¿Mi
esposo es imbécil?.. si, no hay duda, pero la culpa la tuvo su
padre, le enseñó a hacer dinero, como el hizo y hace, pero de
amor...
Con
mi esposo nos conocimos en una fiesta, yo lo admiraba por su
inteligencia, nos casamos, todo bien, y tuvimos un hijo. Mi marido
había perdido a la madre de muy chico, su padre (mi suegro) tiene
una empresa muy próspera y mi marido, como único hijo, fue
preparado para llevar esa empresa, pero su empresa estuvo siempre
arriba de nuestra relación para mi esposo.
Yo
sola criaba a mi hijo y me tenía que ocupar de su educación, como
también de los quehaceres del hogar: como las compras, el servicio
doméstico, los arreglos de todo tipo, los festejos, y a pesar de eso
no descuidaba mis temas personales como ir al gym, salir con amigas o
de shopping, y a veces hasta tenía que colaborar con mi esposo en
las relaciones públicas de la empresa.
El
sexo con mi marido nunca fue algo fuera de lo común, más bien algo
básico, él arriba o yo abajo, y como mucho a los diez minutos
acabada de él, con suerte orgasmo mío, punto aparte, ni siquiera
intentó en todo nuestro matrimonio poseerme analmente, nada.
Hasta
ese momento todo lo que sabía de sexo era por mis amigas, pues mi
esposo, me “agarró” muy chica, casi sin experiencia, él fue mi
primer y único noviecito.
Mi
suegro siempre simpático conmigo, siempre amable... siempre
mirándome, pero yo siempre pensé que realmente me quería como una
hija. Una mala idea que tuvo mi esposo cuando nos casamos es que
viviéramos en el mismo barrio cerrado en el que mi suegro, a mi
nunca me gustó esa idea, eramos vecinos, nosotros en una hermosa
casa de dos plantas y mi suegro en la casa de al lado, viviendo solo.
Mis
padres residían muy lejos, por lo que sus visitas eran poco
frecuentes, por eso después que naciera nuestro hijo y mi esposo
estaba en la bendita empresa, mi suegro se prestaba gentilmente a
ayudarme y fueron muchas veces. A mi suegro le fascinaba verme
amamantar al bebé, pero tarde me di cuenta que no era el acto de
ternura lo que le gustaba, sino el verme las tetas.
El
tiempo pasó y ya nuestro hijo comenzó el jardín de infantes, en el
mismo barrio cerrado, por lo que me resultaba muy cómodo llevarlo y
fue allí que comienza mi suegro a sacar las intenciones que tantos
años guardó. Luego de dejarlo en el jardín y cuando él pensaba
que estaría en casa sola tomando mate o un té, aparecía y no había
forma de echarlo, se quedaba mucho tiempo y los diálogos que
manteníamos se tornaban a veces picantes.
Mi
suegro le había entregado la conducción de la empresa a mi esposo,
recibiendo las ganancias todos los meses y los dividendos dos veces
por año, no está demás decirles que eran muy abultados, por tal
motivo mi suegro no hacía nada, su pasatiempo fue acecharme de a
poco. Llámenme ingenua pero yo no entendía, o imaginaba el interés
especial de mi suegro hacia mí.
Esteban
(ese el nombre de mi suegro) es un hombre muy alto y robusto, pelado
totalmente, voz muy gruesa, con tatuajes en brazos y espalda, como ya
les comente, soy malísima en calcular alturas, pero superaba el 1.90
mts., eso es seguro, su nariz fina y larga sumada a sus espesas cejas
y sus negros ojos le daban una mirada penetrante, incómoda a veces.
El
colmaba de regalos a mi hijo, ya que era su único nieto y sentía
verdadera debilidad por él, lo que mi hijo pedía, lo tena, no me
gustaba que lo mal acostumbre pero tampoco yo decía nada, ver la
cara de alegría de Lalo era mi felicidad.
Esteban
era respetado y hasta temido en el barrio cerrado, no me consta que
todas sus actividades eran lícitas, pero si sabia sin error a
equivocarme que ahora con mi marido al frente todo se mantenía
dentro de los márgenes legales, o sea, si mi suegro había andado en
cosas raras, ahora no, por lo menos en la empresa.
