco
los movimientos se volvieron rudos, mamá pegó sus senos contra mi
espalda y de inmediato sentí las manos de él apretando las
tetas,tocándome, ahora los gemidos de los dos se mezclaban,
estuvieron así como media hora, cuando mamá alcanzó el punto
culmine de su excitación me mordió el hombro sin reparos,
causándome una erección que casi rompe mis calzoncillos, luego
ellos permanecieron quietos y hubo un silencio absoluto, incómodo,
ni un mosquito se animaba a volar, yo apenas respiraba, absurdamente
no quería que notaran mi presencia, como si eso pudiera ser posible,
algo totalmente surrealista. Al rato mami se volvió a dar vuelta y
de nuevo risitas y murmullos.
Mamá: -Me llenaste la
concha de leche, ¿Y ahora como me limpio?
Ricky: -Fácil, ya vas a
ver...
Le sacó la remera y con ella le
fregó la vagina.
Pero aun no había terminado la
noche, cuando nadie se lo esperaba, apareció Germán diciendo:
- Mónica no te duermas que ahora me toca a mí.
Escuché una pequeña discusión
en voz baja y un tibio forcejeo, después mi madre habló:
- Si querés algo lo hacés en silencio, sin que se despierte mi hijo, o sino acá se terminó.
No llegué a entender que carajo
le contestó él, pero ella nuevamente giró su cuerpo, pegándose
contra mí y los movimientos comenzaron, pero no como en la anterior
ocasión, esta vez eran más salvajes, para no despertarme ella
trataba de separarse de mí y Germán le dijo:
- Mirá yo no hago ruido, pero vos te apoyas en tu hijo y me vas a dar el alucinante culo que tenés, o armó tal quilombo que se van a despertar todos y Alejandro va a saber lo puta que sos... vamos a ver como se lo vas a explicar al cornudo de tu marido que te dejaste garchar por los dos hijos de su mejor amigo con el boludo de tu hijito al lado.
Las tetas empezaron a golpearme
la espalda notando que los pezones los tenía como piedra, como un
rayo escuché un “¡Ayy!” de ella que me hizo dar cuenta
que evidentemente ese infeliz la empezó a culear, los gemidos de
mamá eran con un dejo de dolor, en un momento ella logra separarse
un poco de mí, ya mi nuca no percibió su cálida respiración, mi
madre se acomodó sacando más la cola y poniendo su cabeza a la
altura de mi cintura, entonces Germán empezó a penetrarla analmente
muy duro, se escuchaba con nitidez el “PLAF PLAF PLAF” de
las envestidas contra el culo, gemidos de él y sollozos de ella, era
tanta la fuerza de las embestida que mamá me martillaba la cadera
con su cabeza.
Germán: -Sii putita
así... que fácil te entra, como se nota que lo usan bastante y no
creo que sea tu marido jajajaja
Como a los quince minutos,
Germán hizo unos gemidos guturales inentendibles anunciando que
estaba acabando, a partir de ahí se generó un silencio largo y
después un murmullo, y silencio nuevamente, yo me quedé dormido
luego de manchar mis calzoncillos y de un rato sin que pase nada.
No sé cuanto tiempo dormí, de
pronto siento que mamá chocaba su cuerpo contra el mío, de nuevo la
estaban cogiendo, pero no sabía quien, solo percibía que me
empujaban.
Tal vez esperando que sea todo
una pesadilla o quizás por haberme quedado hasta tan tarde despierto
presenciando algo que me dejaría traumatizado para siempre, al día
siguiente me desperté tarde, pasadas las diez de la mañana, estaban
todos levantados, tomando mate, riéndose como si nada hubiera
pasado, súper relajados y sin ningún tipo de señal de nada, yo
estaba sorprendido, no podía creer que ninguno estuviera aunque sea
un poco tímido, sobre todo mi madre no mostraba indicio de
arrepentimiento o culpa.
