En mi familia somos muy pero muy libres, vivimos en el campo, lo cual quiere decir que nos criaron con valores y costumbres muy distintas a las acostumbradas por la hipócrita "gente de la ciudad", distintas, sí, pero mucho mejores, nada que ver con el individualismo, se resaltan los valores de la unidad y la ayuda mutua. ¿Acaso no es hermoso que los miembros de una familia se amen y demuestren todo su afecto? Yo creo que sí, y que es lo más sano que puede haber.
Permítanme que me presente, mi nombre es
Marcos y actualmente tengo 17 años, soy un chico normal, flaco y alto, con la
cara nada fuera de lo común, mi familia está compuesta por mi mamá Alicia de 36
años, delgada, de 1,70 mts de altura, tez blanca y cabellera morocha hasta la
mitad de la espalda que por lo general suele usar dos trenzas, ojos marrones y
un cuerpo bonito, es la mujer más linda del pueblo y aledaños. Mis dos hermanas
son Rosalía de 13 años y Ana de 15.
En nuestro rancho desde que se murió mi
papá arreglando la sembradora, también viven mis tíos Braulio y Amalia. Braulio
que tiene 44 años, es el hermano de mi papá, mide casi 1,90 mts, es fiero de
cara, muy corpulento y peludo, cuando por el calor se quita la camisa parece
que llevara un pullover, en la zona se lo conoce con el apodo de “El Burro” y
no a causa de que no haya ido a la escuela, sino porque se comenta que tiene
una verga muy grande. La tía Amalia es su esposa, tiene 40 años, es hija de
gringos por eso tiene el cabello rubio y los ojos claros, pero no es una modelo
de esas que salen por la televisión, tiene algunos kilos de más, senos muy
grandes y nalgas prominentes. Otro personaje es el peón Jacinto, un chico de 23
años más o menos, que ayuda con las tareas pesadas.
El día en que cumplí los 13 años mi madre
me advirtió que dentro de poco tiempo se empezaría a notar cambios en mi
cuerpo, me dijo que apenas notara esos cambios le avisara, puesto que esa era
la señal para que entrara a una nueva etapa de mi vida. De qué se trataba esa
etapa no lo supe hasta que pasó, porque mi mamá se negaba a decirme nada hasta
que llegara el momento. Quedé bastante intrigado por esta inminente "nueva
etapa" y pasé varias semanas pensando en qué consistiría, llegué a creer
que se referiría a que tendría que ayudarlos más en las tareas del campo y
pasar menos tiempo en casa estudiando.
Aproximadamente dos meses después empecé a
casi no poder dormir por culpa de las tremendas erecciones que sufría mientras
dormía, además, cada vez que veía a mi madre en alguna posición comprometida ya
sea agachada, sentada con las piernas abiertas o recién amanecida, vistiendo
sólo un camisón de nylon que permitía que se vislumbren algunas partes de su
cuerpo, me provocaba una erección y tenía que esconderme y esperar que se me
pasara. Mientras esperaba que mi pito se ablandara me preguntaba si esos no
eran los cambios de los que mi mamá me había avisado. Luego de una semana en la
que mi pija había comenzado a dolerme inclusive, decidí que era hora de
comentarle lo que me pasaba a mamá.
El día en que la encaré esperé hasta
después de almorzar, no había podido disfrutar de la comida por lo duro que
tenía el pito y eso que la dulce de mi madre había preparado mi comida
preferida, mis hermanas jugaban afuera, tía se había ido a dormir la siesta y
mi tío arreglando la cerca del gallinero para que no se escapen las aves. A la
hora de lavar los platos, murmuré:
– Mami...
– ¿Si?... ¿Qué pasa, cielo?
– ¿Recordás que me dijiste que te avise si...
bueno... es que...
– ¿Marcos qué te pasa? Estás muy nervioso...
– Es que... mamá... vos me dijiste que si
notaba algunos cambios en mí te avisara y... bueno... por las noches mi pi...
te quiero decir que se pone me pone duro a veces el... esteeeeeeee...
– ¿No me digas que ya estás sintiendo esos
cambios?
Afirme moviendo la cabeza, ella se acercó
entonces y me hizo una caricia muy linda en la cara con sus suaves y finos
dedos, luego me miró a los ojos con ese gesto que ponen las madres cuando saben
de qué va la cosa mientras dejaba su mano apoyada sobre mi mejilla.