Siempre
fue muy reservado, sus cosas particulares creo que nadie las conocía,
por supuesto tenía su agenda llena de mujeres de vida fácil y muy
discretas, pero los “amores de una noche” a mi suegro, eso no lo
llenaba, por lo que yo escuché a través de los años es que a
Esteban le gustaban las inocentes y el sexo “prohibido”, la
perversión... ¿A que me refiero? Por ejemplo a él lo excitaban las
casadas y madres, mujeres como yo, su nuera, era tan perverso que el
disfrutaba con poseer mujeres donde sabía que estaba jodiendo a
alguien, no importaba si era a su hijo, hermano, primo o vecino.
Solamente alcanzaba el éxtasis cuando destrozaba a una mujer y
además se entrometía en la pareja de ella, dañándola, pero esto
lo descubrí muy tarde... vayamos en orden.
Transcurrieron
los primeros años y mi marido permanecía más horas en la oficina y
a mí me desatendió más, si yo no lo buscaba, él solo llegaba,
cenaba y dormía, todo eso era a causa de mi suegro, que siempre
manipuló y gobernó la vida de mi esposo. Cada día Esteban pasaba
más tiempo conmigo.
Llegó
el mes de enero y como todos los veranos pensé que iríamos de
vacaciones, no fue así, mi marido me dijo que su padre le había
conseguido una entrevista en Italia con empresarios interesados en
importar productos de la empresa, todo me resultaba extraño, yo no
iría pues era un viaje de negocios con agendas muy apretadas,
tampoco me iba a ir sola con Lalo de vacaciones, pero bueno...
disfrutaría de la gran piscina que tenemos y saldría con mi hijo a
pasear. Mi marido me había comprado un auto 0 km y como me gusta
conducir iría cada tanto a la Gran Ciudad, que queda 45 kilómetros
de distancia, a llevar a Lalo al circo, espectáculos, etc.
Pasar
en soledad más de una semana en una casa con todas las comodidades
no sería aburrido si planificaba mis tiempos pero... ¿En soledad?
Faltaban
dos días para que mi marido viajara y yo estaba bastante molesta por
haber sido excluida, pero ya se me pasaría, no me iba a privar de
comprarme cosas que tenía en vista como perfumes importados,
maquillaje, vestidos de primeras marcas y ropa interior Victoria
Secret, ni mucho menos de comprarle cosas a Lalo, el no llevarme le
iba a salir más costoso.
Llegó
día de la partida y mi suegro lo llevó al aeropuerto a mi marido,
hacía más de una hora que estaba sola en casa, como la mañana
estaba calurosa y muy soleada, luego que Lalo se despertó me puse mi
bikini y la mallita a mi hijo y... a la piscina.
Yo
estaba despatarrada en una reposera mientras Lalo jugaba con sus
juguetes a la sombra pues el sol estaba en su apogeo, cuando apareció
mi suegro, me levanté para ofrecerle un trago (le encanta el
alcohol, en especial el whisky de más de quince años de
añejamiento) y él me observó con mirada lasciva, enfocándose en
mi culo y en mis tetas, partes bastantes expuesta por la bikini.
Mi
hijo corrió a abrazarlo y Esteban me dijo que iría un momento a su
casa a cambiarse, que mientras tanto le lleve el trago a la sombrilla
que está al lado de la piscina.
En
menos de cinco minutos apareció con una ajustada sunga azul, estilo
brasilera, el viejo se mantenía perfecto a pesar de ya tener 58 años
y exhibía un bulto que parecía hacer explotar al traje de baño. Se
sentó en una silla y prendió un cigarrillo luego de invitarme con
uno, y mientras bebía su trago me miraba fijo sin emitir palabra.
Yo
esquivaba su mirada, pero me sentía incómoda, él me tomó una mano
y acercando su cabeza me dijo:
- ¿Qué te pasa Ayli?
- Nada, ¿Por qué?
- Tenés muchas cosas pero no estas completa... yo sé que te falta...
- No....no sé a que te referís...
- Si sabés... tranquila, ya estarás completa, confía en mí...
Me
acarició mi mano unos segundos incómodos, después me soltó y
siguió mirándome. Pasé un largo evitando mirarlo pero algo más
fuerte me hizo levantar la vista y clavarla en él, mi suegro al
notarlo sonrió, se levantó, acomodó su silla frente a mí y se
volvió a sentar, pero está vez más cerca de donde yo estaba, bajé
la vista instintivamente y vi que el bulto entre sus piernas había
crecido muchísimo, el pene le cruzaba todo el muslo y casi reventaba
la sunga.