El día continuó con trekking
por el monte, avistamiento de aves y animales autóctonos de la zona,
mateada por la tarde, pesca en el río Pilcomayo, exploración de
la selva ribereña, esteros y lagunas, cuando se hizo de noche
buscamos un lugar seguro para levantar campamento, Ricky y Gerardo
montaron las carpas, con Eduardo cortamos leña y preparamos el fuego
y las mujeres cocinaron la pesca del día.
Por dormir mal la noche anterior
anduve todo el día con lumbalgía, luego de la cena en la que se
comió mucho y bebió bastante cerveza, mamá me dio una pastilla
para que me ayude a dormir y pueda levantarme al día siguiente sin
dolor, conociendo de antemano los naipes de mi rival y sus posibles
intenciones, fingí tomarla, desechándola al instante.
Yo: -Antes que el
comprimido haga efecto y me caiga acá mismo desmayado de sueño, me
voy a acostar, buenas noches a todos.
Mamá: -Que descanses
hijo, un rato más y te alcanzo en la carpa.
Luisa: -Buenas noches
Ale, con Edu también nos vamos a dormir y ustedes que se quedan, no
se acuesten tarde que mañana hay que levantarse temprano -en alusión
a sus hijos y mi madre-.
Al igual que la noche anterior
me fui a la cama antes que el resto, pero esta vez me quedé contra
una pared de la carpa mirando para adentro de la misma y me pasé un
brazo sobre la cara para que no se me vean los ojos, pero pese a la
oscuridad que era mucha, podía espiar sin que lo noten.
La ansiedad y la excitación
habían raptado mi cuerpo y mente, dentro de la carpa el tiempo
parecía que se detuvo, los segundo parecían horas, el corazón me
palpitaba tan fuerte que tenía miedo que mi madre pudiera escucharlo
más tarde, de lejos se escuchaban algunas risas cómplices que me
sacaban fuera de mí. No puedo decirles con precisión cuanto tiempo
pasó hasta que mi madre se acercó a la abertura de la carpa y asomó
su cabeza para asegurarse que durmiera, al verme inmóvil, entraron
los tres, expectantes pero a su vez relajados, comenzaron a sacarse
la ropa, todos quedaron completamente desnudos, salvo ella que se
dejó puesta una tanga minúscula.
Luego de unos minutos de
susurros, mamá se acostó junto a mí, de lado, dándome la espalda,
hubo besos y abrazos con Ricky, mi madre se movía para atrás y
rozaba su culo contra mi mano que había quedado libre, él le empezó
a succionar las tetas con intensidad, el sonido era increíble, las
manos de él le recorrían el culo y se lo apretaban, de pronto ella
gira su hacia mí, me mira a la cara y pregunta:
- ¿Ale, estás despierto?.. hijito...
Con pánico que me haya
descubierto, ni me inmuté, entonces Ricky, reclinándose en ella y
cacheteándole una nalga, dice con un tono fuerte:
- ¿Alejandro, escuchaste ese ruido?
Yo seguía más inmóvil que una
estatua, él me sacudió el brazo y yo inerte me hacia el dormido.
Conociendo con antelación lo que podía pasar, me acosté casi a los
pies de la carpa, por tal motivo, al voltearse mi mamá las tetas me
quedaron cerca de mi boca.
Ricky: -Mony ayer me
quedé con las ganas de culearte, pero hoy no te salvás...
ensalivame la pija para que pueda entrarte fácil.
Ella se resistió, mucho la idea
que yo esté presente no le gustaba.
Mamá: -¿Chicos, por qué
mejor no vamos afuera de la carpa? Acá está mi hijo... podemos
hacerlo en los árboles, ahí nadie nos vería.
Ricky: -¿Querés que sea
por la fuerza? ¡Bajá a chupármela!
Él la tomó por los pelos y la
fue deslizando hacia abajo, no se veía casi nada, pero se sentía
mucho y se escuchaba todo, especialmente los ruidos de la boca al
mamar la verga. Entre tanto, los dos hermanos se burlaban de mi
persona y llamaban cornudo a mi padre.
