La noche era
oscura y fría, con una luna llena brillando en el cielo. La viuda Elisa
caminaba sola por el cementerio, recordando a su esposo fallecido. De repente,
un hombre misterioso salió de las sombras y la asustó.
- Lo siento, no quería asustarte -dijo el hombre-. Soy
Vlad, Vlad Tepes.
Elisa miró a los ojos del extraño y se sintió atraída
por su mirada penetrante y su aura misteriosa.
- No deberías estar aquí a estas horas -dijo Elisa,
tratando de ocultar su nerviosismo-.
- No puedo evitarlo -respondió Vlad-, los muertos me
llaman. Pero dime, ¿qué hace una mujer como tú en un lugar como este?
Elisa no podía apartar la mirada de Vlad. Se sentía
hipnotizada por su voz seductora y su presencia imponente.
- Vine a visitar la tumba de mi esposo -respondió Elisa-.
Pero ahora debería irme.
- No te vayas todavía -dijo Vlad, acercándose a ella-.
¿No sientes el deseo que te empuja hacia mí? Es el mismo deseo que yo siento
por ti.
Elisa se estremeció con las palabras de Vlad. Era
cierto, se sentía atraída por él, aunque sabía que era peligroso.
- Debería irme a casa, mi hijo me espera -dijo Elisa,
tratando de resistirse al deseo que la invadía.
- Ven conmigo -dijo Vlad, tomándola de la mano-. Te
mostraré cosas que nunca antes has visto.
Elisa no podía resistirse a la tentación. Siguió a
Vlad a través del cementerio, sin saber a dónde la llevaría. Cuando llegaron a
una antigua mansión, Vlad la condujo a una habitación lujosa y la miró a los
ojos.
- Elisa, eres hermosa -dijo Vlad, acariciando su
cabello-. Y eres mía.
Elisa no podía negar que se sentía atraída
por Vlad, pero también tenía miedo de lo que pudiera pasar. A pesar de sus
temores, permitió que Vlad la besara y la sedujera rozando con las puntas de
sus dedos la curva de su cuerpo y sobre todo el contorno de su busto haciéndola
sentir escalofríos. Mientras las lenguas de ambos bailaban una danza, el
vestido de ella cayó al suelo dejándola tan solo con su ropa interior. Pronto
las ásperas manos masculinas exprimieron como si fueran dos pomelos las
redondas y duras tetas, ella se dejaba llevar por la marea de la sensualidad.
Una vez desnuda totalmente, el Conde Vlad la arrojó a su amplia cama y mientras
se quitaba sus prendas él saboreaba el delicioso plato que devoraría a la
brevedad. Como si estuviera volando se arrojó sobre Elisa y tocándola solamente
con la punta de su enorme y gruesa verga, le besó el bello rostro, ella llevó
la cabeza hacia atrás estirando su cuello de piel tan blanca como la luna.
Al mismo tiempo que Elisa sintió que ese
misterioso hombre le mordía el cuello hasta hacerla sangrar, su vagina se
dilató al ser penetrada por ese gran falo duro y venoso, palpitante, que se
hundió hasta las profundidades de su útero, el cual martillo con su glande duro
y poderoso, en vigorosas penetraciones. Elisa experimentó el placer como nunca
jamás, literalmente él se estaba alimentando de ella. El gozo se mezclaba con
el dolor, cuando el río de lujuria brotó lubricando esa descomunal verga, ella
suspiró.
Pobre criatura, su existencia dependía de
ese ser de forma humana que la cogía salvajemente, ella tan delicada y hermosa,
tan frágil, fue vulnerable de las embestidas endemoniadas que penetraban su
cuerpo abriendo su carne rosada como queriendo alcanzar su alma y poseerla para
toda la eternidad. Sus fuerzas se desgastaban mientras el bombeo desgarraba su
canal vaginal.
El vértigo y la satisfacción se
conjugaban, era como estar en la cornisa un segundos antes de caer, la
exquisita viuda sentía miedo en todo su ser, pero seguía gimiendo, se excitaba pensando
hasta donde llegaría el placer y si tendría fin.