Esteban,
siempre con la vista clavada en mis ojos se tocó el bulto y comenzó
a masajearlo, por vergüenza levanté la cara al encuentro de su
mirada, pero por debilidad volví a bajarla, entonces él se inclinó
hacia mí, volvió a tomar ahora mis dos manos y me preguntó
susurrando:
- ¿Qué mirás?
- Nnnada...
- Te vuelvo a preguntar, ¿Qué mirás?
- Tee dije, nna...
- ¿Lo querés?
- ¡¿Eh?!
Me
soltó, se incorporó y sonriendo burlonamente dijo:
- ¡¡¡Lalito!!!
- ¿Si abuelito?
- ¿Qué estas haciendo?
- Jugando con mi autito...
- Ok... ¿Te quedás un ratito acá que con mamita vamos a tomar algo adentro?
- Siii abue...
- ¡¡¡NO TE METAS EN LA PISCINA SOLO!!!
- No abue, ya sé que solo no puedo entrar... me quedo acá...
- Buen chico.
Estiró
una mano hacia mí, la tomé y me incorporé, de la mano me llevó a
la sala, pasando por la puerta corrediza en medio de los amplios
ventanales polarizados, nosotros podíamos ver a Lalo jugar en el
jardín pero él a nosotros no, cerró la puerta y enseguida me
arrinconó contra la pared y me sujetó de la cintura.
- No, por favor, noooo...
- Shhhhh, tranquilita bebé.
Su
cabeza se acercó hasta que nuestros bocas quedaron rozándose y su
lengua salió para lamer mis labios, hasta ahí cerrados.
- No, no esta bien esto... por favor, basta...
- Relájate, cerrá los ojitos y déjate llevar por lo que tenés reprimido adentro.
Y
mi boca se abrió, luego de cerrar mis ojos, su lengua entró y la
mía la recibió y pensé que comenzaba un juego peligroso. Nuestras
lenguas se entrelazaban, intercambiamos saliva, sus manos me
acariciaban las tetas y después de un instante, una mano pasó por
la cintura y una bajó hasta mi nalga.
- No, noooooooo... (supliqué sujetándole la mano que se posaba en mi culo) tengo miedo...
- ¿A qué?
- No sé... pero tengo miedo...
- Relajate...
Ahora
sus dedos se hundían en la raya de mi culo, sobre la tanga.
- No... por favor nooooo... mmm... siiiiiiiii...
Agarró
mi mano, la que frenaba su avance hacia mi culo y la llevó hacia su
cuello para que lo abrace, ya sin ninguna barrera, regresó hacia el
lugar de donde había partido, pero esta vez no le dije nada, cerré
los ojos fuerte y gemí por lo bajo cuando su mano se metió por la
tanguita y hundió un dedo en mi ano.
- Ay bebé... mi amor... ¿Qué le pasa a este precioso agujerito?... tan estrechito... tan cerradito que me apreta el dedo... mi hijo es un pelotudo importante... ¿Ningún pajarito hizo nido acá?
Me
marcó el cuello de tantos chupones que me dio y forzó con el dedo
mi esfínter anal, me quejé y justo en ese momento...
- Mamiii... abueee... ¡Tengo hambre!
- Quedate ahí hijo... ya te preparo algo.
Mi
suegro me soltó mirándome fijo, saboreó el dedo invasor y caminó
hasta donde estaba su nieto para hacerle compañía. Esa tarde fuimos
los tres al mercado a comprar alimentos y como quedaba dentro de un
conocido mall aproveché a también comprar algo de ropa y varias
cosas para Lalo.
Al
regreso tomamos mate con mi suegro mientras Lalo miraba TV, todo
estaba tranquilo, pero yo sabía que el apriete vendría más tarde,
Lalo condicionaba mucho, ¿Qué pensaría ver a su mami ensartada por
el gran pene de su abuelo? No quiero imaginarlo siquiera.
Cayó
la noche, y nos fuimos a cambiar para comer, yo me puse como hacia
calor un vestido de nylon muy cómodo y liviano tipo enagua, color
lila, de breteles, con un buen escote, que se ceñía a mi cintura y
terminaba por debajo de mi cola, como era muy corto usé una tanga
del mismo color, y sandalias negras de de taco, el cabello lo llevé
recogido. Esteban se vistió con bermudas color caqui,y camisa
floreada con varios botones sin abrochar mostrando su peludo pecho y
zapatos náuticos.