– Mi cielo... mi ternurita, no tenés que
tener vergüenza de lo que te está pasando, es totalmente normal y es bueno, muy
bueno... agradezco que hayas tenido la suficiente confianza de avisarme, vamos
ahora a mi habitación que te explicaré todo lo que ocurrirá a partir de hoy.
Mi mamá dejó para después el lavado de los
trastos sucios y fuimos a su habitación, una vez allí, me indicó que me sentara
junto a ella en la cama.
– Bueno Marquitos, explícame ahora qué es lo
que te pasa con lujo de detalles.
– Desde hace muchas noches... me despierto
con el... el pito duro, muy duro y no puedo seguir durmiendo... y tengo que
esperar mucho para que vuelva a la normalidad, además... hace unos días ha
empezado a dolerme... por favor mamá, dime que no me pasa nada malo...
Mi madre sonrió.
– Ya veo... ¿Te duele el pitito?
Traté de disimular el bulto en mis
pantalones con mis manos, pero mamá me lo impidió, al parecer ya lo había
apreciado.
– No tengas vergüenza, tenés que dejar que tu
cuerpo actúe con libertad, no tenés que reprimirte, hoy vas aprender que en
nuestra familia no hay que tener vergüenza... quítate la ropa, vamos, toda.
Al principio me corté bastante, miré al
suelo fijamente, incapaz de decir nada, ni de moverme.
– ¡Dale! ¿Qué, acaso mi chiquitín es tímido?
Mi madre siguió animándome, así que tomé
coraje, me levanté de la cama y me quité toda la ropa que llevaba puesta,
cuando estuve completamente desnudo, mi pito (que a esa altura ya estaba parado
y duro) quedó totalmente expuesto, en ese tiempo alcanzaba los 13 cms y para el
cuerpo flaco y escuálido que tenía, resultaba una cosa muy grande. Mamá al ver
mi verga erecta, alegremente declaró:
– ¡Apá!.. saliste a tu padre sin ninguna
duda.. no quiero pensar en cómo la tendrás dentro de unos años... bien, hijito,
para empezar...
Pero en ese momento una voz ronca y
masculina interrumpió lo que ella estaba por decirme:
– Uy... disculpen...
Era el tío Braulio que seguramente había
entrado para pedirle o preguntarle algo a mamá. Cuando él con mayor
detenimiento vio el cuadro, conmigo completamente en bolas mostrándole la
pijita dura a mi mamá, que estaba sentada en la cama, frente a mí, primero se
quedó callado, pero inmediatamente sonrió y dijo cordialmente:
– ¡Caramba!.. ¿Así que Marquitos ya...?.. Que
bien... te felicito sobrino...
A lo cuál ella respondió:
– En realidad, estaba por empezar a
enseñarle...
Entonces la cara de mamá cambió, se quedó
pensativa unos segundos y mirando en dirección a mi tío dijo:
– Braulio, ya que llegaste justo... ¿No crees
que sería mejor que vos le enseñes todo a mi hijo? Digo... yo quizás no pueda
enseñarle todo lo que un hombre podría... y vos sos como su padre...
Mi tío lo pensó por un instante para luego
decir:
– Alicia creo que tenés razón, lo mejor será
que yo le explique...
Tío Braulio entró en la habitación con paso
firme, cerrando la puerta detrás de él y mamá le contó qué era lo que me
pasaba. Entonces exclamó señalando mi erección:
– ¡Mirá nada más!.. A Marquitos se le empezó
a parar... ya tenemos que dejarte de llamar Marquitos, a partir de ahora vas a
ser Marcos... sobrino cuando la pija se pone dura se dice que se tiene una
erección y a tu edad eso significa que tus huevos han reunido una cierta
cantidad de esperma que deben expulsar.
– ¿Qué es esperma, tío?
– Esperma es lo que se conoce más comúnmente
como "leche" y que te sale cuando acabas. Sirve para dejar
embarazadas a las mujeres... Volviendo a tu problema, también es normal que te
duelan los huevos y el mismo pitulín... tu cuerpo quiere que expulses la leche
guardada...
– ¿Y eso cómo se hace?
– ¡Pero qué sobrino más despabilado tengo!
Bueno, a tu edad existe algo llamado "masturbación" para
descargarse... báh, se llama masturbación pero todo el mundo le dice
"paja".