Con aullidos de lobos
y el brillo de una luna hostil entrando en la ventana, los pezones estaban
erectos y rígidos como piedras por los pellizcos casi sádicos de el Conde. En
cierto momento él se apartó y parándose la obligó a arrodillarse en la cama,
acto seguido le introdujo en la boca su descomunal verga, haciéndola degustar
su flujo vaginal, aquella pija que profanó la vagina ahora con movimientos
pélvicos se introducía hasta el fondo de la garganta.
Esa misteriosa forma humana la copulaba
oralmente, en cada mete-saca profundo, las gordas pelotas golpeaban el femenino
mentón, como campanas que llamaban a misa de medianoche, los dulces labios de
ella entraban en contacto con los áspero pendejos de las pelotas. Más tarde la
llevó contra un amplio ventanal y situándose detrás de Elisa, la volvió a coger
por la concha, ella inclinó su cuerpo hacia adelante y parándose en puntas de
pies elevó sus nalgas para que la verga se clave hasta el fondo de su vagina.
Luego de una hora, el infierno entendió
que su obsesión estaba llegando al límite, en un altar de sacrificio, ese
ritual sexual culminaba. Los colmillos de Vlad se hundieron en la yugular y su
voraz boca saciaba su apetito con la cálida sangre carmesí, al mismo instante que
ella se nutría de los espesos chorros de semen que eran arrojados dentro de su
concha. Era un intercambio justo, cada cuerpo se alimentaba de la esencia del
otro.
Durante los siguientes días, Elisa se mudó
al castillo con su hijo huérfano de padre, dejándose llevar por la pasión y la
lujuria que Vlad le ofrecía. Se sentía viva de nuevo, aunque sabía que lo que
estaba haciendo estaba mal. Pero su deseo por Vlad era más fuerte que su razón.
Un día, mientras estaba con Vlad, Elisa se
dio cuenta de que su amor era más oscuro de lo que imaginaba, descubrió que él era
un vampiro, que se alimentaba de la sangre de los vivos.
Elisa se sintió horrorizada y confundida.
Pero también se dio cuenta de que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por
él, incluso si eso significaba convertirse en un vampiro también.
Vlad vio la determinación en los ojos de Elisa
y supo que ella sería suya para siempre. La mordió en el cuello, pero esta vez
de una forma distinta y la convirtió en un vampiro como él.
Juntos, Vlad y Elisa vagaron por las
noches, alimentándose de la sangre de los vivos y explorando, al tiempo que el chico
era cuidado por doncellas vampiras, que si bien no le hacían daño lo hostigaban
contándole todas las aventuras sexuales de su vampiresa madre.
La vida de Elisa y su hijo cambió por
completo. Ella había encontrado un amor como nunca antes había sentido, y
aunque sabía que era peligroso y que estaba mal, no podía evitar sentirse
atraída hacia él. Como una mosca atrapada en una telaraña esperaba ser comida por
su dueño y amo.
Las noches se convirtieron en su momento
preferido, cuando su amante llegaba a su casa y la llevaba a lugares oscuros y
misteriosos, donde se entregaban a su pasión sin importar las consecuencias.
Pero a medida que pasaba el tiempo, Elisa
comenzó a sentirse cada vez más atrapada en su relación. No podía dejar de
pensar en su amo, ni siquiera en los breves momentos que pasaba con su hijo, y
se dio cuenta de que había llegado a un punto en el que no podía vivir sin él.
Una noche, mientras estaba en su casa,
recibió una visita inesperada. Era Vlad, pero algo había cambiado en él. Ya no
parecía el mismo hombre por el que se había enamorado. En su lugar, había un
ser oscuro y peligroso que la amenazaba con hacerle daño a ella y a su familia
si ella no accedía a sus deseos más oscuros.
Desnuda la condujo a la habitación de su
hijo Timoteo que dormía plácidamente, la acostó al lado de él y la penetró
endemoniadamente, los movimientos coitales despertaron al chico, que sin
entender la situación quedó absortó presenciando la escena pornográfica protagonizada
por su bella y voluptuosa madre, esclavizada en los lujurioso caprichos del
Conde. Los ojos de Timoteo observaron como la terrorífica verga se clavaba en
la vagina que lo trajo a la vida, infinitamente esa gorda y palpitante pija
apuñalaba la concha. Ella gozaba y le ofrecía sus turgentes tetas a él, quien
las chupó sin dudar, mordiendo con sus afilados dientes los gordos pezones
rojizos. A esta altura ya el fuerte olor a sexo inundaba las fosas nasales del hijo.