Cenamos
en la mesa pequeña de la cocina y cuando terminamos, preparé dos
cafés dobles con crema, solo para mí e irlandés para él, dejamos
a Lalo mirando las caricaturas en la TV y nosotros fuimos a la sala,
a sentarnos en el amplio sofá que mira al jardín y el respaldo da a
la cocina. Me senté a cierta distancia de él y observaba el
ventanal, en cambio mi suegro me miraba a mí, de pronto miró por
sobre su hombro para asegurarse que Lalo seguía en la cocina y se
arrimó a mí, con sus fuertes manos me hizo girar bruscamente la
cabeza y me besó con fúria, me mordía los labios, gemía, parecía
poseído.
Me
metió la mano en la vagina por debajo de la tanga, me hablaba
susurrando y me mordía el lóbulo de la oreja.
- Dame todo lo tuyo... mmm... mamita, dámelo....
Me
sacó la tanga y refregaba su mano sobre mi púbis, con un leve vello
de dos días, me masturbó un buen rato, cuando no daba más, lo
aparté de mí tirándolo contra el respaldo y fui con mi mano a su
bulto hinchado, ahí noté que no había nada bajo las bermudas, solo
un terrible miembro durísimo, largo y muy cabezón. Él empujó mi
cabeza para orientarla hacia la pija, la besé, la lamí y con mucho
esfuerzo me metí la cabeza en mi boca.
El
bramaba de placer, movía su pelvis de atrás para adelante para
coger mi boca, entraba ese monstruo con rabia atragantándome, me
quería matar y con esa cosa lo lograría sin dudarlo. Yo estaba en
plena chupada, él en medio de un poderoso gemido, y...
- Abu, tengo sueño... ¿Dónde esta mami???.
La
voz provenía de atrás del respaldo.
- Quedate ahí Lalo, mami está acá, recostada... ufff...
- Voy hijo, voy...
Quería
ponerme la tanga, tantee el sofá pero no la encontré, me incorporé
acomodándome el vestido como pude, porque con la transpiración del
momento, la tela estaba pegada en mi cuerpo y no bajaba.
- Dale un beso al abu y vamos a tu cuarto.
Lo
besó con ternura y el nene me siguió hasta su habitación, mis
manos estaban cubriéndome las nalgas porque el vestido me quedó
algo levantado y por la baja estatura de mi hijo, podía verme la
vagina. Fue al baño, se acostó, le puse como siempre música que le
encantaba, solo un poco más alta, para asegurarme que solo escuchara
eso, lo besé y salí.
En
mi cuarto estaba mi suegro sentado en el borde de la cama
desnudándose.
- Ayyyy Diossss... se te ve todo... ¡¡¡Que culo!!!.. bebé, hasta los huevos te voy a meter en ese ojete...
Fui
al baño, me higienicé en el bidet, me sequé bien, me puse
desodorante, perfume, me pinté los labios y salí desnuda.
Mi
suegro estaba en bolas en la enorme cama boca arriba esperándome con
la terrible pija parada, a modo de saludo se la agarró de la base y
la movía, esa cosa era como el Monte Everest, imponía miedo.
Mareados por el desenfreno, cometimos ambos un gran error... solo
entornamos la puerta.
Me
acosté a su lado y lo comencé a besar, mi mano fue a su pija, la
suya a mi culo, antes que su grueso dedo nuevamente intentara
penetrar mi redondo trofeo, comencé a bajar, le besé las tetillas,
el pecho velludo, el vientre y llegué a la bestia que me esperaba
con la cabeza casi morada:
- Adentro de mi boquita cosita linda... mmmmm...
