Mateo
luego de disfrutar con mi madre y sentirse victorioso, me enteré por sus
familiares que al otro día por la noche salió con sus amigos, cometió un delito
y volvió a caer preso, yo creo que es porque pensó que todo le saldría bien,
pero nada produce más mareos que cuando se llega a la cima y uno se cree
inmortal.
Después
de todo lo sucedido, mamá volvió a sentirse sola y entró en una especie de
depresión, Mateo aunque por un breve período fue su llave a la felicidad, a
sentirse deseada y una mujer plena. La rutina volvió a ser más tediosa que
antes para ella ya que mi padre agobiado por su nuevo cargo aparecía poco y
nada por casa. Le empecé a pedir que me acompañe a las clases de tenis, la
escuela quedaba sobre la avenida Cerro Colorado, enfrente del Golf Club Los
Leones, a pocas cuadras de la casa de mi amiguito Benjamín, si bien
acostumbraba a ir caminando o en taxi, creí que sería bueno que ella salga un
poco y tome aire fresco, para no estar tanto tiempo encerrada en nuestro
departamento. A mami le pareció una esplendida idea y aceptó con las mejores de
las ganas, pero no crean que por la depresión cambió su manera de vestir, para
nada, siguió usando sus prendas ajustadas y cortas, aquel día se usó un vestido
color cielo que contrastaba muy bien con su piel morena, el mismo se anudaba en
su cuello y dejaba desnuda casi toda su espalda, se pegaba tanto a su cintura y
cadera que parecía una avispa, la falda tenía un corte en degradé que dejaba a
la pierna izquierda casi al descubierto, mientras que a la otra la tela llegaba
por debajo de su pantorrilla y obviamente unas sandalias marrones de tacos
altos para elevar su estatura, estaba realmente despampanante.
Mientras
yo entrenaba ella se sentó en una banca, me sentía el Chino Ríos, porque todas
las miradas estaban dirigidas hacia donde estábamos, como a la media hora se me
acercó un nuevo entrenador, alto superaba fácil el 1,90, piel morena, ojos
claros, cuerpo atlético, pelo muy corto peinado con gel y con labios gruesos, saltaba
a la vista que era el clásico galán, tendría entre 25 y 30 años, su acento
cubano lo hacía más carismático al hablar, traía puesto un short blanco cortito
y una polera Lacoste del mismo color, se me acercó y se presentó como “Ernesto”,
preguntó mi nombre y respondí que Lucas, amablemente me dijo que a partir de
ese momento él sería mi entrenador, porque notó que tenía cualidades que me
permitirían, de ser trabajadas, llegar a ser un gran tenista y tal vez
competir, me pidió hablar con mis padres para ajustar los días y horarios de mi
entrenamiento. A lo que yo respondí que había venido con mi madre y estaba por
acá cerca.
Ernesto:
-Luquitas por favor llama a tu mamá para que pueda hablar con ella y
comentarle los cambios.
Le
hice señas a mi mami para que se acerque y cuando ella se levantó el profesor
quedó sin aliento al ver su voluptuoso cuerpo envuelto como para regalo en un
diminuto y ajustado vestido, mamá al notar la cara de bobo que él puso, sonrió.
Morena:
-Hola buenos días, ¿De qué me quiere hablar? (dijo mostrando todos sus
blancos dientes con una sonrisa que iluminaba su rostro).
Ernesto:
-Hola señora, me presento, mi nombre es Ernesto y voy a ser el nuevo
entrenador de su hijo, un gustazo conocer a una mujer tan guapa y deslumbrante
como usted...
Esas
palabras la ruborizaron, noté que durante la conversación ella tuvo una actitud
de coqueteo constante, él tomándola de un brazo la condujo por el parque,
continuaron hablando mientras caminaban y se distanciaban de mí, esto me
incomodó bastante sabiendo todos los hechos que acontecieron con Mateo, temía
que volvieran a repetirse, estaba claro que a ella él le encantaba.
Yo
me senté bajó la sombra de un árbol y no les quité la vista de encima, al rato
entre sonrisas se despidieron, ella le estiró la mano para saludarlo, pero él
se le acercó y le plantó un beso en la mejilla, al instante la parte delantera
del short se abultó tremendamente, el muy desgraciado tuvo una erección con
solo rosar con sus labios la suave piel de ella. Mamá mirando hacia abajo también
se dio cuenta de eso y le hizo gracia, se tapó la boca riendo, él pasó a mi
lado con su gran trozo tambaleando debajo de su pantaloncito, se despidió de mí
con un gesto, se tapó con la raqueta y siguió caminando.
Morena:
-Hijo prepara tus cosas que se hace tarde para volver a casa… antes debemos
pasar por una tienda de deportes porque a partir de mañana entrenaremos los dos.
Quedé
desconcertado, recién en el auto salí de mi asombro y le pregunté:
Yo:
-¿Cómo es eso que mañana vamos a entrenar los dos? Si a ti el deporte no te
gusta, además las clases eran para mí solo…
Morena:
-Así es el tenis no me gusta, pero como estoy tan sola, quiero pasar más
tiempo contigo, ya verás que divertido es entrenar juntos… además tu entrenador
es muy amable, tuvimos química con solo vernos.
Yo:
-¿Cómo es eso de química?, ¿A qué te refieres?
Morena:
-Se dice así cuando dos personas congenian, coinciden al instante en algo…
Yo:
-¿Y qué tiene que ver eso con el tenis?
Mamá:
-mmm… en que así tu aprenderás más.
Yo:
-Ninguno de mis compañeros entrena con sus
padres, me van a llamar nene de mamá, me van hacer bullying… o entreno solo o
no vuelvo a tomar otra clase de tenis, ni de ningún otro deporte.