- Perdóname hijo, pero Vlad es el amo de
mi cuerpo y dueño de mi placer, y como su puta debo obedecer -dijo Elisa,
acariciando una mejilla de Timoteo-.
- Si quieres gozar del cuerpo de tu madre,
debes ser un vampiro… anímate y pídele que te convierta -dijo Vlad, con una voz
tenebrosa-
Timoteo dudaba, quería caer en la
tentación y comer de la fruta prohibida, pero algo dentro de él no lo dejaba,
permaneció quito e impávido, un maldito testigo de la cogida animal que le estaban
dando a su preciada madre.
Ella hizo rodar a Vlad y deslizándose hacía
sus piernas, con su mirada desafiante apuntando a su hijo, mamaba la descomunal
verga, que brillaba por la saliva que escurría. Sin proponérselo, las manos de
Timoteo tomaron vida propia y jugaron con su pene, iniciando su primera
masturbación, lo que provocó que ella sonriera satánicamente siempre con la
pija dentro de su boca.
Ella parecía su madre, pero no lo era, no
podía serlo, el hijo percibía que algo malvado la dominaba, una extraña
penumbra diabólica se escondía detrás de los ojos de su mami. Elisa notó la
cara de contradicción de su hijo y se situó frente a él, abriendo sus piernas
exhibiendo su concha abierta como una “O” y ofreciéndole ahora a él sus senos,
como cuando era un bebé, de repente con un pie empezó a frotar el pene de
Timoteo, que intentaba mantenerse distante y sin embargo disfrutaba del placer
maternal.

Ella con la punta de su lengua recorrió
sus labios, siempre buscando tentar a su vástago. De improviso, en los dedos de
sus pies escurrió una precoz eyaculación.
- Aun no estás listo, pero pronto lo
estarás -Dijo Elisa a su hijo-.
De inmediato el hueco vaginal volvió a
estar lleno por la gran verga que entraba y salía sin cesar. Más tarde él la acomodó
a ella sobre su hijo, en posición de perrito y la poseyó analmente. Con las
embestidas, las tetas se bamboleaban rozando el rostro de Timoteo, quien atrapó
con su boca un pezón, chupándolo con delite. El flujo vaginal de su madre le
empapaba las piernas, pero no le importaba, él estaba concentrado en mamar la
teta que tenía aferrada con sus labios.
El pito de Timoteo volvió a estar erecto,
cosa que no pasó desapercibido al Conde y con un movimiento de cadera empujó a
Elisa, haciendo que ella cayera sobre su hijo y que su pene entrara en su
vagina. En ese momento el incesto se estaba consumando.
Vlad sin descanso la culeaba, Elisa era
doblemente penetrada. Al tiempo que las tetas aplastaban el cuerpo de su hijo,
ella lo besaba de lengua embriagándolo con su miel venenosa, en esa habitación a
nadie cohibía la relación filial que los unía, al contrario, esto daba más
morbo.
Naturalmente el hijo se animó a mover su pelvis y siguiendo el ritmo impuesto por Vlad, embestía acompasadamente a su madre. La risa malvada del Conde rebotaba en las paredes del siniestro cuarto.
En medio del desenfreno del incesto, dos
colmillos afilados crecieron en la boca de Elisa y se clavaron en el cuello de
Timoteo, como una perra hambrienta bebió de la sangre que fluía. De pronto todo
se volvió muy confuso para el joven y se desvaneció, cuando volvió en sí,
estaba acostado en el suelo y en la cama Vlad seguía masacrando el ano de
Elisa.
- ¿Qué me pasó? -preguntó Timoteo-.
- Dejaste de ser humano y ahora eres parte
de la manada. Estás débil y debes reponer fuerza, ven y aliméntate de mi hembra
-respondió Vlad-.
Con una mano el Conde lo sujetó y lo
acomodó debajo de Elisa, situando la cara de él a escasos centímetros de la
concha, ella abrió sus labios vaginales para que su hijo le comiera la vulva,
lo cual hizo de inmediato y mientras lo hacía tenía en primer plano la verga
entrando y saliendo en el ano de su mami.
- Vamos, aliméntate de mi carne -suspiraba
Elisa-.