Chupaba
y chupaba mientras me agarraba con sus manos la cabeza para
enterrarla en su pija, estaba muy mojada, me puse sobre él, en
posición de 69 y sentí su devoradora boca en mi concha, como chupa
este hijo de puta, era un animal, “ohhh, siiiii”. Yo
solamente me sacaba de la boca la bestia de verga para tomar aire y
la volvía a comer, sentía fiebre en mi vagina húmeda, luego de un
rato delicioso, mi suegro se paró, me acomodó de espaldas en la
punta de la cama y agarrando con cada mano uno de mis tobillos me
abrió las piernas, ya no hacían falta las palabras, solo le pedí
que no me hiciera daño. Lentamente me fue penetrando, las paredes de
mi vagina se estiraron al máximo para que pudiera pasar semejante
pija, al principio fue una cogida lenta, luego él inclinó su cuerpo
a 45 grados sobre mí y dejando descansar su peso en cada bombeo me
la fue enterrando duro, desenvainaba su sable hasta la punta y me la
clavaba hasta los huevos, se llevó uno de mis pies a la boca y con
su lengua jugó con mis dedos, cuando fue el turno del otro pie lo
chupó como si fuera un helado, empapándolo con su saliva.
A
medida que pasaban los minutos la calentura de mi suegro aumentaba y
cogía desenfrenadamente, por momentos me ponía a pensar si no me
estaría violando, era un animal, un macho salvaje atacando a su
hembra, nunca nadie me garchó así en mi vida, estaba experimentando
sensaciones únicas, el choque de nuestros cuerpos sonaba como si
estuvieran aplaudiendo. Esteban cuando se cansó de esa posición, se
acostó en la mitad de la cama y me demandó que lo cabalgara, en
esta posición su verga me llegaba hasta el fondo, por momento los
puntazos dolían, eso me llevó a que me recueste sobre él, apoyando
mis tetas sobre su pecho, el rocé de sus pelos sobre mis pezones era
encantador, él con sus manos aferraba mi culo y me obligaba a
aumentar el ritmo de mi cabalgata, cada tanto impulsaba mi cuerpo
hacia adelante para devorarme con hambre una teta.
Mi
vagina estaba exhausta y con escozor, para darle un descanso, le
chupé por un largo tiempo la verga brillosa por mis flujos. Cuando
me apiadé de la pija que nuevamente pedía un hogar, susurrando la
mire y le dije como si me entendiera:
- Monstruo destructor de conchas, vas a entrar en mi orto, tené compasión...
Me
puso de costado dándole la espalda, con una pierna bien estirada
hacia adelante, colgaba del borde de la cama, fue al baño y regresó
con el frasco de vaselina líquida que yo usaba para que mi nene
mueva el intestino, enseguida sentí que un dedo me lubricaba el
orificio anal y entró.
- Ayy carajo, si el dedo me molesta, ¿Qué pasará cuando la bestia se meta?
El
dedo salió varias veces para recargar vaselina y volvía a meterse,
ya lo sentía más suave, luego sentí que se apretaba contra mí y
su boca en mi oido murmuró:
- Bueno nena, ahora tranquila, muy tranquilita, respirá profundo varias veces hasta que la sientas meterse, ahí relajate bien, no fuerces para expulsarla porque es peor...
Percibí
la cabeza apoyarse en mi ano y... ¡¡¡Noooooooooo!!!, vi
toda una galaxia, grité pero empujó un poco más, con mi mano traté
de detenerlo.
- No bebé, así no...
- Pero es terrible el dolor...
- Es un ratito nada más...
Sus
manos jugaron con mi concha y tetas, me pellizcó los pezones y
mientras yo estaba entretenida en eso, otra vez la cabeza comenzó a
intentar meterse y... lo logró. Quería retorcerme, sentí unas
ganas terribles de evacuar y de gritar pero me contuve.
Me
relajé lo más que pude y ya está, la cabeza perforó la
resistencia y ahí se quedó quieta, quería empujarlo con mi mano
pero me la sujetó firme y de a poco la pija volvió a avanzar,
respiré hondo, trataba de aflojarme, me aferré con mi mano a la
sábana y la estrujaba, mordía la almohada, gritaba. No sé cuanto
había entrado pero sentía que se deslizaba sin prisa ni pausa.
- Aaahhgggg.. asiiiii bebé así... buena chica, ya está, ya pasó lo peor, ahora dame tu hermoso orto y yo me ocupo de él...
Mientras
me pellizcaba la teta seguía metiendo la pija, como estaba bien
lubricada, se metía como patinando, el dolor intenso cedía pero
seguía dolorida, solté la almohada de mis dientes y gemí fuerte:
- Ahhhhhh.. despacitooooo... desssspaaacio...