Transcurrieron algunos minutos
hasta que Ricky la hace subir y la acomoda mirando para mi lado, no
se veía casi nada, pero advertí por el roce de su cuerpo contra el
mío, cuando mami se sacó la tanga, como por desgracia también las
manos de él muy cerca de mi cara, estrujándole las tetas, pero lo
peor de todo fue sentir el movimiento lento de bombeo, que con el
correr del tiempo pasó a ser violento.
Mamá: -No me des tan
fuerte que tengo el culito algo lastimado de ayer...
Él nunca bajó el ritmo hasta
que acabó, y ahí vino lo mejor, era el turno de Germán,
intercambiaron lugar y sin juegos previos comenzó a penetrarla, las
penetraciones de este tipo eran brutales, comparado con su hermano
era un animal. Por la oscuridad, ellos no sabían la posición de mi
cara, pero a Germán le estimulaba coger a mi vieja contra mi cuerpo,
por lo que en un momento con una mano tanteó para saber dónde me
encontraba, me movió para ver si podía despertarme, y al no hacer
yo nada, dijo:
- El hijo de puta está profundamente dormido.
Sujetándola la empujó bien
contra mí y su pija cambió de agujero.
- Que suerte que mi hermano te llenó el culo de leche, te dejó el ojete lubricado... en cambio ye te lo voy a dejar roto jajaja...
Con agresividad la culeaba, ella
gemía mucho, nosotros dos estábamos tan encimados que mi madre me
frotaba sus tetas por la cara, mi mano que estaba apoyada sobre la
colchoneta de la carpa se hallaba próxima a su concha, tan pero tan
cerca, que sus pendejos me hacían cosquillas en los dedos, a
propósito se la arrimé y le toqué los labios vaginales que estaban
empapados, las embestidas eran tan fuertes que hacían que la concha
se acerque y la primera falange de mi dedo índice se introduzca en
la húmeda y caliente gruta, la sensación era morbosa, nunca imaginé
que la primera concha que iba a dedear fuera la de mi madre.
Tal vez pensando que ese dedo
era el de Germán, ella tomó mi mano alentándome a que la
masturbara, me dejé llevar por la marea de la excitación, le hundí
dos dedos en la profundidad de la concha y le hice una paja tan
violenta como la culeada. Yo hubiera querido que la paja sea eterna,
desgracia duró algunos minutos porque él estaba por acabar y le
dijo:
- Mamita date vuelta, quiero que me comas la verga.
Ella se volteó, bajó y empezó
a comérsela, se escuchaba como se la metía hasta la garganta,
corrió su culo hacía atrás para estar más cómoda y justo lo
apoyó a la altura de mi entrepierna, como quien se pincha con algo,
por acto reflejo lo retiró, pero al ratito volvió con más fuerza a
situarlo contra mi pija erecta contenida tan solo por la fina tela de
mi calzoncillo, estuve tentado a culearla yo también, pero escuché
un “Ughhh” y luego como mi madre se atragantaba con
el semen y comenzaba a toser.
Luego de besos y susurros, no sé
quien de los dos hermanos le limpió el semen con la tanga y la
arrojó contra mi cara, estaba mojada y olía fuerte. Para dormir se
alejaron de mí y la acomodaron a mamá en el medio de ellos, esto me
dejó libertad para hacerme la paja de mi vida, refregando con la
tanga mi pija, como si fuera parte de un conjuro para perpetuar esos
hechos para siempre en mi memoria, en la efímera bombacha se
juntaron mi esperma con las de ellos dos y el flujo de mi madre,
inmediatamente la escondí dentro de mi calzoncillo.
La noche siguió tranquila hasta
que de madrugada fuertes gemidos me despertaron, gracias a que estaba
aclarando pude ver perfectamente como se la estaban cogiendo los dos
al mismo tiempo, Ricky por la concha y Germán por el culo.