Esas palabras causaron más efectos en el vampiro que en el joven, de pronto el esfínter anal se vio estirado, pues la monstruosa verga creció aún más. A cualquier persona le costaría creer que ella estaba gozando con el empalamiento. La madre con sus manos aferró la cabeza de su hijo y la apretó contra su vagina. La hembra disfrutaba de sus dos machos. Vlad dominaba a Elisa y ella controlaba a Timoteo. Cuando lo lobos al fin dejaron de aullar, ella siempre con la pija en su culo, corrió de lugar a su hijo y le devoró la verga, chupándola con furia animal, primero la recorrió con su lengua y luego escupiéndola la tragó hasta el fondo, permitiéndole disfrutar a Timoteo el cálido encanto de la maternal garganta.
De repente al joven le afloraron las
puntas de unos incipientes colmillos y su pija tomó un tamaño más prometedor.
Poco a poco Elisa empezó a ponerse pálida, pero a medida que el color se
desvanecía de su piel, la putez aumentaba y mordía el glande de su joven
amante.
Vlad se acomodó de espaldas y con su verga
enterrada completamente en el culo de ella, le ofreció montar por la concha a
Timoteo y nuevamente ella quedó penetrada en sus dos agujeros por sus machos. Con
esta nueva posición el hijo pudo comerle las tetas a Elisa y jugar con ellas.
El Conde a propósito sujetaba por las caderas al hijo de ella para que la penetrase
más profundo. El tiempo continuó escurriendo hasta que Vlad con un hábil movimiento
se la sacó del culo y la clavó por adelante, logrando que la concha de Elisa
contuviera las dos vergas, Timoteo poco pudo aguantar y acabó enseguida, pero
la gorda pija del Conde apretaba tanto la vagina que no le permitió al joven
retirar su ya exhausto y flácido pene. Como a la media hora Vlad eyaculó una
cuantiosa cantidad de semen denso inundando con su simiente hasta el útero.
Con el correr de las semanas, Elisa entendía
que no podía seguir así. Sabía que tenía que tomar una decisión y alejarse de
su amante por el bien de su hijo, pero algo en ella no podía hacerlo. Estaba
atrapada en su seducción gótica y no lograba encontrar una salida.
Finalmente, después de mucho pensar,
decidió poner fin a su relación y alejarse para siempre de su amante. Pero
aunque logró salir de su seducción, nunca pudo olvidar aquellos oscuros
momentos de placer y pasión que había experimentado.
Después de varios años de ausencia, Vlad
regresó a la vida de Elisa con más fuerza que nunca. Aunque Elisa intentó
resistirse a sus encantos, la pasión y el deseo que sentía por él eran más
fuertes que su voluntad. Vlad la llevó a lugares oscuros y peligrosos, donde el
placer y el dolor se mezclaban en una danza mortal.
Elisa se debatía entre la atracción y el
miedo, sabiendo que lo que estaba haciendo estaba mal pero incapaz de
resistirse a la tentación de su amante peligroso. Se sentía viva de nuevo
después de años de monotonía y soledad, pero sabía que la vida de su hijo estaba
en peligro, después de esa noche desenfrenada de incesta el no volvió a ser el
mismo, quedó como autista, se pasaba el día atrapando moscas y comiéndolas.
Vlad prometiéndole que el joven mejoraría,
los llevó a una antigua fortaleza en las montañas, donde vivía con su clan de
vampiros, alejados de toda sociedad. Elisa se convirtió en parte de su mundo
oscuro, pero siempre temía por su vida. Vlad le aseguró que nunca les haría
daño, pero Elisa sabía que siempre había una posibilidad de que él perdiera el
control y los lastimara.
Pero a medida que pasaba el tiempo, Elisa comenzó
a descubrir un lado más humano de Vlad. Comenzó a ver su vulnerabilidad y sus
miedos, y se dio cuenta de que él también la amaba con locura. Juntos,
exploraron su sexualidad reprimida y descubrieron nuevas formas de placer que
nunca habían imaginado, ella entendió que en sexo no hay límites ni moral, a
veces también participaba de los encuentros sexuales su hijo y aunque parezca
extraño esto hizo que él volviera a la normalidad, al menos a actuar como lo
hacía antes.