– ¿Paja?.. ¿Y cómo hago para mastur... para
"pajar"?
Mamá y tío Braulio soltaron una carcajada.
– Muy fácil, para pajearte agarrás tu pito
con tu mano derecha y empezás a hacer subir y a bajar la piel, primero hacelo
lento y al rato andá aumentando la velocidad de a poco, como para que lo
disfrutes, cuando la paja termine, la leche saldrá por el agujero de tu
pitito...
– Che Braulio... (interrumpió mi mamá) vos le decís
"pitito", pero mi hijo tiene un miembro bastante desarrollado para su
edad...
– ¡Vos siempre tan detallista!.. jajajaja...
bueno, para complacer a tu madre, cuando termines la paja, saldrá por el
agujero de tu “pijota” un chorro de leche, no te preocupes, que es normal,
además, vas a ver de rico se siente cuando sale el chorro... ¡Vamos!..
mostranos para ver si lo aprendiste bien...
Yo, aún un poco cohibido, agarré mi verga
con una mano y tiré para atrás su fina piel, los ojos de ellos estaban clavados
en mi entrepiernas y me alentaban a que lo hiciera más rápido, les hice caso,
mamá sonrió y tío puso cara de aprobación. Al principio me dolía un poco pero
conforme seguí sacudiéndome el pito, comencé a sentir un cosquilleo muy rico en la punta de la chota que me hacía
seguir y seguir, cada vez más rápido, con el correr de los segundos mi
respiración se aceleraba y me agitaba, mi boca soltaba suspiros de placer, no
lo podía controlar y por fin vino la gran acabada: Un fino chorro blanco de
semen salió disparado de la punta de mi verga con tal fuerza que cayó sobre una
pierna de mamá, entre la rodilla y el final de su falda.
Tío Braulio y mi madre aplaudieron mi
primer orgasmo, mis piernas temblaban y no podía mantenerme en pie muy bien que
digamos. Caminé... mejor dicho traté de caminar hasta la cama y me senté al
lado de mi madre, que estaba limpiando con un dedo de la mano izquierda, la
leche de su pierna.
– ¡Muy bien, Marquitos! ¡Muy bien! ¡Te
hiciste la primera paja! ¡Haz dado el primer paso para convertirte en hombre!
Dijo mamá dándome palmaditas con su brazo
derecho en la espalda y luego para enorme sorpresa mía, se llevó el dedo con el
que se había limpiado la pierna a la boca y se tragó todo mi esperma
– ¡Salud!.. mmm... deliciosa...
– Bien, Marcos, lo hiciste bien... (aprobó mi tío) te voy a explicar un
par de cositas más que debes saber para la próxima: "Ahora lograste acabar
sin tener ningún estímulo gracias a la enorme cantidad de leche que tenías
almacenada en tus huevitos, pero siempre es mucho más placentero pajearse
viendo algo que lo ponga a uno... caliente, que lo excite... por ejemplo, una
película o una revista porno... pero lamentablemente, la tienda de revistas más
cercana está a muchos kilometros de aquí, así que hay que ingeniárselas...
En ese momento él le lanzó una mirada
elocuente a mi madre, quien rió disimuladamente, para luego tío preguntarme:
– ¿Marcos... vos nunca quisite ver un par de
tetas?
– Ehhh... ssssi tío...
Respondí con mucha vergüenza rememorando
todas las oportunidades en las que había visto a mi madre o a mi tía saliendo
del baño luego de ducharse.
– Bueno, acá tenés las de tu mamá que son
hermosas... dale Alicia, mostrale las tetas a tu hijo...
Yo abrí los ojos sorprendido, no hizo falta
mirar mi verga para darme cuenta que volvía a ponerse dura como piedra y me la
tapé inconscientemente. Con algo de culpa agaché la mirada cuando mamá abria
los botones de su camisa descubrió sus pechos, ella al notarlo me dijo:
– Vamos levantá la cara... amorcito te dije
que no debés que sentir vergüenza... dejame ver tu linda pija y abrí los
ojos...
– Así es Marcos, es muy importante que sepas
que en esta familia expresamos el amor que sentimos con total libertad y de la
mejor manera posible, no nos avergonzamos al manifestarlo y lo hacemos sin
tapujos... ¿No es cierto Alicia?.. ¿Vos me querés?