En
realidad, no me importaba que ella me acompañase, es más de verdad disfrutaría
de su compañía, lo que yo no quería es que ella repitiera con la historia de
tener un amante, cambiando solamente el nombre del protagonista.
Al
otro día sin saberlo, comenzaría un nuevo calvario. A mi regreso del colegio, luego
de almorzar, mamá me preparó el bolso para ir a las clases de tenis, enojado le
pregunté si ella también entrenaría, me contestó que no, pero estaba vestida
con un sujetador deportivo tipo top de color tiza y en el mismo tono unos
pantalones cortos de lycra que se adherían tanto a su piel que era como si no
llevara nada.
Como
tenía puestas unas sandalias rojas de tacos altos, creí en su palabra, pero al
llegar al racket club se las sacó y se puso unas zapatillas blancas, yo la miré
furioso.
Yo:
-¿Por qué me mentiste?
Morena:
-Tú haces lo que yo te diga porque soy tu madre, grábatelo bien en tu
cabecita, además también quiero hacer algo de actividad física y vamos que tu
entrenador nos debe estar esperando.
Llegamos
a las canchas de tenis y ya estaba él usando unas prendas similares al día
anterior, saludó afectuosamente a mamá y empezamos a entrenar solo nosotros
dos, saque y volea, mamá estaba a un costado observándonos, de vez en cuando
golpeaba torpemente con su raqueta alguna pelota. Habrá pasado como veinte
minutos cuando el profesor sujetándome de un hombro me dijo:
Ernesto:
-Ahora pequeñín es hora de enseñar a tu madre, tú sigue pegándole como hasta
ahora, que tienes pasta de campeón, pero ve a hacerlo allá contra el frontón, yo
me quedaré aquí con ella.
Morena:
-Al fin me toca a mí, pensé que no tendría mi clase personalizadas hoy.
Ernesto:
-Tranquila mi bella dama que hoy tendrá un entrenamiento muuuy intenso... mi
atención esta puesta enteramente en ti.
El
maldito me mandó a un costado, mientras comenzó a enseñarle como hay que
empuñar la raqueta se le fue acercando por detrás, quedando los dos cuerpos muy
pegados, él rosaba las nalgas de mi madre con su tremendo paquete, ninguno tuvo
pudor de hacer eso conmigo cerca.
Morena:
-¿Esa cosa dura que siento, también es parte del entrenamiento? Parece un
bate de beisbol, pero estamos practicando tenis jajaja
Ernesto:
-Morenita si quieres podemos practicar beisbol en privado… tengo un bate
grandote que seguramente te gustaría agarrar.
Morena:
-Suena divertido, ¿Pero si es tan grande ese bate no sé si mis manitas
podrán levantarlo?
Ernesto:
-Estoy seguro de que tienes mucha practica en eso de levantar palos… de
beisbol, se nota que eres hábil para todo lo que se juega con pelotas….
Con
la excusa de la clase continuaron riendo, hablando en voz baja y coqueteando.
Más tarde, ellos se apartaron un poco para conversar y mientras lo hacían mami
me miraba de reojo, cuando terminaron ella caminó hasta mí y me dijo:
Morena:
-Luquitas, tengo mucha sed, iré por bebidas frías con Ernesto, ya regreso.
Yo:
-Ok, pero no tarden mucho (dije mirándolo fijo a él).
Ernesto:
-Tranquilo mini Nadal, tu madre está muy mojada… por el sudor y necesita que
la llene de fluidos… para hidratarse, ni bien ella no pueda más y se ahogue… de
tanto beber, regresamos.
Pasaron
15 minutos… 20… 25… en los cuales ella no aparecía y mis nervios me alteraban, ya
impaciente decidí ir a buscarlos, pero al llegar a dispensadores de bebidas no
había nadie, recorrí los pasillos, el vestuario, la recepción sin éxito alguno,
recorrí el parque y al llegar a la parte más alejada, bajo un árbol vi a mi
entrenador de pie y de espaldas a mí, me acerqué lentamente y con precaución
para no ser visto, cuando estuve cerca me escondí detrás de unas frondosas
plantas, él estaba apoyado sobre el tronco de árbol y mami estaba frente a él,
agachada, seguro estaría atándose las zapatillas.
Pero
al cambiar de ángulo casi se me escapa un grito de sorpresa al verla de
rodillas haciéndole una mamada de campeonato a Ernesto, mamá se tragaba lo que más
podía, pero era irreal lo que mis ojos observaban, el entrenador tenía una pija
enorme, tan grande como el mango de una raqueta de tenis, calculo alrededor de unos
25 a 28 cm, negra, ancha y sobre todo muy gruesa, con una cabezota que parecía
una albóndiga de carne caliente, a la que la hambrienta de mi madre
mordisqueaba. Cuando él se la fue metiendo en la garganta, sentí temor por ella,
le caían lágrimas y tocia, tenía mucha saliva colgando de su mentón, tenía los
ojos saltones y por momentos parecía que fuera a vomitar, pero mientras yo
sentía miedo que esa bestia la asfixie, ella no deja de mamar.
De
a ratos se la sacaba de la boca, tomaba aire y volvía a la faena, desde mi
lugar me daba la sensación de que ella estaba comiendo una boa constrictora,
lamentablemente no alcanzaba a escuchar las cosas que él le decía, gesticulaba
como alentándola a que tragara más verga, el bastardo estaba en la gloria. Yo
no sabía qué hacer, si gritar y parar eso, confrontarla por las humillaciones
constantes a papá y a mí, o seguir mirando, en medio de ese maremoto de
sensaciones mezcladas, me desbordó la excitación y continué disfrutando de ese
espectáculo sexual. Ella estuvo haciéndole sexo oral por más de un cuarto de
hora y en el paroxismo de esa situación, el tipo le aferró la cabeza con sus
manos y salvajemente la cogió por la boca, como si se tratase de una violación
la penetraba profundamente, mamá se estaba ahogando y con sus puños lo golpeaba
en el estómago para que la soltara, pero él seguía y cada vez aumentaba más la
velocidad. Por fin la soltó cuando ella le apretó un testículo, liberadas sus vías
respiratorias de colosal obstrucción, empezó a toser fuerte y a escupir saliva con
dejos de líquido pre-seminal que la estaba ahogando, en cuestión de segundos su
rostro violáceo pasó a tener una coloración normal.