Una noche, mientras Elisa estaba sentada
en su biblioteca leyendo un libro, sintió la presencia de Vlad detrás de ella.
No tuvo que voltear para saber que él estaba allí, sintió su respiración en su
nuca y su presencia tenebrosa envolviéndola. Pero para su sorpresa, cuando
finalmente volteó, no encontró a Vlad allí, sino al fantasma de su difunto
esposo.
Elisa se quedó sin aliento al ver al
espectro de su marido, que había muerto en un accidente de caza hace varios
años. Pero no se sintió asustada, al contrario, la vida con Vlad la había
preparado para enfrentar cualquier cosa que pudiera suceder. Mientras observaba
al fantasma, notó que había algo diferente en él también. No parecía tan lejano
y frío como lo recordaba, parecía que había algo de vida en él.
Mientras se acercaba lentamente a Elisa,
ella se dio cuenta de que su seducción había alcanzado un nuevo nivel, y aunque
sabía que estaba siendo manipulada, no podía resistirse. Vlad y el fantasma de
su esposo estaban trabajando juntos, susurrándole palabras seductoras y
haciéndole promesas imposibles de resistir.
El espectro estaba furioso al ver a su
esposa con otro hombre, pero, al mismo tiempo, no podía evitar sentir una
extraña dominación por Vlad. Las emociones de Elisa se encontraban en un
torbellino, luchando entre el deseo por Vlad y la culpa por traicionar a su
marido muerto.
El marido comenzó como a materializarse y
no pudo resistir a tener un encuentro amoroso con quien fue su esposa, al
tiempo que la insultaba por haber caído en los encantos de otro hombre la desnudaba
lentamente, manoseándola por todos lados, con especial dedicación en sus
nalgas, las cuales abría y le introducía los dedos por las los agujeros de
placer, al notarlos más abiertos que cuando él los utilizaba, se enfureció y la
abofeteaba sin parar, con violencia la tiró boca abajo en un sofá y con saña la
violó por la vagina. El pene que antes a Eliza le dio gozo y hasta un hijo, ya
no la satisfacía, sentía que era poco para ella. El espectro con mucha
violencia comenzó a poseerla.
Los ruidos hicieron que Timoteo aparezca y
quedó pasmado al advertir la presencia de su padre. Pero al ver la escena
sexual se excitó y le pidió permiso a Vlad para intervenir, al obtener su
aprobación, se acercó a ellos y le dio su pija a mamar a Elisa, quien lo hizo
con desesperación, cada tanto la boca de ella sacaba la verga para besar a
Timoteo de lengua, las manos del joven apretaban las tetas de su mami,
estirando los pezones haciéndola gemir. El marido se acostó de espaldas en el
suelo y la obligó a cabalgarlo, entonces apareció Vlad quien aprovechó la
posición para colarle un dedo en el culo y preparar el terreno para él. Timoteo
quiso penetrarla por el ano, pero el Conde de un fuerte golpe lo apartó y
enterró su monstruosa verga hasta alcanzar los intestinos de su hembra. A el
chico no le quedó otra que meterle su pija en la boca nuevamente a su mami.
Ella por primera vez quedó con todos sus agujeros tapados de verga.
Timoteo enfadado, arrastró a su padre para
ocupar su lugar y la cogió con furia por la concha, al sentir a su macho rompiéndole
el culo y su hijo embistiéndola vaginalmente, le causó un orgasmo en cadena y
eyaculó flujo como una catarata.
El espectro estaba iracundo, materializarse
para volver a la vida y darse cuenta que su esposa es tan puta que se monta a
su propio hijo y encima enterarse que tiene una nueva pareja, provocó que
busque venganza y dolor en lugar de placer, le tapó la nariz a Elisa y le tapó
la boca con su verga, ahogándola, la quería llevar con él al otro mundo. Pero Vlad
lo doblegó con la mirada haciendo que el espectro tenga miedo que el infierno
viniera por él, y mansamente le destapó la nariz a Elisa, que dio una gran
bocanada de aire y aprovechó el fantasma para introducirle su pija más a fondo.