– Por supuesto Braulio... desde que murió mi
esposo fuiste el sostén de nuestra familia, el hombre de la casa... no tengo
más que palabras de amor para vos...
– Entonces, si me querés tanto, chúpame la
pija... demostrale a tu hijo que querernos no es malo...
– Como desees, mi macho...
Tío se acercó a mi mamá desabrochándose su cinturón
y bajándose un poco los pantalones, sacó su tremenda verga al aire, que aún no
estaba completamente erecta pero igual me daba miedo su tamaño. Al ver que mi
mare estiró una mano para agarrarla grité indignado.
– ¡Tío Braulio! Soltá a mi mamá... no la
toques (qué ingenuo era en ese
momento).
– Hijito no pasa nada, tu tío no quiere
hacerme daño, todo lo contrario...
(me tranquilizó mamá) yo lo quiero mucho y como lo quiero, lo
demuestro... vas a tener que acostumbrarte a ver este tipo de cosas, Marcos, lo
hemos hecho siempre, solo que vos no nos veías.
Ella sujetó la gran verga de mi tío y
empezó a darle besitos, luego a pasarle la lengua por la punta, acariciando el
glande, después deslizó su lengua por el tronco venoso mojándolo por completo
con mucha saliva y finalmente se lo metió entero a la boca. Me sorprendió que
le entrara, el grosor era descomunal. Tío Braulio le acariciaba la cabeza
mientras le decía:
– Así, así... suavecito... no muerdas... sos
muy buena, haciéndolo... Aaaaah... seguí... por favor no pares... mmm...
Ooooooh...
Mi pito estaba que explotaba, sin quererlo, llevé mi mano hasta mi pija y empecé a masturbarme por segunda vez.
Mientras mi mamá se comía la verga de mi
tío, me miraba con lascivia, como aprobando que me tocara. Siguió metiendo y
sacando el miembro de mi tío de su boca y yo seguí bajando y subiendo el
cuerito de mi chota. Al fin, mi tío gimió muy fuerte y acabó en los labios de
mi mamá, dejándole la boca blanca, ella se pasó la punta de su lengua para
limpiarse y terminó la sesión de sexo oral dandole un besito en la punta de la
verga, dejando unidos sus labios hermosos a la descomunal pija de mi tío por un
hilito de semen. Tío Braulio no guardó su verga como creía, la dejó colgando,
como un péndulo, en ese estado entre dura y blanda. Sonriendo feliz, abrazando
a su cuñado, me clavó la vista y me dijo:
– ¿Lo ves?.. no pasa nada y es hermoso... es
sólo amor...
Al tiempo que me hablaba el descomunal
miembro de mi tío se pegaba a su mejilla, yo no sabía qué hacer, acababa de ver
a mi propia mamá chupando la verga de mi tío, era irreal, excitante, pero
irreal. Por cierto, no había podido terminar mi segunda masturbación debido al
mismo asombro que me producia.
– Marcos (dijo él poniéndose serio de golpe) ya
te dijimos que nos hemos dado cariño mutuamente desde siempre, claro, ahora te
sorprendes porque nunca pudiste vernos, ocurre que un niño no debe ver cosas
que no puede comprender, pero ahora ya te estás convirtiendo en un hombre, y es
hora de que aprendas a querer como se debe y a disfrutar haciéndolo.
– Además (intervino mamá) te diré que las
muestras de afecto no son sólo entre tu tío y yo... también amo a su esposa, la
tía Amalia y me da mucho gusto compartir el pito del tío Braulio con ella en
algunas ocasiones...
– Esas veces en que compartimos nuestro amor
en grupo son las mejores... el placer es increible... pero lo difícil es que
ellas no me pidan más leche jajajaja... son viciosas, no se cansan más, sobre
todo tu madre jajajajaja... (dijo
tío Braulio en broma, mamá apenas se río).
– A lo que iba... (retomó mamá) vos también podrás
disfrutar de mi cuerpo cuando seas un poquito mayor, cuando madures un poco...
y del de tus hermanas también, claro, cuando crezcan.