Ernesto
con una mano continuaba agarrándola de la cabeza y con la otra se masturbaba al
mismo ritmo acelerado de la cogida y al tiempo que mami llenaba sus pulmones de
aire, él con violentos chorros le bañaba la cara y el pelo de semen. Luego de
las copiosas eyaculaciones, esa tremenda verga quedó goteando leche y como a
mamá nunca le gustó desperdiciar los alimentos, se llevó a la boca esa
extraordinaria pija para chuparla hasta dejarla seca. Me provocaba rabia la
actitud de puta que había asumido y también el no poder escuchar lo que estaban
hablando.
Mamá
se paró y como no tenía nada a la mano con que limpiarse, con un dedo a modo de
cuchara fue juntando los colgajos de semen, para luego llevárselos a la boca,
hizo lo mejor que pudo, pero su hermoso rostro era un desastre, aún estaba
manchado de esperma, a lo cual Ernesto que seguía con su pantaloncito a la
altura de los tobillos, caballerosamente se sacó los calzoncillos y se los
ofreció a modo de toalla, ella en agradecimiento después de secarse la cara, le
dio un besito en la punta de la temible bestia y le subió el short, él le
acomodó el vestido con especial énfasis en la zona del busto, al tiempo que
mama con sus manos se peinaba, ya repuestos caminaron en dirección a las
canchas. Corriendo lo más rápido que pude regresé y con el corazón latiendo
agitadamente los esperé peloteando al frontón.
Ernesto:
-Bien campeón, veo que estas mejorando tu golpe
plano, pero ya descansa que te va a dar un infarto.
Estaban
parados a mi lado, él con una alegría como si hubiera ganado Roland Garros y
mamá con rastros de semen en su cabellera y en la ropa.
Yo:
-¿Por qué demoraron tanto?
Ernesto:
-Es que las bebidas que había en la tienda a tu madre no le gustaron, ella buscaba
algo más energizante y con abundantes minerales jajaja
Morena:
-Si mi amor, porque las bebidas comunes no sirven cuando se hace actividad
física, requería algo más nutritivo… para rehidratarme y tu entrenador se
preocupó en conseguirmela, mira que he probado varias, pero te juro que ninguna
tan fortificada como la que me dio, era tan espesa que hasta me costó tragarla…
él fue muy atento y deberías agradecerle que se ocupara de mí…
Yo:
-Le agradezco entrenador por ayudar a mi madre (mascullé entre dientes sabiendo
muy bien lo que había pasado).
Ernesto:
-De nada muchacho, solo le di lo mejor de mí…
Yo:
-Por cierto ¿Qué bebida fue esa que le dio a mi madre? Porque como no venían
fui a las máquinas dispensadores y estaban cargadas con las bebidas habituales…
Ernesto:
-Ehhh… leche de coco… de dos cocos… y claro que las máquinas no cuentan con ella,
yo mismo se la preparé, se puede decir que es una bebida artesanal… por eso la
tardanza, si hubieras visto con que gusto la bebía, le encantó, con decirte que
dejó a los dos cocos vacíos jejeje
Para
cortar con mi interrogatorio, ella lo despidió con un beso y él mientras la
abrazaba le dio una palmada en una nalga, mamá me miró sorprendida y para salir
del incómodo instante le dijo:
Morena:
-Hay Ernesto eres un loco, pero ya deja hacer tonterías y ve a darle de beber a
la bestia… que debe estar cansada
Yo:
-¿A la bestia? ¿De qué estás hablando si acá no dejan entrar animales?
Morena:
-Me refiero a la bestia interior… hijo tu siempre tan literal, te pareces a tu
padre, no sabes nada de filosofía…
Yo:
-¿?
Ya
en el auto mi madre se miró en el espejo retrovisor y ahí se dio cuenta que
tenía en un mechón de su pelo un grumo de semen, me miró fugaz y sutilmente se
limpió fingiendo peinarse, pero ese pegote le quedó en los dedos y no le quedó
otra que lamerse la mano.
Yo:
-¿Qué estás haciendo mami?
Morena:
-Nada, simplemente mejo la mano para agarrarme mejor el pelo y hacerme más
fácil una cola
Pasaron
los días y ella iba a tenis conmigo, pero como no la dejaba sola ni por un instante
con Ernesto, solo hubo entrenamiento, claro que no faltaron las apoyadas
casuales de bulto en el culo de ella, los disimulados manoseos en las tetas
aparentando corregirle una postura, las risitas cómplices, los susurros al
oído, los besos cerca de las comisuras de los labios y no en la mejilla, entre
otras cosas morbosas. En una oportunidad mientras el entrenador me peloteaba y
yo se la devolvía con golpes de passing shot de revés a una mano desde el fondo
de la cancha, me dieron ganas de ir al baño, los dejé solos por un momento, les
doy mi palabra de que me apuré en hacer mis necesidades, al volver él tenía a
mi madre apoyada contra el paredón que usábamos para jugar al frontón.
Ernesto:
-Te tengo unas ganas Morenita, no puedo dejar de pensar en tu mamada, quiero
comerme tu culo ahora, ya
Morena:
-¿Estás loco Ernesto? Mi túnel es demasiado estrecho para semejante tren, no
sé si va a poder entrar en mi chucha y tu que quieres por el ano… déjame que
puede regresar en cualquier momento Luquitas… ya tendremos tiempo, yo también me
muero por sentir esa rica vergota dentro mío…
Al
verlos en esa postura tan comprometedora me dio un ataque de celos y les
pregunté sarcásticamente:
Yo:
-¿Ya dejaron de entrenar?