Después
de varios minutos logré relajarme y el goce se presentó. Terminó
con el avance y comenzó con los embates, me llevé una mano a mi
chocha para tocarme y calentarme más.
El
placer se entrelazaba con el dolor, pero la verga era tan descomunal
que con la vigorosa cogida anal, el dolor ganó, pero después de
quejarme cuando la cabeza salió de mi culo, fui a buscar una toalla
mojada para limpiarle la pija y lo monté nuevamente:
- Ahhhh... que hermosoooooo...
Cada
tanto yo me la sacaba y frotaba la cabezota caliente contra mi
clítoris y me la volvía a meter, mi suegro estaba caliente con mis
tetas, me las estrujaba y mamaba, gemíamos como locos, yo era una
perra en celo.
Sabiendo
que se venía, nos besamos de lengua y apreté mi pelvis bien contra
la de él, para recibirlo todo. Fuertes chorros de semen sentía que
me llenaban. Seguimos explorándonos las bocas con nuestras lenguas
sin movernos, me quedé un rato subida a mi suegro con su pija a modo
de tapón en mi concha conteniendo su leche, y en ese silencio me
pareció escuchar un llanto... Giré mi cabeza y maldije cuando vi la
puerta casi abierta de par en par.
- ¡¡¡La puta madre!!! Creo que Lalo vio todo... ¡Maldición!
- Los gritos lo deben haber despertado... ¿Ayli no pusiste la radio?
- Si, pero grité como una loca... que cagada...
Me
bajé de la pija hermosa, fui al baño a limpiarme los ríos de
esperma que emanaban de mi vagina y corrían por mis muslos y me puse
un camisón blanco que era bastante transparente.
- Voy a verlo...
- Preciosa, avisame si se pone jodido...
- Ok.
Y
si... carajo, carajooooo... Lalo estaba en la cama boca abajo
sollozando, me senté en la cama a su lado y le acaricié su
cabecita.
- Calma... ¿Qué pasa hijito?... contame...
- Mami... ¿Por qué estabas con el abu en la cama?
- Hijo, son cosas de adultos...
- Pero el abuelo es malo, te estaba lastimando...
- Noooooo, el abu no me lastimó... él nunca haría eso...
- Pero vos gritabas y yo me asusté
- Hijo no siempre se grita por dolor o por miedo... hagamos una cosa, me voy a quedar hasta que te duermas... voy al baño y me quedo acá con vos hasta mañana, ¿Querés?
- Siiii mami, gracias.
Lo
besé dulcemente varias veces en su carita, cerré mis ojos y traté
de ordenar mis pensamientos, por fin cuando se durmió me levanté
muy sigilosamente y fui a mi habitación.
- Esteban, no solo nos escuchó, sino que nos vio...
- La puta madre... dejame a mí que mañana hablo con él...
- Por favor, él te ama y yo la verdad no se como explicarle... hasta pensó que me estabas haciendo daño...
- Quedate tranquila, dejámelo a mí...
- Voy a dormir con él.
- Perfecto...
Me
puse un pijama y antes de salir mi suegro me abrazó de atrás y me
besó el cuello, pude sentir entre los cachetes de mi culo a esa
bestia palpitante haciendo acto de presencia, fui a la habitación de
Lalo, me acosté abrazándolo y después de un rato me dormí.
Me
desperté temprano, mi hijo seguía durmiendo, fui a la cocina a
tomar mate y estaba mi suegro, le di un beso en la boca con mucha
saliva y lengua, y él me tocó el culo.
- ¿Cómo está mi cachorrita?
- Con el culo roto... por favor hablale a Lalo, me muero de vergüenza
- Dejámelo a mi, quedate tranquila.
Tomamos
mate y a la hora y media apareció Lalo, cabizbajo.
- Hola má... hola abu...
- Hola campeón
- Hola hijo
Esteban
me guiño un ojo, dándome a entender que me fuera.
- Voy al baño
Me
senté en el inodoro pero solo para dejarlos solos, no
sé cuanto estuve ahi, luego me levanté, apreté el boton para
disimular y salí, entré a la cocina y Esteban me dijo:
- Bueno... es mi turno de ir al baño...
Me
senté al lado de mi hijo, silencio y más silencio, hasta que de
pronto.