No puedo precisar en que momento
me quedé dormido, pero me despertó un beso de mi mamá en la
frente.
- Ale, despertate que van a ser las 11 hs, te pegó fuerte la pastilla jajaja, Edu nos pidió que no te despertemos, levantate que ya está el mate.
Medio desorientado levante mis
pesados párpados y ella estaba arrodillada frente a mí, con una
remera azul y bermudas caqui, como si nada hubiera pasado ¿A caso
habré soñado todo esto? me pregunté, pero la marca morada de un
chupón en su cuello me hizo dar cuenta que si había pasado.
Por suerte esa tarde salimos
para Formosa Capital, donde nos quedamos un día a descansar y juntar
energía para la vuelta a casa, pero esta vez no en carpa sino en
hotel, más que miraditas y algunos comentarios en doble sentido
entre los hermanos y mi madre, no hubo, o por lo menos que yo lo haya
visto. Al día siguiente partimos para Buenos Aires.
Espero
que les haya gustado la historia, fue una de las cosas mas increíbles
y locas que me pasaron en la vida.
Saludos.
Autores:
Fedestereo
&
Gus
Becker.
®
RECUERDEN
COMENTAR CADA RELATO de esta forma sabemos que valoran nuestro
trabajo y nos motivan a seguir escribiendo. Creemos en la comunión
Escritor - Lector, ambos somos uno, y uno sin el otro está solo.
Cuando
supere los 15 comentarios se publicará un nuevo relato la proxima quincena.
Excelente relato espero que haya otro similar y en lo posible que también participe el hijo . Abrazos enorme Gastón
ResponderBorrarAbrazo fuerte Hola
BorrarEsta buenísimo
Borrar¡Felicidades! ¡Bonita! Para obtener más información como esta, visite mi perfil.
Borrartremenda novela maestro uno delos mejores, pero también me gusta la idea de que el hijo también participe en emputecer a su madre hasta que la preñe. un comentario nada masss, con ansias espero los proximos relatos y si se puede la continuación de hijo morboso. gracias y exitosss
ResponderBorrarGracias migo por tu comentario
BorrarEstuvo muy bueno el relato, se sentía el morbo
ResponderBorrarHola, Gus. Me encantó este relato. Me recuerda mucho a uno que leí hace aproximadamente una década atrás. Será que podrías hacer (si no es mucha molestia), algunos relatos con estas temáticas. Estás historias las ví en una antigua página (dada de baja como en el 2010), llamada relatosx, y como ya no los he podido encontrar por eso te pido (si fueras tan amables), de poderlos hacer, pero ahora con tu estilo tan particular que te caracteriza.
ResponderBorrar1. Trata de una madre (recientemente divorciada) y sus dos hijos, que van de paseo al parque, pero al regresar del mismo se topan con su vecina (una señora muy amiga de ellas, y como de unos 45 años), que les dice que si puede cuidar a su padre (un señor de unos 65 años, muy moreno de piel y de apariencia imponente), porque ellos tendrían que salir a una boda, a un estado al norte del país, y no estarán 3 días, el señor al principio no quiere pero como ve a la mamá del niño, y está le gusto se propone a irse a dormir con ellos y tratar de seducirla. Todo el día el la halaga, y se le insinúa, al final (en la noche), entra a su cuarto a tratar de convencerla de que a acceda a tener relaciones sexuales con el. Al final ella accede.