Morena:
-Siii… porque me dio un calambre en el muslo y él gentilmente me estaba dando con
sus fuertes manos un masaje para relajar el mus-culo... eeeh, bueno hijo nos
vamos, alístate… adiós Ernesto.
Dijo
mi madre agachándose para agarrar las raquetas y mostrándole sus descomunales
nalgas al entrenador, que con una mano se apretó por encima del short el erecto
pene y se mordió el labio inferior. Saliendo de complejo junté valor y le hice
una pregunta a mamá.
Yo:
-¿Mami por qué te acercas tanto a Ernesto?, No me gusta nada ver a ese tipo
siempre cerca tuyo
Morena:
-Hijito lo siento por ti, pero estoy cómoda con Ernesto, desde que Mateo no
está me siento sola y con él tengo a alguien con quien conversar, nos estamos
conociendo, me alegra que sientas celos por mí, veo que estás creciendo y te
estás volviendo todo un hombrecito… algún día me entenderás, por el momento
solo apóyame y no le digas nada a tu padre el no comprenderá esto, tengo suerte
en tenerte a ti como mi hijo y amigo, que me apoyas en todo ¿Verdad?
Yo:
-Si mami, yo siempre te apoyaré
Morena:
-Me llena de orgullo escucharte, tu también sabes que puedes contar conmigo
para todo, no tengas pena de contar o preguntarme lo que quieras… ya verás que
con el tiempo Ernesto te caerá mejor, él tiene en su interior grandes cosas
para ofrecerme, eso hace que quiera conocerlo profundamente… como amigo
Llego
el viernes y por suerte el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina, ya
habíamos arreglado con Benja pasarlo en casa disputando una maratón de juegos
con la play, desde que arrestaron a su tío lamentablemente nos vimos poco y
nada. A la salida del colegio mami pasó por mí con mi hermanito Jorge en
brazos, al llegar a casa nos preparó la comida y luego jugamos los tres, a la
media tarde nos preparamos para ir a la piscina, como siempre ella usaba trajes
de baños minúsculos para evitar que le queden marcas en su bronceado y para la
ocasión se había puesto un bikini violeta floreado, con un sujetador estilo
balcón (y nunca mejor puesto ese nombre porque el busto se asomaba temerariamente)
y una tanga g-string que se anudaba a los costados de sus caderas.
Cuando
estábamos por bajar escuchamos el timbre, mamá fue corriendo al portero y para
sorpresa mía era el entrenador, al abrir la puerta observamos que el cubano
estaba vestido muy elegante. Mi madre lo recibió en bikini, algo me decía que
ella ya sabía que él vendría a casa porque en ningún momento atinó a cubrirse. Ernesto
entró, me saludo y caminó hacia el sofá para sentarse, como si fuera su casa y
además le dijo a mamá que le trajera un ron para beber, señalando la cocina.
¿Ustedes me pueden explicar cómo ese tipo conocía dónde quedaba la cocina? ¿Y
cómo sabía que el ron al usarlo para flambear lo guardaba ahí y no en el bar? Algo
en mi decía que él ya había estado en mi casa. Mientras ella fue a servirle el
trago yo sin rodeos pregunté:
Yo:
-¿Entrenador qué hace acá?, A mi papá no le gusta que recibamos visitas
cuando él no está y mucho menos que se presenten sin avisar
Ernesto:
-Mocoso cállate, yo vine por tu madre no por ti, si sigues molestando o le
cuentas algo al cornudo de tu padre te daré la paliza de tu vida, acostúmbrate
a verme más seguido. (me dijo sujetándome fuerte de un brazo)
Al
momento que regresó mamá, él me soltó y se levantó para recibir el vaso, luego
se sentaron muy pegados a conversar, por alguna extraña razón a ella le
brillaban los ojos al verlo.
Morena:
-Hijito anda a ver que tu hermano duerma y si quieres puedes ir a jugar con
tu amiguito del octavo piso, tienes permiso para pasar la noche con él, si
quieres, corazón juega hasta caer rendido por el cansancio, que nosotros
haremos lo mismo… al poker
Yo:
-Ok mami, gracias, adiós Ernesto
Saludé
temblando de miedo, el moreno me dio el cagazo de mi vida y hasta me hizo
extrañar a Mateo. Como algo en mi interior necesitaba ver lo que pasaba, esperé
un rato en el pasillo y por la puerta de servicio volví a entrar para espiar.
Mi madre estaba sentada en las piernas de él, enfrentados, con el sujetador
bajo y Ernesto le chupaba las tetas ardientemente, mientras le manoseaba el
culo separándole los cachetes y hasta colando por el ano el dedo índice.