- Mami, no estés más triste, el abu me dijo todo y yo estoy contento... no voy a decir nunca nada a nadie... pensé que el abu te estaba lastimando porque vos gritabas y yo vi que te dolía algo, pero ya entiendo ahora.... esta tarde el abu me va a comprar muchos juegos para la play...
Lo
abracé con fuerza.
- Te amo con locura hijo.
- Y yo te amo más mami, dormí con el abu, yo se ahora que a vos te hace bien...
Le
dí otro beso. Esa tarde volvimos al shooping y su abulo le compró 5
jueguitos, después a comer a Mc Donalds y luego volvimos a casa.
Por
la noche mi suegro estaba super caliente, apenas terminamos de cenar,
yo llevé la vajilla a la cocina para lavarla y escuché que casi
gimiendo Estaban le dijo a mi hijo:
- Lalin, andá un poquito a ver Tele a la sala, dale...
- Si abu, ¿Vos vas a jugar con mami?
- Si, vamos a jugar un poco
- Bueno, yo no vengo hasta que me avisen...
Se
puso atrás mio mientras yo enjuagaba los vasos, me levantó mi
vestido rosa y me apoyó la pija en el culo, como le gusta hacer a
él, bien fuerte y adentro.
- ¿Qué le dijiste?
- Que su mami es una putita y me la quiero coger...
- Dale... ¿Qué le dijiste?
- Ya no importa.
Giré
y me enfrenté a él, lo besé, me arrodillé y como ya la pija
estaba afuera se la comencé a chupar, no duré 10 minutos que me
hizo sentar en la mesada y me hundió hasta los testículos en la
vagina, gemí cuidándome de no gritar, enseguida comenzaron los
embates y orgasmos... era de esperar, yo estaba que volaba, y sin
tener noción del tiempo recibí una catarata de semen en mi útero
que la acompañé de un gemido:
- Ahhhhhh.... uuffffff...
Fuimos
tomados de la mano al baño y nos duchamos juntos, con las manos que
me metió mi suegro el agua fría estaba que hervía, a la salida me
delinee los ojos, pinte los labios, perfume y me vestí con un baby
doll negro transparente, sin nada abajo y sandalias de taco bien
altos, y fui a la sala a buscar a Lalo para llevarlo a dormir, ya no
me importaba que mi hijo me viera asi, casi desnuda.
Cuando
llegué se ruborizó, ya en su habitación el ritual de todas las
noches, fue al baño y se acostó, lo arropé un poco, lo bese en la
frente dejándole una marca de rouge, puse música, cerré la puerta
y fui a mi cuarto, ahí me dió la bienvenida mi suegro tirado en la
cama, desnudo boca arriba y al palo, al entrar vi una caja de viagra
sobre la mesa de luz, caminando lento me quité los zapatos y fui
derecho a su durísima pija, la tomé con mis manos y la chupé,
luego él bajó a mi mojada concha y me hizo gemir como loca.
Me
penetró la vagina brutalmente, estaba sacado, lo de la otra noche
fue una caricia comparada con la cogida que me pegó, después que
vació sus huevos en mi concha, sin descanso y sin perder erección,
me puso boca abajo y fue el turno de mi ano. Grité con la boca
pegada a la almohada para amortiguar el sonido.
- Ya no hace falta que te tapes la boca... gemí que me calienta... quiero escucharte...
Mi
culo parecía estallar, me culeó por más de una hora, le costaba
acabar por el polvo que me había echado un rato antes, me bombeó
hasta que otro río de leche descargó en mi interior, y lo hizo
gritando.
Pasó
la semana, regresó mi esposo y como siempre, él en su galaxia.
- Damián, en dos semanas vas a paraguay por 8 días para cerrar el negocio.
- Si papá, por supuesto.
Yo
me estaba haciendo las uñas de la mano, levanté la vista y la fijé
en Estaban que me miraba sonriente, le devolví la sonrisa y seguí
con lo mío.
Ayleen
Love
@ok_ayleen
Si
apreciaron el trabajo, no se olviden de dejar un comentario para
saber que les gusta y que no, recién estoy empezando, por favor
tenganme paciencia. Besos.
RECUERDEN
COMENTAR CADA RELATO de esta forma sabemos que valoran nuestro
trabajo y nos motivan a seguir escribiendo. Creemos en la comunión
Escritor - Lector, ambos somos uno, y uno sin el otro está solo.
Cuando
supere los 15 comentarios se publicará un nuevo relato.