Yo, ahora lejos de sentirme inhibido o
vergonzoso empezaba a calentarme con la idea de poder disfrutar de los cuerpos
de las hembras de mi familia, todos los vestigios de "moralidad"
natural estaban desapareciendo en esos momentos, mi pene volvía a ponerse
durito y las ganas de volver a sentir leche saliendo por el agujerito volvían a
hacerse grandes ¡Y ahora ya sabía qué hacer! Pero un deseo, un impulso
irrefrenable se metió en mi cabeza de repente, con tanta fuerza que tenía que
satisfacerlo de alguna forma.
– Má... ¿Podés hacerle a mi pito lo que le
hiciste al tío?
Ella puso cara de circunstancia y dijo:
– Ay, mi cielo... ¡No!, la respuesta es que
no podés gozar aún con una mujer, sos muy pequeño y debes madurar un poco esa
cabecita para poder ofrecer todo el amor que una relación sexual requiere... la
masturbación te ayudará a crecer y de paso podrás experimentar un sinfin de
sensaciones placenteras...
Mi cara se entristeció, no insistí porque
cuando mamá decía no, realmente significaba no, definitivamente no podría
disfrutar de mi mami ese día, tío Braulio notó mi desazón y dijo, tratando de
animarme:
– ¡Arriba ese ánimo! No te deprimas,
Marcos... tenés que aprender a aprovechar lo mejor de cada etapa, ahora, por
ejemplo, podés disfrutar de la paja sin límites, te damos total libertad, a ver
Alicia, ahora sí enseñale las tetas a tu hijo como se debe, que por lo que veo
está demasiado caliente...
Era cierto, mi poronga volvía a estar al
100%, tenía que eyacular, apenas podía contener el deseo que sentía de
masturbarme nuevamente, aunque ahora que lo pienso, no sé por cuál estúpida
razón me estaba conteniendo. Tío se desnudó por completo, caminó hasta mamá y
le acarició los dos grandes pechos blancos con pezones
de color rosadito en punta, mientras él los amasaba con sus cayosas manos de
trabajo, llevé mi mano a mi pija de
inmediato y empecé a subir y bajar mi piel, como lo hice antes, sintiendo esa
hermosa sensación que provoca el placer, al instante gemí como un caballo:
– ¡¡¡Mamiiiii!!!!... así, asíííííííííííííí...
mmm... quiero tus tetaaaaaaaas...
Murmuré cuando ya sabía que la eyaculación
era inminente, al fin, mi semen salió disparado en varios chorros, que me
produjeron un gozo tremendo, me sentí desfallecer, mis piernas no resistieron
mi peso y caí sobre el suelo frío, asentando mi culito suave sobre él, vi
entonces que mi tío volvía a estar empalmado y mi mamá observaba su rabo con
los mismos ojos cargados de lujuria con los que me miró a mí cuando se la
estaba chupando. Intercambiando entre ellos una mirada cómplice, ella me
indicó:
– Marcos, vas a ver ahora cómo nos amamos de
verdad, tu tío y yo... mi cielo si no querés, no tenés que presenciarlo, pero
si decidís quedarte, recordá que en esta casa, lo que nos vas a ver hacer es lo
más normal del mundo y a partir de ahora lo verás asiduamente... si querés,
podés hacerte una paja, no nos molesta...
– Si... además pendejo podés aprender como
cogen un hombre y una mujer...
– ¡Braulio!.. (le llamó la atención mamá) por favor
hablá bien...
– Bueno... podés aprender cómo hacemos el
amor... la cuestión es que a tu mami le voy a romper la concha jajajaja...
– ¿Má qué te va a romper? Tío no quiero que
la lastimes...
– No hijito, no va a pasar nada malo... es
que Braulio es medio bruto al hablar... el quiso decir que me va a dar tanto
placer que me va a dejar temblando como te pasó a vos... cuando te caíste...
Al tiempo que mamá me hablaba, él la
desnudó completamente, se abalanzó sobre ella y empezó a pasarle la lengua por
las tetas, mientras deslizaba su verga inmensa y dura por la rajita de mi madre
sin metérsela, los minutos pasaban y las lamidas se fueron transformando en
sonoros chupones que dejaban marcas en sus senos, los pezones se volvieron más
puntiagudos, la excitación alcanzó un punto en que ella con una mano tomó la
pija y la introdujo en su húmeda vagina. Yo estaba sentado, presenciando cómo
la vergota de mí tío entraba y salía con fuerza, arrancándole gemidos a mamá,
mi mano estaba cerrada sobre mi pito y subía y bajaba al mismo ritmo que mis
familiares, tuve una eyaculación tremenda, la mejor de toda mi vida, que me
dejó exhausto entretanto él seguía cogiéndola arrodillado en la cama, mamá
abría al máximo sus piernas y las tetas se meneaban con cada estocada profunda.