2. Este trata de una señora y sus nietos que hacen el aseo en casa de un señor de unos 60 años, jubilado, y su esposa. Pero esta un día se cae, y se lesiona no recuerdo que, el especialista al cual acudió (amigo de su patrón), le dijo que la lesión no era grabe, pero requería mucho reposo, tendrá que estar un año que no podrá trabajar. Y le pide a sus nietos (una de unos 14 años, y el de 9 años), que vayan a hacer el aseo ellos solos, al final ello van, y el viejo se hace amigo del niño (regalandole dulces y juguetes), para poder acceder a su hermana y tratar de seducirla. Poco a poco este lo logra regalandole cosas a ella. Al final este le va dando mejores cosas; perfmes, maquillaje, aparatos electrónicos, e incluso joyería (todo esto sin que su abuela lo sepa, ya que ello eran pobres y su abuela pensaría mal), regalandole ropa cada vez más cara; hasta regalarle ropa interior, debido a que la chica era muy curvilínea (tipo tangas, hilo dental baby doll, liguero, leotardos), al final ella es seducida una tarde por el viejo, cuando ella se mete a bañar a su jacuzzi (sin que el lo sepa), al final el la cacha en la movida, y se mete con ella a bañar (ambos desnudos, mientras el hermano dormía dado por unas pastillas que le dió el viejo por una gripa de este), y de a poco comienza a tener encuentros sexuales sin que nadie más lo sepa.
ResponderBorrar3. Trata de un niño y sus papás, y su abuelo paterno, de unos 63 años que van al interior del país a pasar las vacaciones de invierno con la familia de su mamá que son gente de rancho. El chico (apenas un niño), se hace muy amigo de una hermana de su mamá que vivía ahí, (de unos 16 años). Pero un día el papa se tiene que ir por un problema que hubo relacionado a su trabajo (un bufete de abogados), como el papa se fue este se va a pescar con sus dos abuelos hombres y su tia, pero este de a poco con el pasar de los días se va dando cuenta como su abuelo paterno coquetea con su tía cuando se encuentran solos, y está poco a poco parece corresponderle, hasta que un día en la mañana (cuando sus abuelos maternos habían salido a misa, y a comprar algunas cosas para preparar los alimentos, suyos y los de sus animales, mientras su madre dormía) el se despierta temprano para prepararse, pues ese día iría a con sus a cazar animales pero como ellos aún no se había levantado (algo raro dado que sus abuelos al igual que su tia se levantaban temprano) va hasta sus cuartos de ambos, de el sus abuelos abajo, y el su otro abuelo arriba, pero toca y llama en ambos cuartos y no les abre nadie, después regresa de nuevo hasta su cuarto, donde dormía junto a su madre, para buscar algo, después decide ir a orinar, y baja las escaleras hacia la otra planta, y de regreso va a buscar algo a un cuarto que usan como trastero, que está hasta atrás de la casa (hasta mero el fondo), donde también está el cuarto de su tía, pasan por el cuarto de ella, y de pronto escucha "ruidos extraños"; como jadeos, quejidos, y pujidos. Le entra la curiosidad por saber que es, y se le ocurre ir a espiarla por la parte de atrás (osea afuera de la casa), acordandose que por la parte de la ventana había un pedazo de la madera de esta medio levantada, lo abre con cuidado para ver qué es; y ve a su tia y su abuelo parterno teniendo sexo. Después de eso decide espiarlos a ambos para ver si tienen más relaciones sexuales.
Espero tu respuesta, y ojalá sea positiva. Te mando un saludo desde el sureste de México. Muchas gracias por tu tiempo.
Gracias por tu propuesta Eduardo
BorrarMuy bueno el relato gente me encantó la trama. Saludos
ResponderBorrarPuro morbo!!! Gracias por ser el único blog de relatos voyeur filial, Pedrito y Gerardito ya no escriben más, pero usteded siguen a pesar de los años y los contratiempos. Muchas Gracias!!!
ResponderBorrarGracias René
Borrarera verdad que la cuarentena te tenia inspirado!! muy bueno
ResponderBorrarMe encanta cada uno de sus relatos, se siente el morbo..
ResponderBorrarMuchas gracias!!!
BorrarGracias gus y Fede muy muy buen relatooo sé hace notar que la cuarentena nos está inspirando ��������
ResponderBorrarSaludos
Emi
Saludo grande Emi
BorrarMuchas gracias por el relato, muy bueno
ResponderBorrarExelente!