Lagrimas recorrieron la cara de ella y
pronto fueron capturadas por la lengua de su hijo. La faena sexual continuó
hasta que Vlad, sin que nadie lo esperara cambió de forma, perdió la apariencia
humana adoptando una forma horripilante, su rostro fue la de un monstruo, con
dientes afilados y largos, su altura aumentó y también su verga, y dado que
Elisa la tenía enterrada en su culo, hizo que gritara de dolor.
El Conde con cada embestida levantaba el cuerpo de su esclava. Ella se desmayó un tiempo considerable y cuando reaccionó seguía empalada por vampiro, de a poco las facciones de dolor se fundieron con las de placer, entonces ahí tanto su hijo como su asustado marido volvieron a cogerla. Con las tres pijas dentro de su cuerpo, Elisa estaba más hermosa que nunca. La frágil mujer sufrió una metamorfosis y se convirtió en una vampiresa sedienta de sexo, con maestría y fuertes succiones logró que el espectro eyaculará chorros de electro plasma. Con más espacio, Timoteo disfrutó del cuerpo de su madre, chupando esas voluptuosas tetas hasta dejarlas rojizas. Acentuando sus movimientos de caderas consiguió que su hijo acabara dentro de su concha. Luego de ello, Vlad se irguió y de parado continuó culeandola, elevando y bajando con sus fuertes brazos, el cuerpo de Elisa.
Teniendo a los otros dos participantes de
espectadores, Vlad la cogió por el ano con una fuerza no humana, el esfínter se
cerraba y se estiraba al máximo con cada embestida. Cuando la pija estaba toda
dentro de ella, su vientre se abultaba. Sin sacársela la llevó a rastras hasta
el sofá y le masacró el culo por más de una hora y luego le dejó un río de
leche en el conducto anal.
La presencia del fantasma le dio a la
relación entre Vlad y Elisa un nuevo matiz, más oscuro y aterrador. Pero, en
vez de alejarlos, esto solo incrementó la pasión entre ellos.
La historia de Vlad, Elisa, su hijo y el
fantasma del difunto marido continua hasta hoy en un espiral de seducción,
misterio y terror, con un final incierto y oscuro.
Autor: Gus Becker
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Condición para entrar a Relatos Privados:
Aclaro
en este relato las condiciones para obtener la membresía de RELATOS PRIVADOS.
Tanto
a Marcel Milord como a mí, no nos interesa la masividad, sino el ida y
vuelta entre escritor y lector, que quien lea un relato nuestro, exprese
los sentimientos que le causó y nos dé ideas para continuar, ya no
queremos devoluciones de un par de palabras nada más, al estilo de: "Muy
bueno", "Sigan así", "Genial", "Me gustó",
"¿Cuándo van a escribir la continuación de tal relato?", etc.
Por
tal motivo, elegiremos de todos los comentarios de acá y de SALIERIS a
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PRIVADOS es gratis, la única regla para entrar y permanecer es simplemente
dejar una devolución, o sea comentar.
Espero
esta vez que se haya entendido.
Ojalá todos comenten así nadie queda afuera.
Gracias, gracias y 1.000 gracias mas por tomarte un tiempo y seguir escribiendo Gus, gracias!!!!
ResponderBorrarSi le quitas las escenas de sexo es una novela gotica mejor que Crepusculo y con el sexo es la gloria, se nota tu gran estilo para escribir, no hace falta que pongas tu nombre porque los que te conocemos con solo leer un parrafo ya sabemos que es tuyo sin dudar.
No me acuerdo si vos o Marcel ya habian escrito un relato de vampiros, pero este es distinto, mas oscuro y me encanto mucho el toque del fantasma del marido, no me lo esperaba jejejeje pense que iba a ser de voyeur filial desp de ese "todavia no estas listo" que le dijo la madre y me sorprendiste con ese giro de rosca al incesto, es excelente.
Larga vida a Gus Becker, Marcel Milord y al blog!!!
Al comienzo me pareció un poco flojo y más poético que morboso pero mejoro mucho mientras avanzaba y sumaron al hijo y al fantasma que es la primera vez que leo una historia con un cachudo del más allá.
ResponderBorrarExcelente relato, como siempre original y lleno de morbo de principio a fin, me gustó que en un momento el vampiro queda de lado y el hijo pasa a ser protagonista y la aparición del fantasma me hizo acordar a Doña Flor y sus 2 Maridos.
ResponderBorrarGracias por no abandonarnos y seguir escribiendo, eternamente agradecida.