Nuevamente ella me miraba mientras era penetrada salvajemente.
Los cuerpos estaban brillantes por el
sudor, el deslumbrante cuerpo de ella contrastaba con el peludo de él, que se
asemejaba a una bestia, era como el cuento de Caperucita y El Lobo pero en
versión condicionada. Al rato, tío se tiró en la cama boca arriba y mamá le chupó
la pija unos minutos, siempre con sus ojos clavados en los míos, luego lo montó
como si estuviera en el festival de doma de Jesús María, dándole la espalda a él y apuntando sus ojos en dirección a los míos, la tetas rebotaban de
una manera intensa, subía su cuerpo hasta que su concha quedaba a la altura del
glande y sin dejarlo escapar de su apretada trampa, se dejaba caer con todo su
peso, repitiendo la acción incansablemente, el choque de sus cuerpos producían
un sonoro “PLAF PLAF PLAF” que hipnotizaba.
– Marquitos mirá como tu mamita se empala mi
verga... mmm... es una yegua en celo... no sabés lo rico que se siente
cogerla...
Mamá se sostenía con sus manos apoyadas en
la panza de él, movía sus caderas en forma circular y luego retomaba la monta,
inclinando un poco su torso hacía atrás permitiéndome apreciar como el cerrado
tajito se agrandaba para devorar semejante verga, desde la base hasta el
glande. La abertura vaginal estaba rodeada de una mata prolija de vellos en
forma de un triángulo invertido. Como a la media hora, mi tío la acomodó en
cuatro patas sobre la cama y acomodándose detrás de ella la embistió, parecían
dos perros cogiendo, en esa posición las nalgas de mamá se veían redondas,
carnosas, tentadoras y sus delicados pies de uñas pintadas de rojo colgaban de
la cama.
– Marquitos a diferencia de los animales, nosotros
los hombres también montamos a nuestras mujeres por el culo, se goza igual y no
se corre el riesgo de dejarlas preñadas...
Dicho esto, él le acomodó la pija en el esfínter
anal y presionando muy despacio la enculó, mamá mordía la almohada y pataleaba,
cuando la enterró completamente permaneció unos minutos quieto y luego la
bombeó lentamente, ella gemía sin parar y se abría con las manos los cachetes
del culo, me acerqué a mi mamá y con un pañuelo que extraje del bolsillo de mi
pantalón que estaba tirado en el suelo, le sequé el sudor de su frente y le
acomodé el cabello, ella me retribuyó con un cálido beso en mi mejilla, al rato
tío emitió un fuerte gruñido, sacó la verga del culo y le derramó mucha leche
en las nalgas y espalda.
Ésa es la historia de cómo empezó mi
educación sexual de la mano de mi maravillosa familia, claro, las cosas que me
pasaron a partir de ese día fueron mucho mejores, más placenteras, más llenas
de amor. Desde que mamá y tío Braulio me dieron la clase de masturbación no había
erección que desperdiciara, si sentía endurecerse mi pito, dejaba de hacer lo
que estuviera haciendo y me dedicaba a pajearme, mi vida había cambiado para
bien, la única regla que mamá me había dicho que cumpliera era que aún no me
masturbara delante de mis hermanas, ya que eran muy niñas, me parecía
razonable, después de todo, tenía libertad total para la paja, encima, mi mami
me dejaba que viera las "demostraciones de cariño" que tenía
diariamente con el tío:
– Te dejamos estar presente porque sos un
muchachito, pero acordate que tus hermanas no pueden enterarse de nada...
Tenía permiso para pajearme siendo el
privilegiado espectador de una demostración de amor total y digo total, porque
mi tío se la metía por todos los agujeros. Eso sí, las veces que presenciaba a
mi madre y al tío Braulio, o cuando escuchaba al tío gozando con su esposa (mi
tía) o cuando él disfrutaba de sus dos hembras, yo sentía un deseo
prácticamente irrefrenable de crecer y hacerme hombre de una vez por todas, aún
hoy no sé cómo me controlé aquellas veces en las que veía a mi mami
chupándosela al tío Braulio y mirándome con ojos libidinosos, o la veces que
era testigo de cómo su concha se abría bestialmente para recibir la verga de
“El Burro” de su cuñado, o cuando escuchaba los gemidos de la tía Amalia,
proferidos con esa voz de locutora que tiene, pidiéndole a su marido que la
destroce, o cuando mi tío después de culearla muy duro a mami, le dejaba el ano
abierto destilando esperma.