ResponderBorrarmuy bueno !!!! 👏👏👏
ResponderBorrarOtro relato brutal, cada vez mejor
ResponderBorrarBuen relato como nos tenes acostumbrados 😊👍
ResponderBorrarMuchas gracias Jonatan
BorrarOtro relato maravilloso.
ResponderBorrarhujuuuu,,,estubo muy bueno
ResponderBorrarMuy buen relato, me recordó a madre vedette.
ResponderBorrarMuy buen relato como todos
ResponderBorrarExcelente relato, aca te paso mas, Gus. Gracias por publicar
ResponderBorrarBruno y Mia gracias por dejar comentario pero no entiendo eso de "acá te paso más"
BorrarExcelente relato
ResponderBorrarQue buen relato, el hijo perdio la oportunidad de aprovechar a la mama...
ResponderBorrarque alejando le cuente a marcelo la infidelidad de monica durante la excursión y ¿veamos que pasa si hay continuación?. Sorprendanme por favor.
ResponderBorrarMe encanta el morbo que manejan, saben me gustan mucho los relatos de sobrinas que se las calientan y cojen sus tíos , así de por Veracruz o Oaxaca que sean protagonizados ya sea que la sobrina vaya de visita o que el tía visite la casa de la sobrina de Chiapas también me gustaría, ya que las mujeres de allá son muy culonas!, Lo sé xq mi esposa es chiapaneca y está culonsisima.!
ResponderBorrareste relato se paso esta muy bueno
ResponderBorrargenial, me encanto este relato, ojala siga
ResponderBorrarMUY BUEN RELATO
ResponderBorrarExcelente relato merecio una parte donde pueda comer el hijo tambien de su madre
ResponderBorrarmuy buen relato
ResponderBorrarAlta la paja loco ,que regreso
ResponderBorrarNooooo puede ser, literalmente te vuela la cabeza, tus relatos excelentes, gracias por tus relatos
ResponderBorrarUff buenisimo, de lo mejor
ResponderBorrarMe gusta esa fotos que pusiste, más realista. La puta de la historía podría ser tu madre, tu hermana, tu hija y etc...
ResponderBorrarEste relato esta muy bueno, me hubiera gustado que el hijo tuviera su oportunidad, pero de todas formas la historia está excelente, ojalá haya parte dos
ResponderBorrarMuy buena trama me hubiera gustado que el hijo participará perdón que es URL
ResponderBorrarTremendo , hubiera dado todo por ser yo ese chaval, y que me hubiera pasado esas cosas cuando niño.
ResponderBorrarEnhorabuena
Sigue escribiendo
ResponderBorrarComo escribía en los comentarios del anterior relato la verdad me impresionante lo fluida que se da la lectura en tus relatos, la coherencia de los mismos y obviamente la morbosidad que producen. Por favor si es posible agregarme al nlog privado Nayarid2009@gmail.com
ResponderBorrarEste relato es son de mucho morbo e imaginación ,excitante , y bien redacto hace sentir que uno esta presente viendo como suceden las cosas, felicides!
ResponderBorrarEsta historia es atrayente y nos captura a seguir leyendo me parece que sería bueno una segunda parte igual que mamá y el tío Ramón
ResponderBorrarSon demasiado adictivos los relatos de esta página nayarid2009@gmail.com
ResponderBorrarEl relato es bastante bueno además el detalle de poner imágenes le da cierto morbo a la situación, creo que todos nos quedamos con una escena incluyendo el hijo, estubo tan cerca de concertarse... en fin. creo que merece una segunda y tercera parte: una donde el hijo se coja a su madre tal vez luego de una Reunión ambos pasados de copas y una tercera parte donde el hijo y sus amigos hagan una orgia. saludos
ResponderBorrarolvide mencionar mi email, me gustaría leer tus relatos privados edueduardov@gmail.com
BorrarMe encanta como relatan la historia, me encanta que no falta el anal y la dp.
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