Ernesto:
-Este sofá me trae recuerdos, justamente aquí me montaste como yegua en celo,
al principio sentías terror de enterrarte mi verga y ahora mirá como me la
vuelves a pedir… cuando una concha se amolda a mi pija es muy difícil que
vuelva a disfrutar con un pito estándar jajaja… es que cuando conocen el
paraíso, todo lo demás es un infierno
Eso
confirmaba mis sospechas, el maldito ya había venido a mi casa y además se
había follado a mi madre. Ellos seguían en lo suyo sin sospechar que tenían un
espectador, mientras él mamaba los senos con ansia, mi madre le agarró la anaconda
y lo pajeaba, el sonido que producía la boca al chupar me hizo acordar a cuando
mami le daba la teta a mi hermanito para alimentarlo. En cierto momento él le
puso una mano en la cabeza y la obligó a que bajara para que le diera placer
bucalmente, esta vez mami con mayor facilidad y sin atragantarse comenzó a devorar
ese descomunal falo venoso, centímetro a centímetro, lentamente disfrutando de
ese pene con una cara tierna y radiante de alegría. Siguieron así hasta que él
le dijo:
Ernesto:
-Ya
está bien, quiero disfrutarte en tu cama matrimonial
Morena:
-No, no me gusta la idea, ahí duermo con
mi marido
Ernesto:
-Precisamente por eso me apetece hacerlo
en esa cama, porque con ese infeliz duermes y nosotros vamos a hacer cualquier
cosa menos eso, quiero que cuando el cornudo regrese sienta mi olor, olor de
macho que marca a su hembra
Mientras
mamá se negaba con poca o escaza convicción, yo aproveché de ir a al cuarto de mis
padres y esconderme en su closet, el morbo definitivamente me había venció. Al
ratito entraron besándose, abrazados y ambos completamente desnudos, Ernesto la
tiró con fiereza a la cama, quedando boca abajo y le besó las plantas de sus
cuidados pies, continuó por las piernas hasta llegar a sus nalgas, las abrió,
le recorrió la zanja con su lengua varias veces, desde la vagina al ano y
viceversa, cosa que excitaba a mami y la hacía gemir de placer.
Luego
él se acomodó debajo de ella haciendo un delicioso 69, las bocas de cada uno se
perdían en las zonas genitales del otro, mi madre como si hiciera un acto de
magia, lograba con algo de esfuerzo hacer desaparecer en su totalidad, por
momentos la barra de carne, ocultándola dentro de su garganta. Al rato cambiaron
de posición, ella se acostó de espalda y él situándose arriba la penetró fuertemente
a lo que mi madre emitió un gemido tan grande que yo creo que despertó a media
cuadra. Ernesto aceleraba su bombeo haciéndola gritar más y más con cada
embestida mientras le daba brutales chupones en las tatas y las embadurnaba con
su saliva, de pronto se escuchó el llanto de mi hermanito, seguramente los
gritos y gemidos de mamá lo despertaron, ella quiso ir a atenderlo pero el
cubano no la dejó, la retenía clavándola con su verga hasta el útero, mi madre
tardó un rato largo para liberarse y cumplir con su labor maternal. De un salto
salió de la cama y fue al cuarto del bebé que no paraba de llorar, pasaban los
minutos y su amante se impacientaba esperándola, como no volvía empezó a llamarla, a
los pocos segundos apareció ella con Jorgito en brazos, dándole la teta, esa
misma teta que momentos antes disfrutó Ernesto, los pezones los tenía más
parados que nunca, tanto que no entraba por completo en la boca de mi hermano,
la imagen fue una remembranza de nuestra madre mamándole la pija al entrenador.
La
escena al tipo lejos de darle ternura le provocaba excitación, disfrutaba verla
desnuda, con la concha lampiña mojada, escurriendo flujos que descendían por los musculosos muslos morenos y contemplar como que el pecho que alimentaba
a mi hermanito estaba lleno de las marcas que él le había provocado con su
famélica boca. Cuando ella con dulzura intentaba por todos los medios lograr que el pezón erecto y abultado pudiera entrar en la estrecha boca de mi hermanito, escuché el siguiente diálogo:
Ernesto:
-Amor ven aquí, descansa sentándote con mi
verga dentro tuyo…
Morena:
-No digas estupideces…
Ernesto:
-¿No te gustaría que tu macho te cogiera
mientras tu hijo te come las tetas? Anda, no tengas vergüenza y hagámoslo, vas
a disfrutar como nunca en la vida, será como estar con dos hombres…
Al
ver que mami no le hacía caso, él se levantó de la cama y se situó atrás de
ella, la rodeó con sus brazos a la altura de la cadera y bajando una mano le
estimuló el clítoris al tiempo que con la pija le picaba el culo, ella contenía
sus gemidos para no despertar a su bebé que estaba durmiéndose.
Morena:
-No déjame, esto está mal, suéltame…
Era
lo único que lograba susurrar ella sin emitir algún quejido. Por suerte pronto
Jorgito cayó en las garras de Morfeo y mamá lo regresó a la cuna, pero ni bien
volvió, él la arrojó de bruces sobre la cama cayendo boca abajo para su
desgracia y se tiró como un perro hambriento sobre su presa, le escupió el culo
y con los dedos le fue dilatando el ano lo que más pudo y su desesperación le
permitió, mi madre solo gemía sabía que en breve vendría una lucha encarnizada
de introducir esa siniestra pija analmente. Comenzó poco a poco a penetrarla, costó
casi todo el otro del Perú enterrarle la tremenda cabeza, que durante todo el
esfuerzo mordió la almohada y suplicaba:
-Despacio
por favor, despacio que es inmensa… es demasiado sácala, sacalaaa… ya es suficiente,
sácala
El
entrenador proseguía con el objetivo de romperle el culo, mi madre ya no podía más,
lloraba y gritaba que se lo sacara, Ernesto desbordaba de excitación y no
entraba en razones, la sujetó fuerte no dejando que se moviera, ella seguía
luchando para zafarse pero él lo impidió pegándole unas sonoras cachetadas en
las nalgas para que deje de gritar.