Exelente relato una maravilla la narracion abrasos
ResponderBorrarQue niñato tan inocente, ¿Recien se dió cuenta de una erección?, yo recuerdo que mi pinga se me paraba desde que tengo uso de razón ja ja ja ja buen relato, aunque sigo con mi reto NoFAP, se me pone fuerte la cosa, en las mañanas despierto excitado con el palo hecho piedra pero manteniendo mi energía interior, es lo máximo, practíquenlo sin miedo.....es mas, pueden masturbarse, pero sin lechear.
ResponderBorrarMuy buen relato jiggen y gus muy morboso 🤤
ResponderBorrarWoow pinta que se pondrá más bueno 🤣🤣 excelente trabajo 👍🏻
ResponderBorrarBien
ResponderBorrarGracias x el relato, bastante bueno
ResponderBorrarS2s
Un relato fantástico, más aún con esas imágenes. Tenéis una deliciosa imaginación y morbo para escribir; os doy mi enhorabuena. Con vuestro permiso, me quedo como seguidor.
ResponderBorrarUn saludo.
Gracias por los comentarios tan elogiosos, te doy la bienvenida oficialmente y espero que disfrutes de todas las secciones del blog.
BorrarAdvertí que tienes un blog, ya lo he agregado a mi lista de blogs amigos y si estas de acuerdo, espero la reciprocidad que este blog esté en el tuyo.
Sin más, a tus ordenes.
Unos de los mejores relatos espero que continúe
BorrarExcelente narracion, continua asi
ResponderBorrarExcelente se hiso esperar pero muy buen relato otra obra de arte del morbo como nos tenes acostumbrados
ResponderBorrarBuen relato
ResponderBorrarMuy buen relato, 😊
ResponderBorrarExcelente relato, muy muy bueno, super excitante.
ResponderBorrarmuy MUY buen relato, 10/10 , como siempre buena calidad de relato
ResponderBorrarJamón del medio con pan tostado en aceite de oliva
ResponderBorrarEn la Segunda parte estaria bueno que le tocara al hijo probar las carnes de su madre
ResponderBorrarEsto no es un relato es TNT se agradece por tanto morbo
ResponderBorrarTiene lo suyo, pero no soy fan del incesto, con buen morbo pero me bloquea cuando dice cosas de esas. gracias por estar alli siempre con los relatos.
ResponderBorrarUfff que rico relato, no puedo esperar por más.
ResponderBorrarHe conocido este paraíso del morbo gracias al twiter y no dejo de sorprenderme de la cantidad de relatos asombrosos, los que he alcanzado a leer magnificamente bien escritos y con altas cargas de morbo, todavia no salgo de mi estupor. Felicitaciones!!!
ResponderBorrarM encantó el relato excelente
ResponderBorrarSi digo excelente me quedo corto, la verdad que es sublime, fantastico, plusultra, es el Everest del morbo, los felicito y por favor no cierres el blog.
ResponderBorrarTe dejo un fuerte abrazo, amigo.
muy bueno
ResponderBorrarMuy buen relato felicitaciones s los autores. Estuvo bueno porque salió de lo habitual.
ResponderBorrarGus tenes pensado seguir alguna de las series viejas como madre vedette o otras de esas.? Saludos un abrazo
Muy bueno cada vez mejor!!!!
ResponderBorrarExcelente relato
ResponderBorrarBuen relato, seguramente en los próximos episodios nos seguirá deleitando con la buena narrativa que tiene.
ResponderBorrarQuisiera consultar si Marcel Milord eventualmente subirá alguno de sus relatos, soy un seguidor suyo desde que escribía en todorelatos. Asimismo quisiera consultar si el rubro NO consentido será tocado proximamente.
Buenisimo como siempre, gracias por compartir tu talento con nosotros
ResponderBorrarMuy bueno como siempre, los mejores relatos llenos de excitación y morbo
ResponderBorrarEspero q siga la continuacion falta q los demas personajes se unan
ResponderBorrarGRACIAS GUS!!