Te vi en twitter entre sin grandes expectativas y quede impactado con tan buen blog, de ahora en adelante sumame entre tus adeptos.
ResponderBorrarMiedo y calentura a la vez excelente relato
ResponderBorrarHola Gus es un relato diferente como a otros inicialmente no lograba entrar en el relato me parecía muy fantasioso en vez cuando más leía más emocionante se ponía gracias a vos y a Marcel por ponerle siempre la garra de seguir escribiendo y hacer siempre relatos diferentes. Un.abrazo jcntop
ResponderBorrarMuy buen relato, de a poco te va metiendo en clima, con morbo a tope
ResponderBorrarsacando las partes del sexo, tiene una historia muy buena, gracias por volver a escribir me gusto mucho el relato
ResponderBorrarGran historia e inmejorable relato, con trama original y altas cargas de sexo, felicitaciones y gracias.
ResponderBorrarCada relto me sorprende daca bez mas y esta tematica es muy buena nunca habia leido algo asi . en realidad si pero que ye atrape como este nunca
ResponderBorrarTe felisito
Muy bueno, gracias por volver a escribir.
ResponderBorrarDesde que era adolescente y leí mis primeros relatos eróticos me di cuenta cual era la temática que mas me hacia disfrutar. Sobre todo sexo en grupo, siempre una mujer o dos y varios hombres ( gangbang) , a poder ser mujer madura que se entrega a la lujuria y la dominación y con temática madre-hijo incluida. Para estos menesteres seguís siendo sitio numero uno de todo internet. Mi enhorabuena por un relatos increíble una vez mas .
ResponderBorrarOtra obra de arte, me ha gustado mucho las fotos y en especial la modelo eso ayuda a fantasear el relato que fu fantastico.
ResponderBorrarMe gustó!! Estaría para q el hijo tmb hago origias con otras !! Y q la madre vea!! Y participe jajaj !! Gracias
ResponderBorrarya eperando con hacias los relatos, ya buen tiempo que no publicaban, simbre son excelentes relatos que dejan la mente volando de lujuria y morbo.
ResponderBorrarun fuerte abrazo y a la espera de los proximos proyectos
Jimena Baron tuvo un encuentro de este tipo hace poco
ResponderBorrarSoy Cornelio Cornicelli y no se porque no pude conectar. Igualmente muy excitante lo de gorrear al tipo aunque sea fantasma y cogerse entre todos. Madre puta, hijo pajero y vampiro pervertido.
ResponderBorrarCómo siempre un gusto leerte Gus..🔥 la historia con todos los complementos que no puede faltar.. relato cargado de morbo y lujuria😈😈 gracias x deleitarnos con este nuevo relato!!
ResponderBorrarExcelente relato con un cambio de temática novedoso. Siempre imaginé el morboso mundo sexual de los vampiros, pero nunca con la temática del incesto. Siento como si el relato fuese un prólogo para una historia mucho más morbosa. Me encantó los pequeños detalles en el relato.
ResponderBorrarUn cambio de temática muy positivo y excitante, que morbo produce leer relatos diferentes. terstegen5991@gmail.com
ResponderBorrarMuy bueno, me gustó... sobre todo la parte cuando la lleva a la habitacion del hijo.. aunque me hubiera gustado que sea mas cuck en lugar de participar ja
ResponderBorrarExcelente relato
ResponderBorrarMe encantó la temática algo diferente pero que se disfruta, excelente narración e historia.
ResponderBorrarCada Dia mejor Excelente trama y mucho morbo
ResponderBorrarExcelente relato diferente perotiene una gran historia
ResponderBorrarCómo siempre original y lleno de morbo me recordó al relato la secta de papá dejando un lado el morbo tiene buena trama como si quisieran crear una novela, gracias por seguir con sus relatos como siempre grandes, si me permite opinar me gustaría que fuera más cuckold oh tipo voyerista, un saludo desde mexico
ResponderBorrarWow que increíble relato muchas gracias Gus como siempre eres un maestro en esto de la literatura erótica siempre muestras el lado más morboso en cualquier situación, aprovechas cada detalle para darnos infinito placer con tus palabras
ResponderBorrarMaravilloso relato, con base en el famoso conde Drácula, totalmente explicito
ResponderBorrarMagnifico la manera como la cohesión de la leyenda de dracula y esta historia de morbo, el nivel espectral me transportó al contexto y muestra niveles de libido magnífico jorbohemio@gmail.com
ResponderBorrarExcelente relato!!! Demasiado bueno!!