Ernesto:
-Cállate puta, disfruta.. serás mía a partir de ahora, ni tu marido, ni tus
hijos impedirán que te posea, donde, cuando y como quiera…
Morena:
-Déjame, te promete que lo intentaremos otro día, por favor, suéltame
Ernesto:
-Si hubieras aceptado antes de sentarte en mi pija ahora estarías
disfrutando por la concha, pero como te hiciste la puritana ahora aguanta, ya
pasará el dolor, te acostumbraras porque esto se repetirá
Él
entrenador la culeó agrandándole las paredes de sus intestinos, mi madre en su
rostro tenía el rictus del dolor pero sus ojos estaban inyectados en lujuria,
de a poco empezó a acostumbrarse a estar empalada analmente y hasta por momentos
parecía gemir de placer, ya las manos de su amante no la sujetaban, en lugar de
eso le ordeñaba los pechos mojando la cama con su leche maternal. Ya había
pasado mucho tiempo y Ernesto no aguantó más, con salvajes bombeos le descargó
todo su esperma dentro y fue bastante porque al desencularla, chorreó semen
tanto de su descomunal verga como del culo desfondado, que había quedado tan
abierto que se podría meter una mano completa.
Mamá
como pudo se levantó de la cama y entró al baño mientras él acostado se
agarraba la pija en estado de semi erección y se reía satisfecho, esperé a que mi
madre saliera, apagaron las luces y me escabullí en silencio de la habitación, para
esconderme en mi cuarto.
Ya
al amanecer me despertaron unos ruidos fuertes, más que gemidos eran gritos de
dolor, asustado corriendo salí de mi habitación, esos ruidos provenían del
cuarto de mi madre, pegué mi oreja a la puerta y escuché que ella le decía:
Morena: -Por favor sácamela, me duele el culo,
llevas 1 hora dándome ya no aguanto más
Ernesto:
-Aguanta perra, no voy a dejar pasar esta oportunidad, desde que te conocí
quise probar este culo de esposa insatisfecha en búsqueda de un toro viril…
ahora por puta te culearé el resto de mi vida
Fui
hasta la habitación de Jorgito, le calenté el biberón y se lo di, por suerte
había varios cartones de leche en el refrigerador, porque si dependiera de las
tetas de mamá, moriría de hambre, seguramente a esta hora estarían vacías, más
tarde le cambié el pañal y lo dejé durmiendo en su cuna. Mientras esperaba que
mamá bajase, desayunaba en la cocina viendo los dibujos animados para
distraerme del combate sexual que acontecía en el cuarto de mis padres. A la hora larga ella bajó, envuelta en su
bata, estaba demacrada, con el pelo revuelto y su cuerpo emanaba fuerte un olor
a agrio.
Yo:
-¿Mami estas bien? Te veo mal como enferma
Morena:
-Si corazón, cuida a tu hermanito, yo me prepararé café, algo de comer y
subiré a mi habitación nuevamente
Yo:
-Tienes tostadas en la mesada y la cafetera está llena, hace un rato me
hice un café con leche
Morena:
-Gracias cielo, sin ti no sé qué haría, eres mi apoyo, siempre puedo contar
contigo
Me
lo decía con voz temblorosa y un poco adolorida, en eso bajó Ernesto solo con
un bóxer de papá, que parecía varios números más chico, porque le marcaba todo
el contorno de su tremenda verga. ¿Qué carajo le habría pasado a su ropa
interior que tiene que usar la de mi padre?
Ernesto:
-Buen día pequeñín, ¿Cómo amaneciste? Ahh, por cierto, hace un rato llamó tu
padre para decir que recién el fin de semana que viene tal vez pueda regresar… anoche
nos divertimos mucho con tu madre, espero que hayas podido dormir bien, estuvo tan
entretenido que me quedaré estos días para seguir disfrutando de mami...
Luego
se giró para ver a mi madre y acotó:
Ernesto:
-¿Morena
cómo se te ocurre beber café solo, no sabés que por las mañanas cae mal? Anda,
sube a la habitación que por suerte me queda en las bolas algo de leche para cortártelo…
Y
así estuvieron todo el fin de semana, cogiendo como animales, encerrados en el
cuarto de mamá y solo bajaban a comer, como la puerta la cerraban con llave no
pude ver lo que hacían en esas cuatro paredes, me conformé con oír detrás de la
puerta, pero solo eran gemidos y gritos. El cubano llevaba ya cinco días viviendo
con nosotros, cogiéndose a mi madre por el agujero que le viniese en gana y
apoderándose tanto de su cuerpo como de nuestras pertenencias, como si fuera mi
padre y el dueño de casa, el maldito estaba abusando de todo y mi madre solo
obedecía lo que él ordenaba, totalmente sumisa ante Ernesto.
El
jueves a mi regreso del colegio, cuando estaba por abrir la puerta escuché los
gemidos de gozo de mami, al pasar pude ver en primer plano como él tenia a mi
madre el en sofá en cuatro, con las tetas colgando y su culo totalmente
levantado, la estaba culeando como un poseído, yo asustado grité ¡¡¡Mamá!!!
Morena:
-Ernesto suéltame, está mi hijo, no quiero que vea esto, por favor,
sueltameeeee…
Ernesto:
-Me importa una mierda, no te voy a soltar hasta que vacíe mis huevos, anda
maldito niño sube a tu cuarto y enciérrate, ¿No ves que esta puta y yo estamos
disfrutando?
El
maldito continuó masacrándole el culo violentamente, sin esperar a que me fuera
y la golpeaba para para que dejara de moverse. Yo subí corriendo a mi habitación
asustado sin saber qué hacer, por momentos espiaba escondido desde las
escaleras, como a la hora recién sacó su fabulosa pija del esfínter anal y la
llevó a la boca de mi mami para eyacularle en la cara, solo fueron unos
escuetos chorros de semen porque ya estaría casi seco de tanto coger y las horas
que llevarían haciéndolo.
Al
terminar mi madre fue a su habitación, pasando delante de mí desnuda y con la
cara enlechada, inmediatamente confronté al bastardo y al segundo me con una
mano se sujetó del cuello apretándolo fuerte, ahorcándome y me tiró al sofá.
Ernesto:
-Cállate y no hables más, si intentas emitir una palabra esta pija que está
sucia de la mierda de tu mamita, te la meteré por la garganta, ¿La ves bien?