ResponderBorrarEspetacular relato
ResponderBorrarMuy bueno! Falta que vayan al corral a ordeñar a todos los animales macho! En el campo si que se garcha como la gente!
ResponderBorrarMuy bueno como siempre!!!!!
ResponderBorrarmuy bueno me muero por leer la siguiente entrega de esta historia. Felicitaciones
ResponderBorrarReleto padrisimo, los felicito por tanto morbo.
ResponderBorrarBuenísimo, segunda parte por favor!
ResponderBorrarRelato malo no malisimo, un desastre, vamos que de lo peor que he leído. NO se lo cree nadie no hay por donde cogerle. Espabila un rato que esto no vale para nada.
ResponderBorrarUff, bastante bueno esto estuvo muy rico. Aunque presiento que lo siguiente estará mejor
ResponderBorrartremendo relato asta una paja se gano
ResponderBorrarExcelente muy buen relato saludos
ResponderBorrarUufff que relato más morboso espero que lo sigas ya quiero ver todas esas travesuras familiares
ResponderBorrarHola soy nuevo leyendo estos relatos pero son fascinantes son muy picantes y excitantes saludos y sigan a delante
ResponderBorrarMuy buen relato espero que se ponga mejor
ResponderBorrarExcelente!!! Con alegría veo que el blog sigue creciendo y se pone mejor.
ResponderBorrarHola Marcel que alegria que partícipes al menos con un comentario ojala te incentive a escribir algún relato. Saludos
BorrarGus ha publicado en relato en Salieri lo leyeron?
ResponderBorrarSaludos, gran relato tiene un morbo especial que resulta de este tipo de historia de sucios secretos familiares si sacan segunda parte recomiendo "con mucha humildad" que el tio se coja a las dos hermanas y el hermano vea todo gracias a la madre y al final sea madre que de su primer polvo al hijo en un fin de semana de sexo duro.
ResponderBorrarPara cuando el siguiente relato :)
ResponderBorrarNo lo sé, no estoy muy motivado a escribir últimamente, pero en SALIERIS hay 2 relatos míos publicados.
BorrarPor problemas personales estuve un tiempo alejada del blog muy a mi pesar y que lindo volver y encontar tan bellos relatos cargados de morbo, como este o el de Relato Privados o los dos de Salieris, hasta el morbo de ver una publicación como la de La China Suarez que nos retrata a las mujeres que nos encanta vivir nuestra sexualidad sin ataduras.
ResponderBorrarFelicitaciones Gus Becker.
Vaya que esta saga da para mucho, espero ver pronto de vuelta esas historias de voyeur filial que tan bien les salen, gracias por todo!
ResponderBorrarMorboso. Me hizo acordarme de la primera vez que eyaculé en mi vida. Más o menos tenía la misma edad que el protagonista, 13 años. Aunque ya tenía unos mese masturbandome, siempre pensaba que la eyaculación era esa gotita transparente que sale cuando uno comienza a estar muy excitado y que, por cierto, sabe muy rico.
ResponderBorrarLa cosa es que un día de vacaciones de verano me quedé solo en casa porque mis padres trabajaban. No recuerdo en quién estaba pensando, pero la cosa es que cuando vi que esa gotita blanca transparente aparecía, me entró la curiosidad de saber si podría salir más y continué tocándome. Lo interesante es que de repente comencé a moverme casi como convulsionándome y empecé a aventar mucho chorros de semen, bien espesos y bien fuerte. Como nunca me había sucedido, me paré de la cama asustado y corrí unos seis metros aproximadamente al baño, y toda esa distancia fui escupiendo leche y ensuciando el piso y una alfombra que tenía mi cuarto.
Wow, que experiencia. Gracias por habérmela hecho recordar de nuevo.
muy bueno!!!!
ResponderBorrarMe ha encantado este relato, todo el morbo que provoca me resulta exquisito.
ResponderBorrarVengo de Twitter (X) fue la mejor decisión de mi vida
ResponderBorrarMe a encantado mucho el relato gracias
ResponderBorrarque buenos relatos
ResponderBorrarQue buen relato, me gusto mucho la trama, con ganas de leer la siguiente parte. saludos edueduardov@gmail.com
ResponderBorrarExcelente
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