ResponderBorrarQuerido amigo gus
ResponderBorrarRealmente cada vez logras superarte hasta alcanzar un nivel inimaginable
Primeramente decirte GRACIAS por volver con este nuevo relato que logro cautivar cada sentido de mi.
Es increible como a pesar de los años y la inumerable cantidad de historias y relatos seguis captando la atencion y el interes de todos nosotros.
Claramente esto no es una mera casualidad, sino slgo que es nato tuyo.
En lo particular me encanta este tipo de genero en tus relatos, el dialecto y la forma en la que encaras cada aspecto de la historia es INCREIBLE.
Tiene todo tipo de situaciones lo que logra atraerte y meterte dentro de la misma.
Muchas gracias nuevamente por seguir alimentando nuestros morbos y fantasias durante tantos años
Saludos
Emi
amigo Gus, infinitas gracias por tu esfuerzo y sobre todo por tu tiempo, no tengo ni la minima idea de lo dificil que debe ser escribir un relato y con mucho pesar te digo este relato no me engancho, no se si porque es un vampiro y demas pero no, no es mi favoito. agradezco tu esfuerzo y lo valoro mucho pero para a mi gusto hermano este no es mi tema preferido, es como que me pongan un relato donde el hijo se mete con la madre etc. no me enganchan y el hecho de saber que era un vampiro debio de quitarle la emocion o algo jejeje. igual lo leere nuevamente pero te agradezco el esfuerzo y si hay alguna manera de apoyarte quiero que sepas que tendre mi grano de arena para estar siempre valorando tu esfuerzo. espero no te enojes amigo pero estoy seguro que a muchos mas los cautivo. por lo demas no se como hacer para agradecerte el esfuerzo que haces infinitas gracias. espero publiques pronto.
ResponderBorrarmuy bueno la verdad es que vi hace poco esta pagina porque la descubri en twitter y quisiera ver los relatos privados... mi gmail es luciovi338@gmail.com
ResponderBorrarExcelente relato, me gusta mucho la forma en la que escribes, espero que sigas subiendo más contenido,
ResponderBorrarEste relato es algo diferente, a algunos les gusta, pero no es para mí. Muchas gracias por compartirlo.
ResponderBorrarExtrañaba mucho leer sus relatos, ya quedan muy pocos buenos autores en las páginas dedicadas a los relatos eróticos. Este tema no es de mi preferencia pero debo de reconocer que me llenó de morbo, espero poder seguir disfrutando sus relatos, especialmente les solicito sigan subiendo relatos de Marcel Milord, del cual soy un ferviente seguidor desde que escriba en todorelatos. Se que ya no es tan prolifico pero me parece que es buena idea repetir su antigua obra, como lo fué el valle del sol.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarGracias por el relato Gus, solo tú sabes escribir de una forma que atrapa al lector, y no solo historias calientes de sexo, está historia se ve que as mejorado mucho al momento de escribir, gracias por continuar aportando en tu blog, es un espacio que no tiene remplazo, saludos.
ResponderBorrarWow como siempre un placer leerte Gus que increíble relato la putes de la mamá es increíble mucho morbo y el toque del conde Drácula lo hizo divino muchas gracias saludos
ResponderBorrarSi, inquietante y sensual...Saludos, pasaba por aquí
ResponderBorrarAmigos, sin duda alguna acabo de encontrar la otra maravilla del mundo, esta muy bueno este relato sigan asi
ResponderBorrarexcelente relato fantaseando con vlad Teves.
ResponderBorrarmuy buena version, exitante en todo momento y con una carga de morbo altisima.
ResponderBorrarexelente!!
buenisimo relato, ahora nos presentas un relato con diferentes personajes, cada uno como cae en el deseo y disfruta del placer mi personaje favorito fue elisa y es que al final se entrega al placer no solo de Vlad y de su hijo sino ademas del fantasma de su difunto esposo, me encanto mucho el relato felicitaciones. te dejo mi email esperando acceder a los relatos privados: edueduardov@gmail.com
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