¿Siii? Pues ahora huelela para que te quede claro que de ahora en más yo seré tu
nuevo papá y tendrás que obedecerme como lo hace la puta…
Yo:
-Tengo mi padre y el vendrá pronto, no puedes quedarte y mandar donde no es
tu casa
Él
se limpió la verga en mi polera, riendo dio la vuelta y subió a la habitación
de mis padres, nuevamente al rato la casa se llenaba de gemidos. Yo no sabía
qué hacer para librarme de él, mi madre estaba totalmente entregada y solo
obedecía.
Para
distraerme salí a la casa de mi mejor amigo Benja, por el camino creí ver un
espejismo, una luz de esperanza, me encontré con Mateo y corría hacia él.
Mateo:
-¿Hola como estas amiguito, me extrañaste? ¿Cómo está tu linda madre? Espero
que me haya echado de menos más que tu jejeje
Yo:
-Necesito contarte algo y de tu ayuda (sin esperar su respuesta le narré
todo el calvario vivido)
Mateo:
-No te preocupes Luqui, yo te ayudaré con esto, no me importa quién sea, en
prisión me he enfrentado a mucha gente peor, además ese culito es mío y no me
gusta que nadie lo toque, ni siquiera tu padre amiguito
Volví
a mi casa, mami se estaba duchando, entré al baño para hablar en privado y
preguntarle por qué se dejaba dominar por Ernesto, un hombre agresivo y morboso.
Morena: -Es que hijito lo que me hace
disfrutar ese hombre es muy difícil explicarlo con palabras, nunca estuve con un
hombre que portara un pene tan descomunal, te juro que esas sensaciones únicas
me obnubilan, es como si perdiera la razón… lo que viste hace unas horas no
tendrías que haberlo visto, una cosa es que sepas los que hace tu madre y lo
comprendas apañándome y otra muy distinta es que lo presencies… cuando tu no
estabas discutimos fuerte con Ernesto, le pedí que se fuera, lamento que hayas
pasado por esto, te juro que intentaré que no se repita, le dije que lo nuestro
terminó, que ya nos habíamos quitado las ganas, pero él me respondió que volvería
y esta vez para quedarse… tengo miedo, no sé qué hacer hijo, si se entera tu
padre mi mundo se vendrá abajo.
Yo:
-No te preocupes mami ya me hice cargo de esto.
Y
desde ese momento no volvimos a ver más a Ernesto, mi ex entrenador, ni supimos
que le pasó, aunque lo intuyó. Papá regresó a casa sorpresivamente, de un día
para otro sin avisar, por suerte no lo hizo unos días antes, ni bien atravesó
la puerta, corría abrazarlo, mamá quiso hacer lo mismo, pero estaba muy
dolorida de las puñaladas de carne que le dieron por el culo y la concha, le
costaba caminar.
Papá:
-Vine porque me llamaron algunos vecinos
quejándose de fuertes gritos que salían del departamento, pensé lo peor, que
unos delincuentes los tenían secuestrados, pero veo que está todo normal, que
raro…
Yo:
-Es que el televisor de la sala no
funcionó bien estos días, se subía el volumen solo y quedaba atorado sin que lo
pudiéramos bajar, calculo que será por eso… pero descuida que con la ayuda de
Mateo, el tío de Benja ya lo mandamos a reparar y ahora volvió todo a la
normalidad
Si
mi padre supiera que esos ruidos eran en realidad gemidos de su “fiel” esposa,
le da un sincope, menos mal que los vecinos solamente escucharon y nadie vio
las entradas y salidas de Ernesto.
Así
llegamos al fin de este relato, luego les contaré más historias de mi madre Morena
y su gran culo, siempre que este relato haya sido de su agrado. Espero que les haya gustado, trataré de mejorar con sus
comentarios y acepto sugerencias para la historia.
Autores: Robin y Gus Becker.
Muy bueno exelente
ResponderBorrarExcelente relato, gracias por compartirlo
ResponderBorrarExcelente volviste Afilado amigo saludos
ResponderBorrarLa historia es de Robin no mía, los créditos son más para él.
BorrarGracias Robin y Gus por esta obra de arte pajeril. :-)
ResponderBorrarexcelente ya se estaba haciendo esperar
ResponderBorrarLo que se hace esperar siempre se disfruta más ;-)
BorrarExcelente relatos, como siempre.
ResponderBorrarMe encanto ya quiero seguir leyendo más relatos de Morena muy rico como Ernesto la hizo su sumisa muchas gracias Robin
ResponderBorrarBuen relato
ResponderBorrarMuy buen relato, se agradece
ResponderBorrarS2s
Muy bueno!!! Ya estoy esperando el próximo relato.
ResponderBorrarMuy buen relato me cantan tus relatos
ResponderBorrarQue morbooooooooooooooo, es excelente, gracias Robin y Gus por otro relato de Morena que con cada continuación s epone mejor y mejor.
ResponderBorrarMe alegra que les guste y vamos por más
BorrarGenial relato, muy sabroso, felicitaciones a los autores.
ResponderBorrarWoow estuvo super cabron y morboso, ojalá el hijo se haga más cercano a la madre y la madre le cuente todo y lo deje ver e incluso participar 😁🤣
ResponderBorrarSería morboso eso, no? jejejeje
BorrarMe encantó el relato, muchas gracias por la colaboración que han hecho quedo genial.
ResponderBorrarNotable Relato , tremendo morbo, que bien describe las situaciones , con muchisimos detalles, me encantan las fotos , muy sugestivas tambien , estaria lindo que el hijo participara también aprovechando las largas ausencias del padre . Felicitaciones Robin y Gustavo . Esperando la continuacion . Saludos
ResponderBorrarEs que el hijo participa, esta siempre presente y él fue quien alertó a Mateo de los hechos que estaban pasando en su casa...