Gracias por volver a publicar, a pesar que hay desagradecidos que no aprecian el talento de ustedes, somos muchos los que valoramos el esfuerzo y el trabajo que vienen desarrollando durante años, ojalá la ingratirud se revierta y no tengamos que pagar justos por pecadores.
ResponderBorrarSaludos!
Hola Ecu!
BorrarMe enoja mucho que algunas veces no se reconozca el trabajo de los autores en escribir un relato, a pesar que nos cerraron el viejo blog, abrimos otro y seguimos escribiendo y desde hace 2 años estamos publicando 2 relatos x mes como mínimo, somos unos de los pocos blogs, si es que no somos el único, con tanta actividad y en temática voyeur-filial e infidelidad.
Ojalá esto no se vuelva a repetir.
Excelente relato
ResponderBorrarAbrazos enorme
Muchas gracias por el relato. Muy bueno. Por fa suban la loba 2.
ResponderBorrarMuy buen relato, me agradaria que se detenga un poco mas en detallar el momento de la copulación, pero la trama es buena.
ResponderBorrarLo que queria consultar es si Marcel Milord seguirá escribiendo.
Hola Marcos, el blog es Relatos de Gus Becker & Marcel Milord ¿Cómo no va a seguir escribiendo?
BorrarEste fue uno de los mejores relatos que e leído muy excitante y morboso una sugerencia una madre q folla al bully de su hijo y también hace q su hija y la novia de su hijo follen al bully
ResponderBorrarmuy buena la historia
ResponderBorrarbrillante!! gracias
ResponderBorrarUn relato bien chingón
ResponderBorrarAyleen hermosa muchas gracias por el relato
ResponderBorrarAyleen muchas gracias por el relato!!! Me encantó tiene todos los condimentos !!!! Gracias por hacernos sentir morbo y deseo en esta cuarentena... Saludos emicapital
ResponderBorrarEstuvo muy bueno el relato. Un poco diferente y que se deje un final para una posible segunda parte, es muy bueno.
ResponderBorrarFelicidades.
la estoy siguiendo muy bueno,
ResponderBorrarUFFF !!! muy bueno! gracias por no abandonarnos en estos momentos difíciles
ResponderBorrarGracias por apreciarlo.
BorrarAbrazo.
Vamos con otro relato ojalá que se publique pronto
ResponderBorrarEn días se publicará un nuevo relato
BorrarMuy buen relato, aunque el final me dejo queriendo mas, espero que haya una segunda parte a este relato...
ResponderBorrarMUY BUENO DESPUÉS DE UNA HORA DÁNDOTE DURO POR CULO, COMO TE DEJARIA DE ABIERTO EL CULITO.
ResponderBorrarExcelente relato
ResponderBorrarMaestro tremendo relato y con ese tema de las madres calientes o mejor dicho de las milfs putitttasss lo maximo, esperando con hancias los proximos relatos y si se puede la continuacion de la saga de HIJO MORBOSO.
ResponderBorrarSaludos y exitos maestro.
Hola Carlos, estoy trabajando en un bosquejo de HM, tal vez se publique este año.
BorrarAbrazo.
Excelente ayleen... Seguí siempre asiii
ResponderBorrarPapá, Mamá y el Mecánico 3 al 80%
ResponderBorrarMuy buen relato exelente
ResponderBorrarGrande Gus muy buen relatos está bueno tan bien que comenten los relatos que están escri siendo para mantener activos las mentes. Saludos
ResponderBorrarHola Gus Se te Extraña mucho la verdad la web de relatos no es lo mismo sin vos ni los relatos de Aylen ojala puedan volver pronto
ResponderBorrarExcelente relato, me gustó mucho que esta vez sea narrado por ella. Buen trabajo ojalá aya parte dos.
ResponderBorrarQue lo narrará ella fue más emocionante
ResponderBorrarQue caliente ,.. quiero un suegro así. 🔥😈 y más con semejante impronta jaja
ResponderBorrarLo prohibido atrae y bastante. Gracias x este relato
Nada como una infidelidad de mutuo acuerdo jajajaja, el esposo ni enterado que su padre lo hace cornudo, me encanto las escenas de la mujer como cae en la tentacion y sucumbe a su suegro, el relato tiene de todo un poco, excelente. edueduardov@gmail.com
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