BorrarGus amigo, excelente relato, le doy 10 puntos 👍🎖🏆. Saludos
ResponderBorrarGracias MiguelEc!
BorrarExcelente relato
ResponderBorrarMuy buenos gracias Robin y Gus siempre ponen el sazón el los relatos muy morboso y como describen todo me encanta
ResponderBorrartremendo relato, buen morbo pero sobre todo excitante
ResponderBorrarBien
ResponderBorrarAun mejor que la primera parte :) ya quiero ver con que sorpresa viene la tercera, una pregunta : de quien son las fotos que usaron para poner en el relato ?
ResponderBorrarLas fotos son de Morena ;-)
BorrarTambién estoy a la espera de la tercera parte, veremos que opina Robin.
Majestuoso relato, Gus y Robin los felicito, se lucieron de maravillas.
ResponderBorrarLa morbosidad al palo, impresionante relato, los felicito, ojalá la continuación no tarde en llegar, muero de ganas por saber como sigue la historia con Mateo, me dejó la verga humeando lo del culito de tu madre me pertenece y no quiero ni que tu padre lo toque ni siquiera tu padre, eso habla de sumisión de ella con Mateo, hermoso.
ResponderBorrarMe alegro que te guste. Esperemos que Robin te de más detalle de como sigue la historia.
BorrarAl principo me apenó que Mateo desapareciera, al seguir leyendo me encantó la incorporación de Ernesto, más tarde me gustó más Ernesto al ser tan posesivo y volver tan puta a Morena, luego me apené con la desaparición de Ernesto, continué leyendo y me alegré nuevamente con la vuelta al ruede de Mateo.
ResponderBorrarYa quiero saber como sigue jajajajajajaja
Muy excitante, sigan así que son unos relatos impecables.
ResponderBorrarDe verdad creo que ustedes son el DUO DINAMICO me gusta mucho como se mezclan el estilo de los dos, esta es una historia fresca y renovada gracias a Robin, pero se notan bastante los lineamientos de de Gus, la escena del llanto del bebé es claramente Beckeriana jajajaja.
ResponderBorrarBrindo por muchos más relatos de Batman y Robin, perdón de Gus y Robin.
Que puton verbenero
ResponderBorrarGran relato como siempre, me gustan esas madres
ResponderBorrarA mí también me gustan esas madres jejejeje
BorrarExcelente relato, cada capitulo mejor que el anterior
ResponderBorrarPero mis amores que relato morboso como los que a mí me gustan, los felicito, ojalá que Mateo la domone más que Ernesto y la convierta en terrible puta, me gustaría que la confianza madre-hijo aumente al igual que la putes de ella.
ResponderBorrarpense que ernesto la iba a follar con el bebé en brazos, eso seria super morboso
ResponderBorrarExcelente relatos gus muy bueno mucho morbo como me gusta
ResponderBorrarGracias pero la historia es de Robin no mía, recuerda que somos 2 los autores.
Borrarimpecable amigo, que bueno. Vamos por más juanete
ResponderBorrarGran relato gus nunca defraudas sigue asi
ResponderBorrarRecuerda agradecer a Robin
Borrarme gusto
ResponderBorrarAPLAUSOS
ResponderBorrarMuy buen relato Gus gracias por compartir
ResponderBorrarGracias Jacinto pero no me agradezcas a mí solo porque los autores somos dos, no uno.
BorrarBrutal el relato para mi gusto de los mejores ultimamente.
ResponderBorrarExcelente relato, me agrada el morbo que le das , no se si sea mucho pedir que en próximos relatos añadas algo de no consentido, es el rubro que mas me atrae y con tu forma de presentar las escenas me parece que el resultado seria fabuloso.
ResponderBorrarVeremos que opina Robin.
BorrarBRUTAAAAAAAAAAAAL!
ResponderBorrarEXELENTE NARRACION MUY CANDENTE
ResponderBorrarcomo siempre maestraso tremendos relatos ya los espero con ansias.
ResponderBorrarSaludos y exitos
Muchas Gracias a los 2 x la continuación, muy bueno
ResponderBorrarS2s
Robin, gran relato, Gus eres un gran maestro!!!
ResponderBorrarMe encanto es lo que esperaba ojala vengan mas con fotos muy sugerentes de mami en lenceria interior calentando al hijo y sus amantes pervertidos mientras le pone los cuernos al padre con colegas o amigos felicitaciones bien logrado los dialogos espero que el hijo vaya poco a poco despertando su apetito sexual y celos a al ver a mami en accion volviendose loco a correrse a pajas.
ResponderBorrarbuenisimo tu relato
ResponderBorrarGenial.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarFA BU LO SO!!!!!!!!!!
ResponderBorrarGrandioso amigo sigues así les distes un gran final que chido eres lo maximo
ResponderBorrarTremendo relato, me encanto. Me gustaría que pudieran mas imágenes ilustrativas, pero fuera de eso muy bueno
ResponderBorrarJoaquinringo2019@gmail.com
Que bueno que te salio, cuando tengas tiempo hace muchos mas, solo cuando tengas tiempo, BUEN MATERIAL, SE DISFRUTA
ResponderBorrarVaya relato, y la verdad que buen hijo, preocupandose por los agujeros de su madre y buscandole el macho que la trate mejor pero que le deje algo para que el tambien disfrute jajajaja, me imaginaba una escena donde la madre con los ojos vendados permitia toqueteos del hijo mientras era disfrutada por el macho, pero solo eso... saciarse de los gemidos y palabras de la pareja. tremendo relato, gracias por compartir. edueduardov@gmail.com
ResponderBorrarEste relato lo he leído y releído un montón de veces por lo bueno al igual que papá mamá y el mecánico son relatos que encabezan la lista de los mejores
ResponderBorrarUffff me encantó!
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